Ninguno de los dos se dio cuenta como empez�, pero lo que era
un gustito para dormir termino siendo la mejor relaci�n sexual imaginada.
En efecto, era apenas una ni�a de 10 a�os, cuando mi hija se
acostumbr� a que le haga cari�o a sus piernas y se relajaba con ello. A veces me
ped�a que le haga caricias a su oreja y otras beses que le bese sus piesitos. Se
trataba de una solicitud ingenua y sana, ni yo lo ve�a morbosamente.
Pero ya cuando fue creciendo y a sus 14 a�os aproximadamente,
me di cuenta que sus gustos por esas caricias estaban yendo muy lejos y a veces
me abrazaba y pon�a su cuello cerca de mi boca o se sentaba en mis piernas y me
sobaba el pene.
Un d�a en la computadora, escrib�a unos informes cuando vino
y me dijo Papa puedo acompa�arte... y se sent� en mis piernas.
Al rato me pide que le rasque la espalda pero por dentro de
su polo.
Me percate que estaba sin su peque�o brasier y me ped�a que
le rasque m�s al costado hasta casi llegar a tener contacto con sus intocables
pezones. De repente, me agarro la mano y me la comenz� a besar y me chupo el
dedo como si se tratara de mi miembro dici�ndome. Soy una bebita, dame mi
chup�n...y se re�a tiernamente.
Otro d�a, est�bamos solos y ella que se estaba duchando en el
segundo piso me llamo para que le suba una toalla. Cuando entre, grande fue mi
sorpresa al verla totalmente desnuda y sin ocultar o tapar nada. Trate de no
mirarla directamente pero me busco conversaci�n y me dijo que le daba un poco de
miedo ducharse sola.
De repente se volteo y me dijo que me fije si su espalda
estaba con jab�n. Que linda colita. Ya no pod�a mas. Fue en ese momento que le
dije dame la toalla que yo te seco. Y la comenc� a acariciar y ella comenz� a
gemir d�bilmente. Sin darnos cuenta ella me agarro el pene y me dijo. Papa tu
eres la mejor persona para ense�arme todo del sexo. ..es el momento.
Me desvest� a bes�ndola apasionadamente primero por su
espalda y cuello y luego en la boca, nos desvestimos y la saque cargada desnudos
los dos a su cuarto.
All� comenc� a besarle su tierna vagina y encontrarle su
punto preciso cuando comenz� a gemir fuertemente y gritar �Ahora papi, hazme
mujer!.
No tuve otra opci�n, mi miembro estaba excitado y erecto como
que se iba a reventar y explotaba por introducirme all�, en esa tierna y virgen
tierra.
Met� mi brazo por su cintura y echada boca abajo le comenc� a
introducir mi erecto pene. Ya su rajita estaba totalmente h�meda y lubricada, lo
que hizo m�s f�cil esa primera experiencia. Luego trate de alejarme y escaparme
pero esa ni�a ya convertida en mujer, dejo en mis labios y en mi piel un sabor y
unas ganas enormes de volver a vernos en esa intimidad.
Desde aquella vez, siempre que estamos solos, experimentamos
nuevas cosas y ella me dice que nunca se casar� ni se enamorar� de nadie porque
conmigo disfruta todos los placeres imaginables.
Hoy ella tiene 16 y un cuerpo de sirena que atrae todo tipo
de miradas a mi paso por la calle.
El otro d�a como a las 3 de la madrugada se apareci� en mi
cuarto y de repente me despierto muy excitado cuando la encuentro que me hab�a
sacado la verga y me la estaba mamando.
Esa es mi hija, capaz de hacer feliz a su padre y ser feliz
tambi�n ella.