Relato: Despecho Cuando yo tenía 31 años
andaba de novio con una chica con la
que me llevaba muy bien, hasta que un día, que yo me fui de parranda
con
unos amigos, ella me trono y se hizo novia de mi peor enemigo, cosa que ha
mi me hizo hacer mucho coraje, y planeaba la manera de desquitarme, sin
saber que actuaba por despecho, y buscaba la manera de desquitar mi coraje
con algo que afectara a ambos. Total que pasaron 2 semanas y se me iba
pasando el coraje, pero de pronto vi a alguien que dije este puede ser el
desquite, era Daniel el hermano menor de mi ahora ex-novia, tiene 17 años,
es
delgado, blanco, pelo castaño, lampiño y con cara niñada,
aunque luce
varonil, yo soy moreno alto de buen cuerpo, bueno fui deportista, de
soccer, así que aun lo conservaba bien sobre todo piernas y glúteos,
que es
lo que mejor se nos desarrolla a los futbolistas.
Bueno mi idea de venganza era lavarle el cerebro
a Daniel,
y ponerlo en contra de su hermana y de su nuevo cuñado, y de que convenciera
a los demás de lo que le iba diciendo, para esto debía hacerme
mas amigo de
él y saber sus aficiones y gustos para manejarlo bien. En fin un día
lo
invitaba al boliche y otro al billar, después al cine, hasta que un día
en
el cine su pierna la pego mucho a la mía y sentí un calor diferente
que me
puso nervioso pero no paso nada, al otro día que era viernes me hablo
por
la mañana al trabajo y dijo que necesitaba hablarme que nos viéramos
en la
tarde, yo como amigo de el pedí la tarde libre en mi trabajo, y le dije
que
fuera a mi departamento, sin imaginar lo que estaba por ocurrir en el.
Llego yo llevaba puesto un short blanco de deportes, de
esos que se transparentan, y una playera sin mangas, él llega con una
bermuda de gabardina azul, y le digo que paso Daniel, lo note demasiado
nervioso no mejor no te digo nada, porque no somos amigos confía en mi,
de
hecho confiaba mas que en hermana y su cuñado, pero no te enojas si no
te
gusta, no me enojo, le dije pero ya cuéntame que me tienes en suspenso,
esta bien me dijo con voz temblorosa, me gustas mucho, yo me quede helado
sin habla, pero como dije yo también nervioso, desde hace días
me siento
atraído a ti, me masturbo fantaseando que estoy en tus brazos, mientras
me
daba un montón de explicaciones, en mi mente cruzo algo descabellado
el
tener una relación pero solo de faje (besos y caricias gandallas) con
su
hermano y hacer que Daniel quiera acostarse conmigo sin hacerlo solo para
vengarme de ella.
Al terminar de decirme lo que sentía,
dijo disculpa no
quise molestarte, pero no le digas a nadie esto por favor, claro, mejor me
voy, yo le tome la mano, y le dije quédate Daniel, yo estaba recargado
en un
escritorio amplio de un cuarto que hice despacho, lo jale hacía mi y
le dije
es tu oportunidad aprovéchala, se me acerco y pego su cuerpo al mío
puso sus
brazos en mis hombros y acerco su boca a la mía, yo quise esquivarla,
y beso
mi cuello, yo estaba incómodo nunca había estado en esa situación
con un
hombre, y tenía mis manos en su cintura, sin moverlas, pero si quería
vengarme de su hermana tenía que hacerlo sentir y que me deseara mas
y me
arme de valor y lo empecé a manosear, acerque mi boca a la suya y la
abrí
para darle un succionante beso lleno de morbo y pasión, no lo dejaba
de
besar, quizás por lo prohibido, pero me estaba gustando la boca de ese
chavito, continuamos dándonos besos muy húmedos, luego Daniel
bajo a mi
cuello y lo empezaba a besar, cosa que me prendía y mis manos se abrían
camino quitándole la playera, el hizo lo mismo, sin dejar de besarme
el
cuello, sus manos pellizcaban mis pezones, luego lamió desde mi cuello
hasta
mis pezones y los chupo con mucha pasión, yo ya estaba dispuesto a
cogérmelo, luego su lengua bajo hasta mi abdomen y lo recorrió
llenándolo de
saliva, yo me abandonaba en las caricias ardientes de Daniel, y el placer
fue mi perdición, sus manos bajaron mi short mientras que por encima
de mi
bikini interior, besaba mi verga circuncidada erecta de 20 cm, yo cerraba
los ojos, los abrí, y vi como con sus dientes iba bajando de manera erótica
mi bikini blanco, luego subió lamiendo mi pierna hasta que llego a lo
que él
anhelaba la lamió desde la base hasta la cabeza, luego de manera lenta
lo
empezó a mamar, lo hacía de manera lenta el disfrutaba el momento
e iba a
tener en su boca mi verga el mas tiempo posible, yo solo veía salir mi
pene
todo húmedo por la saliva y desaparecer en la boca de Daniel, yo fui
arreciendo el vaivén de las penetradas tomaba su cabeza y la apretaba
contra
mi para quedarme con toda la verga dentro, eso fue el acabose no aguante mas
y le inunde la garganta con 7 o más disparos de semen que fueron unos
directo a su garganta y otros en su boca, yo de plano enloquecido de pasión
lo subí y lo bese apasionadamente saboreando vestigios de mi semen.
Posteriormente le chupe el cuello luego sus
pezones que con mis
chupadas y lamidas, estaban duros, luego baje a su abdomen y lo lamí,
para
finalmente bajar ese bóxer que con su verga parada simulaba una tienda
de
campaña, la tome y lentamente la fui lamiendo, luego le chupe la cabeza,
para poco a poco ir tragándomelo todo, al principio arqueaba, pero poco
a
poco ese sabor a prohibido me fue gustando, tanto que me la comí toda
hasta
que lo hice venirse en mi boca, luego me levante y nos volvimos a besar, y
le dije te voy a coger Danielito, serás mío por completo otra
vez chiquito,
y el dijo si hazme tuyo métemela, me senté en una silla, me puse
un condón y
lo puse encima de mi y no entraba a la primera, a la segunda se metió
la
cabeza, él gimió de dolor y le dije solo relájate y el
dolor se quita
rápido, poco fue entrando, cuando logre penetrarlo por completo el se
quebraba del dolor pero luego sus gemidos eran de otro tipo, eran de gozo,
el dolor había cesado y le gustaba la cogida que le daba lo subía
y se la
metía toda, al momento de tenerla toda dentro su intimidad, el apretaba
de
una manera que cerraba los ojos y me perdía en el placer que me daba
ese
chico, después de varias estocadas sobre todo las últimas que
fueron recio,
le dije que estaba por venirme y el se la saco, se hinco en el suelo me
quito el condón y se introdujo mi pene por completo, desapareciendo en
su
boca hasta que me vine y lo succiono apretando con sus labios dándome
el
mejor orgasmo de mi vida, ya que succiono hasta la última gota de leche
yo
con las piernas apreté su cabeza, mi mirada pérdida, al terminar
nos dimos
un largo beso.
Ahora Daniel sin que sepa su familia tiene
su pareja, un chico de su edad,
pero se me insinúa tanto, que un día no voy a aguantar y saldré
con él, sobre
todo porque me imagino lo que paso y me pongo cachondo.
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Relato: Despecho
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