Relato: Acosada por el destino (03)





Relato: Acosada por el destino (03)

Acosada por el destino � Cap�tulo 3�



Apoy� sus manos sobre mis tiernos pezones y solo pude ver
como su polla se acercaba con rapidez a mi boca, que abr� para dejarla
instalarse. La palade� lo que pude, pero pronto �l, tom� el control y utiliz� mi
boca como si fuera mi vagina o mi ano.



Lo soportaba lo mejor que pod�a, ya que a veces llegaba a
clavarse en mi garganta, me estaba acostumbrando a su forma de violarme cuando
sent� una fuerte pulsaci�n muy dolorosa dentro de mi cuerpo. Me qued� r�gida,
pero �l segu�a entrando y saliendo de mi boca sin preocuparse.



El dolor en mi vientre estaba amainando, cuando un nuevo
pinchazo me hizo contraerme en mis fuertes ataduras, sin que pudiese utilizar mi
boca para quejarme. Intent� apretar mis dientes, pero a cambio recib� un par de
manotazos en cada uno los pechos, que consiguieron aflojar mi boca crispada.



As� estuve por espacio de media hora, mientras sent�a
punzadas en mi vientre y l�quidos urticantes en la vagina y el ano, hasta que se
vino en m�. Se corri� sin avisar llen�ndome la boca de esperma. Era menos
intensa su eyaculaci�n que la vez anterior, pero lo suficiente para sofocarme.



Cuando se retir� de m�, mi cabeza qued� colgando y con
hilillos de reciente semen corriendo por mi cara y cubriendo mis p�rpados y
pelo, hasta gotear en el suelo.



Los ap�sitos en mi vagina y recto, ya no me hac�an cosas
nuevas. De repente sent� que se retiraban y notaba como de mis conductos, se
derramaba un l�quido desconocido para m�.





Muy bien Lisa. Ya est�s preparada para tus sesiones.
Faltan un par de vacunas, pero que te pondr� en las tetas ahora mismo. Me
gusta clavar las agujas en esos globos tan ricos que ten�is.





No ten�a fuerzas para rechistarle. Tampoco hubiera servido de
mucho. Al menos lo pens� as�. Y me dej� pinchar, sin apenas gritar. S�lo jadeaba
y resoplaba, cuando notaba como la aguja se introduc�a lenta y progresivamente
dentro de mi pecho, para terminar inyectando algo que me hac�a sentir mucho
calor.



Soport� el infierno lo mejor que pude. Y cuando me liberaba
de esas inyecciones, me sent� nacer de nuevo. Me sent�a muy cansada, pero �l no
parec�a muy dispuesto a mayores acciones. Se acerc� hasta m� y me acarici� la
cara, limpi�ndome los �ltimos residuos de esperma reciente. Y mientras me
sonre�a, me comenz� a desatar de esa inmensa cruz diagonal. Me ayud� a bajar de
la misma y me dijo :





Lisa, ya est�s preparada para todo. Ahora, deber�s tener
un poco de apetito, verdad?.





Pens� en lo peor, pero �l me indic� la mesa y a�adi� :





Lisa, tranquila. Es comer algo de verdad, no las
marranadas que te he hecho. Aceptar�s cenar junto a m�?.





Asent�, algo nerviosa y asustada. Me dej� llevar hasta la
mesa que ten�a habilitada. Yo segu�a desnuda y muy nerviosa, pues esperaba que
en cualquier momento �l se avalanzara sobre m�, para hacerme alguna fechor�a.



Pero el caso, es que cen� junto a �l. Le miraba
disimuladamente, mientras �l me hablaba de muchas cosas, que simplemente no
llegu� a captar. Pero �l segu�a hablando y comenc� a escuchar, mientras cenaba
ya m�s tranquila, en su compa��a.



Me contaba cosas suyas, algunas muy �ntimas. Me sent�
sublimada con su vida sentimental y privada y llegu� a sentir, lo que hab�a
sentido una hora atr�s, cuando descubr� que me amaba de alg�n modo. Ahora, era
mas que evidente que el Dr. Ajeno estaba enamorado de m�. Pero que pasaba
conmigo?. Yo no sent�a nada hacia �l. Si acaso, odio y rencor, aunque me
estuviera callada para evitar males mayores.



Pero el Doctor, segu�a cont�ndome cosas suyas...demasiado
�ntimas y secretas. Mi mente experiment� un cambio qu�mico ante �l y de pronto
no me sent� odiarle y en contraste la informaci�n que me llegaba de �l, hicieron
mella dentro de mi alma y comenc� a sentir en �l una especie de sentido de
protecci�n, casi amor.



La cena no se prolong� mucho, pero al mirar �l la hora que
era, me dijo :





Lisa, es demasiado tarde ya. Mejor que pases aqu� la
noche. Tranquila, no te molestar� para nada. Dormir�s en mi cama y yo me ir�
al dormitorio del m�dico de guardia.





Quise replicar, pero me detuve a tiempo y dej� que �l fuera
quien tomara las decisiones pertinentes.



Me acompa�� hasta su cama, que ten�a s�banas limpias. Y me
acost� con mucha suavidad, cubriendo con un cobertor mi cuerpo desnudo, mientras
me besaba en la frente y con sus ojos ligeramente empa�ados en l�grimas, que
pude apreciar, me dese� buena noche. Despu�s se separ� y cerr� la puerta,
dej�ndome sola y llena de mil temores, pero c�moda en su lecho.



La noche estuvo permanentemente cubierta de pesadillas
espantosas. Monstruos que me asediaban sin que pudiese defenderme ante ellos.



Pero el sue�o, sirvi� para relajarme del infierno que estaba
viviendo desde hac�a ya unas horas.....o ser�an d�as......o meses?. Era algo que
desconoc�a, pero me dej� llevar por mis protectores y acerqu� en mis sue�os al
Doctor Ajeno, como mi guardi�n y protector ante los monstruos que me asediaban
constantemente.



Mi sue�o era interrumpido por algo externo que me zarandeaba.
No deseaba salir de aquel maravilloso sue�o, pero algo me zarandeaba de un modo
m�s agresivo y a pesar de mi negativa a dejar aquel mundo en donde era feliz,
termin� por despertarme y v� ante m� al Doctor Ajeno, que segu�a apretando mi
brazo hasta que consegu� despejarme del todo y me v� desnuda ante �l.





Lisa, vamos holgazana despierta ya de una vez. Tenemos
trabajo que seguir y necesitas estar un poco mas despejada. Entra en la
ducha y l�vate bien. No te vistas, porque vamos a probar cosas contigo.





Sus palabras me despejaron, pero me dejaron inmersa en un
mundo atroz de nuevo. Pero me levant� y camin� dando traspi�s hasta el ba�o en
donde me duch�, a�n un poco dormida, pero el agua tibia me despej� ante la
atenta mirada de �l. Y fue �l, quien sec� mi cuerpo despu�s de tomar la ducha.





Lisa, date prisa. Hemos de probar un l�quido regenerador
sobre tu cuerpo. Almaret descubri� la f�rmula anoche mismo, pero te ve�a tan
agotada, que prefer� dejarlo para hoy por la ma�ana. Y ya es muy tarde, pero
despu�s de las pruebas, iremos a ver a Bruno. Dice que tiene una invitaci�n
de Nacho para que vayamos los dos a verlo y comer juntos. Y Bruno nos
acompa�ar�.





Que cantidad de informaci�n para poder asimilarla en tan
pocos segundos y mientras mi mente a�n manten�a nubes del sue�o.



Cuando salimos de su habitaci�n, nos encaminamos por el largo
pasillo. No me sent�a especialmente muy mal, a pesar de caminar desnuda a su
lado, pero mi rubor era patente, a pesar de haber pasado la noche previa al
sue�o, junto a �l.



Pero, cuando nada mas entrar en la sala en donde me hab�an
atado horas antes, v� a los Doctores Remillard y Celticock, secundados por
Almaret, se me hundi� el mundo y me sonroj� de un modo en que todos al verme se
carcajearon, sin que tuviese opci�n de proteger mi rubor. La voz del Dr.
Remillard hizo aplacar las risotadas de todos los presentes, a la vez que
hundirme mas en una especie de presagio del terror que me tocaba vivir en
aquellos instantes. Se levant� de su butaca y aproxim�ndose hacia m�, dijo :





Hoy puede ser un gran d�a para todos, inclu�da nuestra
zorrita, aunque ella no sepa apreciarlo inicialmente. Almaret, ha
descubierto por fin una f�rmula con la que hacer desaparecer las marcas de
un modo m�s r�pido. Almaret, por favor exp�n t�, el descubrimiento de
semejante f�rmula.





El aludido Almaret se levant� de su butaca c�moda y
acerc�ndose a m� y mientras me toqueteaba los pechos, descaradamente ante la
contemplaci�n de los dem�s, dijo :





Realmente he descubierto dos f�rmulas que mejoran las
anteriores. Una es r�pida y la otra m�s lenta, pero cualquiera de ellas
mucho m�s r�pida y efectiva que las que ten�amos. Para aseverar esto, las he
probado conmigo mismo. Y realmente son efectivas, pero la m�s r�pida es
brutal, pica mas que "la madre que la pari�". Creo que ser� ideal para las
putas, como �sta que tenemos ante nosotros, pero siempre que est� en
nuestras posesiones. No conviene que se sepa en el exterior.





Me fui aturdiendo con sus palabras. Todos se fijaban en mi
desnudez provocativa para cualquier tipo de actos. Me sent�a un objeto de uso. Y
mucho m�s cuando sus miradas, me indicaban claramente que ser�a yo el objeto de
semejantes aseveraciones por parte de Almaret. El Doctor Remillard, a�adi� :





Lisa, aqu� donde ves a nuestro enfermero Almaret, decirte
que es un extraordinario bio-qu�mico, pero que prefiri� unirse a nuestra
empresa antes que estar haciendo chorradas por ah�. Vamos a probar contigo,
las dos sustancias curativas. Primero lo haremos con la lenta y suave y
despu�s con la r�pida y agresiva. Me imagino que ser�s consciente de que te
azotaremos del mismo modo en dos sesiones, verdad?.





Escucharle decir eso y derramarse mis l�grimas por los
lagrimales fue todo uno, pero asent� entre peque�os temblores de terror y
angustia.





Muy bien, Lisa. Tampoco es para tanto. S�lo un poco de
dolor en tu cuerpo. Pero f�jate, nos animar�s a nosotros cuatro. Si lo
piensas as� casi te podr�as sentir hasta importante, verdad?.





Dentro de mi llantina, negu� con mi cabeza, mientras ellos se
re�an descaradamente ante mi sufrimiento.





Venga Lisa, que no es para tanto. Mira, te pondremos una
mordaza especial en la boca. Tus brazos atados por encima de tu cabeza y
sujetos a unas correas extras que llevan las de la mordaza. Y tus piernas
separadas y anclados tus tobillos al suelo. Como disponemos de poco tiempo,
te azotaremos poco, pero lo haremos con el l�tigo negro. Produce unas marcas
muy interesantes y ser� la mejor forma de poder comprobar el producto
curativo.





Le miraba horrorizada, mientras me met�an la mordaza de bola
en la boca, impidi�ndome poderle contestar. Una vez bien apretada en mi nuca, me
hicieron separar las piernas bastante y mientras Almaret y Ajeno, me anclaban
los tobillos al suelo, Celticock se encargaba de mis mu�ecas. Las colocaba
grilletes unidos a una cadena que ca�a del alto techo y comenzaba a jalarlas
hacia arriba, hasta dejarme los brazos tensos a ambos lados de mi cabeza. Fue el
Doctor Remillard, quien sujetaba en esos instantes, mis brazos a la correa de la
mordaza. Quedaba pues, sin poder mover parte alguna de mi cuerpo.



Solo mi respiraci�n sofocante y entrecortada hacia que mi
diafragma elevara y descendiera mis tetas, ante la atenta y sonriente mirada de
todos ellos.





Bueno, amigos. Nuestra conejita de indias ya est� lista.
Celti, si te parece bien, az�tala tu mismo. Creo que con 25 latigazos bien
repartidos, ser� suficiente.





Escuchaba lo que dec�an y me sent�a a punto de derrumbarme.
Deseaba desmayarme, pero mi cuerpo estaba atento y despierto. Les v� como los
Doctores Remillard y Ajeno, junto a Almaret, se sentaban frente a m�,
disfrutando mi desnudez expuesta y a punto de ser masacrada por el l�tigo.



El Dr. Celticock se acerc� ante m� mostr�ndome el l�tigo
negro. Era muy fino y parec�a terrible y m�s al comprobar las sensaciones que me
produc�an al restregarlo suavemente por diversas partes de mi cuerpo,
principalmente sobre mis pezones que se irguieron ante el contacto de aquel
cuero de terror.



Se separ� un poco y lo hizo restallar en el aire, lo que
provoc� que mis m�sculos se contrajeran de terror, ante las risas de todos.



Se coloc� a un costado m�o y lanz� el primer trallazo, que me
dej� paralizada al sentir como en cuero bru�ido se agarraba a mi vientre,
cort�ndome la respiraci�n. Quise gritar, pero la mordaza me impidi� liberar las
energ�as negativas de mi cuerpo. Y antes de que pudiese reaccionar y hacer
frente a aquella especie de quemaz�n en las partes blandas de mi cuerpo, un
nuevo trallazo se estrellaba ahora por debajo de mis costillas, enrosc�ndose en
mi cuerpo y dej�ndome aturdida y sin aliento.



El horror de todas las formas se apoderaba de mi cuerpo y no
sab�a como pod�a combatirlo, cuando sent� el chasquido y un calor extremo en mis
muslos por la parte trasera. Hubiera deseado morirme en aquel instante, pero el
nuevo latigazo en mis nalgas, me hizo volver a m� misma...y otro mas y otro mas,
hasta sentirlas arder y sin poder mas que jadear y llorar, ya que mi voz para
pedir clemencia o piedad, estaba negada totalmente.



A veces entre mis l�grimas que nublaban mi visi�n totalmente,
pod�a ver figuras que se re�an ante mi tormento, pero no consegu�a definirlas y
menos interpretarlas.



Los azotes segu�an cayendo sobre mi cuerpo, que me hac�a
sentir el mismo infierno instalado en el mismo. Pero cuando sent� los primeros
golpes en mis pechos, cre� morirme. Rogaba morirme y desaparecer de aquel mundo
cruel, pero mis ruegos no parec�an ser escuchados y segu� soportando toda clase
de golpes, que rasgaban mis carnes entre mil convulsiones m�as.



Cuando los azotes se detuvieron, me sent� tan poca cosa que
no me import� comenzar a escuchar sus risas y los aplausos que daban al Dr.
Celticock.



Me dejaron que sufriera los efectos de los latigazos
recientes, durante unos minutos. Entonces, se levant� el Dr. Remillard y tras
inspeccionar cada una de las marcas, anunci� :





Muy bien, est� marcada convenientemente. Almaret, es tu
turno. Apl�cala el producto p�blico. Y veamos como reacciona esta putita.
Celti, Ajeno, vosotros colocadla los sensores para apreciar las reacciones
de nuestra conejita, mientras se cura.





Sent� como en mi mordaza insertaban un electrodo y algunos
mas eran adheridos a mis axilas y partes diversas de mi cabeza, as� como uno
dentro de la vagina y otro dentro del ano.



Y apareci� Almaret, que con una brocha que mojaba,
impregn�ndola en un l�quido transparente, me la pasaba por cada una de las
marcas que me hab�a dejado la ferocidad del l�tigo.



Sent�, primero frescor, para inmediatamente tornar a un picor
que se fue generalizando por todo mi cuerpo mortificado.



Soport� durante casi 10 minutos sensaciones extra�as que me
hac�an jadear, hasta que pasado ese tiempo desaparecieron para sentir una
agradable sensaci�n de frescor y calma en todo mi cuerpo. No pod�a saber que
estaba pasando con mi piel, pero ya no sent�a los efectos de escozor, dolor o
picor de momentos antes.



Hasta que un largo rato despu�s, el propio Almaret volc� unos
cubos de agua fr�a sobre mi cuerpo, haci�ndome apretar mis pu�os de la sensaci�n
helada del agua. Despu�s me sec� en�rgicamente todo el cuerpo, sin que sintiera
mas dolor que los malos modos con los que me secaba.





Muy bien, Almaret. Te has superado. Tan s�lo 32 minutos,
desde la primera aplicaci�n, hasta la terminaci�n del secado. Es
extraordinario. Creo que ya solo nos falta comprobar el tiempo de la acci�n
r�pida y comparar sensaciones de la conejita, verdad?.



S� Dr. Remillard. Ya le dije que superaba las anteriores.
Y se convencer� de la r�pida. Es algo incre�ble, pero sucede a toda
velocidad, aunque es fuerte. Casi es peor que los mismos
azotes....jajajajajajaja





Estaba aterrada. Iba a ser torturada de nuevo y despu�s
curada de una forma m�s horrenda a�n.





Celti, esta putita est� ya dispuesta. Procede y d�jala
bien marcada, en cuanto la retiremos los sensores, ok?.



Por supuesto, me encantar� darla un nuevo repasito a esta
zorra.





Y en cuanto me quitaron los �ltimos sensores, fui azotada de
la misma forma que la vez anterior. Los efectos eran tan desconocidos como la
primera vez, pero me abrasaban por dentro y por fuera. Me resist�a a admitir
aquella maldad en mi cuerpo, pero era un cuerpo a expensas de los castigos que
desearan darme.



Me sent�a agotada cuando termin� el �ltimo azote. El Dr.
Remillard, volvi� a comprobar las marcas en mi cuerpo y mientras los dem�s me
pon�an los sensores, observ� que Almaret volv�a con un recipiente de color rojo
fuego. Moj� una brocha dentro del l�quido de un ligero color anaranjado y lo
pas� por mis marcas recientes.



Antes de que terminara de recubrir mis marcas, sent� un fuego
que me corro�a por dentro......era una desaz�n tan terrible, que hubiera deseado
que me azotasen de nuevo para aliviar aquellos picores que me hac�an enloquecer.



No s� cuanto dur� aquella sensaci�n, pero cre� volverme loca.
Sobre todo los picores en mi vagina, ano y pechos, fueron los m�s terribles. De
repente sent� que mi cuerpo se auto refrescaba y los picores se volatilizaban,
para sentir un frescor maravilloso, que me dej� fresca y pude calmar mis
angustias desesperantes.



Observ� como el Dr. Remillard se acercaba de nuevo ante m� y
tras comprobar que no hab�a rastro de huellas de los azotes. Comprob� el tiempo
y dijo :





Es extraordinario. S�lo 12 minutos. Muy bien Almaret y es
sencillo de preparar?.



Lo es Remi. Es tan sencillo como exprimir
naranjas......jajajajajaja



Bien, ya tenemos nuevos remedios. Lo comunicaremos a los
de arriba. Ellos no deber�n conocer este otro. Adem�s las chicas no
permitir�an este �ltimo, seg�n lo que han marcado los sensores.......es m�s
brutal que las caricias del l�tigo. Bien, ya pod�is desatar a nuestra
conejita y ba�adla bien con esponjas suaves. Ya ha sufrido demasiado por
hoy.



Yo me encargar� de ella, Remi. Adem�s tenemos una cita
juntos. Iremos con Bruno, a ver a Nacho. Nos invita a comer.



Muy bien Ajeno, enc�rgate tu. Yo repasar� con Celti y
Almaret, las nuevas f�rmulas.





Cuando fui desatada, ni siquiera me revel�. Me qued� quieta
aguardando que alguien me ordenara que hacer. Y fue el propio Doctor Ajeno,
quien se apropi� de mi brazo y me condujo, a�n entre convulsiones y temblores
hasta el ba�o abierto.



Me dej� meter en la enorme ba�era totalmente aterrorizada,
aunque mi cuerpo no denotaba dolor alguno. Mis nervios por el contrario estaban
tan a flor de piel, que cualquier mirada, roce o palabra me hac�a temblar.



El Doctor Ajeno, en contra de lo que imaginaba, me ba��
dulcemente y habl�ndome y sonriendo, sin mostrarse brusco en momento alguno. Y
al final, termin� por relajarme lo suficiente, como para disfrutar de las
maravillas del ba�o.



Cuando termin� de ba�arme, me hizo salir de la ba�era y sec�
mi cuerpo con mucha dulzura y suavidad. No sent�a molestias de tipo alguno sobre
mi cuerpo y al mirar mi piel, la vi perfecta. Eran incre�bles esos ung�entos.
Una vez seca, el Doctor me llev� hasta mi habitaci�n, tras pasar la l�nea roja y
poco despu�s la amarilla, cubierta con la toalla del ba�o.



En la habitaci�n, me quit� la toalla y comprob� algunas
partes de mi cuerpo. Me dej� hacer sin mas problemas que el pudor provocaba en
mi mente. Se retir� de m� y tras darme un par de cachetadas en el culo, me dijo
:





Lisa, arr�glate adecuadamente porque ser�s mi acompa�ante
en la comida que haremos junto a Bruno en la casa de Nacho. Y quiero que
est�s muy guapa.....vale?





Le sonre� y asent� con mi cabeza, mientras le ve�a alejarse
por el pasillo. Me puse manos a la obra, casi al instante. Me mir� la cara en el
espejo y no la v� excesivamente mal. Me maquill� completamente y despu�s perfum�
suavemente cada parte especial de mi cuerpo. Para terminar y para probar el
carm�n endeleble, me enjuagu� la boca. Fue un �xito total. Como ropas eleg� algo
similar a las que llevaba el d�a que conoc� a Nacho....jo, ese d�a.....s�lo
hac�an dos d�as que Julia me lo hab�a presentado y ya me parec�a un mundo
lejano.



Eleg� un vestido corto, vaporoso, pero nada transparente.
Aunque dispon�a de amplios escotes atr�s y adelante, as� como unas sisas muy
abiertas. Era un poco inc�modo de llevar, porque las hombreras tend�an a caerse
a cada momento, pero por otro lado era excepcionalmente sugerente. Su tono
pastel armonizaba con mi piel y contrastaba con mi pelo y ojos.



Me coloqu� una mini tanga del mismo tono que el vestido, para
evitar interpretaciones c�lidas y unas chanclas de charol de color negro. Y sal�
hasta el sal�n en donde pude ver que ya me aguardaba el Doctor Ajeno. Pens� para
m� lo guapo que era y estaba. Me aproxim� a �l, que me sonre�a a medida que me
acercaba mas y m�s a �l y termin�, dici�ndome :





Lisa, est�s fant�stica. Me har�s sentir orgulloso
asistiendo a la comida con la mujer m�s bonita de este mundo.





Pronunciar esas palabras y ponerme ruborizada completamente,
fue todo uno.



El Doctor Ajeno se re�a ante mi rubor que, marcaba y
acentuaba m�s cada parte de mi cuerpo. Me pas� el brazo sobre los hombros y me
hizo salir de los estudios en un d�a espl�ndido de sol. La temperatura era tan
ideal que hasta consegu� adherirla a cada poro de mi piel y le segu� hasta el
coche que ten�a a pocos metros de aquella mansi�n.



Me abri� la puerta caballerosamente y una vez me dej�
instalada, se situ� ante el volante. Me mir� sonriente y me dijo :





Lisa, eres fabulosa y espero dar envidia a Bruno y
Nacho....jajajajajaja.





Simplemente le sonre� y me coloqu� el cintur�n de seguridad.
Pero por el contrario de Andy y Julia, el Doctor sali� muy despacio y nos
incorporamos al escaso tr�fico que hab�a en la zona.



El trayecto nos llev� cerca de una hora en la que
intercambiamos algunas palabras, pero no demasiado profundas. Aunque si apreci�
que �l parec�a sentirse muy bien junto a m�. Yo intentaba corresponder a alguien
que se portaba de un modo tan maravilloso para mi persona.



Cuando detuvo el coche ante la puerta que daba acceso a la
finca de Nacho, puls� varias teclas de video-tel�fono y pude ver la cara de
Nacho de nuevo ante m�. Los recuerdos recientes afloraron en mi mente y pens�
que lo mismo se produc�a una reacci�n violenta y desagradable.



Seg�n conversaba el Doctor Ajeno con Nacho, escuch� un
bocinazo detr�s de nosotros. Mir� hacia atr�s y me qued� asombrada al ver al
Detective Andy esperando igual que nosotros para entrar. El Doctor se percat�
tambi�n y baj�ndose del coche, fue hacia �l. Pens� que le iba a interpelar por
algo, pero me qued� sorprendida cuando les v� darse un abrazo y estrechar sus
manos.



Me qued� algo an�mica, pero enseguida reaccion� y me alegr�
que se conocieran tanto. Cuando Andy sali� del coche y se acerc� hasta mi puerta
para saludarme, pens� que me mor�a de pasi�n. Era guapo a rabiar, pero bien
vestido y arreglado era un adonis aut�ntico. Me dio un beso en los labios, sin
que protestara por nada y se retir� enseguida para que pudi�semos entrar a
petici�n de Nacho.



El Doctor entr� en el coche y v� que Andy lo hac�a en el
suyo. Y arrancamos como si los dos hubiesen puesto propulsores a sus veh�culos.



Llegamos en menos de medio minuto hasta las escalerillas que
daban acceso al porche. No v� a los perros por all� cerca y cuando Ajeno me
abri� la puerta, baj� sin miedo, aunque me qued� muy pegada a �l.



Nacho se acercaba con un paso tranquilo hasta nosotros. Me
salud� a mi primero, d�ndome un beso muy sensual en la boca y alabando lo guapa
que estaba. Y mientras mi rubor hac�a su efecto, salud� a Andy y al Doctor. Se
plant� ante nosotros y dijo :





Amigos, me encanta que hay�is podido acudir, aunque hay
mas sorpresas para esta velada. Y sobre todo Lisa, que guapa est� mi
descubrimiento, verdad?.





Me estaba poniendo tan colorada, que casi no escuch� lo que
los dos le respond�an, clavando sus ojos en mi cuerpo. Nacho se ri� al verme tan
sofocada y dijo :





Bueno amigos, pasemos dentro. Lisa ser� nuestra �nica
mujer, pero su belleza vale por 100, no os
parece?....jajajajajaja....adem�s, dentro hay algunos invitados mas, que ya
conoc�is y un amigo m�o que me apetec�a que viera a mi descubrimiento
actual. Y claro me refiero a t�, Lisa......jajajajaja.





Pasamos dentro, precedida por Nacho que se volv�a a cada
momento y me sonre�a muy reconfortantemente. Miraba de reojo a Ajeno y Andy,
sabiendo que no quitaban ojo de mi forma de caminar y mi cuerpo voluptuoso.



Cuando llegamos a un peque�o sal�n en donde ya aguardaban
otros 2 invitados mas, me sent� algo mas cohibida. Al que me miraba no le
conoc�a de nada, pero su porte me indicaba que ten�a mucho mundo visto y
trabajado. Pero cuando se dio vuelta, el que me daba la espalda.....casi me
caigo de culo. Era SAX, el m�sico. Estaba all�. Me qued� tan helada al verle
mirarme, que no supe ni reaccionar.



Se acerc� a m� y me bes� en los labios tenuemente. Sent� que
se me licuaba todo el cuerpo al sentirle tan cerca de m�. Me salv� de
desvanecerme, que el otro hombre que Nacho nos lo present� como el Sr. P�rez, se
acercara a m� y tomando mi mano diestra, la besara cort�smente.



Ya estaba tan acalorada, que no sab�a que decir o hacer,
cuando Bruno apareci� por el fondo de la sala con una bandeja de bebidas. Se
acerc� hasta m�, dejando la bandeja en una mesita y me dio un beso muy suave en
los labios, comentando lo magn�fica que estaba.



Me ofreci� un martini, que beb� de un solo trago. Me mir� con
ojos burlones y me dio un segundo, pero ya me comport� a un gesto imperceptible
suyo.



Al menos la reacci�n del alcohol del primer martini me quit�
el nerviosismo que sent�a en piernas y manos. Y pude dejarme llevar por las
aduladoras palabras de cada uno de ellos y las miradas incisivas a mi cuerpo.



Mientras hablaban entre ellos, aunque yo estaba dentro del
peque�o c�rculo que se hab�a montado, pens� en cada uno de ellos. Hac�a apenas 2
d�as que les conoc�a y ya me sent�a como si llevara con ellos a�os seguidos.
Pens� si ser�a una prueba psicol�gica para determinar mis reacciones, pero no
parec�a que ellos estuvieran en esa idea, ni siquiera el enigm�tico Nacho, que
re�a con algunas gracias del Sr. P�rez o las ocurrencias del mismo Andy.



SAX estaba pendiente de m�, pero hablaba y re�a como los
dem�s. Todos, en menos de media hora me tocaban los hombros, brazos y manos como
si fuera habitual entre nosotros. De vez en cuando ten�a que subir alguna de mis
hombreras que se ca�an por el exceso de toques en mis hombros, pero nadie
parec�a necesitar verme desnuda. Y re�a algunas payasadas de Andy y otras de
Ajeno o el Sr. P�rez.



Cuando nos dispusimos a sentarnos para comer, me sent�a tan
c�lida y feliz que hablaba ya con todos, intentando no hacer de menos a alguien,
pero cuando me sentaron entre Andy y SAX, cre� que me morir�a de espasmos.



Pensaba para mi interior que estar ante aquellos 6 hombres a
la vez, que me gustaban todos a rabiar y que se afanaban por agradarme en todo
momento, era una prueba de fuego terrible, pero maravillosa a la vez para
cualquier mujer.



Ya sab�a como agradar a cada uno en cada momento. Aunque con
SAX era m�s dif�cil. Sab�a que era, porque hab�a algo en �l que me hac�a ser una
mujer distinta cerca de �l.



Una de las veces, al percatarme de las miradas de atenci�n
que le hab�a dedicado a SAX, en algo que comentaba a todos, mientras al mirar de
reojo vi a todos pendientes de m�, supe que todos sab�an que estaba coladita por
ese m�sico. Pero fueron lo suficientemente h�biles, como para hacerme dudar
durante toda la comida de mis conclusiones.



Decir que la comida fue servida por tres mujeres a cual m�s
fascinante y con muy poca ropa, pero en momento alguno los invitados de Nacho
dieron muestras de lascivia o bellaquer�a. A m� me dejaron impresionada, pero
tampoco ellas repararon en m�, ante mis constantes ca�das de alguno de los
tirantes de mi vestido. Ni ellas, ni los invitados.



Cuando nos levantamos para ir a tomar las copas al exterior,
ya que hac�a menos calor que horas antes y adem�s hab�a un lugar precioso lleno
de sombras maravillosas, SAX se atrevi� a cogerme por el talle y susurrarme :





Eres una chica preciosa y me he tomado la libertad, con
tu permiso, desde el d�a de ayer para componer una melod�a que he titulado
"Mi primera chica". Espero que desees escucharla entera en mi casa un d�a de
estos.





Le mir� ruborizada y medio aturdida, pero fui capaz de
decirle :





S�, me encantar�a escucharla interpretada por ti. Gracias
SAX.





Me sonri� y separ� su brazo de mi talle, permitiendo que
caminara por la hierba entre los seis hombres que me acompa�aban. Pero fui
consciente de que tanto Andy como Ajeno, se hab�an percatado de nuestro roce
confidencial, aunque no expresaron el m�s m�nimo detalle en contra de �l o de
m�.



Me sirvieron una copa con un licor muy rico y delicioso, pero
fui prudente y lo sorb� poco a poco mientras la conversaci�n flu�a limpia entre
todos. Las risas aparecieron a los pocos minutos y tambi�n conversaciones m�s
serias, incluso de temas t�cnicos, pero todos se sent�an relajados y felices.



Pasadas un par de horas, Nacho anunci� :





SAX, porque no paseas con nuestra chica y la ense�as las
maravillas que conoces de tanto tiempo?. Nosotros discutiremos ahora unos
detalles de negocios, que estamos seguros que a Lisa la aburrir�an
demasiado. En una hora mas o menos habremos terminado y me sentir� feliz de
volver a ver a mi tesoro. Por cierto Lisa, tu casa est� totalmente
asegurada. Nadie te la quitar�, se me hab�a olvidado coment�rtelo.



Jo Nacho, gracias. No s� como podr� pag�rtelo.



Tranquila tontina, con tu presencia ya me los has pagado
con creces. Venga SAX, iros a dar una vuelta, mientras nosotros hablamos de
negocios. Andy, tu qu�date como guardi�n legal de lo que hablemos,
necesitamos de tu asesoramiento.





Mir� a Ajeno y le v� hacerme un gesto de que fuera con SAX.
Andy, por el contrario se sent�a fren�tico de no poderse venir con nosotros.



SAX me cogi� del talle nuevamente y nos alejamos caminando
lentamente, sin mirar hacia atr�s. Me iba mostrando todo lo que conoc�a de la
casa de su amigo, al que conoc�a desde la ni�ez.



Cuando nos encontr�bamos en un paraje mas arbolado y nos
sentamos a la sombra de un tilo, vi aparecer de repente a tres perros enormes
que se acercaban a gran velocidad hacia nosotros dos. D� un peque�o grito y me
agarr� a SAX, para que me protegiera. Se ri� de m� y me coloc� delante de �l,
ante la atenta mirada de los canes. Not� que una hombrera del vestido se me
hab�a desplazado y que medio pecho m�o se mostraba ante los animales.



Los perros se detuvieron ante nosotros a un metro de
distancia, quietos y mir�ndome. Me sent�a tan angustiada que comenc� a llorar.
SAX en cuanto se dio cuenta de c�mo me encontraba, me subi� la hombrera y se
coloc� delante de m�, como protegi�ndome. Pero una vez siendo mi escudo, dijo :





Lisa, jam�s estos perros o el resto te har�n el m�s
m�nimo da�o. Puedes estar completamente segura de lo que te estoy diciendo.
Adem�s para salvar tus dudas, ellos se comunicar�n con el resto y ser�n tus
amigos y compa�eros. S� que te costar� trabajo entenderlo y aceptarlo, pero
es as�. Adem�s, yo no permitir�a que la chica que lleva el nombre de mi
melod�a sufriera el m�s m�nimo rasgu�o.





Deseaba creerle, pero aunque los perros solo me miraban, no
estaba yo muy segura de que me fueran a respetar sin estar SAX o Nacho. Segu�a
ligeramente asustada, pero �l me hizo sentar en el suelo, mientras �l permanec�a
en pie y me dijo :





Lisa, haremos la prueba ahora mismo. D�jame una prenda de
tu cuerpo. Bueno, pens�ndolo mejor, dame una de tus chanclas.



Por favor SAX, siento mucho miedo. No te vayas muy lejos.



Tranquila cielo, ellos no te har�n el m�s m�nimo mal.
Ver�s lo que sucede con tu chancla.





Le entregu� la sandalia, pensando que la destrozar�an entre
sus fauces. Les miraba aterrorizada y observaba que me miraban todos a la vez.
SAX la cogi� en su mano y la deposit� ante el perro que estaba mas adelantado y
que significaba que era el jefe del grupo. Observ� como segu�a con su visi�n la
trayectoria de mi sandalia, hasta que SAX la dej� en el suelo delante del mismo
perro.



Pero el animal, alz� la cabeza le mir� y despu�s a m�. Y
volviendo a bajar la cabeza asi� la sandalia entre sus dientes y levant�ndose
con ella en su boca, se acerc� hasta m�, lentamente, hasta depositarla al lado
del pie descalzo.



Me cre� morir de sensaciones controvertidas. Ser�a verdad que
eran los animales m�s nobles de la tierra?. No estaba segura de nada. Pod�a
tratarse de una casualidad, aunque no hab�a observado gesto alguno en SAX aunque
pensaba que era �l quien le hab�a indicado algo al perro.



SAX se agach� y los llam� a todos s�lo con un gesto.
Acudieron los m�s cercanos caminando lentamente y moviendo su rabo. Y los mas
alejados a plena carrera hasta llegar a sus hermanos y despu�s todos juntos
rode�ndome. Mi terror hab�a subido tantos grados que casi no me atrev�a a gritar
por no llamar su atenci�n.



Pero �l, sin saber como, hizo que se tumbaran alrededor de mi
cuerpo, quedando todos relajados aunque atentos. SAX se sent� a mi lado y me
subi� una de las hombreras del vestido, que ten�a medio bajada y que ni siquiera
hab�a reparado en ese detalle.



Le mir� y me sent� de nuevo envuelta por su aura, con lo que
mis temores cedieron el paso a mis fluctuaciones amorosas, ante aquel ser que me
hac�a estremecer con solo mirarle.



Mientras le miraba, apoy� mis manos en la hierba seca y
fresca y mis dos hombreras cayeron, destapando ligeramente mis pechos. Pero ya
no quise perder aquel momento en que le miraba como si fuera mi Dios total.



SAX, me miraba los ojos sin reparar en mi pecho semi
descubierto, aunque estaba segura que se hab�a fijado completamente en el mismo.
Y sin que mediara algo mas, acerc� su boca a la m�a. Me sent� morir de amor y me
dej� besar por aquel ser que me ten�a embrujada.



Mientras me besaba, termin� de bajar mi vestido hasta dejar
mis pechos desnudos y sus manos acarici�ndolos con una dulzura que me hizo
mojarme mucho mas de lo que hubiera imaginado alguna vez en mi existencia. Y ya,
me dej� llevar por la sensualidad que acompa�aba cada acci�n suya y que yo
deseaba por encima de cualquier otra cosa.



Me hizo recostar sobre la hierba, desnuda de medio cuerpo,
mientras me segu�a besando de una forma tan posesiva y dulce que me hac�a
enloquecer de amor a cada segundo que pasaba. Y una vez tumbada y �l ante m�,
mis manos comenzaron a devolverle la fantas�a de mis caricias, hasta hacerle
sentir hervir dentro de s� mismo.



�l me correspond�a con caricias tiernas que me hac�an vibrar
y desear que me desnudase para poder entregarme limpia a su cuerpo, porque a su
alma ya estaba entregada. Y termin� desnud�ndome completamente, mientras sus
caricias me hac�an viajar a un mundo de ensue�o.



Me abandon� a sus caricias y besos, olvid�ndome del tiempo y
del entorno. Ya no ten�a miedo a nada, porque estaba con el ser que pose�a mi
alma, mi amor y mi cuerpo. Le correspond�a ya muy activamente con mis besos y
mis manos movi�ndose por su cuerpo, hasta que consegu� separar las ropas de su
cuerpo y que me cubriera con su fuego mas total.



Y cuando sent� su cuerpo desnudo contactando con el m�o, me
sent� la mujer m�s dichosa del universo. Y mis manos temblorosas se abrazaron a
su cuerpo, acariciando cada poro de su cuerpo. La dicha y el placer se
incrementaron tanto y tanto....que cuando me separ� las piernas para acoplarse,
no s�lo se lo permit� sino que le ayud� a que entrara en mi templo del amor.



Hablaba poco, pero no le hac�a falta. Su mirada y sus gestos
eran una poes�a explosiva en mis sentidos. Sus caricias me manten�an ardiente en
cada instante, mientras su pene se acoplaba en mi canal vaginal. Me relaj�
dentro de lo que me permit�a la excitaci�n tan brutal que sent�a ante aquel ser,
que iba a consolidar mi necesidad psico-biol�gica de tantos a�os retenida.



Sent� como empujaba, sin apenas moverse. Me sent�a tan
inundada de sensaciones distintas, que no pod�a desear otra cosa que aquello no
se acabase en momento alguno. Sin poder contenerme mas, separando algo mas mis
piernas, las coloqu� abrazadas contra las suyas, notando que su pene llegaba a
hundirse completamente en mi cuerpo.



SAX, entonces se elev� un poco y acercando mucho su boca a la
m�a, me dijo algunas palabras que yo interpret� como una declaraci�n de amor
completa. Y pegando su boca a la m�a, comenz� a realizar en vaiv�n el acto mas
deseado por m�, durante tanto tiempo con el hombre de mi vida (Mi Pr�ncipe
Azul).



Sus movimientos eran reposados, pero yo sent�a como un ariete
de amor y vida, surcando mis canales estrechos, pero entregados a los placeres
que me proporcionaba aquel Dios.



Durante muchos minutos estuvo entrando y saliendo de mi
cuerpo, cada vez mas excitado, sin que se notase su cuerpo moverse en momento
alguno, pero s� esa espada de amor ardiente como el fuego, que me hac�a
enloquecer a cada segundo que pasaba, sobre mi cuerpo entregado al amor mas
completo de mi vida.



En un momento en que desvi� mi cabeza hacia un lado, me v�
ante los perros mir�ndome con sus cabezas agachadas y reposadas en la hierba que
me serv�a de colch�n para recibir el amor de SAX. No me asust� y sin saber c�mo
ni porqu�, extend� mi brazo derecho hacia ellos y abr� la mano. Y sent� algo que
me hizo vibrar de mucho mas amor que el que hubiera podido so�ar cualquier ser
humano en mi situaci�n. Los perros se acercaron hasta mi mano, arrastr�ndose
hasta llegar a contactar con mi mano y la lamieron.



Fue un acto de amor y lealtad, que yo no olvidar�a en mi
vida. Y ya no les tuve miedo m�s. Eran mis hermanos. Eran mis guardianes. Eran
mis amigos. Eran mis compa�eros. Y SAX me hizo volver mi cabeza hacia �l para
besarme, mientras se apretaba contra mi vientre profundamente y soltaba toda una
descarga del l�quido de la vida, que entraba en mi cuerpo.



Me sent�a abrasada por un mill�n de sensaciones. Mi cuerpo se
debat�a entre mil convulsiones, provocando que me corriera mientras su
eyaculaci�n me inundaba una y otra vez.



Me abrac� muy fuerte contra su cuerpo para sentir como
orgasmaba junto a �l, que se retorc�a entre caricias infinitas en todo mi cuerpo
desnudo y excitado.



Dese� que aquel momento no se terminase nunca, pero todo
ten�a que volver al orden de la vida. Y cuando se seren� ligeramente, me dijo
cosas tan preciosas, que me hizo temblar entre l�grimas y convulsiones de amor.



Se qued� dentro de m� durante mucho rato y soport� su peso
como hubiera soportado una carga 3 veces superior, si hubiese sido la suya.



Y fue SAX, qui�n me sac� de mi viaje astral y me devolvi� al
mundo que me tocaba vivir, diciendo :





Lisa, gracias por darme el mejor momento de mi vida.
Ahora debemos volver, en otro caso se alarmar�n por nosotros.





Le mir� mas enamorada que una tonta y asent�. Deb� poner una
cara especialmente extra�a, pues �l hizo un gesto extra�o y despu�s me sonri�.
Me bes� y se separ� de m�.



Sent� aquella separaci�n, pero qued� mitigada por la
sensaci�n que me produc�a su cuerpo sudoroso y fuerte. Me ayud� a levantarme,
mientras me dec�a :





Lisa, venga perezosa. Tendremos mas d�as para estar
juntos. Ahora levanta o dar�s mal ejemplo a tus nuevos amigos.





Tras estas palabras, mir� a los perros y me ruboric� de que
me contemplasen desnuda. Pero me d� cuenta de que hab�a conseguido en pocas
horas, eliminar un miedo at�vico y adem�s recibir amor total por un ser que
iluminaba mi alma y tambi�n la amistad, camarader�a y quiz�s hasta amor de unos
seres distintos a nosotros dos y que ya no olvidar�a en mi vida.



Me sent�a feliz de haber perdido mi empleo. Eso me hab�a
permitido entrar en un mundo en donde estaba descubriendo lo mejor de mi vida. Y
no me importaba lo que durase todo aquello, pues los minutos anteriores ya
significaban suficiente pago para el resto de mi vida.



Me limpi� ligeramente de los restos de esperma y me vest�
ante �l, sin rubor alguno. Una vez estuve vestida y medio adecentada de pelo, me
acerqu� hasta los perros y uno a uno los acarici� y tambi�n les di un beso lleno
de gratitud entre sus ojos. Sab�a que hab�a encontrado a amigos que jam�s me
abandonar�an ante nada en este mundo.



Y uni�ndome a SAX, caminamos tranquilos de vuelta. Casi no
hablamos en todo el trayecto de vuelta. Pero, para que hablar cuando nuestros
pensamientos traspasaban las fronteras de lo real.



Al levantar mi vista, descubr� que est�bamos llegando a donde
estaban los dem�s y se lo dije. �l le rest� importancia, pero retir� su mano de
mis hombros, tras colocarme la hombrera caprichosa.



No s� lo que ve�a �l, pero a m� me parec�a que se sonre�an al
vernos llegar juntos y de aquel modo tan tranquilo. Le mir� anhelante de recibir
alg�n consejo suyo antes de unirnos al grupo, pero su hermetismo era tan
profundo, que no quise indagar en el por qu� de su actitud. Sent�a por SAX
tantas y maravillosas cosas, que para nada deseaba cambiar su forma de ser.



En cuanto estuvimos ante el grupo, una sonrisa generalizada
me convenci� de que todos sab�an que no hab�amos visitado la finca y s� nuestros
cuerpos. Les sonre� algo aturdida y turbada, pero Andy fue quien me ayud� en
aquel momento tan extremadamente delicado para m�.



Se acerc� a SAX y le dijo :





Bueno ya est� bien de aprovecharte tu s�lo de nuestra
invitada...jajajajaja.





Mir� a Andy y despu�s a SAX y me di cuenta que �l se lo
tomaba con el sentido de humor caracter�stico de �l. Y me entreg� a Andy, pero
antes me cogi� de los hombros y delante de todos me dio un profundo beso en los
labios, que me hizo temblar de mil emociones, antes las risas y algunas
carcajadas de algunos.



Despu�s del beso estaba sonrojada y muy acalorada. Sab�a que
todos ve�an mi estado y de ah� sus risas. Pero mirando sus ojos, supe que eran
sonrisas de complicidad y que hacia m�, eran como halagos suaves, que mi alma se
encargaba de acoger con todo el amor que sent�a por muchos de ellos.



Fui rescatada por Andy, mientras SAX se negaba casi a
desprenderse de m� y yo de �l. Pero al final imper� la cordura por mi parte y le
solt�, mientras el resto de los invitados disimulaban sus actitudes para no
hacerme sentir demasiado vinculada a SAX. Y yo agradec� aquel detalle y lo
guard� como una llave en mi alma, porque sab�a que alg�n d�a deber�a utilizarlo
con alguno de ellos.



El Doctor Ajeno se levant� y dijo :





Buenos amigos y Lisa, debo abandonaros. Debo atender mis
actividades profesionales. Pero antes de irme, alguien se podr� encargar de
llevar a nuestra chica hasta su residencia actual?.



No te preocupes Ajen�n, yo me encargar� de ella, salvo
que quiera hacerlo nuestro encantador de serpientes........jejejejejeje



Andy, no te pases con un encantador de serpientes como
yo, no vaya a ser que mi saxo cite alguna melod�a que te haga pasar una
noche un poco molesta.......jajajajjaja



Lo siento SAX, no fue mi intenci�n burlarme de t�.



Ya lo s� Andy, tranquilo..............pero f�jate como
est� nuestra chica de preocupada. Cu�dala y ll�vala segura hasta su
residencia habitual. Yo me voy con Ajeno. Adem�s, con qui�n puede estar mas
protegida que junto a al hombre que lucha contra el mal?.



Andy, ya que al parecer que te vas a encargar t� de ella,
tiene que estar en los estudios antes de las 11 de la noche, porque
necesitar� hacerla un chequeo previo a que ma�ana comience con sus nuevas
actividades.



Descuida Doctor. Ella ser� depositada por m� en persona
antes de esa hora.





Y las risas que se oyeron a continuaci�n, uni�ndose SAX al
coro de risas y algunas carcajadas, me hicieron sentirme ligeramente aturdida y
abatida, pero disimul� lo mejor que pude, aunque estaba segura que todos ellos
me hab�an notado la turbaci�n que, por mi ser pasaba en esos momentos.



Pero Andy, ya estaba a mi lado y me proteg�a ante las risas
de los dem�s. Adem�s se preocupaba de mantener las hombreras de mi vestido, para
que no siguieran cay�ndose. Y junto a �l, desped� a Ajeno y SAX que se iban
juntos. Me sent�a bien protegida por Andy. Y v� que los dem�s aceptaban que
aquel hombre que luchaba contra el vicio en nuestra ciudad, se dedicara a
protegerme. Mir� a Nacho y observ� un gui�o de asentimiento y calor humano, como
admit�a que fuera �l quien me protegiera.



Mi mente trabajaba r�pida, acostumbrada a mis actividades
profesionales, pero no cupo duda alguna y me sent� reconfortada con aquel ser
que fue mi primera relaci�n con este mundo nuevo que me tocaba vivir. Mir� a
Bruno y v� su sonrisa de seguridad y sent� una gratitud hacia �l que no supe
como explicarme, pero era algo que me hac�a sentir segura y calmada.



Nacho, se levant� para despedir a SAX y Ajeno que ya se iban,
pero nos dijo a Andy y a m� :





No os vay�is a�n, tenemos algo que comunicar a Lisa.
Vale?.





Asent� y mirando a Andy, le v� hacer un gesto muy similar al
m�o. V� como los perros se alborotaban alrededor de SAX y Nacho. Pero apreci�
como el jefe de la manada se quedaba junto a m�, junto a uno de sus nuevos
cachorros.



Me sent� extra�amente feliz. Las miradas que los animales
(para m�, mis hermanos perros) me hicieron sentir un universo de sensaciones
totalmente distintas a la concepci�n de mi mundo predefinido. Not� que Andy
tambi�n captaba el sentido de amor y fidelidad de aquellos seres que pod�an ser
feroces, pero que guardaban a su nueva hermana humana.



Andy me mir� y me apret� un poco contra su cuerpo, mientras
mis l�grimas desbordaban mis lagrimales.



Al elevar la vista, me encontr� con la mirada del Sr. P�rez,
pero pude ver su sonrisa de comprensi�n ante lo que importaban mis actos y mi
actitud en el entorno. No sab�a como disimular mi turbaci�n de sentirme amada
por SAX y por Andy. Y tambi�n como era admitida y admirada por todos. Eso me
produc�a escalofr�os, porque no era lo que hab�a conocido en mi corta vida
laboral y profesional.



Me sent�a abrumada de cari�o y protecci�n. Pens� que todo se
deb�a a un sue�o. A un sue�o maravilloso, que no deseaba que se terminase en
momento alguno. Fui sacada de ese sue�o maravilloso, cuando Nacho y Bruno,
regresaban de despedir a SAX y Ajeno. Y fue el mismo Nacho quien dijo :





Lisa, ya todos hemos notado tu influjo. Yo te adoro, me
sublimaste en el primer momento que te tuve ante m�. Ahora has sublimado a
mis amigos...pero quiz�s lo m�s importante, mis perros son como tus
hermanos. Les has perdido el miedo. Les has dado algo mas de lo que yo tard�
en ofrecerles. Es simplemente, que tu ser dimana amor. Y todos nos sentimos
dichosos de poder disfrutar de tu amistad y sobre todo de tu persona. Lisa,
por favor, no cambies en tu vida. El mundo ser�a distinto si tu no
existieras. No te vayas nunca jam�s. No nos dejes solos ante el peligro de
la vida sin ilusiones.





Aquellas palabras me hicieron llorar. Jam�s hab�a llorado de
un modo semejante. Andy se encarg� de consolarme y animarme, hasta que hizo que
sonriera y me sintiera la mujer que era en la realidad. Hasta Bruno, que no se
met�a mucho en cualquier tipo de discusi�n, hizo su observaci�n particular para
m�. Me sent�a muy especialmente sensibilizada, pero Nacho dijo :





Lisa, todos te queremos pero deseo informarte que el Sr.
P�rez acudi� a mi cita para hacerte una proposici�n, que me parece muy
buena, pero que t� eres libre para aceptar o no. Le permites que te exponga
su idea?.



S�, claro, Nacho. Lo siento Sr. P�rez, por favor
exp�ngame su idea y disc�lpeme que me haya puesto tan tontita.



No te apures Lisa. Realmente, nos has emocionado a todos.
Lo que tu aura suelta es amor puro, algo de lo que carecemos habitualmente.
Y mi proposici�n, podr�a hasta parecer deshonesta, sabiendo ahora como eres,
pero a�n as� tengo fe en que al menos puedas escucharla y adem�s estudiarla.



Sr. P�rez, si mi amigo Nacho vio que podr�a hacerla, al
menos le aseguro que la escuchar� y la estudiar�.





Seg�n dec�a esas palabras, sent� una ligera presi�n de los
dedos de Andy como secund�ndome en mi contestaci�n.





Lisa, lo que te ofrezco no es nada comparado con lo que
vas a realizar. No es tan importante, pero si pagar�a mucho m�s de lo que
puedas recibir a corto plazo con las pel�culas Se trata de hacer spots
publicitarios de mis productos, bien entendido que ser�n utilizados los
mismos canales privados de distribuci�n que los de las pel�culas que
realizas.



Sr. P�rez, si Nacho le ha dejado llegar a expon�rmelo es
porque no es nada malo o perverso para m�. Y por tanto, no puedo decirle que
no. Pero antes de definirme en algo en concreto, desear�a estudiar el tipo
de actividad que voy a realizar, de forma mas especificada en el documento
que me entregue.



Gracias Lisa. Por lo que he visto hoy en esta velada tan
especial, no la olvidar� en mi vida. He sentido y he visto cosas que no se
me habr�an ocurrido en la vida imaginar, que pudiesen ser posibles. Lisa,
dominas mucho, mas que los afortunados humanos que tienen la suerte de
tenerte como amiga, dominas el mundo del amor. Eres una Diosa en el mundo de
los mortales. Con el tiempo te dar�s cuenta de lo que estoy diciendo.
Mientras llega ese instante, me aprovechar� de la ignorancia de tu poder y
te entrego este documento para que lo estudies y me digas algo, lo antes que
puedas.



Sr. P�rez, me siento abrumada con el trato que he
recibido en la velada de hoy, por parte de todos. Estudiar� su oferta y le
dir� algo, se lo promete esta chica que ser� una Diosa, no s� en que
vida.....jijijiji......lo siento, gracias.





Su gesto de asentimiento y sonrisa amable, me confortaron de
una forma complementaria, mientras tomaba entre mis manos el documento de
contrato. Y lo abrac� entre mis brazos, mientras Andy me apret� mas contra su
cuerpo, a la vez que dec�a :





Bueno, creo que ya es el momento de retirar a esta
jovencita a la que hab�is hecho llorar de amor durante mucho tiempo.



Tienes raz�n, Andy. Ll�vatela a dar una vuelta y
an�manosla un poquito. Bruno, el Sr. P�rez y yo, te quedaremos agradecidos.
Eres mi amigo y conf�o en t� y por eso te la conf�o.



Descuida Nacho, la cuidar� con toda mi devoci�n. Y f�jate
como tus amigos perros se est�n dando cuenta, que ella se va a alejar de
esta casa por hoy.



Es verdad, jam�s los hab�a visto tan pendientes y tristes
en la vida que llevo con ellos.



Nacho, perm�teme ir con ellos andando hasta la puerta,
quiero agradecerles todo lo que me han ense�ado y dado hoy.



Por supuesto Lisa, amor m�o. Ser� una honra que la chica
que present� a mis amigos, sea ahora la chica de todos. La mas querida y
respetada. Pero adem�s me halaga totalmente que mis hermanos perros, como
dice Andy, te idolatren y te protejan como observo que hacen en estos
momentos. Andy, me despido de ti. Me ha encantado que pudieras acudir. Y
creo que tu tambi�n te sientes bien con haber venido, verdad?.



Nacho, ya tienes un amigo de por vida. Y pase lo que pase
a partir de ahora, s� que tenemos un ser que nos une por mil conceptos no
definidos socialmente. Sacar� el coche hasta la salida de tu finca. Sr.
P�rez, me ha encantado conocerte. Bruno, cu�date. Nacho, la pr�xima reuni�n
la har� yo en mi casa o en donde pueda.



Gracias Andy. Ten cuidado y se feliz.





Mientras Andy se desped�a de Bruno, Nacho y el Sr. P�rez, yo
me dedicaba a mis nuevos hermanos, arrodillada y bes�ndoles con mi m�s tierno
amor y abraz�ndome a ellos. Sent�a algo de ellos que no sab�a que era.....me
llegaba por las irradiaciones que produc�an y que de alg�n modo llegaba a asumir
como m�as. Cuando me levant� para caminar hasta la puerta de salida de la finca,
situada a algo mas de 300 metros de la casa, todos los perros me acompa�aron
entre saltos y ladridos suaves. Unos roz�ndome las piernas, pero sabi�ndome
segura y feliz de sentirme amada por todo ser vivo que me rodeaba. Eso era algo
que a�n deb�a asimilar. Casi no pod�a entender nada de lo que me suced�a.



Cuando llegu� a la puerta, en donde ya me aguardaba Andy,
fuera del coche, me arrodill� en el suelo y los abrac� a todos y les susurr�
cosas que no ser�a capaz de repetir ahora, pero el caso es que vi l�grimas y
miradas de camarader�a. Sent� por los cabecillas de cada grupo, leng�etazos en
mis brazos, entre mis pechos y el jefe de la manada, acerc�ndose lentamente,
mientras los dem�s se apartaban prudentemente, arrimar su morro hasta mi cara,
mir�ndome con ojos felices y tristes, para terminar por pasar su lengua por mi
cara y mi boca. No pude contenerme y le abrac�, bes�ndole y bes�ndole.



Poco despu�s me retiraba de �l y le hice un gesto que hab�a
aprendido de SAX y ellos, se quedaron quietos y en silencio. Pero a�ad� algo
m�o, dici�ndoles con mi mente radiante de energ�a universal, que los amaba y que
me sent�a feliz de ser su hermana.



Me levant� del suelo y al apreciar ellos mis rodillas
manchadas de la tierra, dos de los machos se acercaron y me lamieron las
rodillas hasta dejarlas limpias e hidratadas.



Les bes� a ellos dos como homenaje a todos y me desped� con
una forma especial m�a, en la que les dec�a que volver�a.



Cuando me encamin� hacia Andy, lo sent� alucinado. Pero
reaccion� enseguida y me abri� la puerta del coche. Despu�s y muy lentamente se
acerc� a su puerta y tras despedirse de mi s�quito, entr� en el coche. Lo puso
en marcha y lo sac� discretamente de la finca.



Al cabo de media hora de conducci�n, me dijo :





Lisa, jam�s hab�a presenciado una declaraci�n de amistad
y amor mas c

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