Despu�s de haber hipnotizado a mi hermana toda una tarde,
hab�a salido de casa a caminar y planear la manera programarla para perder su
virginidad conmigo y convertirse en mi mujer y mi amante.
Hab�a notado ciertos progresos en mis intenciones; ella ven�a
a mi cuarto, se sentaba en mi cama a conversar conmigo, o esperaba a que llegue
en la noche para acompa�arme a cenar, se notaba el inter�s insospechado que
ten�a por m�. Pero yo no quer�a hacerla m�a bajo hipnosis, si no lavarle el
cerebro completamente para que se entregue a m� sin tab�es y sin prejuicios de
ninguna clase.
Una semana despu�s de pensar c�mo hacerle, le not� algo
tensa, estaba preocupada por que se le ven�a un examen en su instituto que era
dif�cil. Aprovech� la situaci�n, le suger� una sesi�n de hipnosis, la cual
acept� inmediatamente, tal como se lo indiqu� la �ltima sesi�n anterior. Le hice
sentarse frente a m�, le tom� de los hombros, los empec� a masajear suavemente
mientras le clav� la mirada.
-D�jate sumergir en la paz, d�jate llevar por el
relajamiento, sabes que te har� bien, sabes que te agrada, t� deseas estar as�,
en ese estado lleno de placidez, verdad.
-S�, es verdad. Dec�a ella pausadamente.
No puedes resistirte, no quieres resistirte, quieres
sumergirte, quieres ser completamente hipnotizada.
Lo que vino fueron sugestiones que iban moldeando su cerebro
a mi modo, la tuve en varias sesiones durante casi 7 horas. La �ltima vez de ese
d�a, le indiqu�.
-Menom�a, en adelante, no tendr�s cohibiciones ante m�, yo
podr� tener acceso a tu intimidad, entrar a tu cuarto a cualquier hora, podr�
verte desnuda sin oposici�n tuya y dejar�s que te mire mientras te cambias, eso
lo deseas con toda el alma.
- S�, lo deseo con toda el alma. Dec�a ella.
-Dejar�s que te acaricie por donde yo quiera y dejar�s que te
recorra todo el cuerpo con mis manos y mis besos. As� tambi�n desear�s
fervientemente ser mi mujer y mi amante, pero siempre dejar�s que yo d� la
iniciativa. �Entendido?
-S�, entiendo bien.
-Ahora despertar�s cuando te toque la frente. Pero te dejar�s
hipnotizar por m� siempre que te lo sugiera.
Le toqu� la frente, ella parpade�, estaba confundida mientras
me miraba, suspir� en silencio y se sonroj�, yo s�lo le sonre� y le acarici� le
busto, cosa que le gust� puesto que cerr� sus ojos y sonri� dulcemente. Sab�a
que estaba avanzando a pasos lentos, pero su mente estaba casi programada para
estar conmigo y entregarme su ser completamente.
Por tres semanas estuvimos as�, yo la hipnotizaba cuando
quer�a, aprovechaba para seguir reduciendo sus inhibiciones conmigo y aumentarle
su deseo por m� agreg�ndole el deseo sexual y las ganas de ser m� y nada m�s que
m�a, adem�s que la sugestionaba a hacer todo cuanto le diga aun sin estar
hipnotizada dej�ndole libertad de decisi�n y voluntad propia ante cualquier otra
circunstancia de su vida cotidiana.
Por su puesto que era as�, ella barr�a mi cuarto, limpiaba lo
que yo ensuciaba y cumpl�a cada cosa que le indicaba, no se preocupaba en pensar
porqu� era eso, simplemente lo hac�a sin preguntar, sin protestar, sin siquiera
hacer comentarios, era sumisa en todo ante m�.
Una noche entr� en su cuarto mientras ella dorm�a, me
acerqu�, la destap� y comenc� a besarle en el cuello acariciando sus partes
�ntimas, ella se despert�, se dio vuelta, creo que quiso protestar, pero se dio
cuenta que era yo, y me dijo con voz tierna.
-Loco, te has vuelto tierno ahora, pero me gusta que me hagas
esto, no s� porqu�, pero me fascina que est�s as� conmigo, me encantan tus
besos, tus caricias, todo, no s� porqu� pero estoy como dispuesta a todo por ti.
-C�lmate, s�lo vine para hacerte una �ltima sesi�n de
hipnosis.
-Ya vale.
Como todo estaba a oscuras, s�lo us� la voz mon�tona. Una vez
en trance le dije.
-Menom�, de ahora en adelante, ya no necesitar� hipnotizarte,
t� har�s cuanto te pida, y cada vez que yo te diga "me perteneces Menom�a", t�
te dejar�s llevar por el deseo carnal y te entregar�s a m� y ser�s mi mujer;
adem�s, s�lo har�s el amor conmigo salvo que yo te d� permiso, lo gozar�s,
recordar�s cada momento que te haga el amor con satisfacci�n y gozo, pero no se
lo dir�s nadie. �Entendiste?
-S�, entiendo correctamente.
La despert� y m e retir� de all�. A la siguiente noche entr�
nuevamente en su cuarto, pero ella estaba despierta repasando sus clases, me
acerqu� por detr�s de ella y le comenc� a besar todo el cuello.
-Qu� haces, loco.
-Tranquila, sabes que ... le acariciaba.
-Qu� cosa se.
-Sabes que te gusta y adem�s.... le apretaba los senos.
-Adem�s qu�.
-Que... pasaba mis manos por sus genitales.
-Me perteneces Menom�a.
Ella s�lo suspir� y se dej� hacer, nos bes�bamos, nos
acarici�bamos, nos apret�bamos.
Nos comenzamos a desnudar sobre su cama. Qu� rico sentir esa
piel suave sin explorar aun, le besaba y acariciaba por todas partes, ella se
sum�a en el placer del momento, lo disfrutaba, empezaba gemir de gozo.
Correspond�a con pasi�n y con ese ardor contenido en su piel. Mis manos
recorr�an libremente su cuerpo y ella hac�a lo mismo conmigo, cuando detuve mi
mano en su vajina, la acarici� y la apret� suavemente, ella suspiraba y gem�a,
lagrimeaba en silencio mientras nuestros labios se fund�an mutuamente, mi pecho
se frotaba con sus senos en un vaiv�n exquisito. En un momento empec� a
penetrarla, ten�a mi pene endurecido por la excitaci�n, ella solamente gem�a y
lagrimeaba a la par que se mov�a a mi ritmo, yo le dec�a que era m�a a la par
que romp�a con su virginidad, sent� esa resistencia natural de cuerpo sin
explorar, pero que se rompi� para siempre. Con mi pene dentro de su ser,
empezamos a movernos con desenfreno, ella dec�a que le gustaba, que no sab�a
porqu� lo hac�a, pero que lo hab�a deseado y que se sent�a feliz de entregarse a
m� sin reservas. Sud�bamos, de pronto eyaculaba dentro de ella a la par que
sent�a su orgasmo, el primero de su vida, arqueada su espalda, dando un grito de
placer contenido. Minutos despu�s saqu� mi pene de su interior, nos bes�bamos, y
nos quedamos dormidos juntos. A la ma�ana, muy temprano me fui a mi cuarto. Al
despertar, la not� relajada y con una expresi�n placentera en el rostro. Yo
sonre�, me acerqu� a ella.
-�Te gust� lo que hicimos anoche?
-S�, y disfruto record�ndolo, no dorm� pensando en cada cosa
de lo que pas�. Me siento totalmente tuya.
Luego, la bes� suavemente y pas� mi mano por su vajina.
-Siempre ser�s m�a.
-S�, solamente tuya.
Desde esa ocasi�n, hacemos el amor regularmente. Comenzaba a
pensar que mi "hermanita" podr�a ayudarme en futuros planes.