CLASES PARTICULARES
"Javier, al final de la clase te quedas un momento por favor"
� me dijo mi profesor de Biolog�a. Mis notas no andaban muy bien. Mi mente se
encontraba plena de fantas�as que no me atrev�a a revelar a nadie. Desde hace
alg�n tiempo me estaban sucediendo cosas extra�as. Cuando ve�a a alg�n chico
guapo se me ven�an a la mente una serie de fantas�as inconfesables. Tengo quince
a�os y comparado con mis compa�eros tengo un aspecto andr�geno, fr�gil y
delicado, casi femenino.
Me encanta observar a las chicas y admirar c�mo se en con sus
ropas tan hermosas y trato de imaginar que soy una de ellas. Toda esta situaci�n
me ha vuelto muy retra�do. Me masturbo mucho pensando en todo aquello. Una
fuerza extra�a me hace desear a los hombres con una intensidad muy fuerte, algo
superior a m�. El sufrimiento es grande porque debo disimular y a la vez
sobrellevar la impotencia por no saber c�mo satisfacer todo aquello que siento.
Cuando termin� la clase me qued� en mi asiento esperando que
los dem�s salieran. El se�or Vald�s, mi profesor, es un hombre joven, no tendr�
m�s de unos treinta a�os. Es lo que las mujeres llamar�an un hombre guapo. Viste
de manera muy casual, pero siempre de buen gusto. Es simp�tico y muy alegre. Se
acerc� a mi puesto, tom� asiento. �"Javier" � me dijo. �"Te he estado observando
desde hace alg�n tiempo. Est�s como distra�do, ausente... �tienes alg�n
problema?" � Lo mir� fijamente, sent� que mis ojos se comenzaban a humedecer,
as� que hice esfuerzos por evitarlo. �"No, se�or, no tengo ning�n problema
repliqu�.
�l no me crey� mucho. Volvi� a insistir. �"...Javier, si
tienes alg�n problema quiero que sepas que puedes contar conmigo..." � Se lo
agradec� y le respond� que lo tendr�a en cuenta. Luego agreg�: -" Tambi�n me
preocupan tus calificaciones. Quisiera hablar con tus padres a fin de hacerte
algunas clases para que te puedas recuperar. �Te parece?". � Le dije que bueno.
Adem�s no ten�a muchas opciones. As� durante la semana se puso de acuerdo con
mis padres quienes quedaron muy agradecido por su preocupaci�n. Ir�a a su casa
los martes y los viernes despu�s de clases.
El primer d�a fue muy normal. Era soltero, as� que viv�a
solo. Me atendi� muy bien. Leche, galletas y me explic� algunas cosas de su
ramo. En algunos momentos me daba la impresi�n que se me acercaba mucho, pero no
le conced� ninguna importancia. En la segunda clase comenz� a explicarme el tema
de la reproducci�n. Comenz� con las partes masculinas. Me explicaba con lujo de
detalles. Luego me dijo: -"Ahora te mostrar� algunas l�minas para que entiendas
mejor".
Lleg� con una cajita, estaba llenas de fotos. Todas de
hombres desnudos con unas pijas inmensas. Un calorcito me inund�. Comenc� a
mirarlas con detenimiento. Los hombres eran muy hermosos. Me estaba poniendo a
mil. �l me miraba y sonre�a. �"�Parece que te gustan, verdad?". � No le
contest�. Segu�a embelesado mirando las fotos. De pronto sent� que su brazo se
posaba sobre mi hombro. �"�Te gustan o no?" volvi� a decirme. Asent� t�midamente
con la cabeza. Se acerc� m�s a m�, tom� mi mano derecha y la pos� sobre su sexo.
Sent� su miembro dur�simo y me agrad�.
Dej� all� mi mano sin moverla. �"�Sientes su dureza?" � me
pregunt�. �"Est� as� por ti" � agreg�. Yo no sab�a qu� hacer o decir, pero algo
hac�a que retuviera mi mano all� sobre su sexo. �"S� que te gusta. S� que te
gusta" �me dec�a, mientras su rostro se acercaba al m�o. No me di ni cuenta
cuando sus labios estaban junto a los m�os. Con su lengua entreabri� mi boca y
me dio el primer beso profundo que recib� en mi vida. Creo que est� de m�s decir
todo lo que sent� en aquel momento, las hormonas se me hab�an revolucionado
totalmente. �"Tienes una boca exquisita" � me dijo. �"�Te gustar�a ver mi
pija"." Y sin esperar a que le contestara, se desabroch� el pantal�n, se lo
baj�. Yo no pod�a evitar mirarlo fijamente.
Llevaba puesta una zunga y el paquete se notaba muy abultado.
Meti� su mano debajo de la zunga y la sac�. Las pupilas se me dilataron. Era una
polla maravillosa, hermosa y grande. La miraba con una mezcla de temor y de
placer. �"Anda... t�mala" � me dijo. �"Es para ti solito. Acar�ciala". � Con
algo de nervios la tom� en mi mano. Estaba dur�sima como un fierro, la sent�
tibia y palpitante. Sus venas gruesas e hinchadas. De a poco fui perdiendo el
miedo y comenc� a acariciarla con m�s confianza. �l se ve�a complacido por lo
que estaba sucediendo. Sin duda era tal y como lo esperaba.
Ya casi me ten�a en sus manos. �"Abre la boquita, mi nena" �
dijo. Cuando sent� que me trataba de nena sent� una conmoci�n interna, como si
toso se me revolviera por dentro. �Yo una nena! En esa fracci�n de segundos
comprend� tantas cosas. S�. S�. Yo quer�a ser una nena. Sentir como una mujer,
ser una de ellas, tener a un hombre que me desee y me haga feliz. No lo pens�
dos veces. Abr� mi boca y me engull� esa pija hasta hacerla desaparecer en mi
boca.
Siguiendo mi instinto comenc� a succionarla. Me parec�a
mentira estar all� con mi profesor y mam�ndosela. Despu�s de un rato siento en
mi boca un l�quido espeso y tibio, era su semen. Me gust�, tanto que lo tragu�
todo en forma muy golosa. Estaba feliz porque hab�a sido mi primera vez.
Me desconoc�a m� mismo por la naturalidad con que me hab�a
tomado todo. Ni siquiera hab�a perdido el aplomo. Marco, que era el nombre de mi
profesor, me hizo levantar. �"Ahora puedes decir que casi eres toda una putita"-
me dijo. Para la pr�xima vez haremos otras cosas que te gustar�n m�s..
Me dio un beso mucho m�s apasionado que el anterior y sent�a
como sus manos recorr�an mi trasero. Cuando nos tranquilizamos un poco, me
arregl� la ropa, fui al ba�o para asearme un poco y part� feliz pensando en la
nueva jornada de clases particulares que me esperaban.
Eso se lo contar� en mi pr�ximo relato.