Hola, amigos lectores de Amor Filial. Hace poco les cont� la
primera parte de una relaci�n entre mi amigo Lu�s y su madre Almudena, a la que
luego me invitaron a mi.

En esta parte les narrar� como los cuatro nos lo llegamos a
montar juntos, gracias sobre todo a la inestimable ayuda de Almudena.

Despu�s de la incre�ble sesi�n de sexo que tuvimos Lu�s, su
madre Almudena y yo siguieron otras. Incluso se dio alg�n caso en que yo iba a
buscar a Lu�s, pero �ste no estaba, y Almudena y yo aprovech�bamos para echar un
polvito. Cunado no estaba mi madre ni nadie delante, salvo Lu�s, su madre y yo
nos salud�bamos con besos en la boca (igual que su hijo y ella).

Sin embargo hab�a algo que a mi me reconcom�a por dentro.
Lu�s ten�a mucha suerte con la cachonda de mi madre, sin embargo yo ten�a a sor
Clara por madre. Como he comentado lo m�s que la hab�a visto es en sujetador y
bragas, y por descuido, que si no, ni eso.

Se lo coment� a Almudena y Lu�s.

Ah� quedo la cosa. Un par de d�as m�s tarde la madre de Lu�s
tuvo que ir a otra ciudad porque una de sus hermanas hab�a tenido un ni�o. Como
no pod�a ser de otra manera, mi amigo se vino a quedar a casa. Esto tambi�n era
un plan preconcebido, ya que la idea era trazar un plan para poder ver a mi
madre sin ropa.

Estuvimos al acecho y no hab�a forma. Mi madre cada vez que
se iba a dormir cerraba la puerta de su habitaci�n, con llave. Se acostaba
siempre a la misma hora y se levantaba a la misma, como un ordenador.

La segunda noche nos levantamos e intentamos entrar en la
habitaci�n de mi madre con el pretexto que nos dol�a el est�mago. Pero la puerta
estaba cerrada y mi madre contest� que se pon�a algo y sal�a en seguida. Esa fue
nuestra primera sorpresa, o bien mi madre dorm�a desnuda o con algo muy
"sensual".

A prop�sito nos dejamos los botones del pantal�n del pijama
sin abrochar, y como era bastante amplio se pod�a ver perfectamente nuestras
pollas por ah�.

Mi madre no dijo nada, pero desde luego si que se qued�
mirando a nuestras pijas. Algo era algo, pero yo creo que si llego a estar solo
me habr�a ganado una reprimenda.

La cosa es que cuando volvi� la madre de Lu�s nos reunimos en
su casa a ver que podr�amos hacer. Almudena dijo que por supuesto me ayudar�a a
"liberalizar" a mi madre. Seg�n su idea lo primero era cambiar su forma de
vestir ("d�jalo de mi cuenta").

Poco a poco vimos como mi madre sal�a m�s de compras con
Almudena.

Como ten�amos al confidente de nuestra parte no dijo que era
un poco dif�cil convencerla para cambiar, pero que poco a poco lo iba haciendo.
En principio el motivo que aduc�a mi madre es que era viuda. Como es l�gico
Almudena le dec�a que viuda era, pero que no por eso ella ten�a que estar bajo
tierra, que vale que tu marido ha muerto, pero t� sigues viva, y tienes un hijo.
Adem�s note das cuenta que el siente mucha pena por no verte feliz, y tal y tal.

Parece ser que estas charlas empezaron a causar un poco de
efecto en mi madre, ya que no es que hubiese hecho un cambio espectacular, pero
si que se notaba que cambiaba su vestuario. Incluso pude ver que se compraba
unos vaqueros ajustados, cosa que no recordaba haber visto, ni siquiera para ir
al campo.

Yo por mi parte le dec�a que con la nueva ropa se le ve�a
mucho mejor (y adem�s era verdad), que parec�a m�s juvenil, m�s feliz, en
general cosas que la animasen a seguir con el cambio.

Una de las veces que se fueron de compras volvieron a casa de
Almudena con varios paquetes. En una t�ctica estudiada para poder ver a mi madre
la madre de Lu�s le dijo que fuesen a probarse las cosas nuevas a ver que tal
les quedaban.

Como es l�gico se metieron en el dormitorio de Almu, y �sta a
prop�sito dej� la puerta abierta. Como no pod�a ser de otra manera mi madre le
dijo que si no cerraba la puerta, a lo que la madre de mi amigo le respondi� que
en su casa no era costumbre cerrar las puertas. De esta manera Almudena se
cambi� de forma que pudimos verla, pero cuando se iba a cambiar mi madre, le
dijo que si no le importaba iba a cerrar la puerta, ya que ella no estaba
acostumbrada y que yo tampoco a cambiarnos con las puertas abiertas.

Esa fue la primera desilusi�n que tuve, pero bueno, quedaba
tiempo.

En otra ocasi�n si tuve la posibilidad de ver las pedazo de
tetas de mi madre. Como le comentamos a Almudena que la hab�amos vista tomando
el sol en topless en el trozo de jard�n lateral, y se le ilumin� la bombilla.
Hab�a quedado con mi madre para charlar un rato. En eso nosotros aparecemos y
les decimos que nos vamos al centro comercial a jugar un rato a los recreativos.
La verdad es que nos ir�amos y entrar�amos en casa sin hacer ruido y subir�amos
a la habitaci�n de Lu�s.

El caso es que nos dimos una vuelta por ah� para dejar pasar
el tiempo. Mientras Almudena hablaba con mi madre. En un momento dado y como por
casualidad le dijo a Clara, mi madre, que pod�an aprovechar que nosotros no
est�bamos para tomar el sol en topless. Como es l�gico mi madre se resisti�,
diciendo que nos pod�an ver, que le daba verg�enza y eso. Almu le respondi� que
la verg�enza no pod�a quit�rsela, que ya era mayorcita para eso, pero que desde
luego si lo que le preocupaba es que alguien las viese, por eso pod�a estar
segura, ya que era en la parte de la casa que quedaba oculta de la vista de
todos lados (excepto de la habitaci�n de Lu�s). La verdad es que mi madre se
hizo de rogar un poco, pero luego se anim�, quiz� para no parecer tan
conservadora. Le dijo a Almudena que iba a casa a buscar el ba�ador y que
volv�a, a lo que la madre de Lu�s le dijo que ella le dejaba un bikini, ya que
ella sab�a que mi madre no ten�a bikinis y que era un rollo hacer topless con un
ba�ador.

Mi madre acept�, y Almudena le dio una braguita de bikini de
lo m�s peque�a que ten�a. Mi madre se sorprendi� un poco, y le dijo que era muy
peque�o. Almu le dijo que era como el suyo (la verdad), y que no se preocupase,
que nadie iba a verlas.

Salieron al peque�o jard�n, y en seguida Almudena se quit� la
ropa y se qued� con la braguita. Mi madre fue un poco m�s reticente, pero al ver
la naturalidad de su amiga, se arm� de valor, y se quit� la camiseta, quedando
con las tetas al aire.

Nosotros llegamos de nuestra vuelta y subimos en absoluto
silencio a la habitaci�n de Lu�s. No me lo pod�a creer. Mi madre estaba
semidesnuda junto a su amiga tomando el sol. La erecci�n que tuve fue inmediata.
Luis me dijo casi sin hablar que vaya pedazo de tetas ten�a mi madre. Era
verdad. Nunca me imagin� que pudiese estar tan buena.

Ese era un momento hist�rico, y como tal hab�a que
recordarlo. Sacamos la c�mara digital de Lu�s e hicimos fotos hasta que nos
cansamos.

De la misma forma que llegamos nos fuimos, es decir sin hacer
ruido.

Por la tarde estuvimos hablando con Almudena y viendo las
fotos. La verdad es que se ve�a a mi madre fant�stica. Tambi�n le hicimos unas
cuantas a Almudena, que sonri� al verlas.

Nos coment� que mientras estaban tomando el sol estuvieron
hablando y que ella le coment� a mi madre, que por qu� teniendo el cuerpo tan
bonito que ten�a no le sacaba partido. Ella le dijo que desde que muri� mi
padrino hab�a tenido ganas de nada, e incluso hab�a perdido el apetito sexual.

Almudena le dijo que si estaba de broma, y creo que mi madre
la miro muy seria y le dijo que no, que ahora si sent�a alguna que otra
necesidad, pero hasta hace poco, nada.

Almudena le dijo que mientras estuvo casada con su marido le
fue fiel, pero desde que se separ�, hab�a tenido alg�n "romance", pero que era
dif�cil encontrar a alguien de confianza, por lo que la verdad hab�a tenido
menos sexo del que hubiese deseado.

Mi madre se ruboriz� con sus comentarios.

Otra vez Almudena convenci� a mi madre para salir a comprarse
unos bikinis, ya que como hab�a dicho solo ten�a ba�adores y de corte muy
cl�sico. Como hasta entonces mi madre se mostr� reacia, pero luego acept� que
pod�a ser una buena idea. Decidieron ir un d�a a un centro a comprarlo. Ese d�a
nosotros "tambi�n" ten�amos que comprarnos un par de ba�adores.

Nos las ingeniamos para ir juntos. Mientras Almudena
"ayudaba" a mi madre a elegir un par de bikinis, en general los que le
aconsejaba eran bastante atrevidos, y mi madre pon�a la excusa de siempre de "no
es mi estilo", nosotros cojimos un par de ba�adores que nos gustaron. Al final
mi madre pas� con Almudena a probarse 4 o 5 juegos de bikinis, 3 muy cl�sicos y
de mucha tela y dos m�s provocativos, a insistencia de Almudena.

Nosotros pasamos al probador de al lado, y con un peque�o
artilugio que hab�amos preparado, con un espejo en el extremo pudimos ver como
mi madre se cambiaba, eso s�, solo se qued� en ropa interior.

De todas formas not� una evoluci�n en la ropa interior de mi
madre, de la t�pica ropa de "abuela" a otra m�s actual, con encajes,
trasparencias, etc.

Poco a poco se notaba la mano de Almudena sobre mi madre.

La cosa es que en menos de dos semanas era el cumplea�os de
mi madre. Desde la muerte de mi padre no hab�a celebrado sus cumplea�os, y los
m�os casi tampoco, pero como era un chico hac�a un peque�o esfuerzo para
comprarme algo como regalo y un pastel o similar.

Ese a�o me propuse darle una peque�a sorpresa, y previa
consulta a mis dos compinches preparamos algo para ese d�a. Yo le comprar�a un
bikini de los que no acept� por ser "muy atrevidos" y Almudena le regalar�a algo
de lencer�a fina, de la picante de verdad.

El d�a en cuesti�n felicit� a mi madre como es habitual, con
un beso y un ramo de flores. Ella me lo agradeci� y la verdad es que la not� un
poco m�s alegre que otros a�os anteriores.

La verdadera sorpresa llegar�a por la noche, cuando con alg�n
pretexto fuese a casa de mis amigos. Yo ya no pod�a aguantar m�s. Cunado faltaba
una media hora para la cena que ten�amos preparada me invent� una excusa para ir
a casa de Lu�s, algo como probar un nuevo videojuego o algo as�. Cuando era la
hora, Almudena llam� a mi madre y le pregunt� si se pod�a acercar a su casa que
quer�a ense�arle unos trapos que se hab�a comprado.

De la forma m�s inocente del mundo mi madre vino a casa de
Lu�s y Almudena. Cuando toc� el timbre, apagamos las luces, encendimos las velas
de la tarta y Lu�s abri� la puerta. Mi madre entr� y le gritamos el consabido
"��sorpresa!!".

La verdad es que mi madre se sorprendi� mucho y como creo
conocerla un poco estoy seguro que a punto estuvieron de salt�rsele algunas
l�grimas.

Solo ten�a palabras de agradecimiento, y e miraba y me dec�a
que como era posible que hubiese hecho eso, que ella apenas hab�a celebrado mis
cumplea�os. Me dio muchos besos y nos daba constantemente las gracias.

Pasamos a cenar. La verdad es que Almudena se hab�a lucido.
Hab�a puesto una cena en fases. Los aperitivos muy bien, y sobre todo me
llamaron la atenci�n las botellas que hab�a.

Primero aperitivo con un poco de fino de jerez con jam�n,
gambitas, etc

La verdad es que el fino si est� fresquito entra muy bien en
el cuerpo. Mi madre no est� muy acostumbrada a beber, por lo que se lo advert�a
a Almudena. De forma muy estudiada, pero como quien no quiere la cosa no dejaba
que el vaso de mi madre se vaciase. Cuando ella le dec�a que ya era bastante, la
respuesta era que "un d�a es un d�a, y adem�s hoy no vas a conducir".

La verdad es que solo con el vino ya se hab�a desinhibido
bastante, pero todav�a quedaba.

Luego puso un plato principal a base de carne y abri� una
botella de tinto de Rioja. Nosotros lo prob�bamos, pero a mi madre, con eso de
ser la homenajeada, no se le pod�a vaciar la copa.

Al final ya no pudimos poner m�s porque se negaba, poniendo
la mano sobre la copa, y no quer�amos romper el ambiente especial que se
respiraba.

Como no pod�a ser de otra manera el postre era tarta de
cumplea�os. Almudena insisti� en que mi madre deb�a hacer los honores y partir
la tarta. Lo hizo y se le not� que su pulso no era el habitual. En ese momento
le entregamos los regalos. Hab�a que ver la cara de mi madre cuando los vio. Se
puso roja como un tomate. Nosotros por aquello de la fiesta le grit�bamos "que
se los pruebe, que se los pruebe". La verdad es que era dif�cil que lo hiciera,
pero como cosa excepcional se los puso por encima de la ropa, incluso el
conjunto de lencer�a que le regal� Almudena.

De nuevo besos para Lu�s, para mi y un abrazo emocionado para
Almudena.

Nos sentamos en la sala de estar y Almudena regres� con
varias botellas de licor. Como de costumbre mi madre dijo que ya hab�a bebido
bastante y todo eso, pero Almudena la cort�, le dijo que se dejase de tonter�as,
que era su cumplea�os y que un d�a hab�a que descocarse un poco. Despu�s del
serm�n "pidi�" un whisky con hielo. La verdad es que creo que ya estaba entrando
en un punto en el que le importaba poco lo que bebiese.

En el sof� la madre de Lu�s pregunt� si ten�amos alguna
pel�cula para ver y terminar la noche.

La verdad es que no ten�amos nada preparado y nos dej� un
poco perplejos. Pero Lu�s estuvo muy r�pido de reflejos y le dijo que ten�a una
pero no era apta para ellas.

No me lo pod�a creer. Mi madre hab�a dicho que llev�semos una
peli que las dos sab�an que era porno.

La pusimos y les advertimos que era realmente fuerte. La
insistencia de Almudena en verla anim� a mi madre. La pel�cula en cuesti�n era
una que hab�amos comprado Lu�s y yo, porno, evidentemente y que se centraba en
el tema del incesto.

La verdad es que si conociesen el argumento a lo mejor
habr�an dicho algo, pero como los di�logos eran en alem�n no sab�an que era del
tema de incesto. Todo lo m�s que era de sexo con maduras.

Cunado termin� la pel�cula hablamos sobre lo que hab�amos
visto. Mi madre dec�a que no entend�a como pod�a suceder que un chico joven
pudiese hacer el amor con una mujer mayor que �l.

Lu�s y yo nos miramos y nos re�mos.

Mi madre pregunt� que de qu� nos re�amos.

Le dijimos que no se hab�a enterado de que iba la pel�cula.
Le comentamos que no eran una pareja normal, sino que eran madre e hijo.

Ella dijo que eso era imposible. Le dijimos que no, que si
bien no era frecuente, si que suced�a, y que en algunas sociedades eran
relaciones naturales y que en otras eran m�s frecuentes de lo que parec�a, pero
que hab�a mucho secretismo por ser un tema tab�.

En eso Almudena que no hab�a abierto la boca dijo algo.

Mi amigo se puso rojo y no abri� la boca.

Por mi parte si que me atrev�.

En ese momento Almudena se levant� y se abri� la camisa.

-Venga, Clara, no me digas que te da verg�enza ense�ar
a estos dos.

Fui hasta donde estaba Almudena y me cogi� las manos, que
llev� a sus tetas. Mi madre no daba cr�dito a lo que ve�a, pero tampoco se
opon�a.

Lu�s por su parte se despoj� de sus pantalones y empez� a
acariciarse la polla por encima de sus calzoncillos. Mientras su madre me baj�
los pantalones y me mov�a el cipote de arriba abajo.

Lu�s se quit� la camisa. Su madre termin� de desnudarme y se
desnud� ella.

Mi madre no dec�a nada, pero pronto sus actos empezaron a
traicionarla, y se pas� la mano por encima de su blusa.

Lo nunca visto. Mi madre se estaba poniendo cachonda.

Almudena empez� a comerme la polla.

Lu�s se fue hacia donde mi madre.

Mi madre no contest�, pero no impidi� nada. Lu�s le empez� a
tocar las tetas. Mi madre se dejaba hacer. El muy cabr�n estaba sobando a mi
madre. �Quer�a ser yo quien hiciese eso!

Sin embargo no me pod�a quejar, ya que su madre me estaba
chupando el rabo. Lu�s se hizo m�s atrevido y le quit� unos botones a la camisa
de mi madre. Ella no hac�a nada, por lo que mi amigo sigui�. Le termin� de
quitar la camisa y le desabroch� el sujetador. Pude volver a ver las tetas de mi
madre �que buena est�!.

Lu�s sigui�, ahora con un poco de ayuda de mi madre. Se quit�
la falda, y se baj� las bragas. Era el momento culminante.

Almudena se dio cuenta.

Mi madre se sent� sobre el sof� y abri� las piernas. Met� mi
cabeza entre ese frondoso bosque y empec� a lamer como loco. Mi madre gem�a.

La verdad es que no dur� ni 2 minutos, se corri� como una
loca.

Cunado nos giramos vimos que Almudena y Lu�s estaban follando
ya.

Mi polla se puso m�s dura que nunca. Mi madre me hizo un
gesto elocuente para que la penetrase. Era la culminaci�n de mi sue�o, follarme
a mi madre.

Fui poco a poco, aumentando cada vez m�s el ritmo. Result�
que mi madre era una tigresa y recuerdo con cari�o sus u�as clavadas en mi
espalda y como mordi� mis hombros.

Enfrente nuestra Almudena ten�a otra de sus sesiones de
canta, hay que ver como gritaba.

Nos corrimos los cuatro en muy poco espacio de tiempo. La
�nica que fumaba era Almudena, pero ese d�a todos nos fumamos un cigarrito
despu�s de

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