MI Marido
Bueno, �c�mo est�n? Recordar�n que la �ltima vez que nos
vimos qued� de ir con Angie a la capital para ayudarla en una despedida de
soltero. Les invent� una excusa a mis suegros, les dije que saldr�amos varias
personas de la oficina hacia Zacapa, en donde vive mi hermana Laura, autora de
todas las historias de Garganta de Cuero, con quien supuestamente me quedar�a a
dormir para su tranquilidad. Claro, muy convenientemente dej� mal escrito su
tel�fono por si se les ocurr�a llamarme.
Salimos temprano en el carro de Angie, y llegamos antes del
medio d�a, lo que nos dio el tiempo suficiente para descasar y arreglarnos muy
bien. Era un d�a martes, 3 d�as despu�s de mi encuentro con Braulio y Alma, la
tarde fresca y agradable auguraba una noche similar, ninguna espera complicaci�n
alguna.
Como a eso de las 5, salimos al sitio de la reuni�n, se
trataba de una elegante bar, que pose�a una plataforma para espect�culos. El
lugar era muy discreto, excelente para este tipo de fiestas, aunque aparentaba
ser de lo m�s normal. No estaba muy lleno, de hecho medio vac�o, el martes es un
d�a muy flojo. Solo se miraban hombres de negocios, elegantemente vestidos,
platicando con mujeres sensuales, visiblemente prostitutas por la ropa que
tra�an. Pero lo que me llam� la atenci�n fue el hecho de que el bar no estuviera
alquilado solo para aquello, sino que tuviera entrada libre.
As� quieren esos, son meros taca�os. Pero bueno, no te
preocup�s, que hicieron un convenio con el due�o del bar, nos va a pagar por
el show, y luego ellos por aparte. Es que el que lo organiz� es mi amigo�
ver�s, no es necesario que terminemos encamadas con ellos despu�s� de hecho no
creo tener ganas de hacerlo. Lo �nico que quieren es el show, pues parece que
el agasajado es algo t�mido y no querr� llegar a m�s.
A vaya, es que me hab�a extra�ado.
Tranquilita nena, que soy yo la que lo est� organizando.
Mir�, como no llevo carro le ped� a mi amigo el Perro que me llevara de
regreso, voy a aprovechar para present�rtelo.
�Al fin voy a conocer al famosos Perro de Alquiler!
Si, el tambi�n est� ansioso por conocerte�
Entonces inici� el show, yo me sent� en la mesa del
agasajado, un joven administrador, se ve�a muy educado y algo cortado por el
ambiente, me cay� bien. Me presentaron como una amiga del organizador de todo,
un compa�ero de trabajo algo mayor que el. Como siempre. con el nombre de
Teresa. Por su lado, Angie hac�a las delicias de todos los presentes.
Ella era muy buena, estaba dando vueltas en el tubo de la
pista. Vest�a una falda de cuero gris, hasta los tobillos y de vuelo ancho;
chaleco de zipper, de cuero negro y semi abierto en el pecho, dejando ver un muy
buen escote; guantes negros hasta m�s all� de los codos, y m�scara negra cerrada
por atr�s con un candado. Tra�a adem�s zapatos negros de tac�n de aguja,
bastante altos y amarrados hasta las pantorrillas, el show era algo fetichista.
Luces tenues, iluminaci�n discreta, casi rom�ntica, y Angie
despoj�ndose de su fald�n, mostrando una ce�ida licra roja y con una delgada
tirita en la parte posterior que se le met�a profundo entre sus nalgas.
Lentamente el lugar se hab�a llenado hasta el tope, todos hombres muy bien
vestidos que parec�an venir directamente de sus oficinas.
El ambiente estaba propicio para que se armara una org�a. Las
parejas se encontraban bes�ndose apasionadamente, acarici�ndose sin pudor
alguno. Aquel era uno de esos bares en donde el sexo era com�n. Son sitios poco
conocidos, frecuentados por hombres calientes y mujeres f�ciles. Sitios que no
llaman la atenci�n para no ser tan obvios. Mi amiga ya se estaba abriendo el
chaleco, ense�ando un min�sculo sost�n rojo que comprim�a y apenas lograba
contener sus hermosos senos rosados, tan turgentes.
Muy despacio, mientras daba vueltas en la barra, se revolcaba
y contorsionaba en el suelo como un gusano y se acariciaba todo como la
aut�ntica ramera que era, Angie se despoj� del brasier, quedando con los pechos
desnudos, exhibiendo 2 sexys argollas doradas en sus rosados pezones, no sab�a
que las usaba, de hecho nunca las llevaba puestas. Eran joyas delgadas y muy
coquetas que ella manipulaba, se jaloneaba y lam�a. El p�blico estaba que
estallaba del calor.
La licra tard� poco en desaparecer tambi�n quedando solo con
una delgada y microsc�pica tanguita roja, que no eran m�s que tiras con encaje.
Se la jaloneaba y se la met�a ya no solo entre las nalgas, sino tambi�n entre
sus labios mayores que brillaban intensamente rojos por la excitaci�n que esa
puta ten�a. Tambi�n me calent� a mi.
Ahora ven�a la parte en la que yo participaba�
Como parte del show, ella se coloc� con lujo de coqueter�a y
lujuria un collar negro para perro, con clavos platinados, y su correa. Se
coloc� en 4 patas y gate� por la pista. Los hombres de seguridad luchaban por
contener al mont�n de calenturientos que reclamaban a gritos a esa mujer.
Entonces yo fing� salir espont�neamente de entre el p�blico y Angie me invit� a
entrar a la pista en ese preciso instante, tendi�ndome la mano. Y los que
estaban en la mesa aplaudieron emocionados, y todo el p�blico tambi�n.
Angie me tom� de la cabeza y me plant� un largo beso,
profundo, con lengua y todo. Las 2 cerr�bamos los ojos y lo gozamos
intensamente. Todos me gritaban "dale morenaza, dale". Debo decir que me siento
muy orgullosa de mi f�sico, y en aquellos d�as no era la excepci�n. Piel morena
clara, cabello ondulado negro, ojos caf�s y rasgos hermosos, mis medidas no son
muy grandes por arriba, pero si por abajo: 80, 61, 99, una mujer infartante.
Las 2 hembras nos manose�bamos, calientes, �vidas, lo
disfrut�bamos mucho. Bail�bamos en la pista muy sensualmente� bueno, en realidad
nos restreg�bamos, y todo el bar nos gritaba y chiflaba, ped�an m�s acci�n,
mucha m�s acci�n� y nosotras se las dimos.
Me puse a bailar de espaldas a amiga, que me manoseaba
pasando sus manos sobre mis senos, estruj�ndolos y apret�ndolos, devor�ndome a
besos. Nos sentamos en una silla que se hab�a colocado estrat�gicamente en la
pista, Angie me met�a las manos entre el escote y logr� sacar uno de mis senos,
prendi�ndose a el con pasi�n, era como si quisiera arranc�rmelo con los labios.
Yo, estando de pi� de frente a ella, cerraba los ojos y sonre�a feliz, para
luego besarla e ir bajando con los labios poco a poco. Pas� por su cuello,
lami�ndolo y chup�ndolo. Luego por sus senos, en donde volv� a parar a lamerlos,
chuparlos y mordisquearlos, jal�ndole las argollas de sus pezones. Sus gemidos
no se pod�an escuchar por la m�sica del ambiente, pero gem�a fuerte. Continu�
bajando hasta llegar a sus genitales, en donde me arrodill� entre sus piernas
abiertas, separ� sus labios y le pas� la lengua encima, chup�ndola y lami�ndola
all� mismo, frente a la vista de todos, sin el menor recato.
Y yo que siempre hab�a querido ser una mujer fiel y
conservadora, ahora me convert�a en una gran chupapusas. Pasaba mi lengua entre
la mojada y lubricad�sima raja de Angie, meti�ndola lo m�s que pod�a. Logr�
apoderarme de su cl�toris con los labios y la transport� hasta la estratosfera.
Su orgasmo calent� m�s todav�a al p�blico.
Mi amiga me quiso devolver el favor y me comenz� a tocar por
todas partes. Sac� mis chiches de su blusa escotada y me la quit�. Prendida a
mis pezones, me baj� lentamente el pantal�n de lona y me dej� en un coqueto
calzoncito blanco con encajes rosados p�lidos. Le abr� las piernas en un obvio
mensaje, y la puta de mi amiga lo entendi� de inmediato, se arrodill� a mis pies
y entr� con la lengua al frente. Meti� sus manos entre las c�lidas capas �ntimas
de mi sexo, introduciendo sus dedos entre mi m�s que caliente raja. Comenc� a
gemir del placer, r�pidamente los movimientos comenzaron a ser de mete y saca, y
la diestra lengua de mi amiga surti� efecto. Estall� en un orgasmo que no
intent� disimular en lo m�s m�nimo. Gem� y grit�, mientras gruesas gotas de
sudor resbalaban por mi frente.
En cuanto me calm� un poco, tom� una copa con Angie y brind�
con ella por nuestra amistad y por esa noche, tom�ndome de un solo el contenido.
Luego brind� con mis acompa�antes, por la felicidad de nuestro joven agasajado.
Despu�s del espect�culo, fui a ver a Angie a los vestidores.
Mir�, los muchachos quieren que los acompa�emos a bailar.
Mmmm� no s� vos, no s� mi amigo tiene algo, tiene cara
como que se quiere morir y no es cansancio� and� tu si quer�s�
�Yo sola con los 3?
Ellos son confiables, todos unos caballeros, te aseguro que
no te har�n nada que no querr�s�
Bueno. � decid� irme con ellos, un dinero extra no me ca�a
mal.
Pero en medio de la disco, mientras bailaba con uno, sent� mi
celular vibrar entre mi pantal�n. Lo tom� y vi que se trataba de Angie. Me
disculp� un momento con mis acompa�antes y sal� a contestar.
�Al� Angie, qu� pas� ?
Lucy� Lucy� � su tono triste y preocupado me preocup� a mi.
�Angie, pas� algo?
Luc�a, no me pregunt�s como es que lo s�, no me pregunt�s�
tu esposo Arturo, te vio en la pista esta noche.
�Eso no puede ser posible Angie! �El no pudo, no!
Estaba all� Luc�a, llamalo, creo que tienen muchas cosas
que arreglar�
Me puse a llorar como una desesperada, uno de mis
acompa�antes se preocup� y me pregunt� que qu� ten�a, obvio, no le cont�, solo
le dije que eran problemas familiares. Les ped� que me llevaran a la casa de mi
hermana Majo, que se asust� al recibirme, solo le dije que andaba en con mi jefe
y unas compa�eras y que se pusieron bolos, as� que ped� que me dejaran con ella.
No quise ir con Arturo, continu�, porque se habr�a molestado mucho.
Pero antes de llegar con ella, paramos en un tel�fono
p�blico, a orillas de la carretera y llame, marqu� el n�mero del que, por muchos
a�os, hab�a sido mi hogar, mi dulce hogar.
Al�
Al�
�-�
�?� �Al�?, �Arturo, amor?
Hola�
Hola mi vida� �c�mo te va? � qu� pregunta tan est�pida.
Bien� � minti� sin duda � �y a ti?
Pues� all�, bien tambi�n�
Qu� bueno�
Si�
�
�
�
Te extra�o, quiero verte�
Mmmm�
�y es que, Arturo, quiero hablar contigo� tenemos que
hablar�
Continuar�
Garganta de Cuero
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