Mi familia y yo tenemos desde hace a�os un juego muy
especial. Los s�bados en que nos qued�bamos en casa, por sorteo eleg�amos un
"amo", y todos los dem�s eran sus esclavos durante ese d�a. A su vez el "amo"
eleg�a a su "jefe de esclavos" para que le ayudara a hacer cumplir sus �rdenes.
Con los a�os esto pas� a los domingos, ya que los s�bados los chicos empezaron a
salir con sus amigos, y el domingo era el d�a en que se quedaban en casa. El
juego funcion� bien durante a�os, y el amo pasaba ese domingo a cuerpo de rey,
aunque no se pasaba con sus esclavos porque sab�a que a la siguiente ocasi�n
podr�an vengarse de �l.
La cosa se complic� el verano pasado. Mis hijas Cristina y
Carmen ten�an 23 y 15 a�os, y mi hijo Pedro 17. Una amiga de Cristina, Paula,
vino a pasar el verano con nosotros en nuestra casa de la costa. Paula era una
chica atractiva, con el pelo largo y moreno, y tetas de buen tama�o, que a veces
yo no pod�a evitar mirar. Como vest�a bastante ce�ida he de confesar que mi
mujer me pill� varias veces fij�ndome en su cuerpo, pero era algo normal, igual
que me fijo en las chicas que pasan por la calle, todos lo hacemos, �no?. Adem�s
, yo estaba bien servido con Adela, mi esposa, que a sus 45 a�os segu�a
atray�ndome casi igual que de jovencita. Su preciosa melena rubia y sus ojos
verdes eran los mismos, sus generosos pechos hab�an incluso mejorado, al
aumentar su tama�o pero mantenerse bien cuidados, y su anta�o peque�o y vicioso
culito con esas piernas perfectas desgraciada e inevitablemente no eran ni mucho
menos los mismos, aunque para su edad (que por cierto tambi�n es la m�a), y
gracias a sus ejercicios en el gimnasio segu�an teniendo un atractivo
suficiente. Por lo dem�s lo que hab�a ido mejorando con el tiempo eran sin duda
sus ganas de sexo conmigo, y he de confesar que a veces (eso s�, pocas), yo no
pod�a seguir su ritmo.
En cuanto a mis hijos, Laura era muy parecida a su madre, la
misma melena rubia oscura, su misma mirada aunque sus ojos eran color avellana
como los m�os, el mismo cuerpo estupendo de su madre a su edad, y adem�s, desde
su entrada en la universidad, vest�a muy pija, como su madre, tipo ejecutiva, y
elegante, con americanas y ese tipo de ropa que a mi me daban morbo en su madre,
y a veces no pod�a evitar mirarla y excitarme recordando a su madre y lo que le
hac�a llevando esos vestidos. Carmen ten�a el pelo rubio claro, aunque solo
llevaba media melena, y ella si hab�a heredado los preciosos ojos verdes de su
madre, en cuanto a ropa, iba a la moda Spice Girls, con tops, pantalones que
eran demasiado estrechos o demasiado anchos para mi gusto, y cosas de este tipo.
En cuanto a mi hijo, era un chaval�n alto, y que sin duda ser�a tan bien
parecido como yo (permitidme esta modestia, ja ja).
Bueno, a pesar de mis miradas a Paula, he de decir que solo
eran las l�gicas a una chica atractiva, sin intentar ni mucho menos nada m�s con
ella. Aunque ya la conoc�amos, a los pocos d�as toda la familia ya la ten�amos
como si fuera una hija m�s, y nos pareci� l�gico que participara en nuestro
juego como una m�s de la familia, ya que no hab�a nada de malo en ello.
El primer domingo tuve la fortuna de ser yo el agraciado por
la suerte para ser el amo, y eleg� a mi hijo Pedro para jefe de esclavos.
Pasamos un d�a estupendo, sobre todo yo, claro, ordenando y siendo servido por
todas mis chicas, comiendo todos mis platos preferidos, haci�ndoles lavar y
ordenar mi ropa, aprovechando para ordenar (solo un poco, no fui cruel) el
garaje, etc, mientras Pedro tampoco lo pasaba mal haciendo que las mujeres se
apresuraran, y �l (como jefe de esclavos) solo interven�a en momentos concretos,
como alcanz�ndoles algo de la cocina que estaba alto para ellas o cosas as�.
Claro que no estaban trabajando todo el d�a, �eh? Tambi�n les dejaba descansar o
tomar un refresco. Despu�s de que turn�ndose me dieran un masaje en la espalda
de una hora de duraci�n, me sent� en el sof� a ver la televisi�n y ped� un caf�,
que diligentemente me trajo mi esposa, pero con tal mala fortuna que tropez� y
le cay� al suelo, rompi�ndose la taza. Entonces a mi me dio un antojo y decid�
tomarme en serio mi papel de amo, y los llam� a todos y les hice formar de pie
delante m�o. Les expliqu� lo que hab�a pasado y que la esclava Adela merec�a un
castigo. Ellas aceptaron su papel siguiendo la broma, y yo le dije al jefe de
esclavos que trajera a la esclava y la pusiera cara abajo sobre mis rodillas.
Levant� su camiseta y empec� a palmearle su trasero, encima de su bikini, como
castigo. Todos rieron, y yo, ya que solo est�bamos la familia y una chica,
decid� bajarle el bikini, dejando su culo al aire, y palmearle el culo
directamente, con la fuerza justa como para dejarle mi palma marcada, pero sin
hacerle da�o. Las chicas se mor�an de risa, mientras ella, siguiendo su papel,
suplicaba que basta. Y luego, como advertencia les obligu� a todos a ir el resto
de la tarde en ba�ador. He de confesar que esto si lo hice para poder ver a
Paula con su diminuto bikini y sus grandes tetas.
Por la noche mi esposa me reprendi� un poco por lo de bajarle
le bikini, ya que, aunque no le importaba que estuviera Paula, ya que era una
chica y adem�s se hab�an visto muchas veces desnudas en el gimnasio, ya que
muchas veces va con ella y Laura, s� le import� un poco por Pedro, ya que es un
chico, y not� que le miraba el culo de una manera distinta de las chicas, ya que
es un chico joven y virgen. Luego Adela me confes� que le hab�a dado morbo que
la azotara as� en el culo delante de todos, y empez� a excitarme. Tambi�n me
dijo si hab�a disfrutado mirando a Paula con su peque�o bikini (obviamente se
hab�a dado cuenta), y que si me gustar�a agarrar esos pechos con mis manos, as�
fue calent�ndome hasta que me dijo que si no me parec�a aun mejores los suyos, y
se los sac�, yo empec� a toc�rselos, y bueno, con el morbo y la excitaci�n que
llev�bamos los dos, disfrutamos de una sesi�n estupenda de sexo.
Al domingo siguiente la suerte le correspondi� a Pedro, y
cuando yo cre�a que me iba a devolver el favor y hacerme jefe de esclavos
result� que eligi� a Paula. Yo pens� que a �l tambi�n le resultar�a agradable la
chica y quer�a tenerla todo el d�a cerca para fijarse en sus curvas. El chico
sal�a a m�, ja ja. Mis sospechas se confirmaron cuando su primera orden fue que
como hac�a mucho calor deber�amos vestir �nicamente con el ba�ador, como hice yo
con ellos el �ltimo d�a. Y ah� supongo que fue cuando se empezaron a complicar
las cosas, ya que la jefa de esclavos Paula, acerc�ndose a Pedro, se quit� la
parte de arriba del bikini y le pregunt� "�no cree mi amo que as� es mejor?"
Supongo que la cara de tonto que se le qued� a mi hijo Pedro mirando esos pechos
estupendos fue la misma que se me qued� a m�. Y la que reaccion� fue Adela, mi
esposa, que supongo que al ver que Paula estaba dispuesta a ir en top-less todo
el d�a no quer�a quedarse atr�s, ya que sab�a el inter�s que yo ten�a por las
tetas de Paula, as� que adelant�ndose se quit� su bikini de arriba, dejando
libres tambi�n sus tetas, sin importarle que le viera su hijo, que segu�a con su
cara de tonto viendo ahora dos estupendos pares de tetas. Adela, mirando a sus
hijas les dijo "vamos chicas, �os quedareis atr�s?, venga tu Laura, que haces
top-less en la playa cuando vas con tus amigas, se las ense�as a todo el mundo y
�te importa que te las vean tu padre y tu hermano?" Laura, picada as� por mi
esposa, decidi� tambi�n airear sus pechos, y he de decir que eran tan bonitos
como imaginaba, como los de su madre de jovencita. En cambio no pudo convencer a
Carmen, que no consinti� en desnudar su pecho.
Viendo como Pedro alucinaba en el sill�n y percat�ndose de
que algo en su pantal�n empezaba a reaccionar, mi mujer le pregunt� qu� quer�a
el amo para la comida, y despu�s de que �l balbuceara sus platos favoritos todas
desaparecieron para la cocina, guiadas por Paula. Por su parte Pedro fue a
encerrarse en el ba�o, supongo que para aliviar su excitaci�n ante todo aquel
despliegue de senos, a cual m�s bonito. En seguida, la jefa de esclavos Paula
sali� a buscarme y llevarme a la cocina, donde no fue f�cil concentrarme entra
tanta mujer semidesnuda, y ante sus risas, derram� mas de un vaso.
La comida fue terrible y a la vez maravillosa para m�, y
seguro que para mi hijo tambi�n, rodeados de tetas mir�ramos donde mir�ramos. Mi
hijo fue perdiendo la verg�enza y ya miraba sin reparo las magn�ficas piezas de
Paula, pero tambi�n las de su madre y su hermana. A la hora del postre mi esposa
se llev� a Carmen, la peque�a, con ella a la cocina. Y volvi� sonriendo y
diciendo: "el postre lo servir� la esclava Carmen, que os dedica una sorpresa.
Entonces apareci� Carmen con una fuente de uvas (muy apropiadas), y con el torso
desnudo. Todos aplaudimos. La verdad es que estaba preciosa, me fij� en sus
peque�os senos, y en toda ella. La verdad es que si fuera una chica que hubiera
visto en Internet me excitar�a mucho, con ese cuerpo medio mujer-medio ni�a,
pero al ser mi hija, no dej� que esos sentimientos surgieran en mi cabeza. La
comida fue excitante, y la verdad es que al segundo plato ellas estaban tan
c�modas en top-less que incluso bromeaban sobre sus pechos entre ellas.
Siguieron as� hasta la hora de cenar, que como lo hicimos en la terraza, el amo
les permiti� (muy a su pesar, seguro) que se vistieran un poco.
Esa noche Adela y yo comentamos la situaci�n de ese d�a, y
ella me provocaba hablando de si me hab�an excitado los pechos de Paula, e
incluso de mis hijas. Me hizo contarle, ante mi reticencia inicial, lo que me
excitaba de cada par de tetas que hab�a visto esa tarde, y poco a poco me hizo
poner muy morboso, y le habl� de c�mo me gustar�a comerme los pechos de Paula,
de c�mo los de Laura me recordaban los suyos de joven, y como me excitaba eso, e
incluso de la excitaci�n que me produc�a el cuerpo de ni�a-mujer de Carmen. Todo
eso hizo que me pusiera enormemente caliente, y sumado al morbo de todo el d�a
viendo sus pechos, hizo que la poseyera muy ardientemente. Incluso pens� que
ella disfrutaba con esas situaciones, ya que se la ve�a muy c�moda, y luego me
hac�a excitar a mi para que la follara salvajemente.
Finalmente lleg� el siguiente domingo, y todos esper�bamos
ansiosos ser elegidos amo, pero la suerte cay� en Paula, que eligi� a mi esposa
como jefa de esclavos con una sonrisa de complicidad que me hizo temer algo. Lo
primero que hizo Paula fue devolvernos a nuestro antiguo estado, todos en
ba�ador, y las chicas, incluida ella misma, en top-less otra vez. Nadie dudo ya
esta vez, y todas, Carmen incluida, se quedaron medio desnudas muy alegremente.
A continuaci�n Paula nos dio un peque�o discurso: "Bueno, aunque no lo
confes�is, a todos os da cierto morbo esta situaci�n, y de alguna manera
esper�is que hoy lo supere de alguna forma. Pues, despu�s de pensarlo, solo se
me ocurre una forma de superarlo y es �sta". Y diciendo esto se quit� la
braguita de su bikini, quedando completamente desnuda, y diciendo "si el ama va
desnuda, los esclavos tambi�n, �no?". Yo, que estaba mirando su pubis moreno
reaccion� y dije que hab�a ido demasiado lejos, pero ante mi sorpresa la jefa de
esclavos, �mi propia esposa!, me hizo callar y me dijo que obedeciera a la ama,
mientras ella misma se quedaba desnuda, al igual que Laura. Estaba claro que
ellas tres lo ten�an planeado, y que si el ama hubiera sido cualquiera de ellas
el resultado habr�a sido el mismo. Yo estaba perplejo, pero sin reaccionar, y
ahora miraba el sexo de mi hija mayor, muy depilado, muy pijo, como el de mi
esposa, con una franjita clara en el centro. Empezaba a excitarme. Entonces mi
esposa se acerc� a Carmen, que obviamente no sab�a nada, y no quer�a ense�ar eso
delante de su hermano ( a m� no me mencion�, pero supongo que tampoco le hac�a
mucha gracia), y con palabras dulces consigui� convencerla. La verdad es que ver
a Carmen desnudarse me excit�. Su sexo era rubio total, y estaba aun peludo, al
natural. Viendo todos esos sexos mi pene se empin�, y por supuesto tambi�n el de
Pedro. Ahora Adela intentaba convencer a Pedro para que se desnudara, pero �l se
opon�a. Mi mujer entendi� que le cortaba aun mas el hecho de que estuviera
empinado. Ella le dijo que sab�a que eran las primeras mujeres desnudas que
ve�a, y que era normal que estuviera excitado, tambi�n tu padre lo est� y tiene
mucha mas experiencia, �c�mo no ibas a estarlo tu?, y nosotras, ves como se nos
han puesto los pezones duros, eso es que tambi�n nos excita estar as�. Luego
Adela dijo "se que Paula y Laura ya no son v�rgenes, pero para Carmen ser�n los
primeros penes adultos que vea, y adem�s erectos, as� que ense��rselos" y
diciendo esto me baj� mi slip por sorpresa, quedando mi polla completamente
tiesa a la vista de todas. Paula y Laura aplaudieron y silbaron con alboroto, y
la peque�a Carmen se qued� de piedra viendo mi pene. Entonces Adela se acerc� a
Pedro y tambi�n le bajo el slip, dejando a la vista su polla, algo menor que la
m�a, pero que tampoco estaba mal, y tan erecta como la m�a, claro.
Ah� est�bamos, toda la familia mas una amiga en pelota
picada, y adem�s en excitaci�n, como demostraban a la vista nuestros respectivos
penes y pezones. Entonces el ama Paula, se tumb� sobre el sof� y pidi� que los
esclavos varones le hicieran un masaje completo. Mi propia esposa nos empuj� a
m� y a su hijo hacia ella, y mientras yo le masajeaba la espalda, Pedro debi�
pensar en aprovechar la ocasi�n y se lanz� sin pensarlo a sobarle su culo. Laura
grito "�bien hecho Pedrito!". La verdad es que las chicas, incluida mi mujer,
parec�an que hab�an perdido la raz�n, parec�an muy excitadas. Yo finalmente,
vi�ndome all� desnudo y con mi polla empinada delante de todas, y ya que el plan
hab�a sido de ellas, decid� tomar ejemplo de mi hijo, y no solo le sob� el culo
a Paula, sino que le di la vuelta y me abalanc� sobre sus tetas con mis manos
ante los gritos de j�bilo de las dem�s. �Qu� deliciosas tetas!. Mi hijo, ya
lanzado, me quit� las manos de una y se agarr� a ellas con evidente placer. Me
pregunt� cuantas pajas se habr�a hecho mi hijo pensando en esas tetas que ahora
pod�a tocar sin reparo. Entonces me lanc� a chuparle los pezones y mi hijo hizo
otro tanto, Paula empez� a gemir de placer mientras succion�bamos sus pezones
con deleite. Entonces not� que su mano agarraba mi tranca y la masajeaba
levemente. Eso me acab� de encender, y mi mano fue a buscar su sexo, totalmente
mojado ya.
Un suspiro de placer sali� de su boca, mientras mis dedos
penetraban en su interior, entrando y saliendo mientras se o�a el chapoteo de
sus jugos en el interior de su co�o. Not� como lleg� al orgasmo, mientras
Pedrito segu�a perdido entre sus pechos. Entonces o� que mi esposa le dec�a
"�EH! �Recuerda lo pactado!". Entonces Paula se levant� y poni�ndonos a todos en
fila nos dijo que �bamos a hacer unas clases, especialmente dedicadas a Pedro y
Carmen, que no hab�an tenido relaciones sexuales de ning�n tipo, solo la
masturbaci�n. Las clases ser�an de sexo, claro, pero ellos solo mirar�an.
Entonces, hizo sentar a Adela en el sof� y me pidi� que le
hiciera sexo oral, a mi me cortaba mucho hacerlo delante de mis hijos, y mi
esposa, no queriendo perder el momento dijo, no importa empezar� yo, y ni corta
ni perezosa se meti� mi rabo en la boca, mientras Paula explicaba las t�cnicas,
Adela las pon�a en pr�ctica sobre mi polla. Mis hijas, y mi hijo tambi�n no
paraban de mirar como su madre me com�a la polla, ver a Laura y Carmen mirando
eso me excitaba aun mas, y finalmente, cuando me toc� a mi el turno ya no dud�,
y empec� a chupar sus labios vaginales y su cl�toris siguiendo las instrucciones
de Paula.
Al acabar la clase Paula dijo que ahora las esclava Carmen me
har�a una paja, y la esclava Laura al esclavo Pedro. Laura dijo "�Eh! �Eso no
estaba previsto!" pero su madre le dijo "obedece esclava", y Laura no puso mas
objeciones, se agarr� al pene de su hermano y empez� a masajearlo. Mientras, mi
esposa acercaba a Carmen hasta mi y le dec�a: "solo tienes que hacer as�" y me
la mov�a arriba y abajo. Ella la cogi� vergonzosamente y empez� a mov�rmela. Ver
a mis hijas haci�ndonos pajas y desnudas me excit� ya totalmente, yo le dec�a a
Carmencita, "bien, hija, as�, un poco mas r�pido, c�gela un poco mas abajo" y
cosas as� para que me proporcionara m�s placer. Ella estaba claro que tambi�n se
iba excitando m�s a cada momento, y as� cuando vio que su hermana se introduc�a
el sexo de Pedro en la boca, Carmen no lo dud� y se puso a chup�rmelo.
�Qu� fant�stico! Esa chiquita me estaba comiendo la polla, y
era la primera que se com�a. Entonces vi como Paula estaba devorando sin rubor
el sexo de mi esposa, que me sonre�a sin complejos. Pedro estall�, soltando su
leche en la boca y en la cara de Laura, que no tubo reparos en trag�rselo, e
incluso pas� su lengua por su pene, limpiando todos los restos de semen. Yo mir�
su cara llena de semen y pens� que era una zorra fant�stica. Entonces mir� abajo
y vi a mi otra chiquilla como se esforzaba con mi pene, la agarr� por los pelos
y le hice aumentar el ritmo. Mi esposa desde el sof� le gritaba "bien Sara, ya
lo tienes, �t�cale los huevos con la otra mano!", Yo estaba al borde del
orgasmo, y cuando ella me mir� desde abajo, con su cara de ni�a y mi polla en su
boca no pude m�s, y mis lecheradas empezaron a salir volando. Ella no estaba
acostumbrada, claro, y al notar el primer reguer�n en el interior de su boca, se
sac� mi pene, que libre, solt� los siguientes reguerones en su cara, su pelo y
sus pechitos.
Entonces yo les dije que se sentaran las cuatro en los
sillones, y diciendo a mi hijo que me siguiera, empezamos a chupar sus sexos,
pasando de una a otra cada cierto tiempo, y provocando varios orgasmos en todas
ellas. Fue estupendo pasar del experimentado co�o de mi esposa al de mi hijita
virgen, con su pelambrera rubia, y su dulzura especial, y luego al moreno de
Paula, para aterrizar luego en el bonito sexo de mi otra hija, realmente
perfecto. Pude comprobar que tambi�n en eso era igual que su madre de joven.
�Con qu� ganas chupe esas cuatro almejas!
Tambi�n le dije a Pedro, que excepto con Carmen, a las dem�s
nos encantar�a que les metiera un par de dedos, y �l en el acto lo hizo con el
co�o de su madre, que era el que le correspond�a en ese preciso momento. Yo le
dije "Bueno, con tu madre creo que puedes usar cuatro tranquilamente" y mir� a
mi esposa a la cara, y ella me sonri� agradecida mientras emit�a un sonido de
placer al notar los cuatro dedos en el interior de su sexo.
Cuando las cuatro se sintieron satisfechas nos hicieron
sentar a nosotros y hicieron lo mismo, devorando nuestros penes, por supuesto ya
erectos de nuevo, por turnos. As� pude ver c�mo me la com�a la zorra de Paula, y
tambi�n mi hija mayor, que me demostr� una sospechosa habilidad. Finalmente yo
decid� echar mi leche sobre Laurita, me excitaba como me la mamaba ella
especialmente, y Pedro eligi�, bueno mas bien cre� que lo eligi� ella, hacerlo
en la cara de su madre, que lo devor� con deleite, supongo que tambi�n recordaba
mi polla de joven.
En fin, como supondr�is, nuestro juego del esclavo de los
domingos se ha convertido en una peque�a org�a sexual, donde los tocamientos y
chupadas son generalizadas, seg�n mande el amo, que hace las combinaciones que
m�s le apetecen y excitan en ese momento, con �l mismo y los esclavos que
quiera. Paula viene siempre que pueda, y es m�rito suyo que las chicas tambi�n
hagan sexo oral entre ellas, hasta la peque�a Carmen chupa pollas y co�os con
deleite, a pesar de que sigue virgen, ya que aunque muchas veces he deseado
penetrarlas tanto a ella como a Laurita, hemos dejado bien claro que no va a
haber penetraci�n. En cambio a la que me he repasado bien es a la caliente
Paula, con la que hacemos unos tr�os fant�sticos con mi esposa. Tambi�n los
hacemos con mis hijas, pero entonces no hay penetraci�n, solo sexo manual y
oral.
Bueno, esta es la historia de como un juego inocente se
convirti� en algo menos inocente.