Mi Cosita y Su Cosota
Hola a todos:
Mi nombre es Virginia �lvarez; para mis amigos "Chicavir".
Tengo 22 a�os, diez meses y el pasado 11 de febrero me cas� con el hombre m�s
lindo y maravilloso del mundo que me hace muy; pero, muy feliz.
Desde soltera conoc� esta p�gina y me entretuve mucho con
estos relatos; as� que, me hice la promesa de escribir mi propio relato en
cuanto lo hubiese vivido, pues, deben saber que me cas� tan virgencita como
nac�; aunque como muchas ganitas de dejar de serlo; pero, bueno aqu� lo estoy
haciendo esperando que les guste.
Comenzar� dici�ndoles que para el jueves estaba s�per
nerviosa y para poder dormir mis ocho horas reglamentarias y estar el D�a de mi
Matrimonio radiante y fresca como manda la ley de la belleza me tom� mi
pastillita para dormir y asunto arreglado.
El viernes me despert� muy temprano y mientras me revoloteaba
en mi camita estir�ndome como un gusano, como dice mi mami, repar� en que era el
�ltimo d�a que despertaba solita y sent� miedito; pero, tambi�n emoci�n.
Estaba en eso cuando son� mi m�vil y era mi amado cant�ndome
"Sin Miedo a Nada" de Alex Ubago; que es nuestra canci�n, tal como me lo hab�a
prometido la noche anterior. Me record� lo mucho que me amaba y prometi� pensar
en m� todo el d�a. Eso me dej� el resto del tiempo en la "Nube Nueve" y se me
fue pasando la ma�ana en preparar mi equipaje para nuestra Luna de Miel.
Almorc� una ensaladita de frutas y un juguito antes de
ba�arme y cuando lo hac�a no pude evitar pensar en lo que definitivamente
pasar�a esa noche. Mientras me enjabonaba y ve�a al agua recorrer las formas de
mi cuerpo no pode evitar el imaginar a mi amado descubriendo con sus grandes
manos y sus tibios labios cada cent�metro de mi piel y un extra�o escalofr�a me
recorri� desde la cabeza hasta los pies. Me sent� excitada, mojada y muy
caliente al continuar pas�ndome el jab�n y no pude evitar detenerme un instante
en mi nidito y lo acarici� y un profundo suspiro broto de mis labios antes de
llevar mi mano a mi culito y cuando la ten�a entre mis nalguitas record� lo que
mi amiga Paola me cont� de cuando a ella se lo metieron por all� y casi sin
quererlo met� mi dedito en mi huequito de atr�s y antes de que otro suspiro
revelase un secreto placer me tap� la boca para evitar que me escuchasen y dej�
al agua quitarme el jab�n y procur� salir de mi ensue�o para que el tiempo no me
ganase.
En peinarme, maquillarme y vestirme se me fue toda la tarde y
tuve que olvidarme de mis pervertidas ideas y deseos ocultos y de mi siesta a
pesar de sentirme muy cansada. Como a las 7.30 de la noche sal� rumbo a la
iglesia en donde me esperaba mi amorcito de pi� frente al altar mas guapo que
nunca. Entonces, me sent�a tranquila; pero, cuando empezaron a escucharse los
primeros compases de la Marcha Nupcial, me sent� desmayar y cuando caminaba
parec�a que mis pies no tocaban el suelo.
La ceremonia estuvo preciosa y cuando el coro de ni�os cant�
el Ave Mar�a casi me pongo a llorar de la emoci�n. El Sacerdote nos bendijo y
salimos rumbo a la fiesta en la que bailamos y nos divertimos hasta las 2 de la
madrugada en que termin� todo y nos despedimos entre los aplausos y las
infaltables bromas de todos.
Mientras �bamos en el auto rumbo al hotel mi querido maridito
no perdi� el tiempo y empez� a besarme sin importarle que el conductor se fuese
ganando con nosotros. Por fortuna llegamos pronto y como ya ten�amos la
reservaci�n hecha en seguida estuvimos instalados en la suite 204 del Hotel
Tumbas Reales. Desde ese momento mi amorcito empez� a quererme quitar el
vestido; pero, logr� detenerlo dici�ndole que me dejase ponerme algo que me
compr� para �l; as� que, me encerr� en el ba�o y r�pidamente me deshice del
vestido de novia y me met� a la regadera en donde busqu� que una ducha de agua
caliente me relajase un poco aunque los toquidos y las insistentes palabras de
mi impaciente marido aumentaron mi nerviosismo y acab� demor�ndome m�s de la
cuenta, pues, todo se me ca�a. Solt� mi cabello para estar m�s c�moda y me vest�
con una tanguita y un sost�n blancos de encaje que cubr� con un camisoncito muy
cortito del mismo color que me hac�an lucir como una angelito de verdad.
Por fin estuve lista y acab� apareci�ndome descalza en la
habitaci�n. Mi marido ya estaba s�lo en calzoncillos y parec�a un guerrero listo
para el ataque, pues, luc�a su tremendo bulto que creci� mucho m�s en cuanto me
vio; pero, que en vez de atemorizarme �como supuse que ocurrir�a- me excit�
much�simo y sent� que mis piernitas me temblaban. Para aumentar sus ganitas gir�
muy despacito ante �l mientras le preguntaba fingiendo inocencia -�Qu� tal
estoy?- a lo que el respondi� �Estas hecha una mamacita y quiero comerte ya-.
Propuse que brind�semos antes de que se me abalanzase y para mi sorpresa las
copas ya estaban listas y el brindis dur� apenas unos segundos.
Pronto tuve sus labios confundi�ndose con los m�os y a su
lengua tratando de entrar en mi boca; pero, eso no me gustaba mucho y creo que
lo entendi� porque no volvi� a intentarlo. Empez� a darme besitos en el cuello y
a jugar con la puntita de su lengua en mi orejita y aunque en un principio me
hizo cosquillas poco a poco fue convirti�ndose en una caricia que me calent� un
mont�n. Para entonces sus manos ya estaban puestas en mis nalguitas y me
empujaban hacia �l hasta sentir como su cosota se apretaba a mi cuerpo. Yo me
sent�a mareada y ve�a todo a medias cuando sent� como me quitaba mi batita se
seda blanca y sus manos �speras se apoderaban de todas las partes de mi cuerpo
haci�ndome sentir muy rico. Mis brazos me sujetaban d�bilmente de su cuello para
no caer y eso aprovech� �l para quitarme mi sujetador y al instante tuvo a mis
dos tetas apretadas a su pecho en un tonto intento m�o porque no me las viera.
Para ese momento yo estaba recontra excitada sinti�ndolo tocarme por todas
partes; pero, no pod�a evitar sentir mecha verg�enza y cuando de un empuj�n me
tir� sobre la cama procur� tap�rmelas con las dos manos y cerrar los ojos sin
poder pensar en nada.
De inmediato lo tuve a mi lado bes�ndome y por primera vez
sent� sobre una de mis piernas su enorme polla caliente como una braza y dura
como un garrote posarse sobre m�. Entonces si me comenc� a preocupar ; pero, sus
besos y caricias me imped�an pensar y pronto mis manos fueron retiradas y empez�
a masajear y a besar mis tetitas haciendo que me volviera loca de placer, all�
se detuvo tanto tiempo que lleg� a parecerme que lleg� a parecerme una
eternidad. Sus manos y sus labios parec�an de fuego y llenaban mi piel de un
agradable calor que iba consumiendo mis temores y me iba cubriendo de un inmenso
placer.
Pronto lo tuve lejos de m� y sin pedirme permiso me alz� en
sus brazos y me coloc� atravesada en la cama sin imaginarme lo que ocurrir�a.
Yo, abr� mis ojos y lo vi acomod�ndose sobre m� de modo tal que su cara la
coloc� frente a mi vagina y frente a la m�a tuve a su cosota que en ese momento
comprob� que era mucho m�s grade y gorda de lo que hab�a imaginado; pero, me
excit� mucho y despert� mi curiosidad. Parec�a un palo humeado, como de un color
marr�n negrusco, grande y gordote con una cabeza casi morada y muy brillosa y me
provoc� toc�rselo y as� lo hice aunque no sab�a como reaccionar�a; sin embargo,
no me dijo nada, pues , ten�a la boca ocupada en mi cosita a la que besaba y
lam�a d�ndome un placer indescriptible que me llenaba de valor para seguir
examinando su aparato. Su escroto parec�a una esponja mojada y me decid� a
toc�rsela y descubr� que ten�a dos hermosas bolotas por test�culos muy fr�os y
blanditos a la vez. Yo, estaba recibiendo �como dicen en los relatos- "una
comida de co�o" fabulosa y me sent�a sin fuerzas para seguir as� que cerr� mis
ojos y goc� de c�mo mi marido me chupaba mi cosita sin que le diera asco.
No se el tiempo que pasar�amos as�; s�lo recuerdo que poco a
poco me iban entrando unas locas ganas de tener entre mis piernas algo que
apretar y ese deseo aumentaba m�s hasta que mi cosita empez� a latir
aceleradamente y sent� que me reventaba llen�ndome de un calor que brotaba por
cada poro de mi cuerpo y una gran cantidad de jugos brotaron de m� y sent�
morir. �l no se detuvo hasta que me hubo limpiado toda mi cosita con su lengua
mientras que yo sent�a todo mi cuerpito latir de puro placer.
Estando a�n bajo ese estado me arrastro hasta el filo de la
cama y abriendo mis piernitas empez� a masajear y a separar ligeramente los
labios de mi cosita y present� que lo bueno reci�n comenzaba ahora. Hab�a
llegado hasta all� con muchas ganitas de sentir su pene dentro m�o; pero, al
recordar las dimensiones de la cosota con la que mi marido iba a inaugurar mi
peque�o huequesito no pude evitar sentir mucho miedo a que me doliera y vino a
mi mente lo que algunas chicas me hab�an contado de su primera vez y todas las
ganas se me fueron; pero, ya no hab�a marcha atr�s; sin embargo, �l debi� darse
cuenta porque intensific� sus caricias y luego de besarme me dijo �"Tranquila mi
vida, te prometo que si te duele no te lo har�"-. Eso me calm� mucho y en poco
tiempo me sent� muy mojada otra vez y con ganas de tenerlo all� dentro de m�.
Nuevamente abri� mis labios vaginales y por primera vez sent� la punta caliente
de su cosota rozar la peque�a entrada de mi cosita. Esa sensaci�n me puso a
volar y fui sintiendo como ese tremendo aparato se iba abriendo espacio en mi
agujerito casi sin hacerme da�o hasta que me di cuenta de que ya no entraba m�s
y le pregunt� �"�Ya me entr�?"-; y sin contestarme presion� con fuerza y sent�
dolor con un gran ardor a la vez que casi me hacen llorar y un hilito de liquido
calientito ba�� mis nalguitas (luego descubrir�a que era un chorrito de
sangrecita como recuerdo de mi virginidad). Mientras mi cosita se acostumbraba a
esa tremenda cosota, �l se quedo quieto y cuando empez� a moverse a�n me dol�a;
pero, cada vez fue menos el malestar y pronto un gran placer ocup� ese lugar y
goc� con esa tremenda verga entre mis piernas como jam�s lo hubiese imaginado.
Cuando me lo sacaba me desesperaba por tenerlo adentro y
cuando me lo met�a hasta el fondo quer�a que lo moviera; por ello, cuando
aceler� las metidas y las sacadas me llev� hasta las estrellas y perd� la cabeza
por completo. El movimiento se hac�a cada vez m�s intenso hasta que se vino
dentro de m� y sent� como un l�quido caliente me llenaba por dentro y un inmenso
placer se apoder� de m� hasta hacerme desmayar. Cuando recobr� el sentido mi
marido estaba acostado a mi lado y de mi cosita sal�a su semen mezclado con mi
sangrecita y me sent� su hembra, su mujer y fui feliz.
Bueno ojala les haya gustado mi historia y si quieren
escribirme cosas lindas h�ganlo y les responder�.
Sean felices como lo soy yo.
Mil besos a todos.
Virginia.
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO