Relato: Cuando papi se enojaba, quer�a que lo contentara Ya cuando no estaba tan chiquita, ten�a yo como 18 a�os, ya
me hab�an crecido mis pechos, grandes, ya saben, y ya ten�a pelitos en mi
conchita y mi culito, a mi papi le encantaba rega�arme como lo hac�a cuando yo
ten�a 7, 8 a�itos, pero eso a m� me hac�a sentir muy humillada entonces,
imag�nense a los 18 a�os.
Se esperaba a que no hubiera nadie en la casa y me llamaba.� Yo iba,
sabiendo que algo quer�a hacerme y siempre me daba una sensaci�n de que yo
estaba haciendo algo muy malo, pero no era todav�a muy consciente de que.
El me esperaba sentado en su sill�n y cuando me ve�a llegar, me dec�a que me
detuviera enfrente de �l.� "Estoy muy enojado contigo" me dec�a, pero me
miraba con unos ojos de lascivia que se podr�n imaginar y yo sab�a que solo
obedeci�ndolo pod�a hacerlo contentarse.� "Qu�tate la falda de la escuela y
qu�tate los calzoncitos, d�jalos en el suelo".�
Yo trataba de convencerlo de no hacer eso:� "No papi, perd�name no vuelvo a
portarme mal".� Pero a �l eso lo pon�a peor y me contestaba:� "Obedece
a tu papi y haza lo que te dice, p�rtate bien si lo quieres contento con su
ni�ita".� "Est� bien papito" le dec�a yo y me quitaba la faldita y los
calzoncitos dejando mi culito y mi chochita al aire, toda peludita y cerradita,
lo cual creo que lo pon�a m�s cachondo.�
Ya que me ten�a as�, me ped�a que caminara hacia �l y que me pusiera boca abajo
en sus piernas.� "Te voy a dar diez nalgadas y tienes que aguant�rtelas".�
Entonces comenzaba a darme unas nalgadonas con la mano bien abierta y a veces
con las dos manos, en las que dejaba sus manotas bien puestas y dejaba pasar en
cada una un dedazo por la rajita que las separaba, llegando a pasarlo por mi
co�ito y subi�ndolo hacia mi culito.� Despu�s me cerraba las nalgas con la
mano, d�ndome unos pellizcones buenos.� "Ves que mala has sido?�
Mientras m�s mal te portes m�s te voy a castigar as� nena.� Si no te gustan
mis castigos, entonces p�rtate bien y no como una putita de cuarta con tus
amigotes de la escuela que solo quieren toquetearte y ponerte cachonda.�
Eso no se hace chiquita."
Luego, cuando terminaba con las nalgadas, me dec�a:� "Ayer te v� con dos de
tus amigotes d�ndoles unos besos de lengua muy ricos chiquita".� Si yo no
fuera tu papi, me encantar�a meterte la lengua en esa bocaza que tienes de buena
mamadora".� Mientras m�s enojado estaba me dec�a cosas m�s soeces y yo me
sent�a m�s sucia y m�s humillada por �l, le encantaba humillarme as� y tenerme
obedeci�ndolo cada vez que pod�a.� Siempre buscaba pretextos para
"castigarme" como �l le llamaba, que m�s bien era "gozarme" sin ninguna
verg�enza de su parte.
"Ahora p�rate de nuevo enfrente de m�.� V� a la cocina y trae unos hielos".�
Yo le hac�a caso y regresaba con algunos hielos en un platito y se los daba. "�
Me ten�a as� frente a �l un ratito y me miraba constantemente el co�ito con esos
ojos de morbo que no se me olvidan.� Tomaba un hielo y lo empezaba a
chupar, entonces me ped�a:� "Ahora qu�tate la blusa ni�a y tambi�n el
sujetador".� �Ustedes saben lo avergonzada y roja de la pena que yo me
pon�a cuando me ped�a m�s cosas?� �No era suficiente con las "nalgadas" que
me hab�a dado?� Pues no, para �l todav�a no terminaba su juego, porque hoy
s� que es un juego pero entonces no lo comprend�a bien.� Solo s� que con
ese juego mi conchita sacaba un l�quido que me hac�a sentir el chocho caliente y
empapado y que cuando �l descubr�a eso, le daba por hacerme lo que les cuento
ahora.
Ya que me ten�a completamente desnuda ense��ndole los pechos me ped�a que me
acercara a �l de nuevo.� El cerraba las piernas y as� me ped�a que yo
abriera las m�as y me montara en las suyas.� Entonces me ped�a que pusiera
mis manos atr�s de mi espalda y no las moviera.� Tomaba el hielo que estaba
chupando y me lo empezaba a pasar primero por un pez�n roz�ndomelo hasta que me
mojaba bien y chorreaba y luego por el otro haciendo lo mismo.� Entonces
con su lengua el comenzaba a chupar toda el agua que hab�a ca�do y terminaba
comi�ndose mis pezones uno a uno, poco a poco, repiti�ndo la operaci�n cuantas
veces quer�a.� Mis pezones se pon�an duros, duros y yo no sab�a porqu�.�
Yo todav�a no hab�a pasado de darme un besito de lengua con alg�n amigo por ah�
o varios, pero nada m�s.� Y mi papi hac�a conmigo cositas que yo no conoc�a
bien.
Entonces me ped�a que cambiaramos y que yo me sentara con las piernas abiertas
en su sill�n.� El se arrodillaba y me pasaba otro hielo por mi conchita,
por mi cl�toris, logrando igual que se derritiera en ella.� Entonces con su
lengua me comenzaba a lamer, quedito, quedito, la lengua dura y de arriba a
abajo, lam�a mis labios, luego la puntita la met�a en mi oyito que estaba
chiquitito y bien mojadito.� La met�a, la sacaba, volv�a a lamer de arriba
a abajo, hasta que yo sent�a una electricidad y una explosi�n que me hac�a sacar
m�s liquidos de esos que sal�an de mi concha caliente y �l se volv�a loco de
placer de lograr eso conmigo.
Ya despu�s, en las noches, cuando llegaba mi mam�, yo los o�a como hac�an ruidos
y mi mam� soltaba unos gemidos que yo cre�a que la iba a matar.
A m� simplemente me tocaba un poquito m�s con sus manos y me dec�a que me
vistiera.� "Ahora s� ya no estoy enojado contigo beb�, ahora s� te has
portado muy bien chiquita, tienes muy contento a tu papito."
Yo me sent�a contenta por eso.� Pero no se crean, varias veces me port� mal
delante de �l porque sab�a que ven�a ese castigo y rega�o de mi papito que me
provocaba tanto y tanto placer, a�n sinti�ndome tan cochina.
Si les gusta cont�stenme, uno chiquito para el f�n de semana.
Besitos y m�ndenmelos donde quieran.� Mientras m�s zorrita me pongan mejor.�
Me encanta!
�
Afrodita
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Relato: Cuando papi se enojaba, quer�a que lo contentara
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