Apenas egres� de mi carrera, las puertas laborales se me
fueron abriendo muy r�pidamente y al poco tiempo ocupaba un importante puesto en
una prestigiosa empresa. Ganaba muy bien y trabajaba en lo que me gustaba.
Pero a si y todo, muy suerte no termin� ah�. Mi desempe�o en
esta empresa fue excelente y la gerencia, me ofreci� irme a cargo de una nueva
sucursal que se abrir�a en el pa�s vecino.
Me cost� un mucho decidirme a marchar, ya que como hijo
�nico, de padres separados, con una familia muy reducida, dejar�a a mi madre
casi completamente sola. Sin embargo fue ella misma la que me incentivo a seguir
mi destino.
Con mucha tristeza aborde mi avi�n, un poco con miedo dejando
atr�s mis amigos, mi casa y a mi madre. Por mi padre no me preocupaba, ya que el
hab�a rehecho su vida.
Pasaron los a�os y mi situaci�n econ�mica fue excelente. Me
daba lujos que nunca pense darme en mi vida.
Quise muchas veces traer a mi madre a vivir conmigo, pero
ella no quer�a.
Viajaba a mi pa�s con mucha frecuencia y siempre invitaba a
mi madre a que me visitara, pero con un miedo terrible a los aviones, me dec�a
siempre que no.
Pasaron los a�os, yo ya me hab�a independizado y monte mi
propia empresa. El dinero me sobraba. Comenc� a comprar, propiedades en fin todo
lo que el dinero puede comprar, sin embargo me encontraba solo. Muchas mujeres
pasaron por mi vida, pero ninguna me hab�a logrado conquistar el coraz�n. Aparte
que mi vida de soltero era incre�ble. Con 35 a�os, bien parecido y con mi
excelente situaci�n econ�mica, era un im�n para cualquier mujer y muy supe
aprovechar eso, y no quer�a aun amarrarme con solo una.
Cerca de mi cumplea�os, mi madre me llama y me dice que
estaba dispuesta a viajar para estar conmigo. Me alegr� mucho esa noticia y yo
mismo viaje en su b�squeda.
Abordamos el avi�n, ella casi se muere cuando se pone en
marcha, pero ya en el aire se relajo completamente.
Llegamos. Uno de mis empleados nos hab�a ido a buscar al
aeropuerto. Al llegar a mi casa, mi madre no lo pod�a creer que su hijo tuviese
una casa de tal magnitud, aunque muchas veces le hab�a mostrado fotos, pero
estar ah�, para ella era incre�ble.
Esa misma tarde, salimos recorrer la ciudad. Ella qued�
maravillada con el clima, la ciudad, el trato de la gente en fin. Y se
arrepent�a de no haber viajado antes.
Lleg� el d�a de mi cumplea�os. Mis amigos y conocidos
quisieron hacerme una fiesta, pero les dije que no, que ten�a otros planes.
Ese d�a quer�a compartirlo con mi madre. Salimos a cenar en
la noche. Mi madre aun con sus 53 a�os, era una mujer muy jovial y muy hermosa.
No aparentaba para nada su edad, su f�sico era la envidia de cualquier mujer m�s
joven. Muchas horas de gimnasio, yoga, dietas hab�an logrado mantener ese cuerpo
en perfectas condiciones, aparte que en su juventud, fue profesora de educaci�n
f�sica.
Ese d�a se visti� muy hermosa. Se coloco un vestido azul, muy
ce�ido al cuerpo, que mostraban todos sus atributos con un generoso escote. Le
verdad se ve�a preciosa.
Salimos de la casa y nos fuimos al mejor restauran de la
ciudad. La velada fue muy simp�tica y al final terminamos en una disco. Mi madre
acaparaba las miradas de todos los hombres que en ese lugar se encontraban. Su
gran altura, su pelo rubio ondulado, sus turgentes y grandes pechos dentro de su
generoso escote, sus ojos verdes, una cintura muy marcada que terminaba en un
trasero hecho a la medida culminando con unas tremendas piernas. La verdad me
sent�a muy halagado de estar con semejante hembra.
Nos sentamos en una apartado, donde la m�sica no molestaba
tanto. Orden� una botella de champagne y brindamos por mi cumplea�os. Salimos a
bailar y nuevamente los movimientos de mi madre, atrajeron las miradas de varios
hombres que se colocaron detr�s de ella para verla bailar. El ritmo cambio a una
salsa y tomando de la cintura a mi madre, comenzamos a movernos. Pod�a sentir su
estrecha cintura, su perfume, su risa, me ten�a encantado. En una paso de baile,
ella queda abrazada por mi, d�ndome la espalda, sintiendo como sus generosas
nalgas se rozaban contra mi verga. Yo sab�a que era mi madre y que no pod�a
estar excit�ndome con ella, pero el alcohol ya estaba haciendo su efecto y por
mas que trat� de que mi verga no se empalmara, no lo consegu�.
No se si ella se habr� dado cuenta.
Muchas veces paramos a beber a nuestro apartado, iba a
ordenar otra botella de champagne, pero ella me dijo que prefer�a tomar otro
trago. Nos bebimos otro par de tragos y ya nos re�amos de cualquier cosa. Mas
que madre e hijo, parec�amos pareja una pareja de enamorados. Abrazados todo el
tiempo, bes�ndonos en la cara en fin, nadie hubiese sospechado nuestra relaci�n
familiar.
Salimos a bailar nuevamente, ya nuestros movimientos no eran
tan coordinados. Luego de una par de bailes r�pidos, la m�sica cambi� y las
luces bajaron. Nos abrazamos y comenzamos a bailar my apretados. Mis manos
aferradas a la cintura de mi madre, mientras ella reposaba su cabeza en mi
hombro. Me dec�a lo mucho que me quer�a y lo fel�z que estaba al saber que yo
estaba bien. Tambi�n me dijo que le daba cosa no haberme comprado alg�n regalo,
ya que yo lo ten�a todo, no era f�cil hacerme un regalo a mi.
Yo le dije que el mejor regalo era que ella hubiese viajado,
haber pasado esa noche con ella, y poder estar bailando con una mujer tan
interesante siendo la envidia de los hombres del local.
Entonces, me dijo haremos que esta noche no termine aun y
seguiremos bailando hasta caer rendidos. D�ndome un suave beso en mi boca.
Nunca antes ella lo hab�a hecho, pero fue solo un leve beso,
sin nada de sensualidad, solo con amor y cari�o. Sin embargo mi verga no lo tomo
as�, y dio un movimiento de haber sentido ese beso. Ella solo me miraba a los
ojos.
La m�sica cambio y nuevamente comenzamos a bailar. Mi madre
termin� por soltarse completamente y giraba de lado a lado en la pista,
abraz�ndome y bailando ya mucho mas sensual. No sab�a que decir, solo la miraba
y admiraba su vitalidad. De vez en cuando se pon�a de espaldas hacia mi , con
mis manos abraz�ndola por la cintura, y rozando su hermoso trasero contra mi
dur�sima verga, que ya era imposible que no la hubiese sentido.
Se notaba bastante mareada, bueno al igual que yo, pero
dentro de todo bien consiente de lo que estaba haciendo, solo mucho mas alegre.
Llegamos abrazados hasta nuestro cuv�culo, y al darle la pasada para que
entrara, le brinde una cachetada en una de sus nalgas como broma. Ella ri�.
Nos sentamos en el sof� muertos de la risa, ya bastantes
mojados con los bailes bebimos de nuestras copas y hasta acabarlas. Me dispon�a
a pedir dos mas, cuando ella, con su la mano en al interior de mi pierna, y
abraz�ndome con la otra, me dijo que me quer�a mucho y que quer�a darme un
regalo muy especial.
Nos miramos fijamente, y nos fundimos en un apasionado beso.
Mis manos acariciaban sus piernas, subiendo lentamente bajo su vestido azul,
mientras ella con su mano me tocaba mi paquete por sobre el pantal�n. Ella par�
y me dijo que nos fu�ramos a otro lugar. Ped� la cuenta y una nueva botella de
champagne. Salimos abrazados, y apenas subimos al auto, nos besamos , toc�ndonos
completamente, mis manos se perdidas bajo su vestido, ya acariciando su mojado
calz�n y las de ella apret�ndome fuertemente mi verga. Puse en marcha el auto y
en cinco minutos, entre al primer motel que apareci� en el camino.
Apena cerramos la puerta, volvimos abrazarnos. Mis manos
subieron su falda y se aferraron a sus ricas nalgas. Ella desesperadamente me
desabrochaba mi camisa mientras continu�bamos bes�ndonos. Al desabrochar mis
pantalones y al baj�rmelos, qued� arrodillada ante mi y tomando mi verga en sus
manos la meti� dentro de su boca, d�ndome un placer indescriptible mientras con
sus manos me apretaba fuertemente las nalgas.
La hice levantarse y al soltar su vestido este cayo al piso,
dej�ndola con un conjunto blanco muy sensual. Ca�mos a la cama y r�pidamente le
saque su brasier y sus calzones, dej�ndola completamente desnuda. Su cuerpo era
incre�ble. A pesar de sus edad sus pechos se manten�an muy duros. Sus pezones
fueron presa de mis labios lo que por ni un momento dejaron de acariciados.
Mi madre de espalda y yo a su lado, con mi cabeza entre sus
pechos y mi mano en su entrepierna meti�ndole un dedo por su lubricada abertura.
Ella se retorc�a de placer, dej�ndome hacer con ella todo lo que quisiera. No
aguante mucho y besando su vientre comenc� a bajar hasta colocarme entre sus
piernas y sumergirme por ese h�medo lugar donde muchos a�os antes hab�a llegado
yo al mundo. Su sabor era exquisito y quiso hacerme detener, pero me d� cuenta
de su inminente orgasmo no me detuve hasta que mi boca se llen� completamente
con sus jugos.
Ca� de espaldas a la cama y ella sent�ndose sobre mi, me
agarr� la verga y se la meti� de un golpe hasta el fondo de su concha.
Mientras me cabalgaba, apoyando sus brazos al lado de mis
hombros me pasaba sus hermosas sus tetas por la cara., yo solo sacaba mi lengua
para chup�rselas , ya que mis manos no soltaban sus nalgas.
Mira como me tienes hijo, con toda tu verga ensartada
dentro de mi!
Si madre y tu con tus tetas en mi cara!, que ricas las
tienes!
Ch�pamelas!!!!! hijo m�o, hoy soy tu hembra, has de mi todo
lo que quieras !!!!
Me encanta tu cuerpo mam�, mira que tetas mas ricas tienes,
siente como te agarro el culo !!!!!!
Siiiiiii me encanta sentir tus manos en mi cuerpo !!!!!!!
Uuyyyyyyy como me aprietas mi verga, es exquisito !!!!!!!
D�jame que me doy vuelta !!!!!!!!
Se da vuelta, d�ndome la espalda, sent�ndose nuevamente sobre
mi verga se la enterr� entera. Ahora la visi�n de su culo era mucho mejor.
Estaba sorprendido con lo caliente que era mi madre de su
energ�a. Ahora entiendo de donde hered� eso de ser tan caliente al punto de que
muchas mujeres me deten�an o no me dejaban hacer todo lo que yo quer�a.
Mir�ndome hacia atr�s, me dijo que me pusiera duro y no me moviera. Se saco la
verga de su concha y mientras se separaba las nalgas se la fue metiendo poco a
poco en su culo. Menos mal que yo hab�a bebido tanto, que me encontraba muy duro
de acabar, por que o si no, en ese mismo momento le hubiese llenado el culo a mi
madre con todo el semen que ten�a acumulado. Sin sacarla de ah�, se dio vuelta y
me qued� mirando. Su cara demostraba el inmenso placer que estaba sintiendo.
Tomo la botella de champagne y la abri�. La espuma sali� mojando mi pecho. Ella
le dio un gran sorbo y dejando algo en su boca, me beso traspasando el liquido a
mi boca. Mientras la penetraba ella me hablaba de las cosas que le estaba
haciendo, se notaba que eso la excitaba mas aun.
Le dije que fue exquisito sentir como acababa en mi boca.
No me lo digas que me vas hacer acabar de nuevo
Eso quiero, pero que o hagas de nuevo en mi boca.
� de verdad te gusto?
Si me encant�
Pues toma !!!!
Y corri�ndose un poco mas arriba sentada sobre mi pecho, me
dej� su concha nuevamente en la boca. Yo mientras se la chupaba ve�a el pacer
que estaba sintiendo. Tomo la botella de champagne y se la vaci� en el pecho. El
licor bajo entre sus pechos, recorriendo su vientre y meti�ndose entre sus
piernas, llegando hasta su vagina, donde fue recibido por mi boca. As� comenc� a
beber champagne directamente de la concha de mi madre. Ella al verme hacerlo, me
entreg� la botella y se comenz� a masturbar a pocos cent�metros de mi boca.
Me tienes muy caliente hijo !!!!!!! Dime que soy tu perra
hijo... soy tu perra !!!!!!!
Ere una perra caliente madre y me encanta ( mientras ella
segu�a masturb�ndose )
Que placer siento !!!!!!!!
Eres una vieja caliente y quiero que me la chupes!!!!!!!
����quiero hacer un 69 contigo y acabar en tu boca y tu en la mia. !!!!!!!!
Siiiiii d�jame chup�rtela
Antes que me la chupara, me vaci� un poco de champagne en mi
verga y mi madre se coloc� nuevamente sobre mi , dej�ndome su concha nuevamente
en mi cara, y mi verga dentro de su boca.
Comenz� a darme una chupada espectacular, bajando hasta mis
huevos, los que se met�a completamente dentro de la boca, haci�ndome aveces
sentir un leve pero placentero dolor. Tanto bajo su lengua que hasta la entrada
de mi culo se vio beneficiada con esa rica lenguita.
Por mi parte, le vaciaba la champagne entre sus nalgas la que
nuevamente recorriendo su culo, llegaban a parar a su concha siendo recibida por
mi lengua. Mi madre me quit� el envase y en su totalidad me lo vac�o en mis
partes �ntimas, pod�a sentir como su lengua recog�a todo el liquido que se
esparcida a trav�s de mi verga, mi ingle, mis piernas, mi culo, ning�n lugar
quedo sin sentir esa rica lengua.
Le d� un beso negro saboreando el sabor de la champagne por
todo su trasero. Ella como premi� se meti� mi verga hasta la garganta, haciendo
chocar sus labios contra mi pelvis en una clara se�al que la ten�a en su
totalidad en su boca.
Comenc� a quejarme y mi madre se dio cuenta de que mi
explosi�n era inminente. Aumento sus chupadas y yo las m�as hasta que de mi
verga, como un volc�n comenz� a botar una cantidad de semen blanco y caliente
los que fueron a parar directamente a la boca de mi madre, al mismo tiempo que
ella me inundaba la boca con su delicioso n�ctar.
Seguimos chup�ndonos en esa posici�n, ya sin fuerzas. Ambos
estabamos completamente mojados con el sudor de la relaci�n sumado a la
champagne.
Mi madre se acost� a mi lado. Yo la abrac� por detr�s,
colocando mi verga ya cansada entre sus nalgas y mis manos en sus gloriosas
tetas. Y en esta posici�n nos quedamos dormidos abrazados hasta el otro d�a.
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