Mi nombre es Sandra y tengo 34 a�os, soy una mujer com�n y
corriente, ama de casa para mas se�as, casada desde hace cuatro a�os con
Gonzalo, un sencillo empleado p�blico, vivimos una vida com�n de gente clase
media-baja, sin grandes historias que contar, pateando siempre la vida, ambos
somos de tez clara, mas o menos de la misma estatura, como 1,72 mts., de buen
ver, pero como les dije, f�sicamente somos gente com�n, y somos gente com�n
incluso en nuestra vida sexual. Pero lo que les voy a contar cambiar� para
siempre esto.
Fue una tarde cualquiera. Yo estaba haciendo mis quehaceres
del hogar, cuando Gonzalo lleg� a casa, un poco mas temprano de lo usual, yo
estaba con una blusita amarrada a la cintura y unos shorts de jeans bastantes
ra�dos, que dejaban ver parte de mis nalgas, como dije estaba haciendo mis
oficios, en la cocina.
Hola mi amor, �llegaste ya?- le dije desde la cocina.
Si, traje un par de pel�culas, las que te recomendaron �me
dice desde la sala -el encargado te las ten�a apartadas, el tipo de la
videotienda.
Ok, papurri, ahorita las vemos.
Tr�eme una cervecita mi amorcito, �ah! Y prep�rate unas
cotufas ah�.
"Ya est�, �ste g�ev�n me v� a poner de sirvienta", dije, para
mis adentros, no era gran cosa lo que me ped�a, total, �bamos a ver unas
pel�culas, pero la verdad me sent�a algo cansada, hab�a limpiado la casa todo el
d�a y luego me hab�a tocado ba�ar a nuestros perros, Bart y Jack, dos hermosos
pastores alemanes, uno marr�n y el otro negro, nuestros orgullos a falta de
hijos.
Gonzalo tambi�n estaba un poco cansado, se acomod� en el
sof�, se quit� toda la ropa y el calzado, quedando en interiores, puso de una
vez una de las pel�culas en el V.H.S. al poco rato me le un� con un "pack" de
cervezas y unas cotufas, nuestros perros estaban echados en le piso, durmiendo.
Nos pusimos a platicar de cualquier cosa mientras ve�amos
"Chicas en la playa", una de esas pel�culas del mont�n, de hecho, estaba algo
da�ada.
�Co�o, que cagada!- dice Gonzalo mientras adelanta un poco,
sigue adelantando de tanto en tanto la pel�cula, y yo me voy dormitando de lo
aburrida que estoy.
�Woof! �gurrrrrrr! �woof!- los ruidos de uno de los perros
me despereza un poco, veo la pel�cula y� �estar� so�ando?
All�, en la pantalla de la T.V. hab�a una chica desnuda,
apenas con unas medias panty, gimiendo de placer, en cuatro patas, mientras un
gigantesco Gran Dan�s le lame el co�o desde atr�s.
�Perdona cari�o!- me dice Gonzalo- te juro que yo no sab�a
que eso estaba grabado en la cinta, parece que lo grabaron encima de la
pel�cula original, al final-. Gonzalo estaba rosado de la pena y me imagino
que yo tambi�n, y es que no est�bamos acostumbrados a la Pornograf�a, mucho
menos de ese tipo. Mi coraz�n acelera a mill�n, no pod�a despegar la vista de
aquella imagen, hasta los perros parec�an disfrutar aquello.
En el film se observa como el Gran Dan�s se le monta encima a
la chica, no se ve bien pero hay otra persona, un hombre, que le est�
asistiendo, le coloca el miembro rojo del canino a la chica en la entrada y el
gigantesco animal le entierra todo su tolete en su cuca. Los gritos y gemidos de
de la chica revelaban un placer y gozo enormes, o la chica era gran actriz, lo
cierto era que ya comenzaba a sentir los s�ntomas de excitaci�n en todo mi
cuerpo. Me sent�a la mujer m�s asquerosa del planeta. �C�mo pod�a sentirme
excitada ante algo tan aberrante? Tanto yo como mi marido somos cat�licos
practicantes y vamos a misa los domingos. Estaba asqueada, pero tambi�n
excitada, no dejaba de admirar ese animal, era obvio que aquel can sab�a lo que
estaba haciendo, el ayudante que ten�an en la pel�cula lo auxilia en el desmonte
de la hembra, quedando culo con culo, �se hab�an quedado pegados! El calorcito
que sent�a yo en la pelvis y en mis muslos me indicaba que la calentura iba in
crescendo. No, aquello no puede ser.
-�Apaga eso! �Apaga! �Apaga!-le digo a Gonzalo, tap�ndome la
cara con verg�enza. Quedamos mudos unos segundos, Gonzalo estaba realmente
hipnotizado con las im�genes.
-Disculpa Sandra -me dice- pero la verdad�no te v� a gustar,
pero la verdad �ste pedacito de la pel�cula es�interesante.
Seguimos viendo la escena: El perrote castigando como buen
macho a la perra humana, abotonado a su concha por su verga, se pod�a ver
abundante l�quido rezumando de aqu�l punto de conexi�n �ntima, entre las piernas
de la mujer y las patas traseras del can, cayendo al piso, el camar�grafo lo
enfocaba desde un �ngulo alucinante, los gritos de aquella puta me estaban
poniendo a mill�n; Se despega el animal de la hembra humana, un �plop! Bien
sonoro y la polla canina se separa, dejando escapar abundante semen de la vulva
castigada y entreabierta, se voltea el perro y observa a la chica y lo que le
hizo. No aguant� m�s.
�Dame ac� el control!- grit� a mi marido, apagando el
aparato, Gonzalo todav�a estaba embobado de aquella escena final, un gran
bulto en su interior lo delataba, tard� un par de minutos en volver en s�.
Mi vida, mamita -comenz� a decirme- t� sabes que yo te
quiero...pero yo...yo pienso...-suspira un poco, tratando de mejorar su
respiraci�n entrecortada- la verdad no me parece tan mala la pel�cula, no creo
que sea como para escandalizarse ni nada...bueno, digo yo. Yo...yo quisiera
verla completa, la escena. �Qu� tal si la vemos juntos, mi cuchicosa?
Pens� un ratito. La verdad ten�a tiempo que no ve�a a mi
esposo hablarme tan pausado, tan dulce. Record� que �ltimamente me hab�a portado
como "cuaima" con �l y ni siquiera le hab�a cumplido en la cama en tiempo
reciente, me dio tanta cosa negarme, acced�, al fin y al cabo s�lo era una tonta
pel�cula.
�Pero que pel�cula! Segu�a aquel animalote d�ndole lengua a
la cuchara inundada de jugos y leche de �l mismo, proporcion�ndole placer
inenarrable a la chica, Gonzalo y yo est�bamos en el sof� , �l estaba sob�ndose
su paquete y yo no pude resistir mas y termin� tambi�n con una mano en mi
entrepierna, estaba salida, cachonda, verdaderamente birrionda ante aquel film.
Los perros parecen tener un sexto sentido. Mir� a mi perro
Jack, quien me miraba fijamente, jadeando, con sus ojos brillantes. Se
encontraba sentado en el piso, atento, con su cola movi�ndose vivaraz, como
esperando una orden. Un pensamiento, un deseo fugaz cruz� mi mente. Lo rechac�
enseguida. "Sandra, puta, enferma, pecadora", pens�, "�c�mo se te ocurre
siquiera pensar en eso? �qu� les dir�s al padre y a la gente que v� contigo a la
Iglesia?". Jack me miraba, me lo imagina suplic�ndome, yo segu�a pensando,
justific�ndome: "Esa tipa seguro es una prostituta, hace eso por dinero. Adem�s,
ese perro est� entrenado para tirar con mujeres, yo no tengo un perro as�".
Se termin� la pel�cula y Gonzalo se levant� para tomarse otra
cerveza. Mi garganta estaba seca y carrasposa.
Dame una, papi, - le dije.
okay mamita. Y...dime: �qu� te pareci� la vaina? �la tipa
con el perro? �c�mo har�n esa verga? - me pregunt�, d�ndome la lata de
cerveza.
No s�- dije, haci�ndome la desinteresada- seguro es
prostituta y le pagan por eso- me tom� un buen trago para pasar la emoci�n.
�Sabes qu� mi puchita? Yo...a m�...a m� lo que me gustar�a
es ver algo como eso, pero en vivo. Lo mir� con ojos serios, me estaba
hablando con tono dulce y tierno a la vez, pero con sonrisa p�cara.
Yo s� por donde vas, Gonzalo, olv�date de vainas raras,
adem�s nosotros...nosotros no tememos perros as�.
�Ejem!, eeeh, mira- me dice, alzando las cejas, sonriendo
p�caramente y se�alando a nuestras mascotas, Bart y Jack , que estaban en la
sala vi�ndonos hablar -Tenemos dos perros. Lo que podr�amos hacer
es...bueno...probar...ver si sirve.
Ten�a un tarugo en la garganta y el coraz�n casi se me sal�a
del pecho, era incre�ble que mi propio maridito se atreviera, tuviera el
suficiente valor para hacerme tama�a propuesta, pero mas incre�ble a�n era que
el deseo coincid�a con mis propios pensamientos impuros que hab�a tenido apenas
unos minutos antes. Sent�a como un vapor fluir de entre mis piernas, me sigui�
hablando...
-�Porque...? �Porque no probamos con Jack? Yo...T� sabes que
yo casi nunca te pido grandes cosas, pero si lo intentamos �sta vez...
P�rate, p�rate- le dije- no sigas vale, t� lo que est�s es
rascado.
No mamita, si apenas voy por la segunda cerveza.
Co�o si est�s birriondo �porqu� no te pones a ver otra vez
la pel�cula?- le respondo airada.
Yo lo que quiero es verga en vivo chica.
�No joda chico! �t� lo que quieres es abusar de mi!
�explotarme, como siempre hacen ustedes con las mujeres! �asqueroso! �inmoral!
No mi vida, �como crees?-me contest� con ternura, apoyando
una de sus rodillas en el piso, acerc�ndose a m� en el sof� y tomando mis
manos- yo s�lo pienso que aqu� tenemos una oportunidad de experimentar algo,
de hacer algo juntos que le d� sabor y placer a nuestras vidas, siento que si
no hacemos esto seguro nos perderemos de algo que pudo haber sido muy bueno
para los dos.
Lo mir� atentamente. Cuando mi esposito me hablaba de esa
manera y con un argumento que no ten�a nada de absurdo, era dif�cil que yo le
negara algo.
-Adem�s -continu�- �crees que no me di cuenta de c�mo te puso
la pel�cula? �Pero si mira como est�s! �d�jome, abriendo mis piernas y metiendo
los dedos de su mano derecha entre mi pierna izquierda y mi short, palpando los
labios hinchados de mi cuca, bastante mojada y tibiecita.
- Anda mi perra -me sigue diciendo el muy desgraciado- deja
que Jack te pruebe �si? �jack! �Ven muchacho! �Lame aqu�!
�Pero...pero...pero Gonzalo! �protest� in�tilmente,
mientras mi esposo me rodaba en el sof� para quitarme el short y mi tanga
interior, mi perro Jack se levanta y se acerca a m�, Gonzalo logra quitarme
mis prendas, casi forz�ndome me hala hacia a la orilla del sof� por mis
rodillas, abriendo mis piernas �d�jame quieta , �pero co�o no! D�jame quieta,
d�jame quieta, deja...�Oooh! �uggh!
Un lamet�n a mi vulva me desarma por completo. Aquella lengua
tibiecita, h�meda, medio rasposa y sobre todo en�rgica, era el argumento que
necesitaba y que me convencer�a definitivamente. Cierro mis ojos para
concentrarme en aquella exploraci�n canina a mi vagina que mi querido Jack me
estaba propinando, bebi�ndose con �nimo los jugos de mi gruta encharcada. Una
peque�a centella me hace abrir los ojos: Era Gonzalo, quien, no s� en qu�
momento se fue y volvi� a la sala con unas almohadas y una c�mara fotogr�fica.
�Que bien! �dice- que bella est�s, linda, sigue Jack, as�,
chupa esa cuchara.
Si, ch�pame, �Oh que rico se siente! �mmmm! ...�que rico!
No estaba para protestar nada, el gozo que me daba mi perro era demasiado para
decir algo, entre foto y foto Gonzalo me quita la camisa, dejando mis senos al
aire, cosa que aprovecha para servirse de mis rosados pezones, ya erectos de
tanto placer. Estaba en el S�ptimo Cielo, recuerdo que en un momento me puse a
pensar: �c�mo pod�a ser malo algo tan divino? Despu�s de todo no le estaba
haciendo nada malo a nadie. Disfrutaba y pensaba todas �stas cosas cuando
Gonzalo me advierte algo:
Mira preciosa, mira que vaina tan arrecha.
Me ladeo un poco sin dejar de disfrutar aquellas poderosas
lamidas para poder mirar lo que Gonzalo me indicaba, tambi�n lade� �l un poco a
nuestro manso perro, para que yo pudiera ver mejor lo que �l quer�a que viera:
la verga canina de mi adorado Jack.
Mira Sandra, se le est� parando, se le est� parando por ti
Con un descaro impresionante, mi hombre toca aquel miembro
canino, de unos veinte cent�metros, grueso, rojo, venoso, brilloso, muy
diferente a los penes humanos, el de mi Jack terminaba en una fina punta, pod�a
ver como ya empezaban a salir algunas gotitas. Jack deja mi cuca un momento y
comienza a dar unas arcadas en la mano de Gonzalo, para luego intentar montarse
encima de m�.
Creo que es hora �me dice Gonzalo- Jack te quiere...bueno,
quiere cogerte. Anda, vamos a acomodarte.
Despeja la mesa de vidrio que est� en la sala, frente al
sof�, pone las almohadas que hab�a tra�do, "�ste co�o � madre como que pens� en
todo", pens� para mis adentros, pero yo estaba lista, no me importaba nada,
estaba decidida a ser follada por un perro, as� que obedec�a sin protestar.
Acu�state sobre las almohadas, debes abrir un poco las
piernas para que el perro te llegue, parece que es un poco bajo, no te
preocupes, yo estar� aqu� contigo.
Quedo apoyada sobre la mesa, con mis rodillas en el piso, en
seguida me sorprende una rica lamida en mi concha entreabierta que supongo es de
la glotona lengua de Jack, pero no, hab�a sido Bart, mi otro perro.
�Epa! �quieto Bart! �t� no! �todav�a no te toca!-replica mi
esposo.
Estaba ansiosa, caliente, cachonda, birrionda, esperando como
la puta m�s cochina lo que sab�a que iba a ocurrir. Me sent�a la mas sucia, la
perra mas grande del mundo. Ambos animales lam�an alternadamente mi gruta
sagrada, con sus lametones poderosos, un conato de pelea interrumpe la sesi�n de
lengua canina en mi almeja.
�Epa! �epa!-grita mi esposo, separ�ndolos y apartando a
Bart de m� cuerpo- no peleen que hay para los dos.
Como pensando que iban a robarle su perra, Jack se abalanza
sobre m�, por un segundo pens� que se me iba a salir el coraz�n; Comienza sobre
mi cuerpo desnudo los movimientos propios de la follada canina, pero mi perro no
atina, siento su G�evo h�medo y caliente en mis muslos, Gonzalo interviene:
Espera Sandra, los voy a ayudar.
Mi marido toma aquel miembro apetitoso en su mano derecha,
apuntando directamente a la entrada de mi cueva h�meda y expectante, s�lo tuvo
que poner la punta en la entrada, el perro hizo el resto.
�Ay mi madre! �mi madre! �MI MADREEE!
Un empuj�n s�bito y mi cuca se abre para recibir aquella
polla canina, todo estaba consumado: Yo era una perra, una puta asquerosa,
cogida por un perro, igual a la chica de la pel�cula, a quien yo supuse era una
prostituta. La violaci�n a mi vulva era fren�tica y sin piedad. Tuve que
agarrarme bien a la mesa por sus bordes mientras Jack me pistoneaba con rabia,
el desgraciado de Gonzalo, con su verga parada debajo de su interior, segu�a
tomando fotos de todos los �ngulos, incluyendo "close ups" de mi rostro sudado y
contra�do.
-�Eso Jack, c�gete a mi mujercita, dale duro!, �C�mo te
sientes, Sandra?
- �Ay Gonzalo! �Ay Gonzalo!-era todo lo que pod�a decir,
demasiado placer no me dejaba coordinar palabras, Gonzalo se met�a por debajo de
m�, debajo de la mesa para seguir tomando fotos de la penetraci�n de mi vulva,
el ritmo fren�tico de la cogida que me daba mi Jack casi no me dejaba respirar,
sent�a su jadear en mi cuello, su saliva en mi piel�y su descarga caliente en
mis entra�as.
-�Ay co�o! �Me est� llenando!, �Gonzalo, me est� llenando! Y
yo creo que� �Ay que rico! �Que rico!
-No, espera- dice mi esposo- yo te ayudo.
Jam�s en mi vida, aunque no me puedo quejar de mi Gonzalo,
pero jam�s tuve un Orgasmo tan intenso como el que tuve en �se momento. Mi
marido sostiene a mi amante canino, que sigue llen�ndome de leche caliente,
mezcl�ndose con mis jugos, que caen como cascada en el piso, el olor a Sexo que
impregnaba el ambiente era intenso. Bart se acerca, me lame la cara, lame mi
hombro derecho, intenta montarse por un lado de la mesa, me doy cuenta de lo que
v� a pasar: �mi otro perro espera su turno de cogerme!
-�Ya terminaste Jack?-le pregunta mi esposo a mi perro
follador- b�jate ya, anda, vamos.
Gonzalo baja a Jack de mi espalda, retir�ndolo un poco, yo me
quedo extenuada de tanto placer, pero Bart no permite que me recupere, lame mi
vulva desde atr�s, bebiendo mis jugos y la leche que su compa�ero deposit� en
m�, aquella lengua era como b�lsamo para m� en ese momento, pero Bart no se
limita a eso, enseguida me monta, y comienza sin pedirme permiso la segunda
tanda de �sa tarde.
-�Ay! �Ahora es Bart! �Ahora es Bart!-digo, asustada y
expectante, lista para mas verga canina.
-�Eso Bart, ahora si! �Te toca a ti darle duro! �C�getela
Bart! �Dale leche!
-�Aaaghh! �nooooo! �mmmghhugh!
La penetraci�n fue mas violenta y r�pida, pod�a sentir la
gran polla de Bart, mucho m�s grande que la de Jack, llen�ndome toda mi gruta,
su punta llegaba a mi Cerviz, d�ndome dolor y placer a un mismo tiempo. Gonzalo
segu�a tomando fotos; Fueron como quince minutos de pistoneo continuo, salvaje,
inmisericorde, que me condujeron a una oleada de orgasmos brutales, que me
sacaban de m�.
-�Me est� dando duro! �Que rico Gonzalo! �Estoy acabando!
�dame duro Bart! �C�geme duro!
Mi �ltima corrida coincidi� con una presi�n a�n mas fuerte de
Bart contra mi cuca, firmemente ensartada, su paloma entraba a�n mas adentro de
m�, invadiendo mi �tero, que segu�a recibiendo oleada de descargas seminales que
rebosaban mi concha brutalmente castigada, pod�a sentir c�mo mis labios se
separaban a�n mas, entonces lo siento como parti�ndome en dos.
-�Co�o Gonzalo! �Me est� matando Gonzalo! �Me va a matar
co�o! �Me duele! �AAAAYYY!
-�Co�o se me olvid�! Es que estaba tomando fotos y se me
olvid�, c�lmate, es el nudo, te meti� el nudo.
Efectivamente, quedo trancada al perro por el nudo, mientras
el muy desgraciado me sigue llenado de flujos mi cueva violada, siento
claramente sendas descargas de l�quido seminal, caliente y abundante, en mi
interior. El torpe de Gonzalo no debi� permitir esto, debi� bajarlo antes de que
pasara, pero se entretuvo sacando las condenadas fotos. Me quedo tranquila
mientras el dolor disminuye un poquito, siento la presi�n del nudo en mis
paredes internas�y comienzo a disfrutarlo. Entonces Bart realiza una serie de
movimientos violentos como para intentar safarse, cosa que me causa dolor, por
fin �l mismo se desmonta, pero seguimos pegados, culo con culo.
�Guaooo que bello! �Esto tengo que fotografiarlo!
�Co�o Gonzalo! �me duele!
No te preocupes, aguanta un poco, �l debe salirse en un
rato, recuerda a la chama de la pel�cula, si ella pudo t� tambi�n �me dice el
muy cachondo de mi marido, mientras toma una foto desde abajo, del
abotonamiento de mi totona con el palom�n canino. Ba�ada en sudores y flujos
de perros, nadaba en un charco de leche de mis perros y mis propios jugos que
estaban en el piso, al desgraciado de Bart le d� por moverse y al no poder
despegarse tengo que moverme yo con �l, hasta que se detiene, movimientos,
palpitaciones del nudo y nuevas descargas de semen acompa�an a mi �ltima
corrida, la cual aguanto en cuatro patas, como las perras. Por fin, despu�s de
unos veinte minutos, exactamente como en la pel�cula, un �plop! sonoro anuncia
la separaci�n de Bart de mi cuca ultrajada y adolorida, cayendo yo al piso,
extenuada de aquel marat�n de lascivia pura.
�C�mo te sientes Sandra? �Te encuentras bien?-me pregunta
con dulzura mi amado esposo, yo me volteo en el piso y por �nica respuesta le
sonr�o y le acerco a m�, d�ndole un apasionado beso en la boca, para luego
decirle al o�do: "Dale las gracias al muchacho de la video tienda, dile que
pronto alquilaremos mas pel�culas como �sta".
A partir de �se momento, la Zoofilia se ha convertido en
parte fundamental de nuestro matrimonio, mi Gonzalo disfruta compartiendo su
hembra con sus dos perros, quienes me proporcionan con la frecuencia que
quiero los mas descomunales orgasmos, cuando mi marido sale y me deja sola, �l
est� confiado y tranquilo que jam�s lo traicionar� con otro hombre, evitando
todos los problemas que de ello deriva, �para qu� si tengo mis perros que me
dan toda la satisfacci�n que quiero? Nunca dejar� de recomendar el amor canino
a las chicas y matrimonios que me consulten.
Como final de la historia les cuento una an�cdota: �Se
acuerdan de la fotos que tom� Gonzalo mientras mis perros me follaban? Pues
bien, d�as despu�s, el muy z�ngano me lleva de compras y a buscar unas fotos
que hab�a mandando revelar: �Eran mis Fotos! Cuando el encargado se las
entrega a �l delante de m�, veo que todos los empleados y empleadas me miran
con curiosidad, risitas y caras de asombro, se�al�ndome.
-�Se�ora! �Es usted!-dice el joven encargado, entregando
las fotos a mi marido, quien las examina enseguida.
-Si, es ella-responde Gonzalo-�viste las fotos?- Yo todav�a
no hab�a ca�do en cuenta.
-Si, �Son tremendas! �Epa gente! �Aqu� est� la tipa de los
perros!
En Seguida todos lo empleados de la tienda de Revelado se
acercan a nosotros, es cuando me doy cuenta de lo que pasa al ver las fotos y
mis piernas empiezan a fallarme de la verg�enza. Todos los chicos y chicas de la
tienda era muy j�venes, hab�an tambi�n otros clientes, mas adultos e incluso una
Lice�sta, como de unos catorce a�os, sentada en el mostrador de la Tienda;
Gonzalo les explica con detalle la experiencia, ayudado por la fotos que les va
mostrando, mientras agacho la cabeza, sin atreverme a verles la cara.
- Miren, aqu� fue cuando se qued� pegada al perro �explica
Gonzalo. Todos preguntaban y me ve�an, pero yo no me atrev�a a verles la cara,
sin embargo, como cosa extraordinaria, todos me mostraban su asombro y
admiraci�n, pero nadie dijo ninguna palabra de desprecio o reproche hacia m�;
Una chica se atrevi� a preguntarme:
Pero t�� �t� gozaste�haciendo el amor con el perro? �yo sin
verla sonre� con pena asintiendo con la cabeza, un "guao" se escuch� en coro,
la chica hace una observaci�n:
Porque yo�yo tengo un perro�
Empezaron a gastarle bromas, impuls�ndola a que siguiera mi
ejemplo, hab�a un ambiente m�s relajado y yo comenc� a sonre�r m�s en confianza,
alzando la cara; La joven Lice�sta pregunt� inocente desde el mostrador donde
estaba sentada:
Y� �puede caber todo eso�por ah�?
Por aqu� puede caber de todo, mi ni�a �dijo el ahora
extraordinariamente osado de Gonzalo, posando su mano derecha en la
entrepierna de la ni�a, acariciando durante unos treinta segundos su
abultadita vulva por encima de su muy estrecho pantal�n azul �basta un poquito
de paciencia, quiz�s una ayuda, y, claro, una sabrosa verga de perro, estamos
a la orden mi nena.
Todos se echaron a re�r y a bromear y yo qued� con los ojos
claros y sin vista ante tama�a frescura; a�n tuve que aguantar unos minutos m�s
de preguntas y expresiones de admiraci�n de aquellos desconocidos antes de irnos
de la tienda. Me hab�a ganado una buena cantidad de "fans" por mi osad�a sexual
canina, sent�a por eso una sensaci�n nada desagradable, s�lo eso me hizo
suavizar mi reclamo a Gonzalo de porqu� me hab�a hecho pasar semejante pena
frente a unos desconocidos.
-Tranquila mi puta -me dijo- �porqu� crees que venimos de tan
lejos? Yo ten�a que revelar �stas fotos y aqu� nadie nos conoce.
-Si pendejo, pero �y si le mostraron esas fotos a mas gente?
�Y si le sacaron copias y las ponen, por ejemplo, en Internet? Mi maridito se
qued� callado un rato, pensando, y luego me respondi�:
-Entonces todos sabr�n con envidia que tengo en casa a la
perra mas cachonda de la tierra, s�lo para m� y nuestros perros, �no te sientes
orgullosa, mi puta?
Sonre� y dije: "�No joda, mala leche! �Que lo sepan! �Me
gusta ser una perra! �La due�a de mi casa, la esposa de mi marido y la perra de
mis perros!"
A lo mejor, en alg�n sitio de Internet dedicado a la
Zoofilia, es posible que ya me hayan visto, �y que orgullo para m�!