En la casa de mi pap� no sobraban las cosas, ten�a pocos
muebles y generalmente hab�a lo justo para comer, creo que la mayor parte del
dinero que ganaba ten�a que entreg�rselo a mi mam�. Pero lo que no pod�a falta
era alguna botella de algo que deb�a tener para compartir con sus amigos.

Sus amigos eran tipos raros, no eran ninguno parecido a otro,
quiz�s lo �nico que era constante era la edad, del orden de los 50 a�os.

No s� porque un d�a que andaba en la calle no pude resistir
la idea de pasar por la universidad, ten�a la muy secreta ilusi�n de encontrarme
con mi ex novio y que al verme me dijera lo tanto que me hab�a extra�ado y que
no pod�a vivir sin mi y as� todo volver�a a ser maravilloso como cuando reci�n
nos conocimos.

Trate de pasar inadvertida y camin� hacia el sector de mi
carrera, llegando all� me encontr� con los amigos de �l, que al verme se me
acercaron.

Mi coraz�n me lati� a mil, no sab�a que decir y pens� en
esperar que ellos me hablaran.

No pude aguantar m�s y me fui lo m�s r�pido que pude, no par�
hasta llegar a casa, llorando y desalentada de lo que hab�a pasado, para peor de
mi me encontr� de frente con una botella de pisco y no dud� un segundo en
abrirla y tomar un trago largo.

R�pidamente me sent� mejor, me calm� del dolor de mi alma,
pero una vez que el trago me lleg� a la cabeza no pude parar y empec� a
necesitar algo m�s fuerte, algo como una dosis de coca�na.

Cuando me estaba desesperando por buscar alguna manera de
conseguir droga golpearon a la puerta. Eran dos tipos amigos de mi pap� que
estaban busc�ndolo, como ya los hab�a visto antes los dej� pasar y los tres nos
sentamos en el living.

Debe haber sido obvio que estaba bebida porqu� r�pidamente
empezaron a subir el tono de lo que est�bamos conversando.

Con una cortaplumas cort� una esquina de la bolsita, se puso
de pie, se baj� los pantalones y se manose� la verga hasta que adquiri� rigidez.
A pesar de mi estado me costaba creer lo que estaba pasando.

El tipo era totalmente desagradable, de unos cincuenta a�os,
con una barriga prominente y lleno de pelos, me estaba mostrando su verga morena
casi negra, invit�ndome a que me acercara a ella. Permanec� quieta un tiempo
hasta que se puso sobre su verga una l�nea de coca e insistiendo que me
acercara.

Con la coca ah� me pareci� una verga ya no tan asquerosa y me
acerqu� a �l, la tome con cuidado y me hal� la l�nea con desesperaci�n. Al
terminar de inhalar sent� la mano de �l en mi cabeza impidi�ndome despegarme. Me
dijo que ahora me tocaba a mi en darle lo que el quer�a.

Lo mir� y con resignaci�n me la met� en la boca y se la
empec� a chupar, ni siquiera me hab�a detenido a pensar el tama�o que ten�a
hasta que por mas que lo intentaba no alcanzaba a llegar a la mitad de ella cada
vez que la tragaba, de todas maneras estaba tratando de hacerlo bien para que
todo esto terminara lo m�s pronto posible, a medida que se la mamaba se coloc�
m�s dura y cada vez me parec�a mejor, no s� si por efecto de la droga o por
efecto que me estaba gustando.

Con los ojos cerrados me baj� a sus pelotas las que
suavemente roc� con la lengua mientras lo segu�a corriendo con mi mano. No
aguant� m�s de pie y se tir� en un sof�, sin dejar de chup�rselas lo segu�,
quedando de rodillas y d�ndole la espalda al otro tipo que hasta aqu� parece que
a�n no cre�a lo que ve�a.

Le segu� lamiendo las pelotas y delicadamente se las bes� y
las met� en la boca como si fueran un dulce sabroso, dej�ndolas empapadas y
lamidas. Estaba aplicando todo lo que le gustaba a mi ex, todo lo que lo hac�a
gozar y abusar de mi, todo por un poco de droga. Incluso le roce con la lengua
el limite del ano dej�ndole una buena cantidad de saliva y cuando volv� a su
verga y trat� de com�rmela toda presion� con mi dedo hasta meterlo un poco en su
ano. Eso lo hizo gemir pero no impidi� que siguiera.

Con toda la verga mojada y jadeando cada vez que me com�a su
tronco estaba en la gloria ese vejete, quiz�s hace cuanto tiempo alguien no le
daba una mamada como la que le estaba dando yo.

Se me pas� por la cabeza la idea de que si acababa el tipo se
iba a ir del departamento, entonces me apresur� en pedirle otra l�nea. Sin
responderme le pas� el sobrecito al otro tipo el que repiti� la maniobra
anterior y me ofreci� su verga con un poco de coca.

No dud� un segundo y me abalanc� sobre ella para jalar,
terminando de hacerlo y sin necesidad de que me dijeran nada me la met� en la
boca. Era un verga distinta gruesa, corta, sin diferencia entre el tronco y la
cabeza, era casi un poco chistosa. A pesar de su grosor llegu� hasta el fondo,
lo que volvi� loco a este otro vejete.

Mientras le daba la mamada de su vida al gordito, sent� como
me subieron el vestido dejando mi trasero al descubierto, seguido a eso unos
dedos me urgaban la cola apart�ndome hacia un lado la tanguita que tra�a puesta.
No dur� mucho ah� porque le vejete me las sac�, yo sin ning�n tipo de duda
levant� las piernas para que me la sacara.

Me saqu� la verga de la boca y sin mirarlo le dije que eso le
iba a costar el resto de coca que tra�a, al tiempo el gordo se puso una l�nea en
la pierna que me la met� en las narices.

Con esa dosis me empec� a despegar de la realidad y la
situaci�n me parec�a hasta agradable, Estaba disfrutando como me rozaba la
cabeza de la verga por los labios vaginales y la cola. Se acomod� detr�s m�o y
me presion� su verga avanzando poco poco hasta mi interior.

No pude evitar emitir un quejido que a esa altura era de puro
placer, eso lo calent� m�s y empezo a meter y sacar su verga con fuerza
golpe�ndome en cada embestida mi trasero haci�ndome dif�cil mi labor de mamar la
verga y llevarlo al final. Sin decirlo pensaba lo bien que se sent�a la mezcla
de droga y sexo con esos vejetes, tan bien se sent�a que se escuchaba con mi
rajita se hab�a empapado con jugos.

Me estaba aguantando bien esta cogida incluso cuando me
presion� el culo y me meti� un dedo en el ano sin parar de darme por la vagina,
no pod�a decirle nada yo le hab�a hecho lo mismo.

La droga que hab�a quedado en la vergas de los vejetes me
hab�a adormecido la boca por eso no sent� cuando acab� en mi boca y s�lo me
percat� cuando se rebals� el semen por lo labios, bot� una parte pero no tuve
m�s remedio que tragarme el resto que me hab�a quedado en la boca.

Esa situaci�n llev� al final del vejete que me daba por
atr�s, que antes de acabar me la sac� y me tir� su esperma en la espalda,
dejando su rastro sobre mi trasero y sobre mi vestido, me volvi� a presionar el
culo arrastrando semen al interior mientras con el glande me rozaba los labios
vaginales para terminar con sus espasmos.

Feliz por estar drogada y borracha me levant� y les ped� que
cerraran cuando se fueran. Me dieron una tarjeta por si necesitaba droga en otra
ocasi�n. Como pude llegue hasta mi cama y me tir� sobre ella, escuch� cerrar la
puerta y me qued� dormida.

Mas tarde aun estaba acostada y la resaca no me permit�a
moverme, ni siquiera despegar la cara de la almohada, se escuch� de nuevo la
puerta pero no puede pararme para ver quien era. Cuando me habl� por mi nombre
entend� que era mi pap�.

La escena que debe haber visto cuando entr� debi� ser un
desorden, una botella abierta, mi tanga en alguna parte del living y a mi
tendida boca abajo con el vestido sobre la cintura. En silencio se sent� a mi
lado.

Por verg�enza y porque definitivamente la dosis fue muy
fuerte no pude moverme para salir de ah�, para explicarle o para pedirle perd�n,
despu�s de un rato volvi� y se sent� a mi lado otra vez.

Con un pa�o h�medo con algo tibio me empez� a limpiar, se
sent�a suavemente agradable, era como una caricia que masajeaba mis piernas
desnudas buscando los rastros que hab�a dejado el vejete. Luego por la espalda,
forzando cada vez llegar m�s arriba, supongo que los restos estaban por todos
lados.

Para evitarse complicaciones termin� por desabotonar el
vestido y lo abri� completamente, quedando mi desnudez ante su vista, durante
unos segundos no supe lo que hizo hasta que reanud� el masaje por toda la
espalda llegando al cuello.

No se si deliberadamente o t�midamente no me hab�a tocado el
trasero, pero una vez que termin� con los restos que supongo que ten�a en el
pelo y que cambi� de pa�o h�medo comenz� a limpiarme el culito, masajeando de a
poco todos los rincones e intermitentemente deslizando la mano por el interior
de las piernas.

Pero los rastros inevitablemente conduc�an a mi intimidad y a
esa altura aunque hubiese podido no quer�a moverme y romper el momento que
estaba sucediendo. Se puso de pie, me tomo una pierna por el tobillo y la
desplaz� de tal manera que al sentarse la coloc� sobre sus rodillas y quedando
totalmente expuesta a su vista todo mi sexo y mi culo.

Nuevamente se hizo una pausa, momentos despu�s sent� un pa�o
que estaba ya m�s fr�o tocarme el trasero desde el punto que se une con la
espalda y bajar directamente al ano. Sin moverme abr� los ojos pero no gir� la
cabeza para mirarlo, una corriente el�ctrica me invadi� entera y me volv�a a
remecer cada vez que me tocaba el culo en su af�n de limpiarme.

Despu�s de varios shocks y cuando ya pensaba en darle se�ales
que estaba despertando sent� como desliz� su movimiento m�s abajo hasta tocar mi
vagina, la sensaci�n fue violenta y me desorient�.

La suavidad del toqu� me lleno el cuerpo de un calorcillo que
no era compatible con la realidad, la realidad que era mi padre el que me estaba
limpiando las heridas de mi mal comportamiento.

Pero continu� toc�ndome alternadamente el culo y el sexo y me
fue inevitable comenzar a disfrutar su masaje, cerr� los ojos otra vez y lo dej�
hacer.

Ya casi hab�a olvidado quien era el que me estaba acariciando
cuando sent� los primeros s�ntomas de que un orgasmo me invad�a, la humedad que
brotaba de mi estaba a punto de llegar a las manos de mi padre, eso si estaba
mal y no pod�a permitirme mostrar que su cari�o me hab�a excitado de esa manera.
El me estaba cuidando y yo iba a acabar, que pensar�a de mi que era una puta sin
remedio.

Entonces pens� en darme vuelta y abrazarlo para agradecerle
su cari�o y por haberme perdonado las cosas que hab�a hecho en su propia casa,
un abrazo de hija a padre y as� terminar con esta situaci�n que se me hab�a
vuelto demasiado peligrosa. La alternativa a eso habr�a sido quedarme oculta y
seguir sintiendo su mano en mi sexo, pero as� ser�a inevitable acabar en sus
dedos lo que ser�a demasiado vergonzoso.

Me arm� de valor y simul� despertar para darle un abrazo,
pero al girarme me qued� helada al verlo desnudo con su verga a punto de
reventar y que claramente se hab�a estado estimulando. Al vernos a los ojos se
detuvo el tiempo, yo me hab�a excitado con sus caricias y �l se hab�a excitado
acarici�ndome. De repente se puso de pie y se fue a su cuarto, s�lo dijo
perd�name Alicia antes de perderlo de vista.

Me levant� y me fui a ba�ar sin dejar de pensar en todo lo
que hab�a pasado en el d�a, lo mal que me hab�a sentido en la universidad, lo
buena que hab�a resultado la cogida con los vejetes, lo extra�o de sentir
excitaci�n con mi padre y lo fuerte de ver su verga al rojo vivo y a punto de
estallar por mi.

En los d�as que pasaron no hablamos del tema, en realidad
casi no hablamos, pero sin duda cada vez que nos mir�bamos pens�bamos yo en su
sexo y �l en el m�o.

A pesar de lo desconcertante de todo anduve de buen �nimo por
unas semanas, hasta que la monoton�a del diario vivir me incitaron a deprimirme
y a necesitar una nueva dosis. Ahora lo que me deten�a era atreverme a llamar al
vejete porque estaba segura que el costo en esta ocasi�n ser�a m�s alto que la
vez anterior.

Me resist� dos d�as a llamar y el detonante que me forz� no
fue como yo cre�a la depresi�n sino accidentalmente ver a mi pap� masturb�ndose
en el ba�o. Esa ma�ana, al levantarme me encontr� de golpe en el ba�o con mi
pap� de pie frente al espejo, desnudo y masturb�ndose con la mirada perdida en
el techo. Sin querer me qued� observando como se frotaba su verga lentamente de
arriba a abajo corriendo la piel que cubre su pene y dejando alternadamente su
enorme glande rojo reflej�ndose en el espejo, mientras con la otra mano se
frotaba sus bolas.

Fue inevitable mirar y sentir un calor por mi cuerpo y por mi
entrepierna hasta un nivel de sentir correr los fluidos por los muslos hacia
abajo. Sin pensar en nada avanc� hacia �l y sin que notara mi presencia le tom�
su verga y le dije apuesto a que est�s pensando en mi.

S�lo alcanc� a correr una o dos veces la piel caliente de su
miembro, cuando �l se paraliz�, me mir� y se echo para atr�s espantado, ah�
reci�n recapacit� en la estupidez que hab�a hecho, pero ya estaba jugada.

Me fui corriendo a mi cuarto, me tir� en la cama y esper� que
se fuera. En la espera la pena que sent�a poco a poco se convirti� en odio y en
sed de venganza con todos los hombres del mundo. Si tanto quer�an a una puta,
una puta iban a conseguir.

Sal� de mi cuarto y llam� al vejete, le ped� buena droga y me
dijo que ten�a de la mejor que estar�a ac� en una hora. Lleg� con una
puntualidad inglesa y lo hice pasar, me present� a otro tipo que ven�a con �l y
sin ni siquiera mirarlo lo dej� entrar. Estaba preparada para que no viniese
s�lo, sab�a que esto venia fuerte.

En forma directa le ped� coca.

Se sac� toda la ropa y se sent�. Me dijo, cuando logres que
la tenga tiesa te dar� lo que quieres. Me acerqu� a �l para chuparle la verga
como la vez anterior, pero me dijo que no me acercar� que ten�a que hacerlo con
el otro tipo.

Me di vuelta y esper� a que se desnudara, me desnud� yo
tambi�n y sin ning�n palabra de por medio me met� su verga en la boca y se la
empec� a chupar, al principio toda ella me cab�a bien en mi boca, pero a medida
que le daba placer se empez� a levantar una verga como nunca hab�a visto antes,
sin demostrar asombro segu� mam�ndola, empapando todo su tronco y su cabeza,
repet� la secuencia de lamer sus bolas, su verga, el glande, rozar el ano y
mojarlo lo suficiente para que pudiera recibir un dedo en su interior mientras
me com�a su verga. Yo estaba decidida a disfrutar esto por lo mientras me
esforzaba en darle una buena mamada y sin dejar de mirar al vejete me empec� a
estimular el cl�toris, curiosamente esa acci�n volvi� loco al vejete que lleg�
r�pidamente a una erecci�n.

Mientras sac� de su pantal�n una bolsita, se re�a y dec�a si
supiera tu pap� la puta de hija que tiene.

Se puso la l�nea en su verga y me abalanc� sobre ella para
jalarla y luego metermela en la boca quedando expuestas voluntariamente a que me
perforaran la vagina mientras lo hac�a.

No se demor� mucho tiempo en ubicarse detr�s de mi y apuntar
su verga ala entrada de mi sexo, como pude lo tome con una mano y lo acerqu� a
los labios de mi vagina y le dije no te pares hasta que acabes. Acto seguido un
golpe el�ctrico me estremeci� al recibir la estocada de esa verga abri�ndome las
carnes para buscar su espacio dentro de mi, violentamente met�a y sacaba su
enorme pene, pero no me hac�a da�o, al contrario me estaba dando un placer
incre�ble, tanto as� que la mamada que estaba dando tambi�n fue cada vez mas
violenta golpe�ndome la garganta cada vez que me la com�a.

Nos volcamos en movimientos fren�ticos y jadeando con cada
arremetida en mi cuerpo, en mi interior pensaba v�anme, v�anme todos ahora,
ahora soy lo que todos quer�an que fuera y estaba decidida a disfrutarlo. Con un
par de espasmos el tipo de atr�s acab� sobre la mesa de centro y aunque volvi� a
metermela el movimiento y la rigidez de su verga decrecieron r�pidamente. Al
sentirme vac�a me sub� sobre el vejete, me acomod� su pico para que entrara
f�cilmente y me sent� sobre �l, mont�ndolo.

El vejete estaba en el cielo y casi desesperadamente me
agarraba las tetas y me manoseaba el cuerpo, mientras gozaba al decirme putita
no me dejas de sorprender. Aunque la verga de �l no ten�a el tama�o del otro
tipo el nivel de calentura que ten�amos en ese momento manten�a el nivel de
gozo, gozo que llegaba al nivel que un torrente de fluidos bajaba de mi vagina y
ten�a empapada las pelotas y el vientre del vejete, fluidos que sonaban cada vez
que sub�a y bajaba la verga y cuando golpeaba con mi trasero el cuerpo de �l.

Mi locura del momento me ped�a mas intensidad y aunque gozaba
como loca del sexo que ten�a no lograba traspasar el cl�max. Para buscar nuevas
sensaciones me levant� y le d� la espalda al vejete mont�ndome nuevamente y
comenzando un sube y baja intenso, al momento de levantar la vista me encontr�
con la verga del tipo tomando tama�o nuevamente a dos cent�metros de mi cara,
sin pensarlo abr� la boca y me la encaj� hasta la garganta.

Cuando pens� que est�bamos pronto a terminar, el vejete me
levant� y me empujo contra el tipo, quedando sobre �l. El vejete me agarr� la
cintura y me acerc� hacia �l al mismo tiempo que me bajaba la cabeza para que
siguiera mam�ndole la verga al tipo. Estaba dispuesta a que me clavar� por atr�s
hasta penetrarme la vagina pero sent� un liquido fr�o que me recorri� el culo
hacia abajo y sin ninguna capacidad de reacci�n sent� la presi�n sobre mi culo
que hac�a el vejete con la cabeza de su verga.

Resignada apret� mi boca con fuerza mientras chupaba el pico
que ya hab�a alcanzado su m�ximo tama�o y luchaba por que cada vez se me
hundiera m�s en la garganta, estaba esperando el dolor de recibir al vejete en
mi culo, intentando relajarme al m�ximo para ayudar el ingreso de la verga, sin
embargo eso que me ech� provoc� que suavemente se deslizara en mi interior y que
aparte de un peque�o dolor al recibir el glande el resto fue un inmenso placer
muy superior a cualquier cojida por el culo que hubiese tenido.

El que no me provocara dolor no hizo m�s que confirmar la
idea que ten�an de mi esos tipos y aumentar la fuerza con que me estaban
gozando, me presionaron m�s la cabeza para aguantar al m�ximo la verga y el
ritmo de la culeada no respetaba el hecho que me estaban perforando el ano y no
la vagina.

Por el aumento de los quejidos me prepar� para recibir las
descargas que ven�an, que por los movimientos me demostraron que no ten�an
intenci�n de lanzarlas fuera de mi, mientras se acercaban a acabar me dec�an de
todo, lo m�s suave que escuche fue puta, pero a esa altura ya no estaba para
pedirles moderaci�n, m�s a�n me parec�a tan excitante la situaci�n que me dej�
llevar por el orgasmo colectivo que tuvimos y aguant� las descargas de semen en
la boca y en en el culo.

Despu�s del esfuerzo, mientras trataba de tragar todo el
semen que hab�a recojido en la boca y con dificultad me puse la tanguita en el
culo para aguantar los fluidos que no lograba retener nos dejamos caer en el
sill�n y descansamos unos minutos.

Todo esto lo habl�bamos mientras nos vest�amos y al terminar
les ped� que se fueran, nos besamos cari�osamente, como si fu�ramos grandes
amigos de toda la vida y confirmamos vernos la pr�xima noche. Ahora ten�a que
planificar mi despedida y mi venganza final de mi pap�.

Horas despu�s lleg� y no nos hablamos, s�lo cruzamos unas
miradas.

Se sent� en el living a ver televisi�n, yo me fui a ba�ar,
todav�a ten�a los restos de lo sucedido en la tarde y quer�a refrescarme. Me
puse una toalla alrededor del cuerpo y me sent� junto a �l, en silencio mirando
la televisi�n.

Cuando levante los pies descalzos y los apoy� sobre la mesa
de centro pude notar como me mir� las piernas cruzarse delante de �l y vimos al
mismo tiempo los restos de la eyaculaci�n que en la tarde hab�a lanzado el tipo.

Por tercera vez sali� corriendo, la satisfacci�n que sent�a
por manejar estas situaci�n me dej� confiada en que lo que ten�a pensado para
ma�ana saldr�a como quer�a.

Al d�a siguiente me levant� tarde, estaba sola en la casa y
no ten�a nada que hacer. Creo que de aburrida me arregl� para esperar la noche,
un buen peinado, un lindo vestido, bonita ropa interior, una buena depilaci�n.
Todo como si fuese una primera cita, casi como la vez que por primera vez me
ofrec� a mi ex novio.

El vejete fue el primero en llegar, otra vez acompa�ado de un
tipo que no conoc�a, al o�do me dijo que era el amigo de que me hab�a hablado,
el tipo que era due�o de un night club, se llamaba Diego. El era relativamente
joven y no era mal parecido, bueno al lado del vejete estaba muy bien.

Le pregunt� si hab�an invitado mujeres y me dijo que s�, que
vendr�an dos chicas que trabajaban con Diego. Mientras nos sent�bamos a
intercambiar las primeras palabras llegaron las dos ni�as, se ve�an s�per
normales, quiz�s yo estaba esperando ver dos prostitutas gordas, pero por el
contrario eran dos chicas j�venes, de buena forma y de buen semblante.

Hablamos de muchas cosas, cada una de menos importancia hasta
que lleg� pap�. Al vernos se extra�� mucho, saludos a los hombres y parec�a ser
bastante amigo de ellos, m�s de lo que yo supuse y a pesar de la fr�a entrada
r�pidamente se puso a tono, obviamente evit�ndome todo lo que pod�a.

En medio de los tragos y cuando ya estaban apareciendo las
primeras dosis el vejete me dijo al o�do que Diego quer�a probar la mercanc�a,
como yo no le contest� insisti� que Diego quer�a probar que tal estaba yo.

Lo mir� esta vez y respond� que estaba dispuesta a hacerlo en
mi cuarto si el lograba calentar el ambiente entre las chicas y mi pap�. No me
respondi�, s�lo se ri� y se frot� las manos.

Diego se levant� y me tom� la mano para levantarme, yo lo
gui� hasta mi cuarto dejando paralizado a mi pap� que se dio cuenta a lo que
iba.

No me pareci� mal todo lo que me hab�a dicho, as� que empec�
a moverme lo m�s sensual que pude mientras me saqu� lo poco que tra�a puesto, un
vestido y una tanguita. Cuando termin� me recost� en la cama y me empec� a
masturbar frente a �l lo que pareci� gustarle porque se desvisti� mientras no me
dejaba de mirar.

Se sent� frente a mi jugando con su verga firme y morena,
invit�ndome a acercarme para que yo continuara con su juego.

De rodillas frente a el, casi sin tocarlo empec� a lamer su
sexo, s�lo con la lengua recorr� lentamente desde sus pelotas hasta la punta de
su glande pasando por mojar el tronco, eso pareci� gustarle porque a medida que
rozaba su miembro este mostraba espasmos de placer.

Lo bien que me sent�a al estar cerca de un pico as� me
confirm� cu�l iba a ser mi destino, no ten�a caso negar lo que me gustaba y me
daba placer y casi con desesperaci�n me abalanc� sobre su verga y empec� cada
vez con m�s ganas a com�rmela y a metermela en la boca, alternando de vez en
cuando chupar el tronco y las pelotas hasta dejarlo totalmente empapado. Era
caso inevitable desear m�s y not� mi grado de excitaci�n al tocarme mi cuevita y
verificar lo caliente y h�meda que ya estaba, adem�s de un total calor que me
recorr�a y me dejaba cada vez menos posibilidades de arrepentirme.

El se dejaba hacer sin siquiera decirme una palabra, pero yo
no estaba para esperarlo m�s y me puse de pie y abr�a las piernas para acercar
mi sexo sobre el suyo hasta el punto de tocar la cabeza de su verga con mis
labios vaginales.

Y muy suavemente y afirm�ndole su pico con mis manos para
evitar que se desviara fui bajando, bajaba un poco y me devolv�a. Cada vez un
poco m�s hasta recibir todo su miembro dentro de mi. Me acomod� su carne en mi
vagina, me afirm� de �l y empec� a subir y bajar recorriendo toda su largo con
mi sexo.

Concientemente hice sonar mi trasero con su cuerpo cada vez
que bajaba, concientemente gem� todo lo pude y concientemente le dec�a lo rico
que est�bamos cogiendo, todo para que afuera supieran lo que estaba pasando en
mi cuarto.

Como pudo me levant� y me tendi� en la cama, me tom� las
piernas coloc�ndoselas en sus hombros y comenz� a cogerme mientras acariciaba
las piernas y los pies. Estaba gozando como loca, la forma en que me ten�a y
como arremet�a contra mi me estaba llevando a una condici�n de placer y de
entrega total. Me hab�a hecho de �l y hab�a logrado que me entregara toda, en
esa condici�n lo que me pidiera lo har�a.

Totalmente mojada de placer y transpiraci�n termin� con un
gran orgasmo que lo llev� a acabar tb, lanzando su semen sobre mi cuerpo y
alcanzando a mi vientre, mis pechos, incluso a mi cara, marc�ndose sobre mi
largas l�neas blancas de su leche.

Y sal� del cuarto, apenas estuve afuera me encontr� con la
vista de mi padre, efectivamente estaba desnudo y una chica le estaba chupando
su hermosa verga, una verga grande, gruesa, rosada, por m�s intentos que hac�a
la chica no podr�a com�rsela entera y a mi parecer lo estaba haciendo mal, yo en
su lugar lo har�a mucho mejor.

Por otro lado el vejete estaba sobre la otra chica la que
ten�a sus piernas cruzadas sobre el y jadeaba por los ataques del hombre, el que
al verme dibuj� una sonrisa. Camin� hacia ellos mirando a mi pap�.

Me sent� al lado de �l, si lo quisiese podr�a alcanzarme con
sus manos, tom� la ropa de alguien y muy despacio me limpi� las huellas del
semen de Diego, cuando termin� me qued� mirando como gozaba con la chica a sus
rodillas, de improviso una mano me tom� las tetas y me las empez� a masajear
logrando que el calor volviera a apoderarse de mi.

Por fin mi pap� me estaba tocando, me acerqu� m�s a �l y lo
bes�, sin que �l dejar� de tocarme le dije al o�do.

Y mientras en mi mente recordaba las innumerables veces que
mi pap� se hab�a acercado a mi con intenciones que ahora eran evidentemente
sexuales, pas� una pierna sobre �l y me sent� lentamente hasta que su verga se
encontr� con mi vagina y se perdi� en mi cuerpo.

Ambos nos abrazamos y nos besamos, hab�amos logrado vencer
los temores y ahora �ramos un solo cuerpo, suavemente me dej� coger por �l
mientras la chica no se hab�a movido de donde estaba y no perd�a tiempo para
lamer los cocos de mi padre o lamerme el culo que me empezaba a arder de deseos.

Nuestros cuerpo se rozaban con los movimientos y yo
disfrutaba al friccionar mis pezones contra los vellos de su cuerpo, el por su
parte con la fuerza que le quedaba me ayudaba a subir con sus manos en mi culo
para recorrer su verga en toda su extensi�n, desde casi sacarla de mi hasta
hundirla y chocar su cuerpo con el mi culo.

Pero esto ten�a que ser total y di un paso m�s adelante, al
o�do le ped� que me culeara, quer�a sentirlo en el trasero, s�lo para darle un
placer mayor le ment� dici�ndole que nunca me hab�an perforado por ah�. El quiso
negarse, pero le insist� y le dije que si no lo hac�a �l lo har�a Diego o el
otro vejete, pero que hoy necesitaba sentir un hombre en mi culo.

Sin esperar su repuesta me levant� lo suficiente para colocar
su glande a las puertas de mi ano, en el movimiento nos ayud� la chica que
sujeto la verga de mi pap� para que no desviara su camino y usando el peso de mi
cuerpo presion� mi culo para dejar entrar la carne de mi pap�. Lo deseaba tanto
que no supe del dolor que me produjo aguantar la vergota que me cog�a y de una
vez la recib� toda en mi interior.

Me qued� unos segundos aguant�ndolo adentro sin moverme,
hasta que �l empez� a a estimularme y a pedirme que me levantar� lo suficiente
para que empezara un fren�tico movimiento de meter y sacar su arma. Con cada
golpe se iba pasando el dolor y arremet�a un gozo incre�ble. Ya totalmente
entregada me volte� sobr� �l dejando mi vagina al alcance de la lengua de la
chica que no se demor� en metermela y rozar el cl�toris que quer�a explotar de
placer.

Mis pensamientos quedaron en blanco recibiendo esa doble
estimulaci�n, m�s a�n me dejaba acariciar por la manos de mi pap� que recorr�an
mis tetas y el resto del cuerpo mojado por el esfuerzo y el placer. Pocas veces
hab�a sentido esas sensaciones y ni siquiera hab�a reparado que la lengua que me
empapaba la vagina era de una chica, una chica que por su calidad sab�a
perfectamente como hacerme gozar variando el ritmo y la zona en que me lam�a, un
poco el cl�toris, un poco los labios y un poco toda su lengua dentro de mi.

Violentamente llegu� a un orgasmo que me estremeci� el
cuerpo, una gran cantidad de jugos bajaron de mi interior hasta la boca de la
chica y siguieron m�s abajo hasta lubricar otra vez la verga de mi pap� que no
bajaba de intensidad y no me permit�a terminar con los espasmos.

Exhausta por la descarga que tuve me recost� hacia atr�s
sobre el cuerpo de mi pap�, su cuerpo se sent�a h�medo pero fuerte, la sensaci�n
de sus vellos en mi espalda y sus manos levant�ndome el culo lo suficiente para
destroz�rmelo con las embestidas de su verga me ten�an en el cielo. Con
dificultad busqu� su boca y nos besamos como dos enamorados teniendo su primer
sexo.

Durante los besos que nos dimos sent� el calor del semen de
mi padre recorriendo mi interior y poco a poco bajamos el ritmo hasta quedar en
sus brazos. Ligeras caricias sobre mi cuerpo desnudo me manten�an protegida, el
calor y la tensi�n en mi ano comenz� a bajar hasta que la verga de mi padre
perdi� su fuerza y pude levantarme.

Hab�a logrado lo que quer�a y cre�a que deb�amos acabar con
la fiesta, ma�ana comenzar�a mi nueva vida independiente.

Sin embargo no todos pensaban lo mismo y apenas me pude parar
me tom� el vejete y con una cara de enajenado me dijo que ahora le tocaba a �l,
que por lo que hab�a hecho se merec�a algo tambi�n, as� que sin preguntarme me
volte� dej�ndome de rodillas sobre el sill�n y sin pre�mbulos introdujo toda su
verga en mi culo.

Aunque pude de alguna manera detener todo, me qued� de
rodillas y lo dej� hacer, resignada a pagar el precio de pedir favores. Aunque
al principio no sent� nada, ten�a el ano lo suficientemente dilatado para
recibir lo que fuera la fricci�n de meter y sacar sin contemplaciones su verga
me comenz� a producir dolor.

Un dolor que se tornaba desagradable y que no quer�a aguantar
m�s, pero la fuerza con que me estaba cogiendo y la forma como me ten�a pose�da
era tal que no me daba ninguna posibilidad de zafarme.

Me sent�a cada vez m�s cansada y d�bil y el vejete no paraba
de chocar su vientre contra mi trasero cada vez que me tocaba fondo, finalmente
acab� su lucha y me verti� un torrente de semen en mi interior que mezclado con
mis jugos, sangre por los desgarros producidos y la cogida anterior comenz� a
desbordarme y a bajar por la piernas.

Sin fuerzas me tir� en el sill�n y no pas� un segundo cuando
Diego se tir� sobre mi y me coloc� su verga en mi vagina para cogerme otra vez,
esta vez intent� decir que no, que ya hab�a sido suficiente, pero no tuve
posibilidad. Su lengua me recorr�a la boca y su cuerpo sobre el m�o me dejaba
sin aire, eso fue lo �ltimo que recuerdo de esa noche.

Despert� cuando ya era de d�a recostada sobre mi cama, no
hab�a ruido en la casa, apenas trat� de moverme sent� un dolor insoportable
entre las piernas, volv� a la posici�n que ten�a antes y me toqu�. Ten�a mi
vagina y el culo destrozados, aunque ya hab�an cicatrizados las heridas y
palpaba las costras que se hab�an producido. Como pude me mir� y vi las manchas
de sangre que hab�an te�ido la entrepierna, los muslos y la cama.

Me levant� con dificultad y fui al living de la casa, no
hab�a nadie estaba todo revuelto pero no hab�a nadie. Me asust� de no recordar
que hab�a pasado despu�s que Diego me hab�a cogido por segunda vez y me imagin�
que no respetando que estuviera sin sentido me hab�an violado una y otra vez
hasta que ya no tuvieron fuerzas para seguir haci�ndolo.

Sent� un remordimiento terrible, quiz�s hasta mi pap� me
hab�a violado. Lo que hab�a planeado se sali� de control. No me quedaba m�s que
irme, como pude me ba��, arregl� un bolso con mis cosas, llam� a Diego y me dio
una direcci�n, no le pregunt� nada m�s.

Desde ese d�a las cosas cambiaron totalmente para mi, para
bien y para mal. Para bien porque vivo en un buen lugar, una buena casa y tengo
acceso a todo lo que quiero. Para mal, porque para tener todo eso tengo que
prostituirme.

Afortunadamente, por lo que me han dicho otras chicas, el
lugar de Diego es muy bueno y llegan all� tipos con buena situaci�n, pero eso no
evita que por dinero tenga que abrir las piernas y hacer todas las cosas que me
pidan.

Alguna vez les contar� de ellas y de c�mo me ha ido en este
ambiente.