Un sue�o hecho realidad

Me encanta poder
relatar, todas las cosa que al final contaron para establecer lazos tan
especiales con algunos miembros de mi familia. Al principio me costaba un poco
hablar sobre el tema, pero con el tiempo aprend� a entender lo bien que me
hacia hablar de ello.

Siempre me llam� la
atenci�n mi hermano, desde peque�a lo ve�a con otros ojos; y dentro de mi
inocencia no tenia idea de las consecuencias que eso me traer�a. Somos tres
hermanos: El mayor, la mayor y yo. Mi preferido para todo siempre fue mi
hermano, siempre estaba conmigo. Pero jam�s me vio con otros ojos; siempre
como mi hermano. Cuando tenia 13 a�os muchas cosas en mi cambiaron. Vino mi
desarrollo, mi avance a la secundaria y mi inter�s por los chicos. Solo que el
que me llamaba la atenci�n era mi hermano. Siempre estaba pensando en �l y me
molestaba el hecho de que fu�ramos familiares. Y es que fue, �l quien de tanto
pensarlo me inspir� para mi primera masturbaci�n.

a con esa herramienta, �me
refiero a la masturbaci�n�, las cosas cambiaron; porque el inter�s que
sent�a, ahora era otro, ya era deseo. Durante las noches no hacia otra cosa
que acariciar mi cuquita masturb�ndome pensando en �l. Recuerdo esa primera
vez cuando, inconsciente de lo que hacia, sumida en temores conoc� los
primeros espasmos de un orgasmo. Una noche en mi cuarto, una de esas en que la
inquietud y el deseo por mi hermano atormentaba mis sue�os, de manera
involuntaria baje mi manita hasta mi vientre acarici�ndolo; una sensaci�n
extra�a comenzaba a sentirse a medida que mis caricias se alejaban de mi
vientre llegando a mi pubis.

Para ese entonces, aun cuando ya tenia un
cuerpecito bastante bien formado, apenas una peque�a capa de suaves vellos
comenzaba a cubrir mi conchita; all�, se entreten�an mis deditos jugando con
aquellos pelitos y fue cuando sin darme cuenta, con mi dedito del medio
recorr�a la rajita de mi cuquita de arriba hacia abajo continuamente.

No pude
evitar que un leve suspiro escapara de mi ser; inmediatamente apart� la cobija
con que me arropaba y baj� mis pantaletitas hasta quit�rmelas por completo,
buscando con ello poder abrir mis piernas improvisando colocarlas en alto; con
mi mano izquierda separaba mis labios vaginales y con la derecha colocando un
dedito dentro de mi peque�a hendidura, me dedicaba a moverlo suavemente. Pod�a
sentir como desde mi entrepierna hasta mi garganta una peque�a cosquillita
circulaba indetenible haciendo que involuntariamente arqueara mi espalda y
moviera mis caderas al ritmo de esas caricias. Sent�a adem�s, como de mi
rajita abierta manaban peque�as cantidades de un flujo viscoso que divinamente
lubricaban mi cavidad para hacer m�s placentero aquel momento.

Imaginaba entre
tanto que era mi hermano que, con �vidas manos me acariciaba. En ning�n
instante llegu� a introducir mi dedo en mi vaginita, solo, con movimientos
ahora circulares con toda la extensi�n de mi mano masajeaba mi sexo; notando
como al inicio de mi cuquita, se asomaba prominente el botoncito de mi
cl�toris, el cual comenc� tambi�n a acariciar obteniendo un placer casi
indescriptible. A medida que iba conociendo mi cuerpo, sus partes sus
emanaciones, sus olores, su textura, su humedad; por otra parte una sensaci�n
de temor se hac�a presente.

Los senos me dol�an, mucho m�s en la parte de mis
pezones que asombrada pod�a ver como sobresal�an erectos; y sin saber como,
comenc� a acariciarlos y apretarlos tratando de disminuir esa molestia que
poco a poco se transformaba en un mayor placer. Mi hermano me est�
tocando, mi hermano me est� provocando todo este placer que siento; era lo que pensaba entonces. Parec�a una serpiente ondulante mientras me
contorneaba deleitada por todas las caricias que recorr�an electrizante mi
cuerpo por completo. Por un instante qued� paralizada al sentir como una ola
de espasmos comenzaba a originarse desde en interior de mi vaginita llegando
hasta mi cabeza que parec�a desvanecerse. Si, estaba vini�ndome en aquel mi
primer orgasmo; y es que adem�s, era la primera sensaci�n gratificante que
recib�a de mi hermano, aunque de manera indirecta. Toda mi mano qued�
impregnada de mis jugos, estaba temblando y sudada; las s�banas, la cobija,
toda la cama y yo ol�amos a sexo, era divino.

Sin embargo, las
cosas con �l siempre fueron iguales; aunque cuando tenia oportunidad para
insinu�rmele lo hacia sin ning�n pudor; pero no me servia de mucho debido a la
confianza y la uni�n que hab�a entre nosotros. A veces pasaba para su cuarto o
lo llamaba al m�o estando yo en ropa interior. Una vez hasta llegu� a pasar
delante de �l desnuda saliendo del ba�o a mi cuarto, sabiendo que estaba
en el pasillo de la casa; pero �l como si nada; aunque yo pienso que en el
fondo esta vez s� s� fij� un poquito.

Pas� el tiempo,
pero no as� mis deseos hacia mi hermano. Para esos d�as yo contaba con 14 a�os
y el 18. Mi hermana mayor ya estaba casada y no viv�a con nosotros. Un d�a,
�Martes�, eso no se me olvida, yo sabia que mi mam� viajar�a con mi pap� para
Caracas y se iban temprano. Ese d�a hice que iba para clases pero no asist�.
As� que luego llegu� a la casa explic�ndole a mi hermano que me sent�a un poco
mal. Me fui directo a mi cuarto y me puse la ropa mas c�moda que consegu�, una
camiseta holgadita (solamente); Me acost� en la cama, me arrop� y
encend� mi televisor.

En ese momento el coraz�n parec�a como si se me fuera a
salir, pues sabia que era lo que estaba buscando que pasara con todo eso. Y ya
con esto, me dispuse a llamarlo pidi�ndole que me acompa�ara para ver juntos
la televisi�n. �l acostumbraba a recostar su cabeza en mi regazo sobre mis
piernas mientras yo jugaba con su cabello. Despu�s de un rato y aprovechando
un juego que ten�amos, le reclam� dici�ndole que me tenia botadita y no me
quer�a porque ya no me consent�a. Lo acostumbrado en esos casos era que �l me
volteaba de espalda y me daba de nalgaditas por malcriada para luego hacerme
cari�os.

Esta vez las cosas fueron diferentes; porque al voltearme se
consigui� no solo con mis nalguitas, sino con todito mi culito al aire libre.
Se qued� completamente en silencio, sin moverse, no pronunci� palabra alguna,
solo ve�a mi trasero en silencio. Lentamente me volte� estirando todo mi
cuerpo como cuando una se acaba de despertar; la expresi�n que tenia en sus
ojos era como si se hubiese congelado. Fue cuando le dije: �Que te pasa
hermanito, nunca hab�as visto una de estas?, Se�al�ndole mi
cuquita.

Lo menos que se imaginaba era que yo estaba desnudita de la cintura
para abajo. No aguant�, as� que lentamente y con cuidado tome su mano y
la acerqu� a mi conejito, la dej� reposar all� sin que �l opusiera
resistencia. �Cielos!, se sent�a tibia, el coraz�n se me iba a
salir. En ese momento af�n volte� a mirarme a la cara con intenci�n de
reprocharme, as� que antes de que dijera algo puse mi mano sobre su boca, me
incorpor� a �l y nos quedamos as� un rato solo vi�ndonos, sin que �l quitara
su mano de mi conejito. Y otra vez no aguante mas y acerqu� mi boca a la suya.
Debo decir que jam�s hab�a besado a alguien a excepci�n de una amiga en el
liceo que pretend�a ense�arme como era. Pero esto fue totalmente diferente y
�nico; pero luego se separ� de m� diciendo que est�bamos locos, que eso no
pod�a estar pasando; y viendo que la cosa se estaba poniendo dif�cil tom�
medidas de emergencia, as� que le dije: pues si esta pasando, Mira;
tomando nuevamente su mano y coloc�ndola entre mis piernas haciendo que tocara
con su dedo la entrada de mi vaginita, que para ese momento ya estaba bastante
h�meda. En ese momento sonri� y me dijo: definitivamente eres una
diablilla; acost�ndose a mi lado para comenzar a besarme tiernamente.
Me besaba toda, desde el cuello hasta los pies. Me estremec�a sentir sus manos
agarrando mis senos y su boca bes�ndolos y chup�ndolos. No pronunci�bamos
palabra alguna, solo nos am�bamos. Se dedic� a tocarme por todas partes hasta
que lleg� a mi cuquita bes�ndola, lami�ndola, metiendo su lengua.

Mord�a mis
labios vaginales con sus labios, era tan diestro con su lengua que me volv�a
loca; su lengua se deten�a en el botoncito de mi cl�toris presion�ndolo y
movi�ndolo alrededor haciendo que mi espalda se arqueara y moviera mis caderas
de manera incontrolable. Al principio me sent� un poquito extra�a porque no me
imaginaba que esas cosas se pod�an sentir; despu�s solo deseaba que se quedara
all� por siempre. Pero eso no pas�, porque en un momento comenc� a sentirme
rara, record� de inmediato las veces en que me masturbaba pensando en mi
hermano; empec� a temblar, a gritar y apretar su cara contra mi conejito.

Si,
me estaba viniendo; era mi primer orgasmo no masturb�ndome y qu� orgasmo;
llegu� a pensar que me estaba orinando, pero no era eso, simplemente estaba
acabando a chorros, porque eso era lo que sal�a de mi vagina; y �l segu�a all�
pasando su lengua suavemente relami�ndose y vi�ndome con una sonrisa
maliciosa. Se incorpor� recost�ndose a mi lado y me volvi� a besar, suave y
tierno; aunque suene extra�o, era la primera vez que probaba el sabor de mi
sexo y esto lo sent�a mientras pasaba su lengua por mi paladar, cosa que me
estremec�a. Luego fue �l quien tom� mi mano indic�ndome que agarrara su
miembro, que sent� tan suave, duro, caliente; tiernamente me indic� que
bajara y lo besara, pero no me parec�a. As� que esta vez fue �l quien se puso
malcriado dici�ndome que no lo quer�a ya que no lo consent�a.

Me pareci�
gracioso y tierno a la vez; as� que decid� hacerlo. Suavemente lo pas� por mis
labios, suavemente fui pasando mi lengua notando como en la puntita se asomaba
una gotita cristalina la cual tom� con la punta de mi lengua para luego
saborearlo y notar un sabor un poco salado que no me pareci� desagradable,
todo lo contrario y poco a poco lo fui metiendo en mi boca. Pero no me cab�a
all�, as� que me dedique a chupar y besar la punta de su verga que estaba
hinchada y dura. Era una sensaci�n extra�amente divina tener su glande
recorriendo mi paladar casi hasta mi garganta, por momentos sent�a que me
ahogaba pues me despreocupaba por respirar concentr�ndome en saborear aquella
verga tan sabrosa que me ofrec�a mi hermano. Luego me pidi� que parara y
seguidamente me pregunt� que si ya hab�a hecho el amor antes. A lo que con un
poco de pena, no s� por qu�, le respond� que no.

As� que tiernamente volvi� a
besarme coloc�ndose sobre m�. Luego, suavemente separo mis piernitas y coloc�
la punta de su verga sobre mi cuquita acarici�ndola y jugueteando con ella y
poco a poco fue metiendolo; al principio molest� un poco, pero estaba
demasiado excitada en ese momento como para estar pensando en dolor, aunque
debo decir que si lo hubo, y bastante, pero como dije antes, no era el momento
de pensar en ello. Al principio lo met�a y sacaba suave, lento y no tan
profundo, pero luego los dos est�bamos como locos gimiendo, jadeando y
sudando. Ninguno de los dos aguantamos; yo volv� a temblar y gritar en otro
orgasmo pero m�s fuerte mientras que �l r�pidamente sacaba su verga de mi cuca
y apret�ndolo vi como sal�a de �l todo ese l�quido que ca�a sobre m� vientre
hasta mis senitos. A pesar de que est�bamos agitados, sudados y
acalorados su semen se sent�a caliente, muy caliente.

Acerqu� mi mano y
acarici� su p�ne pregunt�ndole si no le molestaba que lo agarrara, a lo
que me dijo que no hab�a problema; no s� si fue por instinto o por curiosidad,
pero mientras acariciaba su p�ne y sent�a como me impregnaba de su semen y mis
jugos, me provoc� hacer algo, as� que arrodill�ndome en la cama acerque mi
boca hasta �l lami�ndolo y metiendolo en mi boca. La sensaci�n fue
indescriptible, ya que era la primera vez que probaba semen, su sabor era
extra�o, seguramente debido a la sangre despedida por la rotura de mi
virginidad pero aun as� no me resultaba desagradable. Esta vez si me cab�a
pues la erecci�n era menor. Sent� el sabor de su semen entre salado y dulce.
Me dediqu� a chup�rselo todo trag�ndome lo que quedaba a su alrededor y me di
cuenta que se pon�a m�s peque�o; as� que dej� de hacerlo. All� nos quedamos
acostados un rato. Fue cuando le dije que lo amaba y que no quer�a a nadie mas
que a �l. Me mir� y sonri�, pero no dijo nada.

Desde aquel momento
fueron muchas las veces que estuvimos juntos haciendo el amor. Convirti�ndose
en algo natural entre nosotros. Pero cuid�ndonos mucho de que nadie se
enterara de nada, pues es de imaginarse el esc�ndalo. A veces, en la noche,
mientras mis padres dorm�an, nos pas�bamos de los cuartos para estar juntos.
Lo �nico malo de eso es que ten�amos que hacerlo calladitos y evitando hacer
cualquier ruido para no despertar a nadie. Pero jam�s ha dejado de ser algo
maravillosa y hermosamente divino.

Fue con mi prima
Zuly que no pude evitar se enterara que algo raro estaba pasando entre mi
hermano y yo. Pero esa ya es parte de otra de mis experiencias de incesto, que
no se quedaron en ese entonces, en mi hermano �nicamente; y que hasta el
momento se han extendido a otras muchas experiencias con miembros de mi
familia.

Espero no te hayas
aburrido; y que tampoco te haya causado alg�n tipo de incomodidad. Para muchos
es dif�cil aceptar que estas cosas pasan, qued�ndose en la oscuridad de un
tab�.

Para m�, resulta
todo lo contrario, me encanta contar mis experiencias. Y si esto puede ayudar
a alguien a reconocer, comprender y aceptar lo que pasa y adoptar su identidad
con respecto a este tipo de relaciones; pues, me gusta mas seguir haci�ndolo.

Gracias por
interesarte en mis experiencias.

Besos...... de Erla

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