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"�Prepara tu maleta ya, Rober!". Era mi madre. El vuelo
escala hacia Londres (para luego llegar a Cardiff por carretera) sal�a ma�ana
por la ma�ana, muy temprano; y deb�a tener la maleta lista esa misma noche.
Comenc� a meter ropa y ropa, calzado, m�quina de afeitar... y dos cajas de
condones, por si acaso me exig�an su utilizaci�n.

Estaba claro que iba con la �nica pretensi�n de follar y
follar, incesto y m�s incesto. Pero hac�a tiempo que estaba preocupado porque no
me mandaban correos electr�nicos con fotos de ellas desnudas para hacerme unas
buenas pajas. Bueno, ya s� que era muy habitual que colgase aquellas fotos en
Internet, pero joder, Internet es muy grande y no creo que las hubiesen visto.
A�n as�, con lo putas que son y en el caso que las encontrasen creo que no les
hubiese importado...

Seis de la ma�ana. Ahora s� lo que siente un amigo m�o que se
levanta a esa hora todos los d�as para trabajar... Y eso que yo era el �nico d�a
en mi vida que me hab�a levantado a esa hora; es muy chungo. Como consecuencia,
ni me enter� de que est�bamos en el avi�n; para m� fue llegar en un minuto,
tiempo que tard� en echar una buena cabezadita.

Londres. Hermosa ciudad, las inglesas a�n est�n bastante
buenas. Despu�s de estar toda la ma�ana por all�, partimos inmediatamente
despu�s de comer hacia Cardiff. Durante el trayecto ya iba nervioso, recordando
las escenas que ocurrieron meses atr�s; lo que provocaba que en muchas
ocasiones, en el centro de mi pantal�n hubiese un bulto de campeonato (suerte
que no iba nadie en el asiento de atr�s, tan s�lo yo). Llegamos a Cardiff.
Comenzamos a guiarnos por nuestro chapucero ingl�s preguntando a la gente para
llegar a la casa de mis t�os, de mis queridas primitas. Por fin dimos con ella.
Era una casa, alejada muy poco de la ciudad, pero con vecinos a cincuenta metros
como m�nimo.

Nos saludamos todos, pero los dos bellezones no estaban all�.
El t�o Steve las llam�, puesto que estaban en el piso de arriba. Bajaron.
Primero Jennifer... luego Sophie... y luego un chico. Ya empec� a sospechar
desde el primer momento al ver al chaval aquel, m�s o menos de mi edad, que se
confirm� despu�s de los besos de bienvenida. John, el novio de Jenni. Empec� a
dudar de que mi estancia en Inglaterra tuviese alguna sesi�n de sexo, con
aquella formalidad. �Jenni un novio?. �Si hace pocos meses pillaban al primero
que pasara en una noche de marcha, se lo follaban y luego lo mandaban a tomar
viento!. Y todo eso no es poco, ni miradas picaronas, ni explicaci�n del porqu�
no me mandaban m�s fotos... Mal asunto.

Pasaron dos d�as, sin nada en especial; tan s�lo las visitas
espor�dicas del tal John. Me parec�a imposible que tanto Jennifer como Sophie se
volvieran formales en tan poco tiempo; me jugaba lo que fuese apostando a que
Jenni le pon�a los cuernos.

Cosa que averig�� poco tiempo despu�s, en concreto, esa misma
noche.

Con mis primas hablaba normalmente, pero como si no hubiese
sucedido lo de meses atr�s. Yo podr�a insinuarme, con comentarios sobre repetir
lo de la otra vez; pero es que me daba miedo que su formalismo fuese cierto. Era
por la tarde. Mis padres me hab�an dicho que saldr�an a cenar fuera con mis
t�os. Nos propusieron ir con ellos, pero Sophie contest� "Gracias, pero otro
d�a. Ya tenemos planes". Me sorprendi�, ya que respondi� en nombre de los tres.
Les pregunt� que qu� plan ten�an, a lo que me respondieron que "irnos por ah�".

Efectivamente, tal y como yo hice con ellas cuando vinieron
aqu�; nos fuimos de copas y de discotecas... pero poco tiempo. All� cierran
tempran�simo. Como plan final, no sab�a a donde �bamos, tan s�lo las segu�a a
ellas; como el resto de la noche. Se pararon delante de otra casa parecida a la
de ellas, ya que, aunque lejos, estaba en la misma zona de aquella especie de
urbanizaci�n. Timbraron. Estaba la casa a oscuras, tan s�lo se ve�a una luz en
una de las habitaciones. Despu�s de poco rato, abrieron. Ya me parec�a a m� que
faltaba alguien: era John. Un beso a su novia, otro en la mejilla a Sophie, y un
apret�n de manos a m�. "Hi, Robertou" con ese acento ingl�s. Pasamos a aquella
habitaci�n encendida, era el sal�n de la casa. John estaba solo en su casa. Nos
sentamos y nos sirvi� bebidas. Empezaron a hablar y hablar. Yo estaba bastante
perdido, ya dije que era bueno en ingl�s, pero no tanto como para entenderlo a
la velocidad a la que hablan. As� que yo, mientras, me concentraba bebiendo y
echando miradas al atrevido escote y la "miniminifalda" de Sophie, que estaba a
mi lado derecho. �Qu� piernas, qu� tetas!. Llevaba un perfume que me estaba
volviendo loco. Segu�an dale que te dale a hablar...

De repente, Sophie, que ten�a la bebida en la mano, se le
escap� el vaso y me cay� a m�, y me puso perdido de esa especie de whisky. Entre
"lo siento" y "lo siento". Me quit� la �nica camiseta que ten�a y la puso en el
radiador que encendi� de la sala para que al menos me secase. Yo me limpiaba mi
pecho desnudo con una servilleta, pero Sophie me sorprendi�, llevando su mano a
mi pecho en ocasiones diciendo "espera, que tienes un poco aqu�". En ese
instante me pregunt� si al menos Sophie conservaba ese instinto de putita que
parece que hab�a perdido su hermana. Cada vez con m�s insistencia llevaba ahora
sus dos manos a mi pecho. Mi verga se estaba despertando. Jenni y John se
estaban besando apasionadamente, y, de momento, no se percataban de lo que
est�bamos haciendo. Para mi alegr�a pude comprobar como Sophie se estaba
excitando, al ver sus grandes y preciosos pezones dibujados perfectamente en el
vestido, a pesar de llevar sujetador. Sin embargo, fui precavido hasta el
momento en que me dijo "�Oh!. Te he salpicado tambi�n el pantal�n. �Lo pongo a
secar?". Vaya momento. S�lo acert� a decir: "Ehhh...". No sab�a como reaccionar,
porque no tuve tiempo para contestarle; ya estaba quit�ndome el pantal�n. Cuando
me lo quit� de todo no hab�a ca�do en la cuenta, pero mi verga estaba dura y se
me sal�a por el calzoncillo. Mientras colocaba el pantal�n, dirig� mi mirada
hacia la parejita feliz; que de cortada no ten�a un pelo. Estaban bes�ndose
igual pero la puta de mi prima Jenni ya ten�a la mano dentro de la bragueta del
pantal�n de John. Volv� mi mirada a Sophie. Estaba mirando mi polla, que ya se
sal�a un cacho considerable de mi calzoncillo; y vino hacia m�. En cuanto estuvo
encima empec� a manosearle todo lo que pude el vestido mientras entrecruzaba mi
lengua con la suya. Se lo fui quitando poco a poco, sali� bastante f�cil. Se
qued� con la ropa interior, un tanga y sujetador rojos. La estaba besando en el
cuello y agarr�ndole del buen culazo que ten�a; pero no aguant� m�s; con una
mano le saqu� una teta del sujetador y qued� a la vista aquel gigante y rosadito
pez�n. Se lo empec� a chupar con desesperaci�n y trat� tambi�n de sacarle la
otra. Sophie me cog�a de la cabeza y me hac�a fuerza contra su pecho para
com�rselo m�s fuerte. Ataqu� el otro pez�n, y mientras, le tocaba m�s o menos
como pod�a con la mano que no agarraba su firme culito, el cl�toris por debajo
del tanga. Sophie ya estaba soltando peque�os suspiros de placer. Por un segundo
apart� la vista de los pezones de Sophie y mir� a los otros dos. John le estaba
comiendo ya el chochito a Jenni, quien empezaba a soltar ya sus cl�sicos gemidos
estridentes de placer.

Pero yo segu�a a lo m�o. Sophie se apart� y comenz� a
acariciar mi verga por encima del calz�n, (que por cierto se estaba saliendo por
la parte de la pierna y como quiere subir para arriba estaba despedazando el
calzoncillo...) para posteriormente sacarlo fuera. Ella estaba ardiendo, ten�a
ganas de polla y se la meti� hasta los huevos; para acto seguido, imponer un
ritmo fuert�simo.

Sophie segu�a trabaj�ndose mi verga, mientras Jenni y John
demostraron que eran una pareja muy liberal (�qu� remedio!, con lo puta que es
Jennifer...); ya que se me acerc� Jenni (que estaba a cuatro patas) y me empez�
a besar el pecho, y subi�, subi� hasta yo poder probar su sabrosa lengua. Nada
m�s hacerlo, apareci� John para clavarle su polla de tama�o m�s que considerable
(ahora entiendo porqu� es el novio de Jenni) por el co�o. Sophie me estaba
poniendo a cien gracias a las lametadas que le met�a en la punta de mi polla y a
las mamadas completas a cada uno de mis cojones, mientras Jenni apartaba su boca
de la m�a en ocasiones para soltar alg�n que otro "Ohhhhh!".

Era una posici�n muy placentera, por supuesto, pero las
incansables zorritas de mis primas no ten�an bastante y decidieron cambiar.

John se acerc� a Sophie; por lo que Jenni qued� libre, y con
gesto con el dedo que me hizo de "Ven, ven"; me acerqu� a ella. Le empec� a
amasar sus pechos gigantes, �qu� delicia!. Y a disfrutar de su rasurado co�o,
toc�ndole su conejito; y ella respond�a con gemidos estridentes que me pon�an
calent�simo. Despu�s de hacer un perfecto 69, en el que disfrut� de su co�o al
m�ximo y ella de mi verga; Jenni tom� un tarro de vaselina y me empez� a untar
vaselina en la polla. �Joder!. Iba a ser la cumbre, como de la otra vez, poseer
a Jenni por su espl�ndido culo. Se puso a cuatro e intent� despacio penetrarla
analmente, las primeras veces, a�n con la vaselina, sin �xito. Mientras lo
intentaba, o�a unos gemidos impresionantes de Sophie. Levant� la vista, puesto
que tal como est�bamos Jenni y yo me permit�a perfectamente ver como John,
contagiado por el instinto sexual de su novia, estaba trincando a Sophie
agarrada a �l, en el aire, muy fuertemente. Instantes despu�s, con Sophie casi
en el para�so, la tumb� en el sof� y sigui� foll�ndola sin cesar.

Dej� de observar lo que estaban haciendo para centrarme en lo
m�o. Despu�s de varios intentos, y Jenni soltando peque�itos gritos de dolor; se
la clav�. Fue suave. Le di tres clavadas suavecitas m�s... hasta que en la
cuarta la enchuf� hasta los huevos. En ese preciso momento, el gemido de Jenni
ya no era de dolor, sino del placer que estaba disfrutando la muy zorrita.
"�Rober!�F�llame como estaba haciendo John con Sophie!�F�llame duro!�S�!�S�!".
Yo, como buen camarada, y en plena forma; empec� a darle por atr�s de una manera
tan brutal que ya no pod�amos o�r ni a Sophie ni a John. Yo gritaba bastante,
pero a Jenni parec�a que la estaban matando de los chillidos y gemidos que
pegaba. Cuando la mirada de ella y John se encontraban hasta se encargaba de
traducirlos: "�Oh!�Ohhhh!�Oh my God!�Come on baby!�Fuck me baby!". Sus nalgas
parec�a que iban a reventarle de lo que botaban; y sus tetas, parec�a que se
iban a descolgar; a�n encima de lo grandes que eran, verlas balancearse era para
m� lo m�s excitante y aceleraba la marcha de las enculadas cada vez que las
ve�a. Por si esto fuera poco, Jenni daba empujones hacia atr�s para aumentar su
placer. Aunque los vecinos estaban a 50 metros, me parece a m� que nos tuvieron
que o�r... Llevaba como tres orgasmos, pero aguant� ralentizando en esos
momentos sin correrme porque ten�a la intenci�n de descargar toda mi rica leche
al final.

Saqu� mi miembro del culo de Jennifer m�s duro que una
piedra, era imposible moverlo hacia los dados, estaba apuntando al cielo
inmovilizado; con la punta casi de rojo total en vez de rosadito. En ese
momento, vi que John y Sophie tambi�n hab�an hecho tiempo muerto y les o� decir
algo, frases muy entrecortadas por la respiraci�n debido al cansancio. Me fue
imposible traducir lo poco que se dec�an por lo que mientras le manoseaba el
culito pose�do a Jennifer le ped� que me dijera lo que se estaban diciendo.
"Sophie dice que es virgen por atr�s". Haciendo memoria, en nuestro primer
encuentro hace meses, s�lo me tir� por atr�s a Jenni. "Esto hay que remediarlo"
pens�. Adem�s John y yo no hab�amos dado de beber buena lechita a nuestras
dulces zorritas. Le volv� a pedir a Jenni que le dijera a John que la
follar�amos por atr�s y por delante al mismo tiempo. Sophie no se hab�a enterado
de ello, pero John fue muy listo tumb�ndose boca arriba con Sophie encima
foll�ndola por el co�o.

Comenz� a follarla mientras yo me preparaba para poseer su
culo por primera vez en su vida. Ella no se estaba percatando de ello. Jenni me
daba m�s vaselina en la verga, mientras yo saboreaba por primera vez en la noche
de los grandes melones de mi primita. Cuando estuve a punto, fui despacio hacia
Sophie. Sin que ella se enterara me acerqu� lo m�s posible. Entonces con mis
manos la acost� un poco para adelante. "Rober, �qu� haces?". Par� de cabalgar
sobre John, momento que aprovech� para meterle la punta de mi polla en la
entrada de su recto anal. "�Roberto!". Continu� introduci�ndola poco a poco.
"�Roberto!. �Me haces da�o!". Continu� meti�ndosela con suaves empujoncitos.
"�Rober, para!. �Para!. �Ayyy!". De repente, su ojito del culo cedi� y le clav�
de un tir�n mi polla en toda su extensi�n. Los alaridos de dolor iban
desapareciendo. Durante dos o tres segundos Sophie no dijo nada.

Luego comenzar�a sexo salvaje. Comenc� a darle por atr�s
despacito, y John sab�a compenetrarse muy bien conmigo en el tema del ritmo.
�bamos parejos. Yo empec� a aumentarlo considerablemente, y John hac�a lo que
pod�a, ya que su posici�n era bastante inc�moda para darle por el co�o a gran
velocidad. Pero yo estaba en una posici�n privilegiada, quer�a que gimiera como
lo hab�a hecho antes, como cuando John la follaba en el aire a una velocidad
endiablada. Pronto se alcanz� ese nivel de gemidos y suspiros cuando yo a�n no
hab�a llegado a mi "m�xima potencia". Cuando esto ocurri�, Sophie estaba fuera
de s�. Gritaba, chillaba, gem�a, suspiraba.

Casi suelta l�grimas de placer por los ojos. Su hermana le
hab�a puesto su co�o delante de su boca para que le diese unas chupadas... pero
era imposible, Sophie s�lo gritaba y gem�a. Harta de esperar una comedura de
cl�toris, Jenni se posicion� con las rodillas y su co�o encima de la lengua de
John, que respondi� haci�ndole un trabajito a fondo en su rajita. Los alaridos
de placer de las dos hermanas sonaban como el equipo musical a todo volumen, eso
s�; Sophie le ganaba por goleada gritando a su hermana. Y era l�gico, estaba
viviendo el orgasmo de su vida.

O mejor dicho, los orgasmos de su vida; seguramente ni ella
los contabiliz�. John y yo est�bamos follando a destajo, reteniendo la venida de
nuestra corrida hasta tres veces. A la cuarta sent�, que ya no pod�a m�s, mi
central lechera quer�a repartirla. Lo mismo le sucedi� al ingl�s, con la cara
embadurnada de la corrida femenina de su querida Jennifer. Me apart� y �l
tambi�n; no sin ciertas dificultades, ya que Sophie estaba ciega de placer y
estaba bastante ida. Jenni y su hermana, con las pocas fuerzas que le quedaban;
se posicionaron de rodillas en el suelo. Sus manos estrujando las tetas y las
lenguas movi�ndose lujuriosamente por los labios. Iba a ser mi mejor corrida de
mi vida (hab�a estado sin correrme estos �ltimos d�as para juntar un buen
suministro). John y yo de pie, machacando nuestras vergas; John estall� primero.
Se le acab� el dep�sito de leche muy r�pido, se nota que ha estado follando con
su novia bastante (o con las dos, el muy cabr�n).

Pero un poquito despu�s estall� de placer, soltando un
alarido incre�ble. Estuve como medio minuto o as� soltando leche sin parar. Yo
tambi�n estaba como Sophie, en �rbita. Tan s�lo cerr� los ojos y dirig� mi polla
hacia ellas. Cuando termin�, lo primero que vi fue a John con la boca abierta,
sorprendido, de tanta leche que yo hab�a soltado. Mir� hacia ellas, las puse
perdidas de lefa. Se ve�an rayas blancas desde sus melones hasta su cara (claro,
y sin contar el que se han bebido). Me sent� en el sof� exhausto, con mi verga
incre�blemente dura; que no se me baj� hasta un cuarto de hora despu�s. Tiempo
que m�s o menos tardaron las dos hermanas en lamerse mutuamente la leche vertida
sobre sus cuerpos de zorritas. Y a�n les sobr� tiempo para mamarnos nuestras
pollas por �ltima vez para quitarnos los restos de corrida que hab�a en ellas.

Llegamos a casa a las tantas de la ma�ana. Nuestros
respectivos padres (l�gicamente ya hab�an llegado de cenar, hab�an estado
esper�ndonos). Al ver a Sophie un tanto mareada de lo que acababa de hacer; y
yo, tambi�n algo mareado (y con la verga que me dol�a un poco); nos echaron la
bronca de haber estado bebiendo, tal y como les dijo Jennifer (una excusa,
claro; no era la bebida lo que nos hab�a puesto mareados); aparte de la de
llegar tarde.

Subimos las escaleras al piso de arriba, donde estaban los
cuartos; ellas dos delante m�a, lo que me permit�a ver sus partes �ntimas, algo
manchadas de flujo vaginal; y el culo se Sophie todav�a dilatado. Les di unas
palmaditas ah� a las dos; me contestaron con una sonrisita de zorritas. Entramos
cada uno en su cuarto.

El d�a siguiente no hace falta ya explicarlo... dormir,
dormir y dormir...

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