Hola amigas y amigos lectores; antes de platicarles mi relato
del fin de semana, quiero enviarles un cordial y cachond�simo saludo y al mismo
tiempo agradecer todos sus comentarios que me han hecho llegar mediante sus
correos. As� como tambi�n quiero invitarlos a que conozcan un nuevo lugar
electr�nico en donde encontrar�n toda la informaci�n referente a mi persona;
esta direcci�n con ayuda de un amigo se hizo pensando en ustedes y para ustedes,
espero que la visiten y que al mismo tiempo me recomienden con amigos de
ustedes; la direcci�n es
Entremos en materia. El fin de semana pasado se organiz� una
comida familiar por parte de la empresa donde trabaja mi esposo y en donde
asistieron la mayor parte de trabajadores con sus familias. Esta comida fue
pagada completamente por el due�o de la empresa debido a las altas ventas del
mes corriente pasado y en su casa de campo, en Cuernavaca, Morelos; y aunque �l
no estuvo presente dejo indicaciones a sus sirvientes para que nos atendieran
bien. Hubo de todo, cervezas, vino, comida en buffet y variados postres.
A dicha comida nos presentamos 5 matrimonios, dos de ellos
con sus respectivos hijos; las 4 secretarias que se encuentran en las oficinas
principales, dos choferes solteros y un auxiliar de bodega. Total, que �ramos
como 25 o 26 personas en total. Un d�a completamente familiar.
Los ni�os y las secretarias estuvieron casi todo el tiempo en
la alberca, y hasta en ocasiones se ve�an coquetear con los muchachos solteros,
mientras que los matrimonios estuvimos platicando, escuchando m�sica, preparando
las botanas y tomando. Todo parec�a estar en orden, sin tantas complicaciones ni
problemas.
Para ese fin de semana se me ocurri� vestirme un tanto
primaveral, use una tanguita de color blanco, unas medias con silic�n muy
delgadas y muy brillosas, un short de mezclilla, una blusa anaranjada, unas
calcetas blancas con un lindo olan en la orilla y unos tenis Nike; me dej� el
pelo suelto, solo me at� con una liga la mitad de mi cabello y estaba lista.
Debo decirles que al principio, tres de las se�oras casadas
me ve�an un poco raro, quiz�s por usar medias con short, pero sus maridos y los
dem�s chicos no me quitaban la vista de mis piernas, especialmente porque por
momentos se me ve�a el encaje de las medias; y finalmente eso era lo importante.
M�s a�n, cada vez que Jos� Luis me acariciaba toda, era m�s la atenci�n que los
presentes le daban a mis piernas. Finalmente yo me sent�a bien por vestirme as�,
ya que eso le gusta a mi esposo.
Transcurri� el d�a y parte de la tarde de forma muy tranquila
y amena, pero como siempre el alcohol comenz� a causar su efecto emborrachador
sobre algunas personas. Jos� Luis probablemente se tom� dos cervezas y una copa,
pero yo si tom� como 5 o 6 copas, lo cual provoc� que me desinhibiera un poco
m�s de lo normal. Pero uno de los se�ores bebi� demasiado, tanto que comenz� a
discutir con su esposa, �l se llama Rub�n. Blanca; su esposa, comenz� a llorar,
por supuesto que todos nos quedamos callados cuando la discusi�n subi� de tono,
hasta que no aguant� los insultos de Rub�n, tomo sus cosas, a su hijo que tiene
como 8 a�os, se subi� a su coche y se fue.
Siendo casi las ocho de la noche y despu�s de la acalorada
discusi�n que se dio entre Rub�n y su esposa, decidimos levantar todas nuestras
cosas y regresarnos a M�xico. Nosotros llev�bamos la camioneta de la empresa, y
es que se la conf�an a mi esposo ya que es una persona responsable, precisamente
por eso no hab�a tomado mucho. Por su parte, Rub�n estaba tan tomado y tan
impertinente que quiso faltarle el respeto a una de las secretarias, Jos� Luis
no lo dej� y lo subi� a la parte trasera de la camioneta. Pero mientras nos
desped�amos del resto de la gente, al volver a la camioneta, ya estaba en la
cabina escuchando m�sica a muy alto volumen. Era una pick � up, as� es que los
tres tuvimos que irnos en la cabina.
Salimos de la casa, la cual se encuentra en una zona que se
llama "El Polvor�n" y tomamos de inmediato la autopista. Como yo hab�a tomado
algo considerable, quer�a seguir tomando as� es que le ped� a mi esposo que se
parara en una tienda para comprar unas latas de ron con cola preparadas. Tom� la
decisi�n de irse por la carretera vieja de Cuernavaca a M�xico, primero para no
pagar la autopista y de paso para comprar las latas. Compramos un six de ron con
cola, �l tom� una y yo otra. Pusimos un compact y nos pusimos a cantar mientras
Rub�n dorm�a, me tom� r�pidamente mi lata y abr� otra.
Apenas habr�amos salido de Cuernavaca y Rub�n ven�a perdido
en su sue�o, pero como en la carretera a M�xico hay muchas curvas Rub�n solt� su
cuerpo y de repente ya ven�a casi recargado sobre m�. Me pasaron muchas cosas
por la cabeza en ese momento, hacer alg�n juego con Rub�n o hacer cualquier
cosa, sobre todo porque el alcohol ya hab�a hecho efecto en m�. No se si tambi�n
Jos� Luis lo pens�, pero cuando se lo propuse en broma inmediatamente me
contesto que s�, pero que deber�amos de tener cuidado ya que finalmente Rub�n
era compa�ero de �l en el trabajo.
Como yo ven�a en medio de los dos, primero me acerqu�
completamente a Rub�n, trat� de empujarlo para que reaccionara pero lo �nico que
consegu� fue que volteara su cabeza al lado del cristal. Le tom� su mano y la
puse en mis piernas, las abr� un poco y puse su mano entre mis piernas, despu�s
las cerr� y las comenc� a apretar y a moverlas hacia arriba y hacia abajo. Poco
a poco fui llevando su mano hasta mi sexo, abr� un poco mi short y trat� de
meter uno de sus dedos hasta la altura de mi cl�toris, pero fue un poco dif�cil
por la prenda misma. Quite su mano de mis piernas y mejor me quit� el short.
Qued� solo con las medias y con mi tanguita. Nuevamente le
volv� a tomar su mano y de nuevo la llev� a mis piernas, pero ahora la puse en
donde termina el encaje y comienza mi piel. Me comenc� a masturbar con uno de
sus dedos, hice a un lado mi tanguita y me met� su dedo �ndice; mientras trataba
de met�rmelo y sac�rmelo sent� algo raro, rico, pero raro, y era que su dedo se
comenz� a mover de forma aut�noma; es decir, se ven�a haciendo el dormido. El
muy infeliz estaba conciente de todo lo que estaba sucediendo, pero sigui�
haci�ndose el dormido, quiz�s para no crear ni sospechas ni nada que provocar�
que Jos� Luis se diera cuenta que aparentemente �l viniera despierto. Puse mi
mano sobre su pantal�n y not� que tra�a la verga s�per parada, lista para
reventar, en ese momento tuve un orgasmo mientras tocaba su verga y su dedo
jugaba dentro de m�.
Le ped� a mi esposo que me diera un cond�n, sac� su cartera y
de una de las bolsitas extrajo un cond�n de color rosa y con aroma a fresa.
Desabroche su pantal�n de Rub�n, baj� con un poco de dificultad sus calzones y
comenc� a mamarle la verga, me quit� la tanga y mientras le mamaba la verga a
Rub�n, Jos� Luis me ven�a deseando tanto la panocha como el chiquito, o sea el
culo, me met�a los dedos por ambos lados.
Pasando tres mar�as hay una gasolinera, poco m�s adelante hay
un espacio en donde se puede acceder a un cierto monumento, precisamente ah� se
par� Jos� Luis para orinar, en el momento en el que se baj� de la camioneta
aprovech� para ponerle el cond�n a Rub�n con la boca, despu�s se la jugu� un
rato mientras mi esposo regresaba, cuando �l regres� le dije que observara
fijamente que iba a hacer en ese momento; como pude, me quit� la tanga, me trat�
de parar y me abr� de piernas y me puse sobre Rub�n, lentamente baj� hasta que
su pito estaba en la entrada de mi panocha, me abr� un poco los labios vaginales
y me dej� caer de un sent�n sobre �l. Mi esposo encendi� la camioneta y continu�
con el camino.
Mientras �l manejaba, yo me ven�a dando unos ricos sentones
en la verga de su amigo Rub�n, incluso hab�a momentos en los que yo me estaba
viniendo y ten�a que parar un rato mi ritmo, pero al momento en el que yo me
dejaba de mover, Rub�n se mov�a lentamente y eso hac�a m�s rica la cogida que me
ven�a dando. Y as� estuve movi�ndome hasta que llegamos a la entrada a M�xico,
al momento en que me quit�, me puse r�pidamente el short, le quit� el cond�n y
me trague todo su semen.
Cuando llegamos a la estaci�n del metro General Anaya, le
dijo mi esposo a Rub�n que se vistiera bien ya que se hab�a bajado al ba�o y no
se podido vestir adecuadamente, por supuesto que yo me hice la dormida para que
"aparentemente" no dijera yo nada.
En definitivo, fue una cogida deliciosa, me masturb� con su
dedo, me chupe su verga y me sent� cuantas veces quise y con la autorizaci�n de
mi esposo, lo �nico que si me pas� y fue algo preocupante, que olvid� mi
tanguita en la camioneta y qui�n sabe que persona se quedo con ella. Si mediante
este relato, alguien se entera de quien tiene mi tanguita blanca, le pido que
por favor que me la devuelva, ya que es francesa y me cost� como $250 pesos.
Agradezco que se hayan tomado estos minutos para leer uno m�s
de mis relatos y espero sobre todo que les haya gustado. Les pido por favor que
cualquier comentario o sugerencia que tengan para conmigo, me escriban a mi
correo o que visiten mi p�gina, la cual dej� la direcci�n al principio de este
relato, en esa direcci�n encontrar�n un libro de visitas y espero ver ah�
tambi�n sus comentarios, gracias por el momento y espero verlos m�s adelante.
Como ya se ha vuelto costumbre, con este relato quiero
regalarles una foto m�s m�a, me la tom� especialmente para ustedes, espero que
les guste y que sea motivo de felicidad el verme vestida de esa manera ya que lo
hago para que puedan verme las piernas enfundadas en unas exquisitas pantimedias
de likra. Espero pues que les guste y espero tambi�n sus comentarios.
Adios.
(POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO)