"Culo paradito en falda de secretaria en el metro"
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Estas historias son ver�dicas y pasan todos los d�as en el
metro.
Eran las 8:00 AM y terminaba de comer algo en mi departamento
de soltero antes de irme a trabajar a la oficina. Estaba perfectamente vestido
con mi terno oscuro y me dirig�a al Metro.
Caminando hacia �l ya iba pensando en la cantidad de culos
parados esper�ndome para apoyarme en ellos y as� tener un tranquilo y
entretenido viaje hasta mi trabajo.
Segu�a caminando y me imaginaba que me iba a tocar hoy,
podr�a ser un culo en jeans apretado, una falda corta de secretaria, un
contundente pantal�n de tela ajustado, una inocente colegiala, etc. De puro
imaginarme eso, mi bulto empezaba a palpitar y crecer sin previo contacto. No en
toda su dimensi�n pero de un tama�o considerable.
Y bueno, ya estaba ah� parado esperando que llegara. Ve�a que
en la subida una chica con un culo prominente. Era una rubia secretaria que
ten�a un gordo culo parado. Esas nalgas me miraban desafiantes. Me las arregl�
para quedar a un metro detr�s de ella antes de subir al metro que ven�a.
Alrededor de nosotros hab�a mucha gente, que la verdad no les interesaba mi plan
y lo que se ven�a.
Lleg� el metro, la gente se aglutin� para entrar. Este vag�n
ya ven�a con mucha gente. Mi victima se coloco a un costado de la entrada,
incre�blemente se afirm� de las manillas de metal que hay en los asientos,
quedando con su culo con vista al p�blico en general. Llevaba una camisa blanca
corta muy coqueta que dejaban traslucir sus sostenes sutilmente y una cartera
muy femenina. Adem�s llevaba una corta falda de color beige, muy apretada,
alcance a echarle un vistazo antes de colocarme detr�s de ella mientras sub�a.
Como su falda estaba muy apretada se dejaba ver su tanga pero suavemente unas
l�neas de estas.
Ya una vez a cent�metros de ella, unos 20 cm., me propuse mi
plan de inspecci�n para probar tolerancia. Primero eche un vistazo alrededor
para ver si hab�a alg�n peligro, a lo cual, incre�blemente andaban varios en las
mismas que yo pero con otros culitos pero no tan buenos como el que ten�a al
frente m�o. Lo mismo me hac�a colocar orgulloso y decirme a mi mismo "tienes el
mejor culo del vag�n al frente tuyo".
A todo esto mi bulto empez� a crecer a su m�xima expresi�n,
era muy notorio pero como esto iba atestado de gente, nadie se daba cuenta. La
rubia secretaria ten�a su culito muy paradito, de verdad que era GRANDE y se
ve�a muy duro. Y como estaba de espaldas, se notaba que lo estaba ofreciendo.
Entonces, si no era yo iba a ser otro el que aprovechara ese delicioso manjar.
Me empec� a acercar, hasta que con el vaiv�n del vag�n empec�
a rozarle con mi pene su culo. Yo saco mi pene fuera del slip y lo dejo para un
lado para tener mayor sensibilidad al momento de rozar un monumento.
En cada vaiv�n rozaba y rozaba cada vez m�s intolerablemente
aquella gran redondez. Al parecer no se percataba de mi presencia, puede ser que
se ven�a pensando en muchas cosas que ten�a que hacer. En eso segu�a rozando
hasta que en un momento ella tira la mano para atras para ordenarse la falda y
me agarra de lleno mi bulto y lo suelta. A lo cual salta y me dice "perd�n
se�or". Yo en esos momentos me asust�, pens� que me pod�a decir cualquier cosa y
armar un l�o de proporciones, cosa que no ocurri�.
Todo estaba dado para el �xito y en la siguiente estaci�n
entro un gran tumulto de gente, entonces ya ten�a como justificarme para irme
pegado a su rico culo el resto del viaje.
Me aprovech� apoyando mi pecho sobre su espalda y mi pene
sobre su culo. Era incre�ble pero me encontraba descontrolado porque dej� metido
mi pene entre sus gl�teos. Presionando de una forma muy fuerte, que nadie podr�a
decir que no sintiera.
Ella se afirm� fuerte con sus manos de la manillas, echando
su espalda hacia y levando su culo, coloc�ndolo m�s duro. Yo entend�a que se
estaba acomodando porque con la �ltima arremetida la eche para adelante,
dej�ndola pegada al borde y entreg�ndome su culo con toda majestad.
Me fui varias estaciones pegado a dicho culo, mi pene
bombeaba y bombeaba. Levantando levemente en cada bombeada ese tremendo culo
(poto).
Lo recorr�a de un lado a otro, ya ten�a todo permitido.
Ella ni se inmutaba pero no se atrev�a a mirarme. Yo de reojo
la observe y sent� algo de gozo en ella.
Ya llegaba a tener mi pene doblado ante tanta presi�n.
Segu� gozando varias estaciones. No se porque me gusta tanto
esta sensaci�n de aprovecharme de alguien sin ni siquiera conocernos y ni
cruzarnos palabras.
Bueno, ella lleg� a su estaci�n y se apresur� a bajar como si
fuera una ni�a peque�a que hab�a echo alguna travesura, me peg� una mirada y
sigui� su andar. Mientras sal�a del vag�n la segu� con mi vista su precioso culo
y me pude dar cuenta que lo llevaba manchado, sin darme cuenta me hab�a mojado
en �l con tanta fricci�n.
Una experiencia inolvidable, y es incre�ble pero esto ocurre
a diario en metros, autobuses, etc. Esto es lo grato de viajar al trabajo.
Nos vemos, espero sus comentarios.