La siguiente historia tiene como principales protagonistas a
Carlos mi esposo y Yo, Marcela, f�rmanos un matrimonio joven de clase alta. El
trabaja junto a sus hermanos (�l es el menor) y su padre en la administraci�n de
las 3 empresas que posee la familia en la cuidad. Creo que somos una pareja que
es la envidia de todos, j�venes, atractivos y con una situaci�n econ�mica de lo
mejor. Nos conocimos cuando �l estaba por ingresar a la universidad, as� se
inicio nuestro noviazgo y que termino en el altar, Yo hab�a tenido algunos
novios antes pero solo cosa de adolescentes, y Carlos fue y era el �nico hombre
que hab�a conocido en la intimidad, basta decir, que llegue al matrimonio virgen
a la edad de 23 a�os (cosa rara en estos d�as), pero esto se deb�a a la
formaci�n estricta que hab�a recibido de mi familia, por lo dem�s esta decir que
es soy una dama muy recatada y seria.

Dado que no quiero entrar en detalle de nuestras
caracter�sticas f�sicas, voy a continuaci�n mostrar unas fotos que no son
nuestras, pero que son muy similares a nosotros. Siempre he cre�do que una
imagen es m�s poderosa que mil palabras, adem�s tambi�n va en estas fotos, un
hombre mayor quien voy adelantar que es casi igual a un t�o de Carlos (y quien
ser� muy importante en esta historia)

Pero no todo puede ser miel sobre hojuelas, habitualmente
Carlos almorzaba en casa conmigo, dado que Yo siempre me encontrada dedicada a
mi pasi�n que es la pintura, y que realiz� en forma libre. Pero un lunes del mes
de junio, Carlos me llamo cerca de las 11:00 hrs. excus�ndose de almorzar
conmigo, debido a la gran cantidad de trabajo que ten�a en la oficina, la excusa
presentada por Carlos no ten�a nada de raro pero hab�a algo me dec�a que no todo
estaba bien o tal vez mi sexto sentido femenino me hacia intuir una cosa
distinta, sent� la voz de �l algo extra�a como con cierta ansiedad o
nerviosismo, y dej�ndome llevar por mi intuici�n me dirig� a la oficina de
Carlos, no sin antes pedir prestado el coche a mi mejor amiga Alicia (para no
ser descubierta tan f�cilmente). Espere fuera del edificio de la empresa de la
familia donde Carlos ten�a su oficina, pasaron casi 45 minutos hasta que vi
salir el coche de mi marido en direcci�n hacia donde Yo me hab�a estacionado , y
tuve que esconderme para no ser descubierta, y luego r�pidamente reaccione para
intentar seguirlo antes de que pudiera perder el rastro de �l y su coche.

Al cabo de unas 4 cuadras logre dar alcance al todo terreno
de Carlos, solo gracias a que era un coche exclusivo pude seguirlo dada la
ventaja que llevaba, despu�s de casi unos veinte minutos de persecuci�n muy
disimulada por mi parte, Carlos ingreso a un edificio que estaba ubicado una de
las zonas residenciales de la cuidad, me estacione frente al edificio y dudaba
en que deber�a hacer si entrar al edificio o esperar a que Carlos saliera,
tomando valor me dirig� al edificio, pero al llegar a los ascensores me d�
cuenta que no ten�a ninguna idea de donde podr�a estar Carlos, y mientras
pensaba en que podr�a hacer, sent� una mano en mi espalda que llamaba m�
atenci�n, al darme vuelta me encontr� un se�or mayor de unos 55 a�os, era el
conserje del edificio, y me pregunto si necesitaba algo, Yo casi sin pensar le
dije: si, necesito saber a que departamento va el hombre que llego en el
deportivo rojo, ante lo cual el hombre se quedo callado un momento y luego me
respondi�: Lamentablemente no puedo entregar informaci�n respecto de la gente
que vive en edificio, y Yo un poco fuera de sus casillas le respond�, �pero �l
no vive aqu�!, pero el hombre volvi� a responder lo mismo, en ese momento
tratando de pensar en que pod�a hacer para obtener la informaci�n que
necesitaba, no se me ocurri� nada mejor que intentar probar con un peque�o
estimulo econ�mico, as� que extraje de mi cartera dinero eran cerca de US$ 50, y
se los puse en su mano dici�ndole, si me da la informaci�n que necesito lo que
tiene ahora en su mano se podr�a duplicar, �l miro el dinero y habi�ndome una
se�a me indic� que le siguiera hacia las escaleras de servicio, y no sin antes
hacerme prometer que nunca revelar�a la fuente que me hab�a dado la informaci�n,
me indico que el departamento donde ven�a en forma regular el hombre del
deportivo rojo era el 675, all� viv�a una mujer sola de alrededor de unos 40
a�os y se llamaba Claudia. Casi no lo pod�a creer Carlos me enga�aba con una
mujer mayor, y para peor lo venia haciendo hace m�s de un a�o, �maldito hijo de
puta!.

Le entregu� los otros US$ 50 al conserje, me dirig� a casa de
Alicia a entregarle su auto y luego a casa me sent�a muy mal, pero no se por que
motivo no ten�a ganas de llorar, solo de pegarle una buena bofetada al maldito
de mi marido, pero me asaltaban muchas dudas, �Por que Carlos me era infiel?,
�Por que con una mujer mayor? , �Como ser�a esa tipa?, etc. llegue a casa me
duche y t�mela gu�a de avisos comerciales, busque una agencia de detectives
privados y concert� una cita para las 5 de la tarde, mientras me dirig�a a la
cita pensaba por que estaba haciendo esto, realmente no lo ten�a claro, y cuando
ya sentada frente a Sr. Berm�dez el detective privado con el cual me hab�a
citado, y este me pregunto para que requer�a sus servicios, tuve que pensar
nuevamente en que realmente quer�a hacer, ya sabia que Carlos me era infiel, y
solo se me ocurri� contarle toda la historia al se�or Berm�dez y este al final
de mi relato me volvi� a preguntar, �usted ya sabe que su marido le es infiel,
para que requiere mis servicios?, y casi sin pensar le dije quiero una foto de
esa mujer, quiero saber quien es, que hace, y todo lo que usted pueda averiguar,
y realmente sent� como un alivio, y despu�s de haber pasado varias horas desde
que hab�a descubierto la infidelidad de mi marido, creo que me sent� un poco
aliviada, pero segu�a muy dolida. Luego acordar la tarifa por sus servicios con
el se�or Berm�dez y de entregarle todos los antecedentes necesarios, me fui a
casa nuevamente.

Carlos llego a la hora de costumbre, y me hab�a preparado
para controlarme y no hacer un esc�ndalo, lo logre y todo fue de lo m�s normal,
solo que no me acost� cuando �l se fue a dormir, excus�ndome que quer�a seguir
pintando, esa noche creo que pinte lo m�s horrible que nunca hubiese pintado en
mi vida, me fui a dormir cerca de las 5 de la madrugada y no sent� a Carlos
cuando se fue al trabajo, despert� cerca del medio d�a, y r�pidamente llame a
Carlos a su oficina para decirle que no estar�a en casa a la hora de almuerzo,
que me juntar�a con Alicia a almorzar, en verdad quer�a que el se�or Berm�dez
pudiera captar a Carlos consumando su infidelidad.

Ese d�a no me levante de la cama y tampoco prob� bocado
alguno, y solo una llamada cerca de las 18 horas me despert�, era Carlos para
recordarme que ten�amos invitados a comer su hermano mayor Diego y su esposa
Ang�lica, ellos eran muy simp�ticos y siempre nos est�bamos visitando y
realizando salidas los cuatro juntos. La idea no me gusto en un principio, pero
despu�s pens�ndolo bien me gusto dado que as� no tendr�a que estar sola con
Carlos. Cerca de las 20:30 hrs. llegaron Ang�lica y Diego, la velada estuvo de
lo m�s normal y yo trataba de que mi estado de �nimo no me traicionara y alguien
se diera cuenta que no estaba bien, no quer�a que nadie supiera lo que estaba
sintiendo y pasando en esos momentos. Luego de cenar seguimos tom�ndonos unos
tragos, en eso Diego le comento a Carlos si se acordaba de Francisco, aquel
amigo com�n que ten�an ambos de la infancia, a lo que Carlos de inmediato dijo
por supuesto, y agrego hace un tiempo supe que se hab�a casado con una modelo
profesional, y que era la enviada de todos los dem�s, por haber tenido tanta
suerte al momento de casarse, ante este comentario Ang�lica le reprocho a Carlos
que si acaso ellos hab�an tenido mala suerte con sus esposas, Carlos me miro y
dijo, perd�n solo repito lo que se comentaba en ese entonces, y puso su voz m�s
ser�a y me dijo, Marcela t� sabes que eres lo m�s importante y bello que tengo ,
se me acerco y me bes�, en ese momento ten�a una ganas de tomar la botella que
estaba en la mesa y hab�rsela quebrado en la cabeza, pero otra vez m�s me
contuve.

Diego volvi� a la carga con la conversaci�n que hab�a
iniciado, bueno te cuento que Francisco, no fue tan afortunado como todos pod�an
pensar, hace una semana lo encontr� en una tienda y nos pusimos a conversar y al
preguntarle por su matrimonio, me cont� que se hab�a terminado, y me confeso que
se debi� a que ella le fue infiel, y para peor lo hab�a enga�ado con el tipo de
hombre que m�s rabia y dolor le causaba, Carlos r�pidamente le pregunto a su
hermano, �que tipo de hombre hab�a sido?, bueno hermano dijo Diego, eso es lo
que no me cont� y lo que hasta ahora me tiene muy intrigado. En ese momento
todos emitieron opiniones excepto Yo, y paso algo que sin querer cambiaria las
cosas para siempre. Ang�lica tal vez un poco molesta a�n con el comentario de
Carlos sobre la esposa de Francisco, le pregunto lo siguiente �Carlos, cual
ser�a el tipo de hombre que m�s te molestar�a que Marcela te pusiera los
cuernos?, Carlos la miro con los ojos llenos de furia y le contesto casi
gritando, � Marcela nunca me enga�ar�a !, Diego un poco tratando de calmar la
situaci�n y aclarar un poco las cosas, le indico a Carlos que solo se trataba de
una simple pregunta bajo una supuesta infidelidad, y Ang�lica le increpo
mostrando su molestia por su respuesta airada, al parecer no eres capas de
contestar esa simple pregunta, Carlos agrego, esta bien disculpen pero lo que
pasa es que nunca me ha imaginado una situaci�n como la planteas, se quedo unos
segundos en silencio y dijo: esta bien si Marcela me fuera infiel, el tipo de
persona que m�s me desagradar�a ser�a un tipo mayor, poco atractivo, tal vez
gordo, un tipo parecido al t�o Fernando, y tambi�n si fuera un mocoso, un
adolescente sin experiencia ni atractivo, las palabras de Carlos quedaron
grabadas en mi cabeza, el muy c�nico, le molestar�a que le pusiera los cuernos
con un viejo, y el muy desgraciado me los estaba poniendo a mi, con una mujer
mayor. Diego y Ang�lica hicieron adem�n de re�rse pero se aguantaron pensando
tal vez en que Carlos se volver�a a molestar, Yo me quede callada casi, haciendo
como que no hab�a escuchado nada, por suerte en ese momento son� el tel�fono,
era mi madre que necesitaba hablar conmigo, fue mi tabla de salvaci�n en ese
momento, por que de hacerme a m� la misma pregunta, �no se que habr�a pasado!.

Luego de terminar de hablar con mam�, Diego y Ang�lica se
marcharon y nosotros nos fuimos a dormir, Carlos apenas puso la cabeza en la
almohada, se quedo dormido, y Yo por mi parte no pod�a dejar de pensar en lo
hab�a escuchado, un hombre como el t�o Fernando, ser�a para mi marido lo peor
que le pod�a hacer su mujer, traje a mi mente la figura del t�o, es un hombre
bonach�n, creo que debe andar por lo 58 a�os, es un poce calvo y tiene su
barriga que no deja de ser despreciable (para graficar mejor su figura, si lo
desean vuelvan a ver la fotograf�a). Esa noche casi no pude dormir pensando en
que deb�a hacer si enfrentar a Carlos o intentar otra cosa.

Pasaron los d�as y segu�a con no poder dormir en las noches,
y la ma�ana de ese d�a viernes, el tel�fono me despert� cerca de las 10:30 hrs.,
era el se�or Berm�dez quien me informaba que tenia lo que Yo le hab�a encargado,
as� que me levante casi corriendo y me dirig� a su oficina, me entreg� un sobre,
el cual me indico que conten�a fotos de la mujer en cuesti�n y un resumen acerca
de su persona, no tuve la valent�a de abrir el sobre en su presencia, me desped�
de �l no sin antes pagarle, y me dirig� a casa nuevamente, abr� el sobre y vi la
foto de la mujer, de la vieja que se acostaba con mi marido, su cara
representaba cerca de unos 37 a�os, era rubia, y su cuerpo no estaba mal para su
edad, pero no era ninguna Top Model, como para perder la cabeza (pensaba yo),
que le habr� visto Carlos, luego de repasar las fotos, donde se ve�a claramente
a Carlos abrazado a ella, y en una hasta casi la estaba besando, luego le� la
hoja que venia con las fotos, en ella dec�a lo siguiente: Su nombre era Claudia,
ten�a 43 a�os y era estilista profesional, adem�s ven�a m�s informaci�n acerca
de ella pero que en este momento no recuerdo y creo que no vale la pena
mencionar, lo que si recuerdo es que no pod�a creer que mi marido me enga�ara
con una mujer tan mayor y que fuera menos atractiva que Yo, guarde muy bien las
fotos y todo, no quer�a que Carlos las fuera a encontrar.

Esa tarde recostada en la cama, tome una decisi�n, le pagar�a
Carlos con la misma moneda y con lo que m�s le doler�a, lo enga�ar�a con el t�o
Fernando, la decisi�n estaba tomada y no echar�a un paso atr�s hasta lograr lo
que me hab�a propuesto, hacer que el t�o fuera mi amante. Pero en verdad no
sab�a como hacerlo, nunca hab�a enga�ado a mi marido, ni tenia ninguna idea de
que deb�a hacer en este caso.

Al llegar el domingo, mi cerebro logro generar un plan que
deb�a dar los resultados que Yo esperaba, como era costumbre todos los domingos
la familia se junta a almorzar en la casa de mis suegros, y casi siempre asiste
t�o Fernando y su la t�a Clara y mis cu�ados con sus familias, y si quer�a
realmente hacer lo que me hab�a juramentado realizar deb�a comenzar ese mismo
domingo, as� que me vest� para la ocasi�n, me coloque la �nica minifalda que
ten�a y que solo la usaba en ocasiones muy especiales y una blusa que resaltada
mi excelente delantera, Carlos al verme me dijo que estaba guap�sima, pero no le
molesto en lo absoluto que me vistiera as� para ir a la casa de sus padres, de
hecho es el siempre me alentaba a colocarme cosas provocativas pero yo nunca le
hab�a hecho caso. Cuando llegamos a casa de mis suegros ya todos hab�an llegado,
y al entrar pude sentir las miradas que casi me desvest�an mis cu�ados, mi
suegro, el t�o Fernando y hasta de mi sobrino mayor Hern�n hijo de la hermana
mayor de Carlos, Sonia este era un adolescente de tan solo 16 a�os.

Nadie realiz� ning�n comentario solo bastaba con verles las
caras para saber que realmente me ve�a muy bien, y en ese momento comenc� a
sentir algo que nunca antes hab�a sentido, una excitaci�n exquisita de sentirme
deseada por todos los hombre que estaban all�, quiz� el morbo de saber que eran
parientes m�os, o tal vez, el hecho que ven�a preparada para algo muy distinto
que compartir un almuerzo dominical, me sent� frente al t�o Fernando y en forma
muy disimulada comenc� con el juego de cruzar mis piernas, y pude ver en forma
inmediata la reacci�n del t�o que no dejaba de mirarme, el espect�culo deb�a
genial, que casi note como mi sobrino, estaba con la boca abierta mir�ndome,
solo ellos dos me pod�an ver desde la posici�n en que me encontraba sentada y
estaban realmente disfrutando de mis piernas y mi ropa interior, que en forma
especial hab�a elegido para esta ocasi�n eran unas braguitas blancas y no
llevaba medias, por lo tanto se ve�an perfectamente desde donde estaba sentado
el t�o y mi sobrino, luego nos sentamos a la mesa y el almuerzo fue de lo m�s
normal, despu�s de la sobremesa t�pica, me dirig� al ba�o, al volver me di
cuenta que tanto el t�o Fernando como mi sobrino Hern�n, no estaban en sentados
a la mesa, as� que decid� buscarlos, Yo sab�a donde se encontrar�an, estar�an en
la sala de juegos practicando billar que es la pasi�n del t�o Fernando y siempre
estaba en compa��a de Hern�n, al entrar a sala los dos se sorprendieron mucho
dado que nunca iba all�, me sent� frente a ellos y les comente que quer�a
aprender y que en esta ocasi�n solo me dedicar�a a observarlos mientras ellos
jugaban, as� que le insist� para que continuaran en lo que estaban, de nuevo
comenc� con mi juego de cruzar las piernas solo que esta vez un poco m�s
descarado que antes, y los dos se ubicaban de manera estrat�gica para poder
observarme mejor, a cada instante sent�a que m�s me agradaba esta nueva
sensaci�n que estaba sintiendo, ver como aquellos dos deb�an estar tan excitados
vi�ndome que me estaba poniendo a mil, tambi�n a m�.

Sent� unos pasos por el pasillo y en forma autom�tica termine
con el jueguito de las piernas, era Carlos y el resto de los hombres que tambi�n
ven�an a jugar, as� es que me quede un rato a all� y viendo que ya no pod�a
continuar con mis oscuras intenciones, me dirig� hacia los jardines de la casa,
esta estaba ubicada en las afueras de la cuidad, deb�a tener alrededor de unas 5
hect�reas, detr�s de la casa hab�a una plantaci�n de �rboles frutales de todas
las especies, era como un bosque frutal, siempre que pod�a sal�a a recorrer esos
lindos parajes en una vieja motoneta de mi suegro, realmente era un paseo
fant�stico, y estaba pensando en realizar uno.

En esos momentos siento que alguien se acerca, era t�o
Fernando quien me llama y me pregunta si me puede acompa�ar, excelente pens�, lo
invito a dar una vuelta en la motoneta, estaremos lejos de los dem�s y tal ves
podr� avanzar m�s en la tarea de seducir a Fernando, que ya deb�a estar bastante
excitado con las dos exhibiciones que le hab�a dado anteriormente y que tambi�n
me ten�an con sensaciones que nunca antes hab�a experimentado.

En un principio no le agrado mucho la idea pero insistiendo
en que no quer�a ir sola me acompa�o al Garaje, donde estaba guardada la
motoneta, all� la inspeccione solo haciendo un poco de teatro inclin�ndome para
que el t�o pudiera ver m�s de mi anatom�a, en un momento me di cuenta que estaba
tan excitaba con la situaci�n que casi me arrojo a los brazos del t�o Fernando,
casi no me reconoc�a a mi misma, quer�a hacer el amor con un hombre que no tenia
nada de atractivo, pero deseaba que el me hiciera suya en ese mismo lugar, logre
ordenar un poca mis ideas, ya que el objetivo era que �l deb�a dar los primeros
pasos y adem�s no pod�a mostrarme tan f�cil.

Entonces invite al t�o Fernando a subirse conmigo en la
motoneta, en realidad creo que en cualquier otro escenario �l no lo habr�a hecho
pero estaba tan loco por mi que termino por subirse. Casi no me tocaba, entonces
le dije que me abrazar� m�s fuerte para que no se fuera caer, y al hacerlo pude
sentir su bulto en mi trasero, eso me descontrolo un poco, me dirig� hacia lo
m�s lejos que pod�a de la casa, el t�o Fernando me estaba apretando cada vez
m�s, y yo lo estaba disfrutando, y lo mejor era la sensaci�n de morbo de estar
con otro hombre y en aquel lugar.

Ya hab�an pasado cerca de 30 minutos cuando me dirig� de
regreso, el paseo hab�a estado fenomenal, hab�a conversado como nuca antes con
el t�o y adem�s ambos disfrutamos de ese primer contacto, luego de guardar la
motoneta y volver al sal�n donde estaban casi todos, me sent� junto a Carlos, y
continu� con mi juego de piernas, que por supuesto t�o Fernando y mi sobrino
Hern�n.

Finalmente lleg� la hora de volver a casa y debo reconocer
que me sent�a muy bien, de hecho creo que comenz� una sensaci�n de atenuar la
rabia y molestia que sent�a por la infidelidad de Carlos, es tanto as� que como
el d�a hab�a sido muy distinto para mi, casi podr�a asegurar que fue muy
excitante, que apenas llegamos a casa me lleve a Carlos a nuestro dormitorio e
hicimos el amor, fue algo espectacular ya que mientras lo hac�amos, me recordaba
de los hechos del d�a y fue como estar haciendo el amor con tres hombres, estaba
con Carlos, sent�a a t�o Fernando y adem�s hasta mi sobrino era parte de mis
fantas�as, y termine con un orgasmo delicioso, hasta Carlos noto que hab�a sido
algo especial, ya que me lo comento, a lo cual solo atine a responder, que era
fruto de que hace d�as que no pasaba nada entre nosotros, con eso Carlos
reacciono y me pidi� disculpas por haberme dejado de lado, pero se excuso con
que en los negocios estaba teniendo que tomar muchas decisiones que eran
realmente importantes y que hasta estaba recurriendo a ayuda no tradicional, Yo
simplemente lo bese y luego nos quedamos dormidos.

Los siguiente fueron muy normales, el tema se me hab�a
quitado de mi mente y con lo que hab�a pasado estaba volviendo a hacer mi vida
normal, de hecho Carlos estaba almorzando todos los d�as conmigo y llegaba
temprano a casa, lamentablemente el fin de semana, t�a Clara estaba de
cumplea�os y como el fin de semana anterior todos nos reunir�amos en su casa
para celebrarlo.

La celebraci�n ser�a con una cena el s�bado cerca de las
ocho, esa ma�ana me dirig� a comprar el regalo y como no ten�a una idea fija de
que comprar, estuve en varios locales de un centro comercial intentado buscar
algo que me agradara darle de regalo a la t�a de Carlos. Estaba en eso cuando
dos tipos que ven�an de frente hacia mi, comenzaron a lanzarme piropos, debo
destacar que no fueron groseros, si no por el contrario, eran adulaciones muy
corteses, que no pasaron a m�s. Pero a mi me dejaron con una sensaci�n extra�a
similar a la que hab�a sentido ese d�a con t�o Fernando y mi sobrino, cuando me
miraban, entonces entre a una tienda donde un se�or se me acerco para atenderme,
era muy gentil y cort�s, tanto as� que adem�s de comprar el regalo de t�a Clara,
compre algunas cosas para m�, y cuando ya estaba por irme, me regalo una flor,
acotando que era la clienta m�s linda y simp�tica de la semana, ese gesto m�s su
trato me gusto mucho, me estaba sintiendo muy bien, antes de irme me desped� de
�l con un beso en la mejilla y un peque�o abrazo, realmente me fui feliz y creo
que excitada, es m�s al llegar a casa pasado el medio d�a, Carlos estaba en el
living leyendo, y pr�cticamente lo viol�.

Hicimos el amor en sof�, con las ventanas abiertas y con unas
ganas espectaculares.

Como a las 17:00 hrs. comenzamos a arreglarnos para asistir
al cumplea�os, y para despistar un poco le ped� a Carlos, que me ayudara con la
elecci�n de mi ropa. Lo primero que hice fue mostrarle unos pantalones con unas
blusas y tambi�n unas faldas, a lo cual me aconsejo, que me pusiera una falda
caf� y una blusa blanca, que seg�n su opini�n me ve�a divina. Carlos al verme
lista, acoto que esas piernas deb�a lucirlas.

Ya en casa de los t�os y tomando un aperitivo en el living
junto a todos los invitados, nuevamente pude ver como mis admiradores tomaban
posiciones para ver mis piernas y un poco m�s, as� que con bastante sutileza
comenc� con mi espect�culo, y Yo lo estaba disfrutando una enormidad, ve�a como
sus ojos se agrandaban cada vez que cambiaba de posici�n mis piernas y tambi�n
creo estar segura de que sus bultos aumentaban a medida que Yo segu�a dando
marcha.

Luego pasamos a la mesa, donde por supuesto estaba sentado al
lado de mi marido y en frente estaba mi sobrino Hernan. T�o Fernando no pod�a
ahora tomar posici�n dado que su puesto por ser due�o de casa era la cabecera de
la mesa. Durante la cena todo estuvo muy entretenido, con recuerdos de an�cdotas
y muchos chistes, y fue en ese momento que a mi sobrino Hern�n, se le cay� uno
de sus cubiertos y cuando bajo a buscarlos, estaba segura que estar�a mirando
entre mis piernas, as� que casi sin pensarlo abr� mis piernas para que pudiera
tener una buena visi�n de mi intimidad, se demor� mas de los necesario para tan
solo recoger un cubierto, que por eso creo que debe haber quedado con la boca
abierta mirando lo que Yo le estaba ofreciendo.

Despu�s de cenar y una larga sobremesa, nos dirigimos
nuevamente al living donde por supuesto segu� con mi exhibici�n, que t�o
Fernando no se perdi�. Mi esposo con mi cu�ado, comenzaron a despejar el living
para poder bailar, mi marido r�pidamente puso m�sica y saco a bailar a t�a Clara
y por supuesto t�o Fernando me pidi� que lo acompa�ara a �l. T�o Fernando puso
su mano en mi cintura y sent� que abr�a sus dedos tratando de abarcar algo m�s
que esa parte de mi cuerpo, luego cambiamos de pareja y queda bailando con mi
marido, y despu�s mi sobrino le pidi� a Carlos que lo dejara bailar conmigo,
creo que su juventud, lo hizo ser un poco m�s atrevido ya que repiti� la
maniobra de t�o Fernando con la Mano y adem�s cada vez que pod�a trababa de
colocar su pierna en mi entrepierna, a la vez que me apretaba hacia �l, esto me
estaba gustando para me dio un poco de susto que todos se dieran cuenta de lo
que est�bamos haciendo, y por mi parte hacia como sino me diera cuenta de nada.
Cuando termino la canci�n que estaba bailando con mi sobrino Hernan, le dije que
quer�a parar y que necesitaba ir al ba�o, realmente era una excusa para no
seguir bailando con �l y que todo se me escapara de mis manos producto de la
excitaci�n que estaba siendo presa mi cuerpo y mi mente.

Cuando sal�a del ba�o, me encontr� con t�o Fernando y me
pidi� si lo pod�a ayudar, ya que iba a buscar los regalos de t�a Clara para que
ella los abriera, nos dirigimos a su dormitorio que estaba en el segundo piso,
como todo un caballero me dejo que Yo subiera primero, lo cual estaba claro era
para disfrutar de mi trasero y piernas. Ya en la habitaci�n me indico que por
favor sacar� algunos regalos, que no se porque los hab�a dejado en la parte alta
del closet, y por ello no los pod�a sacar ya que seg�n �l le dolia la espalda y
se pod�a caer al sacarlos, por lo tanto acerco una silla para que me subiera y
pudiera bajar los paquetes, no soy ninguna tonta y por supuesto que �l hab�a
preparado todo esto para tener mi trasero y mis piernas a su disposici�n. As�
que aprovechando la situaci�n que me estaba provocando una nueva excitaci�n, al
subir tambalee un poco, as� que le ped� que me sujetar� para no caer. En forma
autom�tica llevo sus manos a mis caderas, mi excitaci�n segu�a por lo que
comenc� tomando solo un paquete me agache para dejarlo m�s cerca del suelo, con
ese movimiento mi trasero quedo casi justo en su boca, y para avanzar algo m�s
volv� a tambalear, con lo cual �l tuvo que abrazarme y sent� como sus manos se
apoderaban de mi cuerpo y su boca estaba en mi trasero, lentamente me volv� a la
posici�n recta, pero �l no me solt� y segu�a pegado a mi cuerpo, estuvimos
repitiendo la bajada de cada reaglo y cuando me dispuse a bajar �l no me solt�,
por lo que restreg� todo su cuerpo con mi trasero, y cuando me dispuse a otmar
un regalo se desprendi� de mi. En todo esto ya llevamos cerca de unos 10 o 15
minutos y volvimos al living. Al regresar con los regalos, mi comportamiento era
como si no hubiera pasara nada y �l tambi�n hac�a lo mismo, eso me gustaba y me
volv�a a subir la temperatura.

T�a Clara disfruto cada uno de sus regalos, Yo me quede al
lado de mi marido y cerca de t�a Clara, por lo tanto t�o Fernando aprovechando
la situaci�n se coloco entre nosotras, poco a poco comenz� a colocar su mano en
mi cadera y comenz� a dirigirla hacia mi trasero, por mi parte celebraba cada
regalo que se abr�a y no me daba por aludida con lo que estaba haciendo su mano.
En un momento su mano casi extendida estaba sobre mi trasero y comenz� a
realizar movimientos circulares, como una especia de masaje, luego comenz� a
bajarla llegando hasta mis piernas y la empez� a colocar hacia delante, tratando
de llegar a mi entrepierna, la falda no le dejaba llegar directamente a su
objetivo pero, sigui� bajando hasta donde terminada esta y comenz� a subirla,
esta vez si lo iba a conseguir, pero en ese momento se terminaron los regalos y
Yo avance hacia t�a Clara para felicitarla, con eso �l tuvo que sacar
r�pidamente, por suerte creo que nadie pudo vernos, dado detr�s de nosotros no
hab�a nadie y ademas estaba solo una pared.

La situaci�n ya estaba con mucha temperatura, la �ltima
acci�n de t�o Fernando me hab�a dejado en grado de excitaci�n casi
indescriptible, imag�nense me hab�a manoseado a su antojo y justo al lado de mi
marido. Sent�a como me miraba ahora t�o Fernando, no dejaba de seguirme con su
mirada y se notaba que estaba como acalorado y sus ojos ten�an una mirada que no
era la normal.

Cuando �bamos desped�amos para retirarnos, t�o Fernando llamo
a Carlos ya que quer�a tratar un asunto con �l, no pude escuchar lo que
conversaban paro me asuste un poco, luego Carlos de despidi� muy agradecido de
su t�o, por que recobre la calma, luego me toco a m� despedirme de �l, situaci�n
que aprovecho para disimuladamente tocarme uno de mis senos, realmente desde
ahora ten�a que estar preparada para los avances de mi querido t�o.

Cuando �bamos en el auto Carlos me comento que t�o Fernando
necesitaba de mi ayuda, quer�a hacer algunos cambios en su tienda y necesitaba
que lo asesorar� en la remodelaci�n de la tienda, aduciendo mis conocimientos de
arte y mi buen gusto. En ese momento me di cuenta que t�o Fernando no iba a
parar hasta llegar al final de todo este juego, le dije a Carlos que aceptaba la
oferta y que ma�ana llamar�a a su t�o.

Esa noche de nuevo Carlos tuvo que apagar toda esa excitaci�n
que hab�a sentido en el cumplea�os de t�a Clara, hasta ahora �l hab�a sido
beneficiado con mis jugarretas, ya que �l era el �nico hombre que pod�a poseer.

A la ma�ana siguiente cuando Carlos ya se hab�a marchado,
son� el tel�fono y por supuesto era t�o Fernando, pregunt�ndome que me parec�a
la oferta de asesorarlo en la remodelaci�n de su tienda, le conteste que me
agradaba mucho la idea, as� que fijamos una reuni�n almuerzo para comenzar a
trabajar en su proyecto de remodelaci�n.

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