Autor: Salvador
Direcci�n:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
MIS PRIMERAS EXPERIENCIAS SEXUALES II
CLAUDIA, MI HERMANA MAYOR
Mi primera experiencia sexual con mi hermana claudia fue
intensa y en ella me toco un papel pasivo. Desde hacia tiempo viv�a pendiente de
sus piernas y senos, los que inspiraron en mi algunas masturbaciones incre�bles.
Pero mi af�n por tener alguna vision, aunque fuera pasajera, de sus piernas o
senos, o conseguir alg�n calz�n o sost�n suyo para pasarlos por mi verga
mientras me la refregaba, obedec�a a una fantas�a que veia dificil de cumplir, y
menos en la forma en que se llevo a cabo.
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Mi despertar al sexo fue a los quince a�os, cuando mi interes
por mis hermanas y mi madre tomo un tono erotico que me hizo sentir las primeras
llamadas de la carne, situacion que llego a su climax cuando estaba acostado y
senti una sensacion agradable que nunca antes habia experimentado y que termino
en un flujo liquido que inundo mis entrepiernas y dejo las sabanas manchadas.
A partir de ese dia mi deseo de ver las partes intimas de mi
madre o de mis hermanas era mi obsesion, por lo que todo el dia andaba pendiente
de algun descuido de parte de ellas que dejara al aire algo mas de sus piernas o
de sus senos. Especialmente agradable me era el ver sus cuerpos al trasluz,
especialmente en las tardes, cuando el sol les llegaba de lleno y sus figuras se
recortaban con toda su carga erotica.
Mi primer acercamiento no fue a ninguna de mis hermanas y se
produjo de manera casi casual, cuando mi madre dormia a mi lado, una noche de
invierno particularmente fria.
Ella me invito a dormir a su cama pues mi pieza no tenia
calefaccion. Me acoste a su lado y la abrace para dormirme. Al cabo de un rato
mi madre se dio vuelta, d�ndome la espalda, y pasado unos minutos me llego el
suave y acompasado sonido de sus ronquidos. El problema empezo entonces, pues su
trasero quedo pegado a mi ingle y no pude evitar el sentir que mi verga se
paraba ante el estimulo de la seda de su enagua pegada a mi.
Aun la tenia abrazada y con el movimiento que ella hizo mi
mano quedo colgando frente a su estomago, a la altura de su calzon, ya que ella
mantenia una pierna sobre la otra.
La situacion me produjo una excitaci�n increible: mi verga
frente al trasero de mi madre y mi mano detenida frente a su vulva, sin tocarla.
Detuve el aliento, sin atreverme ni siquiera a respirar, esperando alguna se�al
de que ella siguiera dormida.
Al cabo de unos minutos de indecision, mi mano se acerco
lentamente a su calzon, muy lentamente, de manera que pareciera que era el
movimiento natural de mi mano descansando en su cintura. Todo esto lo hice no
sin cierta dificultad ya que ella mantenia una pierna encogida sobre la otra,
por lo que no me era facil el llegar a mi objetivo.
Senti la textura del calzon de mi madre en la yema de mis
dedos, que lo rozaron tan suavemente que parecio que en todo momento habia
estado ah�. Puse cuidado extremo en que no pareciera algo premeditado, por lo
que el proceso de bajar mi mano y ponerla en su calzon demoro al menos unos
cinco minutos.
Lentamente, muy lentamente, mis dedos aumentaron la presion
en el calzon de mi madre, hasta sentir el leve picor de los pelos de su vulva.
Fue una sensacion increible. Segui presionando sobre la tela, hasta que senti
los contornos de sus labios vaginales, los que recorri lentamente, muy
lentamente, casi imperceptiblemente.
Un leve movimiento de parte de ella me paralizo, por lo que
detuve mis movimientos, sin atreverme a retirar mi mano por temor a que al
hacerlo resultara un movimiento brusco que la despertara.
Contuve el aliento, abrazado a ella como si estuviera
durmiendo profundamente. Pero mi mano y mi verga demostraban lo contrario.
Al cabo de un rato en que me parecio que habia despertado y
se habia dado perfecta cuenta de la situacion, senti con alivio que su
respiracion volvia a ser acompasada, se�al inequivoca de que estaba en los
brazos de morfeo muevamente.
volvi a presionar sobre su calzon y la picazon de sus pelos
se acentuo sobre mis dedos. Intente tocar con la palma de mi mano pero el hecho
de que ella tuviera una pierna encogida sobre la otra me lo impedia, ya que no
alcanzaba mi brazo hasta ah�, por lo que me contente con seguir pasando mis
dedos solamente por sobre su calzon, recorriendo sus labios vaginales en la
reducida zona de movimiento a que tenia acceso.
De pronto ella se acomodo y en su movimiento la pierna
encogida se estiro paralela a la otra, con lo que mi mano podia llegar sin
problemas a la zona deseada. Quede helado, pues ahora tenia su calzon entero
para mi.
Puse la palma de mi mano sobre el calzon y con ella cubri
todo el paquete que formaba su vulva y sus bellos pubicos, produci�ndome una
sensacion erotica increible, al punto que mi verga se pego mas aun a su trasero.
Lentamente, suavemente, con mi mano libre, subi la enagua de
mi madre hasta dejar frente a mi solamente su calzon, que se hundia entre las
redondeces de sus nalgas. Con la misma mano saque mi verga y la acerque hasta
ponerla entre los dos pedazos de carne, por debajo del bulto que formaba su
calzon cubriendo su vulva.
Empece a presionar suavemente, de manera que ella no se diera
cuenta de lo que sucedia en su retaguardia, en tanto mi otra mano tomaba su
calzon y lo hacia a un lado lentamente, con la intencion de tocar su vulva.
No sin cierta dificultad logro hacer a un lado un costado del
calzon y uno de mis dedos se introdujo entre los pelos de su vulva hasta
alcanzar la entrada de su gruta, en tanto mi pene aumentaba la presion trasera.
Mi madre se revolvio bruscamente y se acomodo nuevamente,
esta vez poniendo distancia entre ambos y aprovechando de bajar la enagua hasta
que cubriera las zonas que habia estado explorando. Un frio intenso, producto de
la sorpresa, se apodero de mi y me di vuelta haci�ndome el dormido, expectante
de la reaccion de mi madre por mis correrias intimas.
Pero ella no dijo nada y siguio durmiendo, cosa que yo
tambien hice al cabo de un rato.
Mi madre no me invito mas a dormir con ella, pero nunca me
dijo nada acerca de lo sucedido esa noche, por lo que quede con la duda de si se
habia dado cuenta de mis exploraciones nocturnas.
Pero esa experiencia me sirvio tiempo despues para lograr los
favor de mi hermana claudia.
Fue una tarde de verano, mientras haciamos la siesta.
Estabamos los dos solos en casa y ella estaba durmiendo cuando llegue y me
recoste a su lado. Vestia una falda que le llegaba a la altura de sus rodillas y
remataba con una blusa de tela suave, cuyos botones superiores estaban
desabrochados.
No me dijo nada cuando me acoste a su lado y se acomodo en
posicion fetal para continuar durmiendo, poni�ndose de espaldas a mi.
Al verla en esa posicion me hizo recordar lo sucedido con mi
madre en su cama y un deseo irrefrenable por mi hermana se apodero de m�.
Me puse a su lado y una de mis manos se puso en su hombro,
inocentemente, mientras manten�a mi pelvis a prudente distancia. Al cabo de un
rato mi mano cambio de posici�n y mi brazo descanso a la altura de su cintura,
con lo que esa mano, casualmente, quedo a la altura de su entrepierna.
Poco a poco, como lo hiciera con mi madre, la mano se fue
acercando a su vientre, donde descanso un momento, mientras mi respiraci�n
parec�a la de alguien durmiendo profundamente.
Mi mano empez� a presionar sobre la tela del vestido y a
bajar con lentitud para no despertar sospechas en ella. Cada cent�metro que
avanzaba me hacia sentir como si hubiera llegado a mi objetivo y mi excitaci�n
iba in crecendo, por lo que mi verga aumentaba sus dimensiones.
Finalmente, al cabo de varios minutos, mi mano llego a la
altura de su vulva, pero no me fue posible tocarla debido a la posici�n en que
mi hermana se encontraba, la que dejaba mi mano en el aire sin posibilidades de
alcanzar el objeto de mis deseos.
Defraudado, saque la mano y la baje hasta el pie de su falda,
la que empec� a levantar lentamente, muy lentamente. Y a cada cent�metro que la
sub�a, sus piernas me iban revelando sus encantos posteriores, hasta que la
parte trasera de sus muslos aparecieron a mi vista en todo su esplendor.
Saque mi verga y la lleve a sus muslos, con la intenci�n de
ponerla entre sus carnes, para lo cual la empuje muy suavemente para que se
recostara sobre el pecho y as� tener mejor acceso a sus partes posteriores.
Y ah� estaba claudia, mostr�ndome sus nalgas en toda su
dimensi�n y yo con mi verga dispuesto a ponerla entre ellas.
Pero todo el espect�culo se vino al suelo pues claudia se
estiro de brazos y dando un largo bostezo se levanto dando por terminada su
siesta, en tanto yo intentaba ocultar mi verga.
Salio de la pieza sin siquiera mirarme, por lo que no se dio
cuenta de que tenia sus nalgas al aire y que mi verga estaba presta a ponerse
entre ellas. Simplemente se levanto, salio y el ruido de sus pasos me indico que
bajaba la escala rumbo a la cocina.
Loco de deseo y de frustraci�n y sin esperar a ir al ba�o,
tome mi verga en la mano y empec� una masturbaci�n furiosa buscando calmar mis
deseos.
Pero ni siquiera la posibilidad de una satisfacci�n manual me
estaba permitida pues un grito de mi hermana desde el primer piso llam�ndome me
hizo interrumpir mi actividad onanista y acudir presuroso a la cocina.
"�Qu� pasa? �Qu� te sucede?"
Le pregunte apenas llegue a la cocina, donde mi hermana
estaba subida en un taburete intentando bajar algo de la despensa.
"Suj�tame el piso, por favor, que cre� que me ca�a"
Me acerque a ayudarla y me encontr� en la deliciosa posici�n
de tener las piernas de mi hermana a la altura de mi cara. Sub� la vista para
mirar por debajo de su falda y pude contemplar sus muslos y finalmente. . . Su
vulva desnuda.
"�Qu� tal, te gusta lo que ves?"
Sorprendido, no atine a articular palabra y miraba embobado
las dos columnas de piel de mi hermana y la mata de pelo rodeando sus labios
vaginales.
"�Crees que no me di cuenta de tus intenciones?"
Y bajo del taburete, poni�ndose frente a mi, muy cerca de mi.
"Me gusta llevar a mi la iniciativa. Me desagrada que me
manejen"
Dijo con voz autoritaria, mientras su mano bajaba a mi
entrepierna y presionaba mi instrumento.
"As� que las cosas se har�n a mi manera, �correcto?"
Yo, mudo, aun no pod�a decir palabra.
"�Aceptas las cosas as�, si o no?"
Su mano abri� mi pantal�n y saco a la luz mi verga, que lucia
esplendorosa con sus venas cargadas de sangre.
"Guauuu, estas muy bien dotado hermanito"
Se sent� en el taburete y agachando la cabeza hundi� en su
boca todo el trozo de carne que tenia para ella.
Chup� con suavidad, lentamente, de manera que mi pene entraba
y sal�a con lentitud de sus labios. Ella no dec�a nada, solamente chupaba y
gem�a.
"Mmmmmhhhhhhh, mmmmhhhhh"
Tom�ndome de su cabeza empec� a seguir sus movimientos de
mete y saca, los que prontamente se fueron haciendo mas ligeros. Pero ella se
detuvo.
"No acabes aun. Te quiero adentro"
Me tom� de la mano y me llevo al living, donde se levanto la
falda, se puso en cuatro patas y me ordeno que me pusiera encima suyo, cosa que
obedec� al instante. Cuando mi instrumento estaba cerca, lo tomo en su mano y lo
llevo a su vulva, de manera que adopt�ramos la posici�n conocido como "a lo
perrito".
"Empuja con ganas, ya"
Y yo, siempre a sus ordenes, le met� completamente mi verga,
mientras ella echaba el cuerpo hacia atr�s, pegando con sus nalgas en mi ingle,
lo que aumentaba mas aun la sensaci�n que me daba el meter y sacar la verga de
su cueva de amor.
"Mas, mas, dale, mas, mas"
Repet�a y sus movimientos se hac�an cada vez m�s r�pidos,
apretando sus nalgas y retir�ndolas, mientras mis bolas pegaban en su vulva
cuando mi verga estaba completamente hundida.
"Ya, ya viene, ya, ya"
Y el ritmo de sus movimientos se hizo fren�tico, al punto que
me fue imposible seguirla y deje que ella hiciera todo el trabajo, manteni�ndome
quieto mientras claudia met�a y sacaba mi verga de su vagina al comp�s de sus
nalgas que retroced�an y avanzaban al encuentro del pedazo de carne que aparec�a
y desaparec�a de escena.
"Ricooooo, ricooooooo, yaaaaaaaaaaaa"
Agotadas sus fuerzas, mi hermana se hecho al suelo, con lo
que mi verga salio de su cueva aun en pie de guerra.
Pasado un momento, y al percatarse de que yo aun no acababa,
claudia se puso de espaldas, encogi� sus piernas y las abri�, ofreci�ndome su
vagina.
"M�temela, pen�trame"
Sin hacerme esperar, me puse sobre ella y le hund� mi trozo
de carne, que se perdi� en su gruta de amor sin ninguna dificultad, ayudado por
los efluvios de su cl�max reciente.
"Quiero mas, dame mas, ya, ya"
Repet�a mientras sus piernas se elevaban y rodeaban mis
espaldas, elevando y bajando su cuerpo en busca de mi instrumento, que le hund�a
y sacaba fren�ticamente. Mis movimientos se hicieron cada vez m�s r�pidos y
sent� que el cl�max era cercano.
Ella se dio cuenta de lo que suceder�a y exclamo:
"Espera, espera, tengo que acabar yo primero"
Y apuro sus movimientos mientras hacia esfuerzos para dilatar
el final que parec�a inevitable. Al cabo de unos segundos, mi hermana se agito
convulsivamente y sus brazos se hundieron en mi costado, en tanto que sus
piernas perd�an fuerzas y sus gritos de gata en celo me indicaban que ya pod�a
dar rienda suelta a mi propio orgasmo pues ella hab�a conseguido el suyo.
"Yaaaaaa, ricooooooo, ricoooooooo, yaaaaaaaaaagggghhhhh"
"Siiiiiiiii, mijita, ricooooooooooooo"
Nos recostamos uno al lado del otro, con nuestros pechos
agitados por la respiraci�n descontrolada, producto del orgasmo reciente.
Recuperado el aliento y mientras yo segu�a acostado en la
alfombra, mi hermana se levanto y desprendi�ndose de toda la ropa, se me
presento completamente desnuda, moviendo su cuerpo de manera sensual mientras
con una sonrisa picara levantaba sus brazos y soltaba su pelo, que cayo sobre
sus hombros como una cascada.
"Soy rica, �no es cierto?"
Dec�a y segu�a movi�ndose con sensualidad.
"�Qu� tal mi cuerpo?"
Y doblando sus rodillas acerco su cuerpo a mi cara, que a
esas alturas tenia nuevamente mi instrumento en ristre, dispuesto al combate.
"�Quieres hacerlo otra vez?"
"Si"
Dije en un hilo de voz mientras su cintura se mov�a frente a
m�.
"Te aguantas, porque ahora yo no quiero"
Y acerco su cuerpo a mi de manera que su vagina estaba muy
cercana a mi boca.
"�Te gustar�a met�rmelo?"
"Si"
"Pero yo no quiero. �Qu� har�s entonces?"
Y se levanto, alej�ndose pero siempre moviendo su cintura.
"�Qu� har�s?"
Mi instrumento segu�a parado por efecto de la excitaci�n y yo
lo tome con una de mis manos mientras continuaba observando los movimientos de
mi hermana.
Cuando ella vio que tomaba mi verga con una mano, ella llevo
uno de las suyas a su vagina y empez� a acarici�rsela, mientras sus ojos
permanec�an fijos en mi trozo de carne.
Comprend� lo que ella deseaba y empec� a mover la piel de mi
verga de arriba abajo, lentamente, de manera que parec�a una paja en c�mara
lenta.
"�Eso es lo que quer�as?"
Pregunte mientras el cuero de mi verga bajaba dejando al
descubierto la red de venas henchidas de energ�a que recorr�an el trozo de
carne.
"�Te gusta?"
Pregunto ella mientras uno de sus dedos se introduc�a en su
vagina y su lengua jugueteaba en su boca.
"P�rate y paj�ate frente a mi"
Me pidi� con tono imperioso y con mi verga en la mano y sin
dejar de pajearme, me levante y me plant� frente a mi hermana, que a estas
altura tenia dos dedos metidos en su cueva.
Levanto su rostro con los ojos cerrados y con su mano libre
tomo uno de sus senos que llevo a sus labios, en tanto los movimientos en su
vagina se hac�an mas intensos. Yo, por mi parte, segu�a con mi paja lentamente,
no queriendo perderme detalle del espect�culo que me regalaba mi hermana.
"P�rate, no sigas"
Casi como un grito, su orden me golpeo y autom�ticamente
detuve el masaje sobre mi trozo de carne.
"No sigas haci�ndote la paja"
En el tono de su voz comprend� que ten�a planes que no quer�a
participarme, por lo que prefer� seguirle la corriente.
"Ag�chate. De rodillas"
Y mis pies se doblaron hasta quedar de rodillas frente a mi
hermana, que segu�a con sus dedos en su vulva y chupaba uno de sus senos.
De pronto sus dedos salieron de su vulva y se agarro de mi
cabeza.
"Chupa, ya, chupa"
Y puso su vagina en mi boca, la que se abri� para recibir sus
labios, por los que introduje mi lengua que rauda iba en busca de su cl�toris.
"Mijito, �qu� rico!"
Y pr�cticamente sentada sobre mi cara me solt� un chorro de
jugos vaginales que se escurrieron de mi boca hasta llegar al suelo, en tanto
sus gritos se hac�an descontrolados.
"Ricooooooo, mijito, ricooooooo, aggghhhhh"
Con sus jugos aun escurriendo desde su vagina, se sent� en la
mesita del tel�fono y me hizo se�as para que me acercara.
No necesitaba que dijera nada para comprender sus intenciones
y ah�, al borde de la mesita, tome sus nalgas entre mis manos, me acomod� entre
sus piernas y le hund� mi verga hasta el fondo.
Mientras mi instrumento entraba y sal�a de su cueva, claudia
me abraz� y buscando mi boca meti� su lengua que se revolvi� con desesperaci�n
en la m�a.
"Mmmmmmmhhhhh, mmmmmmmmmhhhhh"
Y entre besos con lengua y abrazos nos llego el orgasmo
nuevamente, el que ella completo con gritos de goce:
"Ricooo, ricooo, mijito rico, yaghhhhhh"
Ya calmado nuestros deseos, nos vestimos y fuimos a sentarnos
al living.
"No imagin� que te portaras tan bien, Ricardo"
"Gracias"
"En la cama yo estuve despierta en todo momento y quer�a
saber hasta donde llegar�as"
"Entonces, �por qu� te levantaste?"
"Tem�a que quisieras irte por el camino equivocado"
"�Camino equivocado?"
"Ya lo sabr�s. En todo caso, me gusta ser yo quien maneja las
acciones"
"�Podr�amos volver a hacerlo en otra oportunidad?"
"Creo que si"
"�Cu�ndo?"
"�Quedaste con ganas?"
"Si"
"Los martes en la tarde podr�an ser nuestros, ya que quedamos
solos"
"Ya, pues"
"Pero por ning�n motivo digas nada a nadie, �ya?"
"Si"
"Entonces el pr�ximo martes tendremos otra sesi�n privada,
hermanito"
Levant�ndose se apoy� en mi entrepierna y dio un �ltimo
apret�n a mi verga, en se�al de contentamiento por la labor cumplida.
Me qued� feliz saboreando el recuerdo de los instantes que
hab�amos pasado con mi hermana, en que si bien ella fue la que llevaba las
riendas, me permiti� aprender mas de las mujeres.
Y el pr�ximo martes aprender�a mucho m�s.