Un deseo superior a mis miedos me invade la conciencia y no
frena mi atrevimiento de dar un paso extra�o en mi mida. No estoy seguro de lo
que me espera detr�s de esa puerta, ni si quiera se si hay verdad en todo esto,
o es una broma. Pero llevo una excitaci�n muy elevada, y una voz me repite la
misma frase. (Puede ser la �nica oportunidad de probar eso que tanto deseo).
Toco el timbre y espero tranquilo corrigiendo la expresi�n de
cague que llevo, ese tormento de verg�enza que me acompa�a para dejarme en mal
lugar.
Voy�- Una voz suave responde al sonido del timbre.
Pronto se abre la puerta a ritmo de mi coraz�n que casi se
sale del pecho para tropezar con una bella chica oriental.
Soy Vladi, no se si se acuerda de mi entrevista en la
web.- Respondo milagrosamente nada mas verla, pudiendo arrancar con unas
palabras que esconde mi timidez.
Ah si, Vladi, que es tu nombre Vladimir,� pasa, pasa �-
Dice la chica mientras se aparta de la puerta para darme espacio para
entrar.
La chica es preciosa, morena de cabellos por los hombros,
esbelta y de estatura agradable. Luce en ese momento una camisa pijama tipo
kimono que le cubre hasta un mini short rojo como la camisa. Tambi�n unas
zapatillas negras con cinta blanca de meter el dedo o zapatillas para la playa,
le cubren unos bellos desnudos pies.
Una vez dentro dejo de mirarla tanto, por si aun no se ha
dado cuenta. Aunque mi mirada ahora se entretiene en la casa, noto en ella que
algo la molesta, y sin todav�a yo abrir la boca, ella me hace un gesto de stop
con la mano y me dice:
Esperadme aqu� de pie que ahora vuelvo.
Le hago cazo y la espero en la entrada de pie mientras me
entretengo observ�ndolo todo en su casa. Y entre mas nervioso estoy mas mir�n me
hago, esto se hace cada vez mas inevitable.
La chica, Yung. Ha desaparecido de mi �ngulo de vista y ya no
se ya donde est�. Solo la oigo revolver cosas por unas de las habitaciones. Esto
me hace pensar que su casa interior es tan grande como aparenta desde fuera. Una
casa muy bonita con muchos adornos chinos. Donde yo la espero hay un mini sal�n
o recibidor que ocupa espacio en un gran pasillo que se pierde en unas puertas
grandes en forma de arco, en el que desde aqu� casi se puede divisar un gran
sal�n con amplios balcones de cristal.
Pronto Yung vuelve con una bolsa.
Vete desvisti�ndote. Dice Yung mientras saca de la bolsa
unos brazaletes y una tobilleras de cuero con una argolla plateada en cada
una.
Me quedo paralizado, y casi prefiero que me repita la
frase, para ver si era verdad.
-�Qu� estas esperando?, mira� si quieres largarte, vete,
pero no me hagas perder el tiempo. Ya hemos hablado ya, de lo que tu vas hacer
aqu� en estos tiempos� � o es que ya te quieres ir?.
No Yung , es que me he avergonzado.
Pues entonces ser� mejor que te largues. Aqu� no tienes
que hacer nada.
No, no quisiera.. �Digo suplicando en mi pensamiento a
que me ayudara a perder la verg�enza. Que no me rechace, que me obligue a
quedarme, dios m�o, �qu� hago?!
Continuar�...