Mi vida con Mario
Tengo 46 a�os, estoy casado desde hace casi ocho y mantengo
relaciones homosexuales con un primo cuatro a�os menor desde hace m�s de 30. No
estamos enamorados el uno del otro, solamente disfrutamos de nuestra
bisexualidad sin complejos ni arrepentimientos.
Voy a contar algunas de las historias de nuestros encuentros
sexuales.
Durante un verano, hace cinco a�os, �l vino de visita a la
ciudad en la que vivo, yo estaba solo en casa porque mi esposa hab�a viajado a
la capital y tuvimos tres d�as de sexo desenfrenado, durante la tarde y la
noche. Y fue as� s�lo porque yo deb�a trabajar, si no, hubiese habido sexo en
las ma�anas y los mediod�as tambi�n.
El primer d�a de su estad�a s�lo nos dimos una breve chupada
mutua, porque mi esposa part�a esa madrugada. A la hora de la siesta, solos en
el comedor de casa, �l me acerc� su pija fuera de su short de ba�o y yo se lo
chup� golosamente durante un par de minutos y despu�s invertimos y �l me chup� a
m�.
Tarde, como a las dos y media de la ma�ana, despu�s de acompa�ar a mi esposa al
�mnibus, me acerqu� a su cama y le puse la pija contra la boca, para despertarlo
y �l se despert� con la cabeza contra sus labios, me chup� durante m�s de quince
minutos, a Mario le encanta chupar pijas y es muy bueno, realmente se babea
terriblemente mientras lo hace y puedo sentir como me corre la saliva por todo
el miembro, pija todo mi vello pubiano y escurre hasta mi ano, con lo que
aprovecho para meterme algunos dedos y lo animo para que haga lo mismo.
Ya est�bamos los dos desnudos sobre la cama y gir� para hacer
un 69 que dur� otros buenos quince minutos.
Fuimos cambiando de posiciones para chuparnos uno al otro y
mutuamente, saboreando el l�quido preseminal que surg�a de nuestras pijas hasta
que me pidi� que lo penetrara, se puso en cuarto y le fui metiendo la verga
despacio, porque nunca aguant� bien la penetraci�n -pero este a�o cambi� la
cosa, pero de eso les contar� en otro momento- hasta golpear con mis huevos en
su culo, mientras acariciaba su espalda y masajeaba su pedazo, sus gemidos y
bufidos iban en aumento. Despu�s de serrucharlo durante un buen rato se la saqu�
y asum� la misma posici�n, en cuatro patas, para que me penetrase, lo que hizo
sin resistirse.
Tengo que decir que a mi no me cuesta encajar bien su pija,
porque tengo bastante experiencia con las penetraciones, y no solamente por
pijas, sino por una gran gama de elementos cil�ndricos de respetable -Mario me
dice que m�s de una le da, o daba, escalofr�os- tama�o. Entonces me acomod� a su
ritmo, con su pedazo bien encajado en mi culo y me abandon� a la sensaci�n de
ser bien cogido durante un buen rato, apoy� mi pecho en la cama dejando el culo
bien arriba para que no se salga y as� gir� de a poco, pasando una pierna por
arriba de su cabeza, para quedar de espaldas, y �l se arrodill� para seguir
cogi�ndome durante un buen rato.
Despu�s cambiamos nuevamente; yo lo cog�; �l me cogi�, con
varias chupadas r�pidas en el medio de cada cambio, ya que la calentura que
ten�amos a esa altura no nos permit�a hacerlo durante mucho tiempo sin correr el
riesgo de acabar.
Finalmente, nos consultamos la manera en la que quer�amos
acabar y quien ser�a el primero. Normalmente, primero acabo yo, porque la
personalidad dominante en nuestra conducta sexual soy yo, aunque nunca me
aprovecho de ello. Le ped� que se sentara y me chupara para acabarle en la boca,
lo hizo y yo me par� al lado de la cama, disfrutando la visi�n de su boca
trag�ndose mi pija y su mano paje�ndose r�pidamente, le dije que dejara de
hacerlo y le acarici� el miembro suavemente mientras sent�a que me ven�a, tom�
mi miembro y me masaje� frente a su boca abierta de la que sal�a su lengua,
cuando sent� que acababa se la met� adentro y eyacul� all�...
�Hermoso!, mis espasmos hicieron que se atragantara un poco,
porque ninguno de los dos traga la leche del otro, no lo disfrutamos, as� que no
lo hacemos. Mientras me recobraba, �l escupi� mi leche en un trapo.
Me pidi� acbarme tambi�n en la boca y tom� su pija entre mis
labios, meti�ndomelo lo m�s posible, hasta que tocara mi garganta y lo segu�
chupando hasta que me dijo que acababa, la saqu� y puse mi lengua contra el
agujerito de su pija, para que me acabara all�, me reg� toda la lengua y algunos
chorritos me pegaron en el palada... estaba muy caliente, aguant� lo m�s que
pude dentro de la boca y escup� a mi vez.
Nos acostamos uno al lado del otro y nos dormimos. Todav�a
nos quedaban tres d�as m�s y yo ten�a que levantarme temprano para ir a
trabajar.
Espero que hayan disfrutado y si as� lo hicieron pueden
enviarme sus comentarios a
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Abrazos para todos.
Juanse.