Relato: Un ABRAZO para Elisa; un BESO para Alberto (1) Este relato es totalmente de ficci�n, por lo q los personajes
no son reales ni las situaciones tampoco. Lo digo por si alguien se puede sentir
identificado.
PRIMER CAPITULO: Encuentros
Primera parte: Encontrando a Elisa
Un d�a como cualquier otro en un lugar como cualquier otro y a una hora como
cualquier otra, sin nada especial pueden pasar cosas realmente especiales. Eso
suele decir la gente, y uno no cree en esas cosas hasta q un d�a te pasan y
cuando te pasan, empiezas a creer en la magia. Pero no en esa magia de elfos y
duendes, de unicornios y caballos halados, en una magia distinta, m�s cercana y
mucho mas verdadera. En una atracci�n imparable, en una rueda del destino y en
una verdad que te unir� y separara pero al final quiz�s y solo quiz�s har� que
la rueda deje de girar.
A mi me paso un d�a, un d�a como cualquier otro paseando por mi ciudad pensando
en la ignorancia de la vida y en el maldito trabajo a un sueldo muy bajo, en lo
fastidioso del jefe y en las ganas q tenia de dejar ese empleo tan malo para
poder volar mucho mas alto, pero claro... Uno no siempre puede tener lo que
quiere o por lo menos eso cre�a.
Ese d�a paseando metido en mis pensamientos no sabia nada de la vida, de la
nueva vida q me iba a traer dolores de cabeza y gran felicidad en mi coraz�n. Y
no sabia nada porque ese d�a conoc� a Elisa.
Todav�a recuerdo como fue. Decid� pararme en la parada normal q tomaba para
volver a mi casa, nada especial en realidad, pero entonces alguien se puso a mi
lado. Era una chica y no le hice mucho caso, no estaba yo para nada y estaba
demasiado metido en mis pensamientos, as� hubiera terminado todo sino fuera por
algo q paso despu�s, pero no fui yo el art�fice de ese "despu�s" aunque nunca
podr� agradecerle tanto a alguien como �l, que ese "despu�s" se hiciera
realidad. Es incre�ble como puedes agradecerle a alguien que despreciar�as que
te haya dado una oportunidad, un "despu�s"...
Esperaba el autob�s y segu�a en mi mundo, cuando escucho un grito bastante
fuerte y pol�ticamente incorrecto de mi compa�era de al lado. Estaba hablando
por el m�vil y por lo visto peleaba con alguien sobre algo de la universidad y
de quedar para un trabajo. Parec�a muy enfadada, pero lo curioso es que no
parec�a darle verg�enza estar en la calle montando semejante "espect�culo",
hasta la gente q pasaba se le quedaba mirando. Lo primero que pens� fue: �Q
chica m�s rara? No se da cuenta que esta haciendo el rid�culo... Parece q tp ha
tenido un buen d�a.
Entonces, fue cuando me fije en ella... Era una chica con el pelo casta�o claro
casi rubio, normal, nada especial en realidad, pero se ve�a con mucho car�cter.
En ese momento pens�: Ufff, �cualquiera puede aguantar a semejante mujer! Debe
tener un car�cter muy dominante.
Y sin darme cuenta mis problemas del trabajo hab�an pasado a ser un espejismo y
estaba juzgando sin saber a una chica que hab�a a mi lado. Q curiosa es la vida,
no?
Ella se levanto y segu�a conversando por el m�vil, ahora menos enfadada pero con
la misma energ�a, as� de pie pude verla mejor, vest�a un tanto raro, muy
distinto a las chicas que yo conoc�a. No era demasiado "elegante", ni demasiado
"hippie", tampoco parec�a ropa de "marca" o comprada en alguna de esas
multinacionales. Unos pantalones y una camisa mezcla cl�sica con toques
orientales. Muy raro, pero realmente bonito.
Cuando me di cuenta la estaba mirando de arriba abajo fij�ndome en cada detalle
de ella, mientras ella se mov�a de un lado a otro sin fijarse en nada en
particular, y sin saber porque me llamo la atenci�n no solo sus ojos q mostraban
una fuerza incre�ble, quiz�s debida al enfado pero intu�a q no, sino un colgante
un tanto raro, con una espada en el centro. La verdad me gusto bastante aunque
no le pegaba mucho, eso pens�.
A esto q mientras yo miraba el colgante sin poder despegar la mirada me di
cuenta q la chica me miraba fijamente con cara de pocos amigos.
Dios! Yo mir�ndola de arriba abajo y cuando me doy cuenta la tengo delante y con
cara de pocos amigos! Realmente no sabia que hacer. Deb�a hablar? Deb�a callar?
Deb�a hacer como q no la estaba mirando? Absurdo, si me hab�a pillado. Esperaba
alguna frase o alg�n desd�n pero nada mas lejos de la realidad, me miro de
arriba abajo sin expresi�n alguna, cerro su m�vil, cogi� sus libros y miro su
reloj. Parec�a q se le hacia tarde.
Yo mire al frente y pens�: ESTUPIDO. En realidad solo pod�a pensar en eso o
esperar q alg�n hueco de estos de la carretera me absorbiera porque ahora si q
me sent�a incomodo con la situaci�n.
Y entonces es cuando vino mi "despu�s"...
Mientras yo deseaba q desaparecer alguien apareci�. Era un chico. Al principio
pens� q esperaba el autob�s como la chica del m�vil y yo, pero no parec�a porque
escuche un ruido y un quejido, as� que volv� a mirar que pasaba al lado m�a. El
chico la hab�a cogido del brazo y le estaba diciendo algo al odio pero con cara
de muy malas intenciones.
Algunas veces te preguntas porque haces cosas que no har�as en otros momentos
pero es una pregunta tonta, quiz�s las haces porque tenias q hacerlas o porque
ese d�a tenia q ser as�, quien sabe. El caso es q vi q la chica no parec�a
asustada pero no estaba por la labor de q nadie se la llevara de la parada y q
menos la cogieran del brazo y yo hice la estupidez mas grande de mi vida y de la
q luego me alegre y arrepent� durante mucho mucho tiempo. Me puse en medio. Si,
eso hice. Ni yo hubiera apostado por m� mismo pero me puse en medio.
Le pregunte q si la estaban molestando, me miro y miro al chico y dijo: No, el
ya se va, verdad?. Lo dijo con tal tono ir�nico y de mala leche q no se si fue
mi intervenci�n o la poca sutileza de ella lo q hizo q el tipo pillara para otro
lado.
Y ese fue mi "despu�s"... El "despu�s" q me permiti� conocer a Elisa.
Esperaba alg�n tipo de alabanza o quiz�s un m�nimo gracias con entusiasmo pero
lo q recib� no me gusto nada; de su boca simplemente sali� un: Mmm, no hacia
falta que te metieras, pero de todos modos gracias.
Pero que dec�a esta t�a?? Se pod�a ser mas borde en el mundo?? Y q sabia yo de
su mundo, me pregunto ahora. Y q sabia yo de ella, de aquel chico o de todo lo q
rodeaba a Elisa. Esa fue mi oportunidad y desde ese d�a el mundo de Elisa empez�
a ser el m�o.
Segunda parte: Encuentro con Alberto.
Hay d�as q en serio serian mejor no levantarse de la cama y desde luego este era
uno de esos d�as, no hab�a nada bueno, nada hab�a salido como esperaba y parec�a
q todo iba a continuar as�. Era uno de esos d�as q si tuvieras una maquina del
tiempo pasar�as las horas para atr�s y cambiarias muchas cosas de las q hiciste
y eso hubiera hecho, sino fuera por un m�nimo detalle en una simple parada de un
autob�s. Por ese m�nimo detalle quiz�s ese d�a vali� la pena y lo que vino
despu�s pudo valerlo o no, pero desde luego ser� algo q no iba a olvidar
f�cilmente.
Volv�a de la universidad, cansada de estudiar para los ex�menes, con dos
trabajos por entregar y un trabajo en grupo donde dos de los compa�eros no
hab�an aparecidos con lo cual nos faltaba su material y el d�a se nos echaba
encima. No me consideraba una persona con mal car�cter aunque por lo visto la
gente si me consideraba, el caso es q nunca soporte q la gente hiciera varias
cosas y por este orden: Se metiera en mi vida y fueran unos incompetentes. Y
resulta q mis compa�eros hab�an hecho las dos cosas, se hab�an metido en mi vida
pues el trabajo era conjunto y por tanto me hab�an hecho perder tiempo y adem�s
eran unos incompetentes porque ni llamaron para avisar.
Bastante enfadada y en mis propios pensamientos llegue a la parada de autob�s,
estaba intentando controlar mis impulsos de llamar a esa panda de est�pidos y
mandarlos a la mierda por incompetentes, pero claro el trabajo era en grupo y
tenia q contar con la opini�n de mis otros dos compa�eros q aunque enfadados
parec�an q no se tomaban esto tan en serio.
Para calmarme un poco me sent� a la espera del autob�s e intente relajarme
pensando en otras cosas, as� q mire a mi lado. La gente pasaba para arriba y
para abajo, con un ni�o, con el perro, con el novio de turno, hasta que depare
en q hab�a alguien mas esperando el autob�s. Era un chico mas o menos de mi
edad, parec�a enfadado tb y eso me hizo sonre�r por dentro porque pens�: �Mira
por donde otro descontento con su vida!.
Me fije en �l y realmente por como iba vestido me di cuenta que hab�a salido de
trabajar y q por lo visto muy r�pido; ese trabajo no deber�a gustarle mucho,
sino se hubiera cuidado de ponerse bien la camiseta.
Era alto, moreno, ojos negros y mirada perdida, me recordaba a m� hacia solo
unos segundos, solo que yo ahora le miraba a �l. Entonces, record� a Jorge uno
de mis compa�eros del trabajo de la universidad pues tenia un aire y todo mi
enfado volvi� a la sangre pq encima Jorge era el mas pasota de los dos que no
hab�an venido.
Cuando me di cuenta ya tenia el m�vil en la mano, estaba en pie y llam�ndole.
Algunas veces pienso que tengo q controlar mi genio porque no vivo sola pero es
q en ese momento no hab�a nadie mas para mi en el mundo, sino el pasota de
Jorge, mi tel�fono y los insultos a grito limpio q le dec�a. Al final, consegu�
calmarme un poco porque prometi� hacer mas parte del trabajo o sino el mismo se
ir�a del grupo, eso si; dej�ndonos su parte o lo q hubiera hecho para nosotros.
No se como paso ese peque�o milagro pero paso y la verdad me sent� mucho mas
relajada, no sabia si dec�a la verdad pero en fin, algo es algo. Confiaba en que
aunque perezoso y pasota no fuera mentiroso tambien.
As� que colgu� mi m�vil y me di la vuelta para coger mis cosas y volver a
sentarme y me veo al chico mir�ndome.
Me quede perpleja: Pero q hace este chico mirando con cara de bobo?. Es q los
hombres no tienen sentido de la verg�enza?. Pens� en decirle algo pero en fin,
tampoco estaba haciendo nada malo, hab�a conseguido resolver un conflicto y me
sent�a algo victoriosa as� que solo me sent� y punto. Mire mi reloj quer�a
llegar pronto a casa y terminar el d�a. Un caf� caliente, quitarme los zapatos,
los pantalones y la blusa y ponerme en el sof� a NO HACER NADA. Ohhh, como me
gusta no hacer nada. No se como la gente no valora el "no hacer nada" porque
para mi y sobre todo en estos momentos era lo mas importante.
A esto q me veo a Miguel y cuando me quiero dar cuenta me coge del brazo con
mucha fuerza, estaba claro q no iba a consentir q me tratara as�. Estaba cansada
y el sabia y sabe q siempre he tenido mucho genio. Me empez� con la misma
cantinela de la casa y dem�s pero esta vez parec�a especialmente cabreado aunque
yo no me iba a achantar. A esto q el desconocido de la mirada de "bobo" me dice
que si me esta molestando el chico. �Como si no lo viera? Desde luego hay gente
muy rara por el mundo. Estaba claro que me molestaba pero no tenia porque
meterse donde no le llamaban.
Supongo que despu�s de q Miguel se fuera para no discutir delante de un
desconocido de temas q no le interesaban, el chico pensaba q yo me har�a la
"princesa" rescatada por un "pr�ncipe" y le dir�a gracias con entusiasmo o mejor
aun, fijo que quer�a mi numero o cualquier chorrada q se llevaba mucho ahora.
Aun as�, se hab�a portado lo suficientemente bien para quitarme el pesado de
encima as� q si q le di las gracias, porque despu�s de todo hab�a sido �til...
Entonces, yo no le conoc�a ni tp, tenia intenci�n de hacerlo pero es q las cosas
no salen como una se las espera, as� es la vida y algunas veces, puede q hasta
no se confunda.
PROXIMAMENTE MAS (y si es er�tico, pero con paciencia :P)
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Relato: Un ABRAZO para Elisa; un BESO para Alberto (1)
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