Mientras caminaba por el largo pasillo alfombrado, con sus
impresionantes paneles de madera de roble tallada en las paredes, me parecia que
no iba a llegar nunca al despacho de la Directora. Pensaba como podia haberme
metido en semejante lio, y si asi se sentian los condenados cuando eran llamados
a la sala para oir la sentencia, sabiendo seguro que les iba a caer una buena.
En realidad lo que iba a afrontar era mas bien un juicio que la lectira de una
sentencia� pero no me hacia ilusiones de salir bien librada de esta.
Permitanme que me presente, me llamo Teresa y cuando
ocurrieron los hechos que estoy a punto de relatarles, tenia diecis�is a�os y
ocho meses, y me encontraba interna en un elitista y muy extricto colegio
britanico, el "Internado Sandhurst para Se�oritas". �Qu� como habia caido alli?.
Pues muy sencillo. Mis padres, accionistas importantes del mayor banco con sede
en Bilbao, estaban podridos de pasta, y tenian el mismo espiritu libertino que
Torquemada o el confesor de Franco. Yo era muy consciente de ello, pero con la
inestimable ayuda de mis amigas era experta en dar cambiazo de ropa los sabados
por la tarde, disimular las resacas el Domingo por la ma�ana camino de la
Iglesia, o el uso de las pastillas de menta. Hasta que me pase de lista, por
supuesto. Un finde que se suponia mis padres iban a estar de retiro espiritual,
pille un pedo de agarrate y no te menees en la fiesta de cumplea�os de una
compa�era de colegio.
Y cuando llegue a casa a las tres de la ma�ana, teniendo que
agarrarme a las paredes para no caerme, de la cantidad de cubatas de ron que
llevaba encima, alli estaban ellos�mirandome con la cara de desaprobaci�n mas
rotunda que pueda existir. Tierra tragame. Tras un interrogatorio que no tuvo
nada que envidiar a los practicados por la policia chilena ( sin animo de
ofender, amigos del hemisferio sur , llegaron a la conclusi�n de que un
desalmado debia haberme alcoholizado en una inocente fiesta infantil�. Eso era
mas sencillo que admitir que su hija tenia mayor apetencia por el alcohol que el
fundador de alcoholicos anonimos, claro esta. Yo suspire de alivio�boba de mi.
Incluso me llevaron a un medico para comprobar si�."se habian aprovechado de mi"
mientras estaba borracha.
Al menos seguia siendo virgen, aunque si mis queridos papis
me hubiesen visto tragando sable en el asiento trasero del coche de mi novio les
hubiese dado un derrame cerebral simultaneo. Echaron la culpa a mis compa�eras
de colegio, que si estaban por debajo de nuestra clase social, que si sus padres
habian perdido las buenas costumbres�.blablabla. Yo poniendo carita de pena
creia que me libraba� hasta que decidieron llamar a mi tio Jose Antonio, el
cura. Bueno�.. dire que podria haber reprendido a Torquemada por blando, con eso
queda todo dicho.
Asi que mis padres acabaron con la referencia de un excelente
internado irlandes para "se�oritas discolas o mal influenciadas". Y en menos que
canta un gallo me vi en un avion junto a mi se�ora madre, camino de la humeda
irlanda. Ajjjjj. Patalee, llore e hice pr�cticamente de todo para evitarlo� pero
el cabronazo de mi tio disuadia a mi madre cada vez que ya la tenia convencida.
Creanme, si de mi dependiese le hubiesen caido las siete plagas de egipto todas
de golpe a ese santurron hip�crita, pero todas de golpe.
El lugar era de anuncio publicitario�una enorme extensi�n de
terreno, con un antiguo palacio reconvertido en centro escolar en el centro de
la provincia que parecia ocupar� pistas deportivas, zona para practicar la
hipica, el tiro de arco� ademas de una piscina cubierta climatizada y una
biblioteca en la que si te perdias ya podian organizar una partida de rescate.
Alli me presentaron a la Directora del cotarro, la se�orita ( como iba a estar
casada esa cabrona ) Ernestina. Me hizo la visita de rigor por el centro� y me
creia morir.
Tal vez piensen, �C�mo podia estar a disgusto en un lugar
asi?. Para empezar � por la disciplina. Era como una prision nazi en guante de
seda. Horario estrict�simo para todo, asearse, comidas, deberes, sesiones de
gimnasia, de tutoria, servicios religiosos�. Un relojero Prusiano estaria alli
en el para�so. Y el sistema de faltas�. Perdida de puntos por no hacer bien la
cama, por no presentar los deberes, por incorrecci�n al hablar� la lista de
faltas me la entregaron�. Y parecia el listin telefonico de una ciudad mediana.
Y encima, obviamente, ningun hombre en las instalaciones, excepto unos
jardineros y personal de mantenimiento y establos, ninguno de los cuales tenia
menos de cincuenta tacos. Y las visitas�.cada quincena una� al pueblo.. eran
supervisadas
Yo me decia a mi misma�yo aqu� no me quedo, hare el bestia
para que me expulsen, y asi volver a casa� pero en en Internado Sandhurst eran
unos profesionales, si se�or. Si llenabas el cupo de faltas te llevaban a una
sucursal de colegio�en Escocia. En el culo del mundo en el norte de Escocia.
Alli la disciplina era la misma, la unica diferencia era que alli no habia
"comodidades". Por eso se entendia televisi�n, radio, telefono, acceso a
ordenadores, comida que no fuese la servida en el comedor, beber solo agua, sin
agua caliente, misa 2 veces al dia�.el infierno. Asi que trague saliva y me hice
a la idea de que iba a tener que pasar por el aro de las normas, sino queria
acabar cagando en una caseta en pleno invierno escoces, lavandome la cara a las
cinco de la ma�ana con agua helada y pasando las tardes de los domingos
plantando cebollas, vigilada por una monitora que me sermonearia si no doblaba
lo bastante los ri�ones.
A favor de Sandhurst hay que decir que el profesorado era
excelente, las instalaciones un primor y que, a fin de cuentas, no todo el mundo
puede contar con su caballo personal para las clases de equitaci�n y tal. Me
adapte, aunque habia un problemita� si, ese problemita� la falta de hombres de
menos de 50 a�os. Muy agudos. Yo de bollera nunca habia tenido nada, asi que no
me quedaba ese discreto recurso que empleaban algunas de mis compa�eras.
No crean, lo pense y todo� pero es que yo soy de comer carne,
no pescado. Me procure algo de alivio robando en un descuido del vendedor y de
la monitora un par de revistas eroticas para el publico femenino, en una de las
salidas al pueblo. Pero no conte con que alli se las sabian todas. Cuando volvia
de una clase extra de informatica a mi cuarto para hacer los ultimos deberes y
acostarme� me encontre a dos de las profesoras que estaban haciendo una
inspeccion sorpresa de los cuartos- Asi que me toco esperar fuera, rezando para
que no encontrasen el material bajo el colchon. Si, ya lo se, no era un
escondite demasiado inteligente. Tardaron como 20 segundos en pillarlas. Sin
lugar a dudad, Dios y yo no haciamos muy buenas migas �ltimamente.
Asi me encontre caminado por el pasillo, hacia el despacho de
la Directora. Posesion de revistas guarras, con el a�adido de haberlas pasado de
tapadillo y tenerlas ocultas� no me estra�aria que se enterasen de que las habia
robado, ya que no tenia dinero para pagarlas. Eso como duplicaba el numero de
puntos por faltas para garantizar mi expulsi�n. Notaba la boca seca y un
cosquilleo de terror en la boca del estomago. Ya me veia haciendo las maletas
para Escocia. Si hubiese sabido la que me iba a caer encima�. Hubiese ido
voluntariamente y a patita, incluso descalza.