La Irresistible Patricia
Quienes hayan tenido la suerte de estudiar en una universidad
me dar�n la raz�n de que en todas encontramos a , , ,
rom� y por supuesto infaltables IRRESISTIBLES; que sin ser
tienen la capacidad de atraer a casi todas las criaturas de su sexo opuesto. En
mi facultad hab�an varias; pero, sin lugar a dudas quien se llevaba los laureles
del primer lugar era Patty, La Irresistible Patricia.
Patty, como todos sol�amos llamarla era peque�a, blanca, de
cabellos negros ondulados, cara redonda, ojos peque�os y almendrados, nariz
peque�a, labios delgados muy bien delineados y rojitos que se me ocurren
comparar con una fresa muy madura; y... un cuerpo muy bien distribuido; aunque,
no era ese su principal atractivo ya que se aseguraba de no lucirlo mucho, pues,
usaba modelitos conservadores como faldas anchas y largas y chompas o chalecos
holgados que cubr�an muy bien su curvil�nea y torneada figura. Sin lugar a dudas
su principal atractivo era ese aspecto inocente e infantil que alocaba a mas de
uno. Adoptaba poses de chica indefensa que necesitaba ser protegida o de ni�a
boba que no pod�a hacer nada por s� sola a menos de que alg�n macho galante la
socorriera. As� era como Patty atrapaba a sus presas y luego de que consegu�a
que le declarasen se amor se negaba diciendo que"Soy muy joven a�n y necesito
tiempo para terminar mi carrera; adem�s, es mi meta conservarme virgen hasta el
matrimonio". Con esta cantaleta consegu�a tres cosas:
1.- A�ad�a un nuevo admirador a su lista.
2.- Dejaba abierta la posibilidad de alg�n d�a aceptarlo.
3.- Se volv�a mas codiciada al declarar su condici�n
virginal.
Para suerte m�a desde el primer momento me di cuenta de su
juego y no ca� en la tentaci�n de alimentar su ego adul�ndola as� que hice como
que su presencia la pasaba por desapercibida. Fue de este modo que transcurri�
el primer ciclo; yo, sin siquiera saludarla y ella pareci�ndome que ni siquiera
sab�a de mi exist�a.
No recuerdo la fecha con exactitud; pero, si que fue durante
el segundo ciclo que, mientras esper�bamos la llegada de un catedr�tico
impuntual, cuatro de los muchachos estaban en derredor suyo intentando descubrir
en que se parec�an a ella, pues, estaba en esa etapa en que aseguraba estar
buscando su alma gemela. La escena no pod�a ser mas pat�tica as� que no pude
evitar mirarlos y sonre�r ante semejante espect�culo. Ella debi� adivinar mis
pensamientos porque cuando sal� para el ba�o minutos despu�s me dio el alcance y
me pregunt� "�No quieres saber en qu� nos parecemos?" "Sorpr�ndeme" �respond�-
"Coincidimos en las ganas... de orinar" �sonre� y segu� mi camino rest�ndole
entonces cualquier importancia al asunto.
Durante casi dos a�os la presencia de Patty me acompa�� a
diario por ser mi compa�era de clases y no se si a fuerza de verla o a que cada
d�a se esforzaba por mejorar su apariencia; pero, cada vez me fue gustando m�s y
me resulto muy dif�cil seguirla ignorando. Claro que durante esos a�os no le
dediqu� el suficiente tiempo, pues, Liliana y Grecia capturaron todo mi inter�s
(ver relatos anteriores); sin embargo, las circunstancias se encargaron de
acercarnos cuando coincidimos en los mismos grupos de trabajo ya sea porque
fuimos agrupados al azar o porque ella ped�a unirse a nuestro equipo �que, con
mucho orgullo debo reconocer, era el mejor de la facultad-. Durante ese tiempo
descubr� que ambos nos gust�bamos y que Patty sent�a celos de Grecia.
Lo que fue naciendo entre nosotros no era amistad; sino, mas
bien complicidad en torno a un sentimiento que mas que amor era "una cuesti�n de
piel", como sol�amos decir por entonces.
Todo comenz� a cambiar desde la tarde del lunes 26 de octubre
de 1987, cuando Patty y yo conversamos mucho durante un Taller de
Lecto-Escritura que organizaba nuestra secci�n; pero, que no atendimos en lo
absoluto porque nos entretuvimos hablando acerca del suicidio de Carmen (ver
relato anterior) y despu�s de reflexionar mucho al respecto me confi� que ella
pertenec�a a una de las muchas iglesias evang�licas que abundan en estos d�as.
Eso no me lo esperaba; pero, asum� que en cuesti�n del cultos y creencias no
conviene debatir.
Despu�s de esa tarde nos acercamos un poco m�s, pues, los
temas religiosos siempre me hab�an apasionado y esta ni�a tenia mucho que
"ense�arme" y tambi�n pod�a "aprender" de m�. Fueron muchas horas de di�logo que
a ambos nos dejaban muy satisfechos y que probablemente gener� alg�n tipo de
amistad; pero, nada ocurrir�a sino hasta varios meses despu�s cuando lleg� la
navidad de 1988 y con ella el extra�o juego de EL AMIGO SECRETO, que consiste en
designar por sorteo al amigo al que le regalar�s en navidad y mientras llega la
fecha debes enviarle mensajes secretos en los que debes evitar ser descubierto.
Muy divertido si lo sabes jugar.
Para suerte m�a el azar me favoreci� cuando descubr� que a
quien deb�a escribirle era a Patty. No desperdici� la oportunidad para
desquiciar su curiosidad y expectativa; as� que debo haberle enviado cerca de 50
mensajes en aproximadamente 20 d�as, bajo el seud�nimo de PAJARO AZUL y creo que
lo logr�, pues, llegado el viernes 23 de diciembre de 1988, d�a de descubrir a
"los amigos secretos", los compa�eros hac�an toda clase de apuestas. Yo
aprovech� para regalarle una sortija de oro con una perla incrustada, un osito
de peluche que dec�a "TE AMO" y in poema declamado p�blicamente en donde
resaltaba sus virtudes y que era de mi autor�a. Despu�s de o�rmelo declamar nos
emocionamos tanto que acabamos bes�ndonos sin importar la presencia del resto.
Dem�s esta decirlo que desde ese momento fuimos enamorados ante la envidia de
los dem�s varones, ya que Patty continuaba siendo la chica m�s codiciada de la
facultad,
Por aquel entonces yo andaba con Grecia y aunque la magia de
nuestro romance empez� a desaparecer despu�s de aquella primera vez a�n �ramos
pareja; as� que fui infiel por primera vez a pesar de que siempre dije que no lo
har�a.
Durante el verano del 89� compart� mi tiempo entre las dos
aunque si he de ser honesto mas atenci�n le dediqu� a Patty a quien a�n deb�a
terminar de conquistar; por ello, acabe formando con ella dueto para realizar mi
tesis con fines de graduaci�n.
Al comienzo todo marcho de las mil maravillas parec�amos
hechos el uno para el otro. Ella sab�a que mi m�xima pasi�n acad�mica era la
investigaci�n cient�fica y la religi�n y se vali� de ambas para alejarme de
cualquier otra chica y no desperdici� la oportunidad para involucrarme en un
interesante proyecto que termin� por absorberme en cuerpo y alma. Todo era
perfecto hasta que sali� a relucir su faceta de ni�a engre�da y malcriada propia
de todas las hijas menores de una familia numerosa en donde padres y hermanos
dan a la �ltima lo que pida en cuanto abre la boca. En un comienzo la consent�
un poco y ella debe haber cre�do que siempre ser�a as�; pero, cuando empez� a
hacerse la olvidadiza y a llegar tarde o en el peor de los casos a dejarme
plantado mi paciencia fue colapsando hasta que no aguant� m�s y decid� separarla
del proyecto y terminar nuestra relaci�n porque empez� a resultarme estresante.
Los meses transcurridos entre junio a septiembre del 89� me
sirvieron para descubrir que Patricia me amaba de verdad, pues, me enviaba
informaci�n, valiosa para la tesis, con su fiel amiga Lili y al ver que no le
mandaba a dar ni las gracias se arriesg� a intentar un acercamiento a trav�s de
su amiga en vista de que yo ni siquiera la saludaba aunque me mor�a de ganas por
acercarme a ella, pues, la quer�a de verdad; sin embargo, en nombre de ese amor
deb�a ayudarla a madurar y a descubrir si yo era su amor o su capricho. Ella
estaba acostumbrada a tronar los dedos para tener a todos a sus pies y yo era la
excepci�n.
Cuando parec�a que todo estaba perdido lleg� el s�bado 23 de
septiembre de 1989 y con el D�a de la Primavera o D�a de la Juventud y con �l el
tradicional paseo que ese a�o tuvo como destino la mundialmente conocida Tumba
Real del Se�or de Sip�n, en el amistoso departamento de Lambayeque. Si pueden
vis�tenlo les encantar�.
Todos comentaban por esos d�as que Patty ir�a Toshio, un
chinito iluso al que con �xito usaba para darme celos; sin embargo, yo ten�a una
carta bajo la manta y fui acompa�ado de Grecia, la �nica chica capaz de
desquiciarla de celos hasta el extremo de apodarla "la cuarto de pollo" en
alusi�n a su contextura f�sica.
Llegado el momento ambos nos encontramos en el punto de
concentraci�n y luego de separarse de su acompa�ante se acerc� a m� y me dirigi�
la palabra despu�s de tres meses para decirme:- Hola ..... �solito?.....Yo he
venido con mi enamorado.- Y, antes de que se le desdibujara su sonrisa de
triunfo, le respond� �Te equivocas, yo vine con mi amante- y fui a darle el
encuentro a Grecia a quien salude con un delicado beso en la comisura de los
labios, uno de esos que no comprometen a nada. Eso trajo al suelo cualquier plan
trazado por ella; aunque siendo honesto el verla con el chinito ese me desubic�;
pero, evit� que lo notara.
El paseo transcurr�a sin novedad hasta que despu�s que
hubimos salido del complejo arqueol�gico se nos ocurri� escalar una duna de unos
20 metros y en la aventura ca� por un descuido y rod� varios metros hasta perder
el conocimiento. Cuando volv� en m� estaba siendo trasladado en un autom�vil, me
dol�a mucho el hombro derecho y mi cabeza reposaba sobre las c�lidas faldas de
Patty quien iba llorando; pero, al verme despertar me pregunt�:"C�mo te sientes
mi amor". El resto es historia.
Durante el tiempo en que estuve enyesado ella se la pas�
cuid�ndome y fueron varias semanas despu�s en que conversando sobre lo ocurrido
me confesar�a que nunca volvi� a ver al chinito y fue por esos d�as en que
Grecia empez� a salir con el que hoy es su esposo, precisamente el M�dico que me
enyes�.
El verano del 90� fue incre�ble estuvimos juntos casi cada
minuto. Patricia era la mujer ideal; bella, inteligente, alegre y optimista s�lo
esperaba que llegase el momento para tenerla entre mis brazos, pues, sus
atributos me estaban volviendo loco y cada vez le gustaba jugar mas con las
insinuaciones y el coqueteo, juegos en los que empezaba a volverse una experta;
por ejemplo, lleg�bamos y me dec�a "Voy a ba�arme.....cuando nos casemos lo
haremos juntos" o sino cuando la llamaba por tel�fono y le preguntaba c�mo
estaba sol�a responderme "Aqu�, virgen y con ganas; pero, bien"; sin embargo,
cuando nos encontr�bamos solos y mis manos quer�an hurgar bajos sus ropas me
sal�a con aquello de la ley de castidad y que deb�amos esperar a estar casados.
Todo estuvo bien hasta que se reiniciaron las clases y volvi�
a encontrarse con Lili, empezaron a salir y conocieron a Carlos, un futbolista
de cierta fama local que adem�s de tener un auto del a�o dispon�a de una cuenta
bancaria nada despreciable que le preemit�a hacerle regalitos con los que ni
pod�a ni deb�a competir, pues, la mujer que ofrece su amor por regalos vale
tanto como los regalos que recibe: por decir eso me abofeteo y terminamos por
segunda vez la tarde de un viernes 31 de diciembre en la que estaba seguro que
era lo mejor para m�. Sin embargo, la segu� viendo a causa de la tesis; pero,
aunque parezca imposible entre los dos s�lo hab�a un trato exclusivamente y
excluyentemente profesional.
Una tarde nos animamos a conversar en un intervalo del
trabajo y por decisi�n suya me confi� que la misma noche del 31 de agosto ella
le devolvi� a Carlos todos sus regalos y que desde entonces no lo hab�a vuelto a
ver y a�ad�: "Hasta que aparezca otro Carlos...verdad?"-"No conoces el perd�n o
seg�n tu no lo merezco"-"Ni lo uno ni lo otro simplemente no te creo". Despu�s
de ello volvimos a tratarnos con frialdad aunque albergu� la esperanza de
regresar como novios alg�n d�a.
Pasaron las semanas y el trabajo qued� terminado. S�lo
faltaba digitarlo; pero como ninguno contaba con computadora recurrimos a un
amigo suyo para que lo hiciese y faltando cuatro d�as para el cierre de
inscripciones de tesis nos avis� que no lo hab�a hecho y que no podr�a hacerlo.
Eso significaba que de no presentarlo tendr�amos que esperar varios meses antes
de poder sustentar nuestra investigaci�n y de obtener la licenciatura. Por ello,
buscamos desesperadamente un digitador (muy escasos por entonces), hasta que
finalmente lo conseguimos el domingo 16 de diciembre por la noche; as� que desde
las 7 de la ma�ana estuvimos para digitar mas de 300 hojas en s�lo 24 horas,
todo un record.
Las horas parecieron volar y el trabajo no ten�a cuando
terminar; pero, finalmente a las 02 de la madrugada del martes 18 terminamos y
no tuvimos mas remedio que coger un taxi que nos llev� hasta su casa tal como lo
hab�amos previsto desde un comienzo por razones de seguridad.
Ambos est�bamos hambrientos y como al llegar todos dorm�an
nos metimos a la cocina a prepararnos unos emparedados y mientras herv�a el agua
nos duchamos ella en su dormitorio y yo en el ba�o de abajo.
Cuando me la encontr� en la cocina llevaba una abrigadora
bata rosada y yo una pijama guinda que mi madre me hab�a hecho llegar a casa de
Patty cuando supo que pasar�a la noche all�. Al verme, Patty, coment�:"Parecemos
reci�n casados?" y respond� "entonces, lo que sigue es la luna de miel"-"A lo
mejor"- concluy� Patty mas bella y picara que nunca.
Me fui al cuarto de hu�spedes que estaba al fondo del patio y
a los 15 minutos sent� que una llave abr�a desde fuera. No sal�a de mi asombro
cuando vi aparecer bajo el umbral a mi irresistible Patty con su preciosa bata
rosada y una mirada de lujuria nunca antes advertida:
- �Patty�
- �Te asust�?
- No, claro: pero....
- Ssshhh calla... solamente vengo por la luna de miel....
- Y...la Ley de Castidad?
- Digamos que.....fue derogada.....hoy.....para.....dar paso
a.....La Ley del
Amor..... dijo todo esto mientras me besaba y luego no
hubieron mas que susurros, gemidos, ayes y palabras entrecortadas llenas de
pasi�n.
A los besos desordenados y casi fugaces siguieron los largos
y profundos llenos de pasi�n. Luego una mirada larga, sincera y c�mplice en la
que nos dijimos muchas cosas sin siquiera mover los labios y es que as� es el
lenguaje del amor.
Ella estaba decidida a entreg�rseme, a ser m�a y yo no la iba
a decepcionar. Mis manos y mi mirada se posaron juntas sobre el cord�n de su
bata y tir� de �l con cuidado como si fuese fabricado de papel.
Al abrirse esta prenda me encontr� cara a cara con su
desnudez inmaculada hasta entonces. Bajo la bata s�lo estaba su piel tersa,
limpia, fresca y caliente como s�lo una mujer de 21 a�os la puede tener.
El momento en que aquella afelpada bata resbal� desde sus
hombros hasta sus pies recorriendo cada mil�metro de su femenina anatom�a fue
excepcional, pues, devel� ante mis ojos la virginidad hecha mujer.
Mor�a de ganas por verla de espaldas; pero, era mejor esperar
y saborear sin prisa lo que su instinto me quisiera regalar.
La abras� con ternura y sell� con un beso aquel m�gico
momento mientras que mis manos iniciaban una t�mida exploraci�n por su cuello,
su espalda, su estrecha cintura y por sus carnosas nalgas tibias que elevaron mi
calentura a niveles insospechados al igual que mi erecci�n viril advertido por
ella con rubor.
La alc� en mis brazos y la deposite en aquel tibio lecho que
instantes previos me hubiese servido de rinc�n para pensar en ella.
Me separ� de ella para desnudarme y en un instante cubr�a con
mi cuerpo su hermosa desnudez. Ella estaba tranquila; pero, con los ojos
cerrados y las manos puestas sobre la almohada. Busqu� sus labios y saboree sus
besos mientras mi diestra inquieta se poso sobre su seno izquierdo y disfrut� de
su tibieza, firmeza y redondez.
Lentamente se fue calentando y as� se fue desinhibiendo hasta
que finalmente sus brazos rodearon mi cuello y sus besos se hicieron mas
apasionados. Patty estaba siendo m�a y aun no lo pod�a creer. Me separ� un poco
y la acarici� con cuidado hasta que logr� que empezara a juzgar con sus fr�giles
piernas que jam�s recibieron los rayos del Sol.
Pronto acab� sobre sus peque�os senitos y mientras besaba uno
amasaba con mis dedos el pez�n del otro y eso acab� por calentarla mucho m�s.
Por ello, descend� con mis besos y caricias por su vientre plano hasta
encontrarme con un tupido vello p�bico y all� descargu� mi deseo reprimido pues
separe sus piernitas y lam� a mi antojo aquel tesorito escondido en el cuerpo de
mi bella amada.
Al comienzo sent� su rechazo; pero, luego sus manos parec�an
querer enterrarme entre sus piernas. El momento era preciso, su co�ito estaba
bien mojado y ella estaba fuera de s�.
Me coloqu� entre sus piernas ya separadas y fui penetr�ndola
hasta que logr� enterrar mi falo en los m�s profundo de su ser. Al hacerlo,
Patty, abri� sus grandes ojos y luego los cerr� para entregarse al placer.
Entre gritos y gemidos me foll� a la irresistible Patty por
un buen tiempo hasta que finalmente descargu� todo mi amor dentro de ella y ella
hasta patale� sobre mi espalda con tanto placer que sinti�. Ese amanecer fue
sensacional.
Al d�a siguiente nuestro trabajo fue presentado y pronto se
fijo la fecha para su sustentaci�n. Fue as� que el viernes 04 de enero de 1991
volv� a quedarme en su casa con el pretexto de estudiar la tesis y en la
madrugada del s�bado 05 lo volvimos a hacer.
Nuestro romance sigui� por varios meses; pero, cuando
estudi�bamos nuestra maestr�a conoci� a un adinerado ingeniero con el que acab�
acost�ndose siendo a�n mi novia. Ella me pidi� perd�n; pero, entend� que su
inestabilidad era demasiado para m�.
Patricia ha enviudado; pero, he evitado volverla a ver.
S�lo a�adir� que su actitud traidora me da�� mucho; pero, no
me destruy�.
Soy el CABALLERO AZUL y te espero en
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