Yo lo hice con mi hijo� sin complejos!
3 PARTE
Mi hijo sali� del ba�o y, desnudo y cubri�ndose con las
manos, se march� a su habitaci�n sin abrir la boca.
La verdad es que a sus quince a�os debi� ser una experiencia
tremenda; yo lo me razonado posteriormente, pero su cuerpo no se corresponde con
su mentalidad y yo me hab�a dejado arrastrar por la pasi�n del cuerpo, sin
consideraciones racionales.
Yo qued� profundamente afectada por la experiencia igual que
�l, pero con una capacidad de asimilaci�n de estas experiencias completamente
distinta y mi capacidad de reacci�n tambi�n me hicieron no bloquearme y estudiar
una estrategia viable para dar salida a nuestras respectivas vidas en adelante.
Deb�a pensar por m� misma y por mi hijo, a�n adolescente.
Todav�a sent�a en mi vagina el calor y presi�n de su pene y
no pod�a evitar continuar la placentera experiencia ayudada de mis dedos hasta
que consegu� dormirme.
A la ma�ana siguiente, hacia las 9 o las 10 de la ma�ana, la
luz y ya el calor del sol, me despertaron, comprobando que todo estaba tranquilo
y mi hijo a�n dorm�a en su cama. Me levant� y tras recordar con cierto regusto
malsano la experiencia vivida la noche anterior y con un deseo perverso de
despertarle y terminar de una vez este ardor que me consum�a, me prepar� un caf�
cargado. No sab�a que me traer�a el nuevo d�a�
Cuando a�n no me hab�a tomado mi caf�, sali� mi hijo de su
cama y me pidi� que si le hac�a el desayuno, pero con la mirada baja y actitud
sumisa, evidentemente avergonzado y supongo que algo de humillaci�n ante su
comportamiento de la noche anterior. Cuando le puse el desayuno, tan solo acert�
a decir :"Gracias� me, � me,� me, � perdonas?". La verdad es que sent� una
tremenda compasi�n de �l, vi�ndole tan culpable y sabiendo yo mejor que nadie,
que si hab�a una responsable, sin duda era yo. Me enterneci� su actitud y le
abrac�, dici�ndole que no hab�a nada que perdonar; que hab�a sido un desliz
involuntario e incontrolable a su edad. Son frecuentes las poluciones nocturnas
y alcanzar un orgasmo con una simple frotaci�n. "Todo normal�" -le dije sin
creerlo yo misma!-.
Aquel d�a me pidi� permiso para marcharse al pueblo, pues
eran ferias y quer�a ir con sus amigos. Por supuesto yo le d� mi autorizaci�n y
comprend� que quer�a alejarse del conflicto interno que sufr�a. Pens� que le
vendr�a bien asimilar la experiencia sin traumas ni influencias de nadie. Que
viese que la vida sigue como siempre, ajena a nuestros peque�os problemas de
cada d�a.
Tras este d�a y la semana siguiente, todo volvi� de nuevo a
la normalidad, a nuestros juegos en la piscina y a nuestros ratos en casa viendo
la TV y charlando , hasta que el viernes.
Con motivo del cobro de la indemnizaci�n por renuncia de
vacaciones que cobr� de mi empresa, me apresur� a comprar una botella de buen
vino rosado franc�s y unos mariscos frescos para la cena del viernes y
celebrarlo con mi hijo, pues la cantidad percibida era importante para nuestra
econom�a.
Con ilusi�n por el acontecimiento y la celebraci�n familiar,
llegu� a casa alegre y le contagi� a mi hijo la alegr�a, que se apresur� a
preparar lo necesario para la celebraci�n, colocando la mesa e incluso poniendo
una vela en el centro. Riendo y charlando, me pidi� permiso para tomar un trago
de vino, concedi�ndole ese peque�o deseo inocente y poco peligroso, pues no
pens�bamos salir de casa aquella noche.
El vino fresco estaba excelente y mi hijo repiti�, eso s�,
siempre pidiendo permiso que yo le conced�a y yo, a mi vez, tambi�n beb�a un
trago con �l. As�, poco a poco y mientras degust�bamos el marisco, acabamos con
la botella de vino entre los dos.
Era evidente que nos encontr�bamos algo beodos y algo fuera
de nuestro comportamiento habitual, hasta el punto de que mi hijo perdi� su
natural pudor y me indic� que me ve�a como la mujer mas linda que conoc�a, sin
inter�s ninguno por otra mujer y que no ten�a intenci�n alguna de casarse, pues
estaba muy bien con su madre y en su situaci�n actual. Era evidente que
desvariaba por culpa del alcohol, pero tambi�n que no ment�a: realmente sent�a
lo que dec�a y yo se lo agradec� doblemente, con la satisfacci�n de la mujer
halagada y con el orgullo de una madre feliz con un hijo agradecido.
Me pidi� bailar conmigo y, claro, yo acept� encantada. Como
digo, nuestra forma habitual de vestir en la intimidad se limita a la ropa
interior y yo, sobre ella, suelo ponerme un camis�n corto y suave.. muchas veces
tambi�n transparente como una provocaci�n evidente y creo que consegu�a su
efecto. Mi hijo, al levantarse de la mesa, dejaba ver en su pantal�n corto un
abultado pene erecto, algo que me caus� la excitaci�n natural, aunque despu�s de
nuestras �ltimas experiencias, ya no me ruborizaba, ni mi hijo tampoco.
Pronto puso la m�sica y se abraz� a m� para bailar, aunque
ninguno de los dos sabemos hacerlo. Nos mov�amos al ritmo de los compases de
m�sica y �l me acercaba sus caderas sin encontrar oposici�n por mi parte. Yo
supon�a lo que me esperaba, pero tras unas frotaciones a su, ya cl�sico estilo,
me pidi� que pas�semos a mi habitaci�n a jugar un poco sobre la cama.
Con una sonrisa p�cara por mi parte, asent�. Me cogi� de la
mano y asumiendo la iniciativa, me invit� a mi cama y �l, directamente, se
acost� sobre m�. Inmediatamente me dijo lo atractiva que era y me pidi� besarme
los labios. Yo no pod�a negarme, no quer�a y mi excitaci�n era enorme, tanto que
no recuerdo haber estado as� nunca; posiblemente la situaci�n era mucho mas
morbosa que las que hab�a vivido hasta ahora, no s�. Notaba su pene frot�ndose
directamente sobre mi entrepierna y sus besos eran interminables. Me ofreci� su
lengua y, como no, la acept� llena de lujuria. Me pidi� tambi�r poder besar mis
pechos y� pues s�, tambien se lo conced�, aunque al no poder acceder con
facilidad a ellos, tuve que pedirle que se retirase un momento para quitarme el
camis�n. Al verme directamente mis pechos y mi cuerpo desnudo y tan solo
cubierto con una braguita muy peque�a y muy transparente, se volvi� a echar
sobre m� chupando mis pechos y con unos movimientos convulsos de sus caderas,
supe que estaba de nuevo al borde del orgasmo, por lo que le ped� un momento de
calma.
Le quit� su pantal�n y puse mis labios sobre un pene
precioso, sin exageraciones, ni grande ni peque�o, ni grueso ni delgado, en f�n,
un pene delicioso para un chico de quince a�os, un pene que yo anhelaba sin
haber visto nunca en esta plenitud. Le bes� con ternura y me sorprendi� su
escaso vello, aunque no era raro debido a su juventud. Tampoco ten�a a�n barba y
el vello de su pecho, era una escasa pelusa similar a la de su vello p�bico. No
sent� repugnancia alguna al introduc�rmelo en mi boca y en dos succiones, se
derram� dentro de m� con quejumbrosos suspiros. Me retir� cuando dej� de sentir
sus latidos org�smicos y me limpi�, igual que hice con �l, que cay� sumido en
una especie de densa somnolencia, quiz� debido tambien al alcohol ingerido.
Yo, en esta situaci�n, reconozco que no sab�a qu� hacer. Mi
hijo hab�a quedado casi inconsciente y yo a�n no hab�a recibido salvo la
calentura que siempre me reportaba estas experiencias y debo confesar, que
comenzaba a incomodarme mi abstinencia forzada, as� es que me dispuse a llevar a
mi hijo a su cama, que apenas respond�a, y yo me acost� para terminar mi sesi�n
de sexo virtual con una masturbaci�n mas.
Era s�bado, pero me despert� pronto. Hab�a dormido
profundamente, pues tambien me hab�a afectado el vino ingerido en la cena, as�
es que decid� dormir otro rato.
Me despert� mi hijo al meterse en mi cama y darme un beso
delicioso en mis labios a�n dormidos; deb�a ser tarde, pero no hab�a prisa y,
adem�s, ol�a a caf� reci�n hecho que mi hijo hab�a preparado para m�. Me ofreci�
una taza que deseaba mas que nada en el mundo.. bueno, mas que nada no, pero
casi.
Comprob� que a�n estaba desnudo como le dej� por la noche en
su cama y mostraba un brillante pene erecto con una intencionalidad clara. Ambos
sab�amos que hab�a llegado el momento, as� es que no nos paramos en protocolo
alguno: sin prisa, pero sin pausa, como suele decirse.
Tomamos caf� y mi hijo comenz� a pedirme disculpas por su
actitud la noche anterior. Sab�a que su comportamiento no hab�a sido muy
adecuado a lo que se espera de un hombre en sus circunstancias o deb�a intuirlo,
pero con un hijo siempre se tiene todo tipo de excusas y yo le excus� sin poder
evitar abrazarle y darle un cari�oso beso que el transform� en otro de cariz mas
sensual, acerc�ndose a mis labios que le recibieron con agrado.
Suavemente me fue dirigiendo a mi habitaci�n y me sent� en mi
cama, quit�ndome el camis�n y besando mis pechos. Me recost� en la cama tras un
largo protocolo centrado en mis pechos y dirigi� su mano derecha a mi sexo, que
encontr� bajo mi braguita sin dificultad.. estaba hirviente y esperando
acontecimientos. Creo que no opuse resistencia alguna y �l comprendi� que deb�a
cumplir como lo que era, as� es que me despoj� tambi�n de esta prenda y besando
todo me cuerpo alcanz� mis labios� mayores, para separarles y enterrar su lengua
muy dentro de m�. Confieso un estremecimiento inesperado pero deseado.
En ese momento que yo comenzaba a jadear y mover mis caderas
de abajo hacia arriba, �l se separ� de m� y pens� que tratar�a de penetrarme,
pero se alej� de la cama pidi�ndome un minuto y regres� al instante con un tarro
de mermelada que utiliza habitualmente para sus tostadas y, metiendo sus dedos
dentro de �l, me unt� todo mi torso con la mermelada, incluso mi sexo,
sorprendi�ndome tanto este acto nuevo del todo para m�, que inmediatamente pens�
que mi hijo ten�a muchos mas conocimientos de los que yo pensaba a sus quince
a�os.
Inmediatamente despu�s comenz� a lamerme todo mi cuerpo y a
recoger la mermelada con su lengua, haci�ndome retorcer de placer y deseando
alcanzar ese orgasmo tan ansiado por m�. Finalmente lleg� a mi punto mas d�bil
cuando yo ya estaba sintiendo el orgasmo en todas las terminales nerviosas de mi
cuerpo y con fruici�n y glotoner�a relam�a su lengua dentro de m�.. Dios, que
placer!!! Jam�s hab�a pasado por una experiencia similar ni tan placentera!! Me
corr�a!!! Le sujetaba su cabeza entre mis piernas y le apretaba contra m�..
Dios, ya lo hab�a logrado por fin!!!!.
Lentamente recuperaba mi consciencia mientras mi hijo
limpiaba mi sexo y piernas de mermelada y mis propios jugos vaginales. Yo a�n le
sujetaba su cabeza mientras sent�a latir mi sexo con cada lenguetada de mi hijo,
latidos que �l sent�a tambien.. No quer�a saberlo de momento, pero �c�mo mi hijo
habr�a aprendido esto a su edad?? Ya lo preguntar�a luego, pero de momento
quer�a gozar esos minutos en los que el orgasmo se prolonga dulcemente hasta
dejarme exhausta..
Pasaron diez o quince minutos mas y mi hijo segu�a
prolongando indefinidamente mi placer con su lengua, con una maestr�a
inigualable. Desde luego hab�a sabido cumplir con las expectativas mas exigentes
de una mujer.
A partir de ese momento, pens�, no volver�a a padecer mas
necesidad, si �l consent�a claro.