Hola amigos, mi nombre es Kharlo y voy a contaros lo que me
sucedi� hace un par de meses. Os recomiendo mis relatos de "El Estudio", se
pueden leer con anterioridad o acto seguido del presente... con muy
complementarios.



Tengo 44 a�os, soy rubio, mido 1,75, 65 Kg. de peso y soy pues de constituci�n
delgada. Soy de Barcelona, aunque voy trabajando en diferentes sitios. Mi casa
est� en un pueblito cerca de la ciudad y mi estudio en pleno centro. Esther es
morena, ojos verdes, 24 a�os, de estatura media 1�65 m, con buen pecho de 105 cm
y algo gordita.



Como trabajo en Barcelona y ella baja a estudiar, tomamos el mismo tren por la
ma�ana y bromeando, nos hemos hecho amigos. La invito a tomar caf� o ella a m�,
y bromeo distendidamente con ella siempre que la veo y me recreo bastante en
ella (su cara, sus ojos y todo su cuerpo).

He notado que ella se arregla un tanto m�s y que va viniendo
m�s temprano, para que coincidamos m�s rato antes de tomar el tren. Se le nota
bastante que le caigo bien y hasta cuando la saludan sus amigas y algunos
compa�eros se las ingenia para quedarse libre de ello y tomar el tren junto a
m�.

Algunas veces bromeamos con irnos a la casa de la playa de
Castelldefels (es de sus padres) y pasar el fin de semana, brome�bamos pero en
su cabecita no era s�lo una simple broma y prueba de eso es que hace poco as� lo
hicimos. Ella lo saco medio en broma, pero se fue haciendo a la idea y le gust�
m�s de lo que ambos pod�amos suponer.

Y ella de alg�n modo, lo fue preparando para que sucediera
eso y bajamos la tarde del viernes 3-12-2004 para pasar unos d�as (concretamente
enlazarlo hasta el martes o mi�rcoles d�a 8 de diciembre). Juntos, llegamos y
paseando not� como ambos sonre�amos mucho; especialmente cuando subimos desde la
playa.

Esther se qued� preparando la comida, su imagen as� conmigo
es como una prima de amor, como el roc�o matinal que se extiende por todos
sitios y me hace realzar su personita. As� me siento hacia ella, con el mismo
sentimiento que si fuera ya su marido. Y por eso, mientras que ella trasteaba
con los fogones, el microondas y sacando y cerrando las puertas de los armarios
decid� ir a comprar vino y unos refrescos.

Entonces ella y yo empezamos a sintonizar m�s y m�s y subimos
el umbral de la aventura y quitarnos los fantasmas de otras personas, del mismo
modo que t� quitas la arena de la playa y era evidente que nos not�bamos
cambiarnos en nuestra manera de ser. Y ella luc�a un pantaloncito y un jersey
muy llamativo y de colores abstractos. No pude ni supe dejar de imaginarla en
ba�ador y sonre�rme al mirarla y al sentir ganas de estar con ella en la playa,
tomando el sol a solas; ahora que hay tan poca gente que baje a la playa.



Bromea durante toda la cena y hubo insinuaciones y miradas, pero sobre todo hubo
un entendimiento llano y sinceridad en saber que todo es un preludio y que no
hay prisas en �sta primera cita. As�, hermanados como c�mplices y aspirantes a
amantes nos encaminamos a asearnos, duchamos y limpiamos los dientes.

Al poco entramos por turnos en el aseo y no cejo de
imaginarnos e intuirnos juntos en la habitaci�n y me dijo que entraba ella
primero a ducharse o s� no me importaba que entr�ramos juntas para ir m�s r�pido
ya que la comida estaba casi lista. As� que claro, aunque hablamos con cierta
naturalidad tambi�n hay cierta turbaci�n y entramos al rol de vivirnos en estos
instantes que estamos por primera vez tan cercanos y con nuestras personas tan
juntas; con promesa de sernos uno del otro...



Esther sabe que soy un tanto bohemio, libertino en la intimidad y hemos
conectado hablando y dice que se siente muy bien conmigo y que la entiendo y la
entiendo mucho. No he intentado evitar nada y ella es testigo de ello y de mi
forma de atenderla e interesarme por sus cosas; as� que claro se va sintiendo
m�s c�moda y al entrar en el ba�o hace una velada insinuaci�n a que ha pensado
en estar conmigo, desde hace varias semanas.

Me dice que ya va a desnudarse, pero que no pude evitar
mirarla y es m�s me gusta que ella sea consciente de todo y que no haya protesta
en esa su manera de decirme el t�pico ���ehhhh..., Khar-looo!!!; cuando ve que
entro mientras se distribuye el "gel jabonoso por su piel", porque as� le gusta
pon�rselo, m�s que si lo hace con una esponja.

Somos primero amigos, mas ya somos algo m�s jejeje, es algo
que los hechos y la naturalidad de estar as� van confirmando y vamos d�ndonos.
La miro y la deseo, aunque esta gordita, tiene un cuerpo bonito y me llam� la
atenci�n su bello p�bico que contrasta con el hecho de que sus piernas y axilas
estuvieran totalmente depiladas. Me extra�a eso, ya que en una ocasi�n me dijo
que le gustaba ir totalmente depilada y as� le gustaba m�s y le excitaba mucho
sentir que un amigo la tomaba totalmente.

Hablando mientras se seca, llego a saber que se ha ido
dejando el bello crecer, desde esos meses que nos conocemos y que lo hacer para
sentirme m�s suyo y poderme ofrecer su intimidad y que sea yo quien vera
primeramente su pubis reci�n rasurado... Con eso, no tardo en ir a por la
brocha, que he colocado hace un ratito en el armario del aseo y tomar la crema
que he tra�do... (oportunamente... eficaz... y �til... en estos momentos)

La miro, y le digo que las promesas se cumplen y no se
demoran tanto, adem�s ahora tenemos una magnifica ocasi�n para inaugurar nuestra
felicidad. Si, le digo felicidad porque ambos estamos felices, y casi hay un
tono embriagador y de dulce encantamiento en el c�mo le digo esas palabras y en
como tan atenta y en como se la ve tan traviesamente mientras mueve sus ojos al
comp�s que me las escucha y se me sonr�e y me muestra tom�ndose con sus manos y
ofreci�ndose como una ni�a que ha guardado un regalo precioso de su intimidad...
para d�rmela.

Desde ese momento estoy ya plenamente convencido de que
siente un profundo y fuerte enamoramiento. Ella es plenamente consciente de que
nos estamos dando una alianza de amor. Esther, ya hace todo lo posible para que
sus gestos confirmen lo que sus labios me hablan y mis ojos la puedan ver tal
cual se siente, sabe que ya es una mujer que se da sinceramente.

Esther hacia m� viene, voluntariamente como un todo de
s�plica de amor, entrega y deseo de tenerme, de sentirme abrazado a ella tal
como ha deseado y sentido tantas veces pensando en mi, tal como lo hace a solas
en su cuarto, en su cama y al duchar, al desvestirse y al ponerse sus ropitas. Y
como me siente a veces hablando con sus amigas o en una clase, pero
especialmente como me empez� a sentir estando conmigo.

Es algo que me lo hizo saber, al poco con su mirada mientras
la hice sentar y le moje con mi mano y escurriendo la ag�ita de la esponja en su
chichita, entre sonrisas que salpicaban de alegr�a nuestras caras, o�dos y ojos,
en todo lo que nos decimos.

Me pregunt� que si hab�a tenido sexo �ltimamente con alguien
y le dije que s�, a lo que se entristeci� y le dije seguidamente que con ella,
en mis sue�os y en todos m�s pensamientos, que sent�a su persona en mi ser y que
ya que tengo un juguetito entre mis manos, al que le voy a poner crema que si
ella siente que cierra los labios de su boca y los muerde; si mientras le hago
lo propio con mi mano en su conchita y se los froto suavemente, luego con mas
intensidad.

Y al poco voy y le hundo un tercio del dedo y se lo paseo por
encima, por el surco de los labios y me lo humedece con unas gotitas de su roci�
de amor; se nota su fluir entre la espuma que s� hab�a formado previamente.

Y utilizo mis dedos para repartirle esas gotas, que obran en
mi como un elixir de amor y que con mis yemas utilizo para masturbarla y sentir
mi lento turbarme de sensaciones. Ella me dijo que me quer�a, que me siente como
su marido y que quer�a todo conmigo. Todo, que solo le apura tener sexo anal y
eso me aclar� que era porque ella nunca lo hab�a hecho aun. Que no sab�a si
podr�a resistirlo y que cre�a que le iba a doler.

Entonces le dije que eso, suceder�a cuando (le met� dos dedos
hondamente gir�ndolos y siguiendo rasurando con la cuchilla como una pala. Es
una cuchilla que llevo en mi m�quina, dentro de su estuche y que la hago mover
como una pala y va desbrozando de porciones del bosque de su tri�ngulo dorado
�ntimo. Ella siente, el placer y la sensaci�n de cierto reparo a moverse y que
la pueda cortar. La noto tensar los m�sculos de sus muslos (si tensa los gemelos
de las piernas) y respira fuerte y secamente y hace un ruido de resoples de
placer.

Ella me toma de mi cabeza, me estira el pelo y me pide que le
ayude a que dure m�s, desea sentirse acompa�ada y entonces presto atenci�n a
hundir 3 dedos, los dos que estaban dentro y unos dedos, con los que estir�
hac�a arriba y utilizaba al comp�s la maquinilla afeitadora que trabajaba su
triangulo tan afiladamente cual si fuera mi m�s preciado juguetito.

Todo contribuye a disparar su libido y a hacerle probar un
conjunto de cosas que no ha sentido nunca jam�s. Fui, demorando y hundiendo y
notando como se moja y se contrae su vagina cual si fuera la singular habitaci�n
de esos tres dedos hu�spedes. Y la noto expulsar el aire, y gemidos mezclados,
en empuje continuo, con arranques que reinician su placer en una secuencia de
subida de escalera de pasi�n (con descansillos y escaladas pronunciadas).

Mir� mi maquinilla bordeando su capuch�n y lo fui remarcando
y as� lo deje cual maleta o cofre de tesoros que destaca en un campo labrado y
al terminar volv� a empapar la esponja y se lo apret�, lo hund� y frot� con la
mu�eca y cog� con los dos abrazos de mis labios y desde ese instante empez� a
salir en contenido de mi maleta del campo labrado. Se lo sorb� fuerte y la mam�
y entre mi labio inferior y la lengua. Luego entre el labio superior y mi lengua
tensada al m�ximo, como un m�sculo ejercit�ndose en un gimnasio.

As� sent� erectar su bot�n de amor y los gritos empezaron a
escapar entre las paredes y losas en el cuarto de ba�o. Fue muy fuerte su
corrida y echamos el sello de una enorme corrida, pues totalmente libre del
riesgo de cortarse y as� ofrecida y inmaculadamente desnuda de su "concha" con
las dos valvas abiertas y su inquietud disparada se puso en el borde y empez� a
sentirse como la iba haciendo notar mi chule�rmela viciosamente, contra la boca
de sus placeres y sintiendo mis labios entrarle a ratos... Me daba empujones de
su pubis y concha sobre mi boca y cara, y se me frotaba fuertemente.

All� estaba yo con mi amante totalmente desnuda, rasurada y
entregada y esperando a que le metiera mi juguetito, mi mango de amor por
delante o incluso por su culo para ver tal cual la hago feliz, present�a el
calor de una acometida de mi parte.. La requer�a, era una felicidad plana
amatoriamente entregada y ella se da totalmente, con cuerpo y mente, hasta que
todo su ser me imploraba... ser llenada de forma inaplazable.



Cuando salimos de esa compulsi�n, me empec� a excitar de una manera incre�ble,
me temblaban las piernas y me apetec�a m�s y m�s prolongar nuevamente esos
momentos que comerme a mi amante y no pod�a aguantar mucho rato m�s. �Yo estaba,
uuuufff...! �C�mo est�bamos, de excitados! Me reconoc�, entre un tiovivo de
sacudidas de mi alma, aceleraciones de mis deseos de tomarla. Y, ella not� como
la deseaba y se apoy� primero en m� algo torpemente al principio, pero luego la
ayud� y agarr�ndose con m�s firmeza, se coloc� tomando base en el dep�sito de la
taza del water. Se gir� un poco y luego un tanto m�s y con una mano, luego con
las dos se agach� y se me abri� me mostraba ofrecidamente su culo...

Me dijo no ceses ahora, por favor deja que venga Kharlo y
llega conmigo; necesito sentir tu "pene" notar mecerme y a ti conmigo met�rmelo
un poco, luego quiero sentirte m�s fuerte y saber como es notar tu manera de
ensartarme. As� ahora, abierta y temblorosamente inm�vil all�.

Mi ni�a, quer�a notar mi sable entrarle en su culo abierto. Y
yo me excite much�simo, as� tan expl�citamente salida y viendo como le
sobresal�an sus labios de su co�o "recientemente depilado" y d�ndome su culito
virgen, implorando de m� para que se lo partiera con mi juguete de sable de
carne (quer�a un tocado �ntimo y fuerte). Lo note al palparle el vientre y
acariciar sus costados y sus pezones endurecidos. Mi "pen�" me lo empap� bien
con sus jugos y luego lo mezcle todo bien de saliva de su boca y de la m�a.

Empec� con un dedo a dilatarle, a tensarle el m�sculo de su
orificio tensado. Pues sus manos me dejaban explorar y notar ese borde de carne,
que tras unos instantes me engullo sin problemas. Sent� mi dedo entrar en su
t�nel y la vi ladearse y mirarme al met�rselo un poco m�s de medio dedo. Miraba
y ella con la boca abierta, un poco babeante y respirando y cimbreando su talle.
Si pero no me dec�a nada, su cuerpo si que me hablaba y ped�a seguir siendo
explorada.

Lleg� mi dedo a la empu�adura y lo gire, resbalaba del
aceitamiento interno de su mucosa y sus paredes me apretaban, en un descontrol
de expectante ansiedad y sabores nuevos. Y al poco le estiraba su boca trasera,
digo boca, porque me mord�a el dedo y lo dejaba salir para apretarse al sentirlo
dentro.

Al poco rato se sent�a bien y me hizo un gesto con su cabeza.
Lo interpret� como deseo de m�s intensidad, y le hund� un segundo dedo. As� que,
segu� maniobrando con ese dedo.. Hasta que empez� a entrar, le cupo bien entero,
y con menos problemas que el primero.

Esther, se hab�a relajado y eso fue que al no sentir dolor,
se abri� mas de piernas y bajo mas su cuerpo y la hizo empujar a darse m�s, lo
que note en como se empez� a mover. Le empec� a girar los dedos dentro y a
frotar sus paredes y not� como con una mano se estaba estimulando su cl�toris, y
a ratos entraba en su "CHOCHITA".

No pregunt� si le dol�a, ser�a ser ciego, no saber que no le
molestaba. Dijo que acariciara un poco, empec� a tocarla en todos los rincones y
lugares que abarcan mis manos. Me puse hasta encima de ella y en mi excitaci�n,
que casi era infinita, por lo caliente de aqu�lla situaci�n. No pod�a negar, que
el momento me arrastraba consigo y no pod�a negarle algo m�s; as� que empec�, a
separar dos dedos de la otra mano y a meterle dedito a mi entregada amiga,
enseguida la not� arquearse y vibrar con mis dedos dentro de su co�ito.

Se puso a cabalgar qued�, chillando y la sent� como tensaba y
destensaba; se arqueaba y doblaba sus rodillas y tras un momento de tensi�n
extrema y de quedarse en vilo; empec� mover ambas manos m�s r�pidas, pero
altern�ndolas y sacudi�ndose mas libremente y ni temor; sus latidos repicaban en
sus sienes, y sus sienes me dec�an sigue m�s r�pido, dame m�s fuerte. La sent�a
muy m�a, hasta que toda ella gem�a de placer y su cuerpo se mov�, persiguiendo
una gran ola, y note como "una Tsunami" (ola gigantesca de un maremoto de
placer) ven�a y de forma cada vez fuerte la arrasaba en placeres fuertes. Y se
azotaba, entre olas de un orgasmo brutal.

Al sentirla as�, y dada mi excitaci�n la hice medio
incorporarse y le encaste, primero mi pene entre su co�ito, lo lubric� r�pido y
ella misma. Se lo introdujo en su culito, d�ndome unos apretones fuertes y
pidi�ndome tenerme as�, sin moverme. Y de repente me vine, dentro de ella. As�,
sin moverme era excitante verla como acompas� sus besos de amor, mediante
�sculos de su anito.

Y casi dimos un salto, al llegarme las sacudidas de leche y
verterme en ella, era sentir de repente como nuestros placeres se llamaron y se
tornaron llamas entrelazadas. Y dio un placer exquisito, fuerte y blandamente.
Mientras mis manos esculpieron su cuerpo desde su pubis a su vientre y pechos,
llegando al cuello y cara. Le mord� los hombros y la arista de carne que une el
hombro y su cuello. Le lam� el codo, me tense.... varias veces y le hund� dos
dedos.... dentro de su vagina, luego mi mano hizo, y me sent� fuera de m�...
Ella era a la vez dos puertas de placer y el sabor de su piel quedo gravado para
siempre en mi.



Nos aseamos, duch�ndonos calmosamente, con agua tibia y nos fuimos a beber algo,
y sin m�s nos metimos en la cama... DORMIMOS JUNTOS; SINTI�NDONOS
TRANQUILAMENTE, SUGESTIVAMENTE.

Este fin de semana ser� inolvidable...



Kharlo