Hace un tiempo y por casualidad conoc� a un hombre... en un
primer momento la relaci�n era de amistad y fue tomando un rumbo algo m�s
�ntimo... simpatiz�bamos y en m�s de algunos aspectos �ramos muy similares.
La relaci�n era casi plat�nica a trav�s de emails y una que
otra llamada telef�nica... hasta que decidimos encontrarnos. El primer encuentro
no fue un verdadero �xito pero dejo un sabor a m�s y a querer probar... la
relaci�n fue avanzando... ya hab�a confianza mutua y ganas de experimentar cosas
nuevas.
El me produc�a cierta fascinaci�n, impacto... ganas de
explorar su propio mundo, su trabajo, su mujer, hijos, a la vez intriga... ese
mundo que no lo conforma, a la vez ejerce una extra�a fuerza poderosa sobre �l,
del cual le es imposible desarraigarse.
Elegante, de estatura normal, cabellos canos, ojos claros,
robusto... su sonrisa es muy cautivante y su mirada lo es m�s.
Quedamos en encontrarnos en un departamento... me envio un
juego de llaves, me dijo que lo esperara all�, que �l llegar�a despu�s.
Estacion� mi moto frente al edificio y entr�, abr� la
puerta... �l me hab�a dicho que esa tarde ser�a especial, que ser�a memorable...
en el departamento logre ver parcialmente el dormitorio, el living, cocina y un
ba�o... fui al living y not� que hab�a una notita que dec�a: " Fijate dentro de
cada caj�n del chiffonier ". Eso me entusiasmo mucho y despert� una gran
curiosidad por ver que conten�an. El primero ten�a ropa interior, de encaje,
tangas, medias, un vestido muy sensual y corto.
Al ver el primero experimente un delicioso cosquilleo por
descubrir cu�les eran sus fantas�as... cada uno de ellos deb�a contener algo que
deseaba hacer, tal vez me haya estado imaginando con esa ropa puesta.
Decido ver el segundo y conten�a velas perfumadas, y un
frasquito de aceite. Me cautiva este juego... ir descubriendo uno a uno sus
deseos.
El tercero conten�a potecitos de chocolate, dulce de leche,
licores y cremas... ahhh saborear del cuerpo del otro, siempre he imaginado
ba�ar el pene de chocolate, tal como hacen con los pinitos de helado, saborearlo
con esa satisfacci�n.
El cuarto conten�a una invitaci�n a meternos en el
hicromasaje, junto con bolsitas de sales perfumadas y jabones de muchos colores
y aromas.
El quinto conten�a un lazo de algod�n, un juguete er�tico, y
un tubito de vaselina. Adem�s otra notita que dec�a... " eleg� uno y espera mi
llamado"
El juego era interesante, pero no pod�a decidirme por uno de
todos.... cada uno me cautivaba y conten�a algo de mis propias fantas�as...
decid� armar un conjunto... entonces escog� las velas y el aceite perfumado, la
invitaci�n al hidromasaje junto con las sales y el lazo de algod�n.
Sonaba mi celular (supongamos!!!): me estaba llamando. Atend�
la llamada y entonces me pregunt� que caj�n hab�a escogido... deb�a decir
cu�l!!!.... como dudaba... me dijo: solo vale elegir uno... entonces le dije...
lo que mejor me sale es desobedecer a los mayores.
Mientras esperaba que llegara, fui al dormitorio con las
velas y las dispuse en diferentes sitios hasta lograr una luz tenue y muy
insinuante, llen� el hidromasaje de agua y sales y sent� el ruido de su auto que
se estacionaba.
El lleg� con su cautivante sonrisa y un brillo en los ojos
que secretamente conten�a la curiosidad por saber que hab�a elegido yo para ese
d�a especial, me impacta su personalidad, tal vez sea mi propia fantas�a lo que
crea a su alrededor un misterio oculto, algo a lo que yo no puedo alcanzar...
eso me atrapa a�n m�s...viene desde atr�s, me hace girar y me da un beso
introduciendo toda su lengua, me toma de la mano y me lleva directamente al
dormitorio... con un movimiento me atrae hacia �l, por un momento quedamos
roz�ndonos los labios, percibiendo nuestros alientos y nuestra respiraci�n. Nos
acercamos un poco m�s y nos devoramos los labios, chupando y mordiendo, su
lengua me invade, c�lida y suave. Mientras sus dedos comienzan a explorar mi
mundo. Le quit� la ropa y sent� su torso desnudo, caliente, en contacto con mis
senos, lo acarici� con ambas manos.
Me abraz� por un instante y en ese momento me sent�a en el
abismo, un segundo infinito que me provoca una lluvia de sensaciones. Quiero
hacerlo m�o.
Se acost� en las s�banas blancas, estaba all� a merced de mi
pasi�n, excitado, expectante.. yo deseaba locamente cabalgar esa erecci�n, tom�
el lazo y le at� las manos a la cama... solo quer�a hacerlo gozar y a la vez
sufrir por no poder ser due�o de sus manos. Mi sexo estaba muy hinchado, me subo
arriba de �l y comienzo a refregarlo en su pierna, �l dice: tus labios est�n
grandes y jugosos, dejame chuparte... entonces voy lentamente acercando mi vulva
a su cara, llega a m� con su boca, saborea toda mi humedad, juega introduciendo
su lengua en mi vagina, produci�ndome espasmos de placer. Luego me coloco en la
misma posici�n sobre �l pero de espaldas a su cara... me adue�o de su pene que
comienza a lagrimear y le ofrezo a su mirada toda mi vulva inflamada, desespera
por llegar con su lengua pero me gustaba hacerle bullir un poco la sangre y
hacerlo esperar... su pene aumenta la dureza, torn�ndose fuerte, poderoso,
ofreciendo su jugo dulce que yo limpio con cada paso de mi lengua, mi excitaci�n
aumenta, sale por mi sexo que no puede esperar m�s introducirse en esa flecha
impetuosa.
Lo liber� del lazo con una mirada suplicante para que
aliviara el dulce tormento que sent�a en mi palpitante vagina... no se hizo
rogar, se coloc� detr�s de m� y de un golpe seco se introdujo hasta el fondo,
comenz� a bombear y a bombear, su respiraci�n era ruidosa y sus jadeos me
excitaban a�n m�s... sentir esa dureza firme dentro de mi carne golpeando en mis
nalgas, enterrando bien adentro ese miembro duro, implacable, se zambull�a en m�
una y otra vez otorgando un universo de vibraciones por todos lados,
incre�blemente ten�a una gran resistencia... hasta que sent� como sus golpes
eran m�s intensos y ese calor de su semen ba��ndome por dentro. Mi cuerpo se
retorc�a en espasmos, en mi sexo, en mis piernas, brazos, todo era un mar de
placer y sensaciones ardientes.
Nos quedamos un rato relajados, me acurruque junto a �l
sintiendo aroma a sexo mezclado con el perfume de las velas.... luego de unos
minutos, comenc� a ba�arlo en aceite y a masajear su cuerpo, llegu� con el
aceite a su cola y fui metiendo el dedo hasta ensancharlo, lo met�a y lo sacaba
provocando su goce. Esto lo encendi� nuevamente y todo comenz� a suceder como un
torrente de sucesos que no se pueden detener.
Fuimos al hidromasaje, el agua estaba tibia, perfumada,
acariciaba la piel, provocando m�s sensaciones a nuestros cuerpos, nuevamente
nos fundimos, nos encastramos uno en el otro, hasta que nuevamente me regalo un
nuevo, placentero orgasmo y su c�lido derrame de semen sobre todo mi cuerpo.