Las vivencias que relatar�, transcurren en la provincia de
Misiones, Argentina.
Misiones es muy conocida a nivel mundial por sus Cataratas,
belleza natural imposible de describir. Solo me cabe decir que ante la vista de
dicho espect�culo, el ser humano se siente una hormiga insignificante.
Pero Misiones, aparte de sus cataratas, posee bosques,
riachos, y es la principal provincia productora de yerba mate de la Argentina.
Sus pobladores nativos, se dedican fundamentalmente a dicho
cultivo o a la tala de �rboles. Empresa esta �ltima generalmente clandestina.
En general son de condici�n muy humilde, poseen muchos hijos
y no saben luego como mantenerlos.
Mi padre, hab�a nacido all�, pero era hijo de emigrantes
alemanes. Con mucho trabajo mi abuelo supo hacerse una posici�n econ�mica que
hered� mi padre.
Con esto digo que mi padre ten�a 2500 hect�reas de tierras
dedicadas al cultivo de Yerba Mate. Se hab�a casado con mi madre, cuando esta
ten�a 16 a�os, y el 28.
Pavada de nene hab�a capturado a mi vieja. 1,83 de estatura,
rubio de ojos celestes. De piel blanca pero curtida por los soles del lugar
donde la temperatura ronda en verano los 40�.
Mi padre tuvo una hija, mi hermana, un a�o menor que yo y
otra peque�a dos a�os menor que falleci� a causa de una picadura de v�bora,
cuando ten�a 6 a�itos.
Este hecho, sumi� a mi madre en una tristeza que provoc� su
muerte dos a�os mas tarde.
En ese entonces yo ten�a 10 a�os y mi hermana Luc�a 9.
La muerte de mi madre, nos uni� a mi hermana y a mi mas
todav�a de lo que �ramos, ya que por ese entonces y luego de las tareas
escolares nos ocup�bamos de correr en el monte o hamacarnos toda la tarde bajo
los �rboles que rodeaban la casa.
Y, hete aqu� que este cari�o que compart�amos se fue
fortaleciendo y mutando al cabo de los a�os.
A los 11 yo notaba ya mis erecciones, y miraba a las ni�as de
la escuela, como se iban haciendo mujercitas. El crecimiento de sus pechos, que
ya afloraban en sus blusitas, sin que pudieran disimularse.
De vuelta en casa aprovechaba mis ratos de soledad, que eran
pocos para estudiar mi cuerpo cambiante. Not� que mi pene se paraba mas seguido,
y que al toc�rmelo me produc�a cosquilleos interesantes.
Empec� a juntarme con otro compa�ero que viv�a cerca de
nuestra finca. Era hijo del capataz de mi padre, ten�a mi misma edad, y varios
hermanos y hermanas, de distintas edades.
Jugando con �l en el monte comenzamos a contarnos nuestras
vivencias en el sexo, claro que el debido a su condici�n de ser varios y con una
vivienda peque�a, ya hab�a descubierto las pajas de sus hermanos mayores, y de
c�mo uno de ellos cog�a de lo lindo con su hermana.
Fue con el que disfrut� de mi primera eyaculaci�n, ya que
aprovech�bamos las escapadas al monte para cascarnos sendas pajas con nuestros
12 a�os.
Mientras tanto, mi hermana tambi�n estaba despertando de a
poco al sexo. Pasaba el mayor tiempo en casa con la se�ora que ven�a a hacer las
tareas de la casa. Ella le ense�aba a cocinar.
Mi padre empez� a viajar a Bs As. por problemas comerciales,
con lo cual nos hab�a dejado al cuidado de Esther, que as� se llamaba la sra.
Ella estaba todo el d�a, pero al caer la noche volv�a a su rancho a cuidar a su
esposo y a sus hijos.
Nosotros mientras tanto hac�amos nuestras tareas escolares y
luego ve�amos algo de televisi�n satelital, dado que mi padre hab�a comprado una
antena parab�lica.
Una noche de esas en que est�bamos bastante aburridos, me
puse a sapear con el control remoto, hasta encontrar una pel�cula bastante
subida de tono, sin ser porno.
Mi hermanita estaba conmigo en el sof� del living y comenz�
de golpe a tocarse su entrepierna.
Realmente me sorprendi� su actitud, aunque era tan natural
que no le di importancia y segu� mirando la peli. La cosa no termin� all�, sino
que prosigui� y en un momento dado se tumb� hacia mi lado recost�ndose sobre mis
piernas.
Luc�a que te pasa? Le pregunt�. Es que estoy sintiendo cosas
�ltimamente que me ponen distinta. Quiero decir....que tengo ganas de estar con
chicos, y la verdad los de la escuela son todos unos tarados. Lo �nico que hacen
es hablar de f�tbol, y la verdad me tienen repodrida.
Asent� con ella, mis compa�eros eran bastante pesados.
Mientras habl�bamos comenc� a acariciarle el pelo.
Luc�a es rubia de ojos verdes, ambos somos rubios aunque en
mi caso hered� los ojos color miel de mam�.
De repente se sienta y me dice: �Pablo, a vos te pasan
cosas?.
Como qu�? Le respond�.
No se te gustan las chicas?
S� claro. Aunque parece que todas est�n para mu�ecas todav�a.
Sabes, me dijo. El otro d�a a la ma�ana, cuando me despert�
temprano, pas� por tu cuarto.
�Y?.
Hac�a calor estabas destapado, y tu boxer estaba apuntando
hacia arriba.
�Qu� dec�s?. Nada.
No nada n�. Bueno me pareci� que ten�as algo abajo que
abultaba.
Ah! �Y sab�s que era eso? Umm, bueno supongo que tu cosa.
Es cierto, lo que sucede es que a las ma�anas me levanto con
mi pene todo parado.
�Pene?. Bueno nena habr�s oido hablar de pijas, no es cierto?
S�. Bueno su nombre verdadero es pene.
D�jame verlo. Ya lo conoces.
Eso era cuando �ramos chicos, y mam� nos ba�aba juntos, no
ahora.
Bueno Ok, pero tu me muestras tu conchita. Ummm Ok.
Fue as� como comenzamos a conocer, o reconocer nuestros
cuerpos. Los primeros pedejos de ella, los m�os, y sus pezoncitos que de apoco
comenzaron a transformarse en unas tetas hermosas, coronadas de dos rosados
centros de placer.
Ella, sola aprendi� a masturbarse, y las escapadas de mi
padre a Bs. As. hicieron el resto, para unirnos en algo indescriptible.
As� pasaron algunos a�os sin mayores aventuras, solo que,
dej� las pajas compartidas con mi amigo en el monte, para hacerlas con mi
hermana. Realmente nos hicimos expertos en nuestros cuerpos. Aprendimos lo que
nos gustaba a ambos, y cuando la ocasi�n se daba, no tard�bamos en darnos
placer.
Los besos de Luc�a eran de una dulzura infinita. Su boca era
el c�ntaro donde yo calmaba mi sed de pasi�n. Pod�amos estar semanas sin hacer
nada, y pasar horas saboreando nuestras bocas cuando las circunstancias lo
permit�an.
Nuestra pasi�n fue creciendo, al igual que nuestros a�os.
Cuando Luc�a cumpli� 16, pap� le regal� un vestido
maravilloso y una fiesta que reemplazaba la de los 15, cuando el ausente por
negocios en Alemania no pudo hac�rsela.
La fiesta fue espectacular, se hizo en casa, con mozos y
orquesta. Los negocios a pap� le iban de maravillas, y ya exportaba a Europa.
Vinieron a la misma compa�eros de escuela de ella y m�os.
Chicas y muchachos bailamos hasta la madrugada.
Luc�a se hab�a ligado a Ra�l, un morochito de 16 a�os que
hac�a rato que en la escuela le hab�a echado el ojo.
Yo mientras tanto jod�a y chupaba cerveza con Adriana, una
jovencita que ten�a fama de putita, y que bien ganada la ten�a.
A las 3 de la ma�ana nos escapamos tras unos �rboles, donde
la muy puta, luego de sacar mi pija me propin� una chupada de verga de novela,
trag�ndose hasta la �ltima gota.
Para no ser menos, le arranqu� su tanga, y le chup� hasta que
tuvo bastantes jugos. Luego la sub� con sus piernas abiertas abraz�ndome y
apoy�ndonos en un tronco, la penetr� hasta las bolas.
Su hondo suspiro me indic� que estaba gozando como loca.
Nuestras bocas se fund�an en besos h�medos, que no alcanzaban
para callar los gritos de placer que ella profer�a.
Pocas arremetidas, y la explosi�n de su orgasmo, seguido del
m�o que la inund� de mi leche.
Nos arreglamos y volvimos a la fiesta, para que no notaran
nuestra ausencia, aunque mi hermana al verme me clav� un pu�al con su mirada.
Era la primera vez que Luc�a realmente estaba enojada
conmigo.
Continuar�...