Hola a Todos.
Soy un chico de 20 a�os de Buenos Aires (Argentina). Gracias
a esta Web quiero publicar una serie de 13 textos de interes que encontr� en
Internet. Aclaro que no son de mi autor�a, pero me parecieron que son bastante
interesantes, por lo que quiero compartirlo con ustedes. Aclaro tambi�n que no
son historias de sexo, pero recomiendo leerlos ya que ciertos cap�tulos son de
gran ayuda.
-.BaTmAnIaKo.-
***Para cualquier comentario o sugerencia se pueden comunicar
conmigo a POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
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ACERCA DE LA HOMOSEXUALIDAD:
CAP�TULO 12:
Carta de una Madre de un Hijo Gay:
Por Sharon
ESTADOS UNIDOS
VALLEY NEWS
30/04/00
Han llegado muchas cartas enviadas al diario Valley News sobre la amenaza
homosexual en Vermont. Yo soy la madre de un hijo gay y estoy harta de Ustedes,
gente buena. Estoy cansada de su estupidez sobre la "agenda homosexual" alegando
que aceptar la homosexualidad es lo mismo que abogar por el sexo con ni�os.
Ustedes son crueles e ignorantes y me han estado robando las dichas de la
maternidad desde que mis hijos eran chicos.
Desde que empez� a ir a la escuela, mi primer hijo comenz� a sufrir a manos de
matoncitos morales y beatos de familias moralmente correctas, como las suyas,
porque se le percib�a como gay. Fue abusado f�sica y moralmente desde la
primaria hasta que sali� del colegio.
�l nunca profes� ser gay ni se asoci� a nada gay, pero tuvo la desgracia de no
caminar ni de tener los mismos gestos de otros muchachos. Se le llam�
incesantemente "marica" desde que ten�a seis a�os.
Durante la educaci�n media, mientras que los hijos de ustedes hac�an lo que
otros ni�os de esa edad hacen, el m�o elaboraba borrador tras borrador de una
carta de suicidio para asegurarse que su familia supieran cu�nto les amaba.
Mi sollozante hijo de diecisiete a�os me desgarr� el coraz�n cuando estall�
diciendo que no soportaba seguir viviendo, que no quer�a ser gay y que no pod�a
enfrentar una vida sin dignidad.
Ustedes tienen la audacia de hablar de proteger a las familias y sus ni�os de la
amenaza homosexual, pero son ustedes quienes destruyen la familia y conducen a
los ni�os a la desesperaci�n.
No s� por qu� mi hijo es gay, pero s� s� que Dios no lo puso a �l - ni a
millones como �l - en esta tierra para regalarles a ustedes alguien a quien
abusar. Dios les dio cerebro para pensar y ya es tiempo de que empiecen a hacer
eso mismo.
En el coraz�n mismo de sus equivocadas creencias est� el convencimiento de que a
Ustedes no les podr�a suceder, que hay una especie de subcultura all� afuera que
algunos escogen seguir. La realidad es que si puede sucederle a mi familia puede
sucederle a la suya, y no tendr�n la posibilidad de elegir.
Ignoro si la causa es gen�tica o debido a alg�n accidente durante un momento
cr�tico del desarrollo fetal, pero puedo decirles con total certeza que es
innato.
Si Ustedes quieren vanagloriarse de su propia moral, ser�a bueno que salieran
con algo m�s sustantivo que su propia heterosexualidad, porque Ustedes no
hicieron nada para merecerla; les cay� del cielo. Si no est�n de acuerdo me
encantar�a escuchar su historia, pues mi propia heterosexualidad fue una
bendici�n que recib� sin ning�n esfuerzo. Est� tan urdido en mi propia esencia
que nada podr�a cambiarlo. Aquellos de Ustedes que reducen la orientaci�n sexual
a una simple elecci�n, a una cuesti�n de car�cter, un mal h�bito o algo que
puede cambiarse con un programa de diez pasos me dejan perpleja. Me pregunto
�querr�n decir que su propia orientaci�n sexual es nada m�s que algo que
eligieron y que pueden alterar a gusto? Si no, �por qu� sugieren que otros
pueden hacerlo?
Un tema recurrente en sus cartas es que Vermont ha sido infiltrado por
afuerinos. Ambos lados de mi familia han vivido en Vermont por generaciones, soy
una "Vermontiana" de alma y coraz�n, as� es que les agradecer�a que dejaran de
decir que Ustedes son los "aut�nticos Vermontianos".
Invocan la memoria de gente valiente que pele� en campos de batalla por este
gran pa�s, diciendo que ellos no entregaron sus vidas para que la "agenda
homosexual" destruyera los principios por los cuales murieron.
Mi padre, de 83 a�os, luch� en algunas de las m�s horrorosas batallas de la
segunda guerra mundial, fue herido y condecorado con el "coraz�n p�rpura". Con
tristeza mueve su cabeza por la vida que su nieto ha tenido que vivir. Dice que
�l luch� codo a codo con homosexuales en esas batallas, que ellos hicieron su
parte y no molestaron a nadie. Uno de sus mejores amigos era gay y �l nunca lo
supo hasta el final, y cuando se enter�, no tuvo importancia alguna. Esa no era
la medida del hombre.
Ustedes, creyentes, no soportan la idea que mi hijo pueda emerger del infierno
que fue su infancia, que pueda aspirar a encontrar quien lo acompa�e para el
resto de la vida y pueda ser feliz en alguna medida.
Ofende sus sensibilidades que �l solicite el derecho a visitar a ese amigo en el
hospital, pueda tomar decisiones m�dicas en su nombre o se beneficie de leyes
sobre impuestos referidas a las herencias. �C�mo se atreve?, dicen Ustedes.
Esas inaceptables demandas amenazan la existencia misma de sus familias,
insultan la santidad del matrimonio. Ustedes usan su religi�n para abdicar de su
responsabilidad de ser seres humanos pensantes.
Hay grandes cantidades de gente religiosa que encuentra sus posturas
repugnantes. Dios no es para las mayor�as privilegiadas, y Dios sabe que mi hijo
no ha pecado.
El agudo autor de una carta al Valley News del 12 de Abril dicta c�tedra sobre
el pecado homosexual y pontifica sobre "aquellos de nosotros que hemos tenido la
bendici�n de una educaci�n religiosa". Se pregunta "�qu� pas� con la idea de
superarse?".
En efecto, se�or, �Qu� pas�?
(Traducci�n Fempress) revista mujer/fempress No. 224 - Julio 2000