Celos, amistad, diversi�n, amor y odio (un poquito) en la
discoteca. III.

Juan entra en la cabina del disc-jockey y d� un poco m�s de volumen; como esa
canci�n me gusta mucho, empiezo a bailar y canturrear: Bye-bye piccol�sima
dama...

Mientras estoy movi�ndome como hace David en la coreograf�a, un chico como t�
de alto (1�74), de pelo rizado corto casta�o, ojos verde oscuro y bastante
gordito se acerca a m�; empieza a bailar conmigo y al terminar la canci�n me da
la mano y me dice:

Uyy!. El mir�n del jard�n.

Estoy a punto de pegarle una bofetada e insultarlo, pero llego a la
conclusi�n de que �l no tiene la culpa de habernos visto; la culpa fue nuestra
por follar en un sitio p�blico.

As� pues con una sonrisa de simpat�a le digo que me llamo Pili y que estoy de
viaje de fin de semana con mi nov�o. Diego me dice:

Voy a responder a ese comentario, pero en ese momento suenan los acordes del
bolero "Si nos dejan" y escucho una suave voz que me dice:

Con delicadeza, noto por detr�s unas suaves y grandes manos que me abrazan
por la cintura. Giro mi cabeza y veo el hermoso y atractivo rostro de Pelayo;
siento mi coraz�n latir muy fuerte y con un suspiro de emoci�n digo "s�".

A su lado soy tan bajita que parezco un habitante de Liliput frente a
Guilliver...

Estoy muy nerviosa y por eso no me atrevo a mirarlo, bajo mis ojos, pero �l
cogi�ndome por la barbilla levanta mi cara y clavando sus maravillosas pupilas
en las m�as, exclama en un susurro:

Lo miro intensa y profundamente y le dedico mi sonrisa m�s dulce. S�lo para
�l...

Mientras bailamos el tiempo parece detenerse; me abraza muy fuerte y acaricia
suavemente mi espalda. Se pega mucho a mi cuerpo y al notar sus m�sculos tan
duros vuelvo a estremecerme y siento como se eriza mi piel. �l me pregunta:

Le respondo con voz apenas audible que no; al o�r esa negativa frota mi brazo
izquierdo y al ver el tatuaje del delf�n dice con una sonrisa:

Ufffff!. Que me muero...

La canci�n est� a punto de acabar.

Sin poder evitarlo miro sus labios, luego sus brillantes ojos y de nuevo esa
boca tan apetecible; saco la punta de mi lengua y me mojo mis labios, �l observa
estos gestos de seducci�n �prometo que no son intencionados, me salen de forma
natural- y acerc�ndose a mi oreja exclama:

Muevo la cabeza en gesto afirmativo y le digo que no pretend� molestarlo.

Suena la �ltima nota y al ir a separarme de �l, me dice:

Con gran pesar le digo que no podr� volver a hacerlo porque t� llegar�s
dentro de un rato y si me ves bailando con otro (y que decir si me pillas en
brazos del director) te pondr�as hecho una fiera...mientras digo esto recuerdo
lo que pas� en la calle con el alba�il. �l me dice:

Ostras, pedr�n!.

Me d� un beso en la mano y con una p�cara sonrisa me dice:

Nos separamos y se va hac�a un peque�o escenario cubierto por un tel�n de
color dorado.

Juan y Ana que tambi�n han estado bailando se acercan a m�, y ella que es muy
observadora me dice:

Me r�o a carcajadas y se�alo a Juanito mientras le digo: "y t� qu�?",
-d�ndole a entender que su chico tambi�n es muy guapo-; ella le d� a Juan un
piquito y yo sonri�ndo exclamo: "vivan los nov�os".

Ana deber ir a recepci�n, pero antes de hacerlo me pregunta:

Como no dice nada m�s, le pregunto que le pasa a esta chica?. Responde muy
brevemente:

Vaya, otra "rival" para m�!.

Me fijo en Yolanda; es una chica joven �le echo veinte y pocos-, guapa y
"fina" es decir con un buen tipo (unos cent�metros m�s alta que yo), media
melena rubia, ojos grandes �no veo de que color son, pero seguro que claros- y
muy bronceada. Muy "mona".

Exactamente no tengo envidia de ella porque (y lo digo con toda humildad) yo
tambi�n soy maja y me quiero mucho, pero siento celillos. No lo puedo evitar...

Le pregunto a Ana si entre ellos hay algo serio?. Me responde:

Le voy a decir que no coqueteo...que me gusta�s los dos, pero no digo nada
porque Matilde se acerca y me dice:

Ana aprovecha y se despide; Juan la coge de la mano y dice:

Le digo que s� y que mientras me comer� el banana split.

Matilde y yo nos dirigimos a una de las numerosas mesitas redondas de formica
color negro y nos sentamos en unas butacas de semi piel rojas. La discoteca es
un local muy amplio lleno de luces de colores.

Al fondo hay una barra de bar y en la zona central est� colocado el
escenario.

Cogo la mochila y saco el postre; mientras lo hago le digo que �ngel, el
camarero se lo pidi� a Paco expresamente para m� y que de "propina" le debo un
baile. Ella sonri�ndo me dice:

Con una carcajada de simpat�a le digo que lo tendr� en cuenta cuando vaya a
la cabina a selecciar canciones y as� mismo le pregunto cu�l le gusta a ella. Me
responde:

Mientras ella la canta (muy bien, por cierto) yo le toco, a mi manera las
palmas.

Le voy a hincar el diente al banana en el momento en que Carlos aparece y
dice:

Ella se levanta y gui��ndome un ojo me comenta:

�l se sienta a mi lado �en otra butaca enfrente m�a- y me pregunta en
gallego:

Le agradezco su p�ropo y le digo que te quedaste cenando, pero ahora
vendr�s...

Veo mi reloj: las once menos cinco de la noche.

Le pregunto, mientro como que cu�nto tiempo lleva en Mallorca. Me responde:

Sigo interes�ndome y le pregunto en cu�l y con un gesto de indiferencia, me
responde:

Sonr�o y le sorprendo diciendo que s�, que este hotel est� recientemente
reformado, que ahora tiene la fachada naranja (esta ma�ana cuando fuimos a
visitar a Carmen lo vi:; est� justo al lado del Pub Maxim�s) y que tambi�n es de
4 estrellas al igual que �ste. Me dice:

Estoy a punto de contarle sobre mis 21 a�os de vida en El Arenal, cuando Juan
se acerca por detr�s y dice:

Le digo que de acuerdo y me despido de Carlos con un "Ata Logo!. - Hasta
Luego"!.-

Continuar�...

Queridos lectores, a �ltima hora he decidido estructurar este 14� cap�tulo en
una cuarta secci�n para que no os resulte muy largo de leer.

Espero que este "cambio" no os moleste.

Besitos y gracias por vuestra paciencia.