Relato: El Hombre de las dos pollas





Relato: El Hombre de las dos pollas

EL HOMBRE DE LAS DOS POLLAS


La naturaleza a veces es perversa y conmigo la verdad es que
se ceb� con sa�a, mi constituc�on f�sica no es digamos la de un fauno, sino m�s
bien la de un chico l, tirando a feo, y con cierta tendencia a la gordura.


Esto no hubiera sido del todo malo, si no me hubiera dotado
la naturaleza de dos �rganos, que han sido hasta hora toda una desgracia, a
pesar de los deseos imaginarios, de los que solo tienen uno y les gustar�a tener
dos. El nacer en un pueblo rural hizo que mis padres, fui parido en casa,
guardasen con celo tal desgracia y no fuera tratado medicamente.



Durante a�os sufr� pues todas las consecuencias de ello,
primero guard�ndome de que se viera mi defecto, luego teniendo que aguantar las
chanzas de los que hab�an descubierto mi duplicidad. Intent� incluso, irme con
alguna puta, para satisfacer mi dura abstinencia, pues hasta menearmela ten�a
sus complicaciones, y cuando bajaba los calzoncillos las putas sal�an
disparadas.



Al final me hice un poco eunuco e hice un �ntimo voto de
castidad casi obligatorio y huyendo a la vez de mi pueblo, cre� solucionarlo
todo, me refugi� en una peque�a ciudad, d�nde empec� a trabajar en una
ladrillera, las cosas iban m�s o menos bi�n, hasta que por casualidad se
descubri� mi duplicidad, �sea dos pollas, una grande y hermosa, tal vez algo
grande y otra sin descapullar y peque�a debajo de la primera a modo de espol�n,
que daba al conjunto un aspecto c�mico o temible seg�n el estado en que se
encontraran ambas pollas, pues a veces andaban cada una a su aire, para mi que
respond�an a criterios y est�mulos diferentes...



Tan popular se hizo mi defecto, que me vi obligado a
ense�arlo en todo momento y lugar a mis compa�eros, que a su vez tra�an a sus
conocidos, para convencerles del fen�meno o para ganar sus apuestas, e incluso
hasta trajeron a alguna de sus esposas para que le ense�ara tal simp�tico
aparato, aunque nunca me invitaron a ense�arle lo que se pod�a hacer con �l,
aunque tampoco sabr�a muy bien como pod�a satisfacer a las mujeres con aquel
artefacto de polla que ten�a.



Tan crueles fueron las chanzas y las bromas, que un d�a opt�
por toma un mont�n de pastillas y pasar a mejor vida, quiso tambien la
providencia que ello no se lograra y en cambio me envi� a un �ngel de la guarda
personificado en la due�a de la empresa ladrillera en la que trabajaba.



Y all� se present� en el hospital, mi patrona de unos 50
a�os, m�s bien rechonchilla, de hermosos labios, y con una grupa que pod�a uno
montarse en ella, cuando caminaba.




- Me han comentado tus compa�eros, que has intentado quitarte
la vida, por un defectillo que creo tienes entre las piernas, vengo pues para
ver la naturaleza de tal defecto y a proponerte en todo caso un nuevo trabajo,
que no te haga victima de chanzas, �sea que trabajaras solo y a tu aire, pero
antes he de ver cual es la naturaleza de ese defecto y si es tan grave como me
dicen, la proposici�n sigue en pie..-




Que pod�a perder, por ense�arle con lo que naturaleza me
hab�a dotado, si adem�s ya lo hab�a visto medio mundo... levant� muy despacio y
con sumo miedo la s�bana y le ense�e mi artefacto; lo cual pareci� impresionarla
gratamente y se remojaba los labios al ver tan peculiaridad , a regl�n seguido
me dio las siguientes instruciones:



-Cuando te den el alta, si quieres trabjar para m� puedes
hacerlo y puedes vivir conmigo en una granja que vivo apartada de la ciudad,
despedir� pues al encargado si de verdad deseas el puesto ...- Y all� me dijo
dinero, sus telefonos y dem�s...




Al cabo de unos d�as all� me present� en la finca , d�nde me
acogi� con sumo cari�o y all� fui haciendo mi placentera vida, eso s� espoleado
por la dura abstinencia.


Cierto d�a que me hallaba en la casa que me hab�a destinado
Maria P�a , as� se llamaba la patrona, y pensando que ella estaba en la cama,
puse un video porno para ver aquellas hermosas unipollas como se trabajan a las
do�as y damajuanas, el ruido del televisor atrajo a Mari Pia, que me espi�
mientras pajeaba a dos manos la doble polla; cuando ya deseperaba y puse una
almohada encima de mi cara angustiado por la situaci�n, sent� que alguien o algo
andaba en mi polla, levant� la vista y all� tenia a Maria Pia.





No temas querido Esteban, que esta cincuentona te va
ense�ar como undefecto como el tuyo es una aut�ntica virtud en mis manos-





Dicho esto se arrodillo entre mis piernas y estudi� con
atenci�n los tama�os y los grosores de ambos priapos y sus reacciones, estaba
claro que el m�s peque�o era el m�s jugeton y pronto se pon�a en �rbita
rest�ndole yo creo energ�a al m�s grande y gordo que siempre iba rezagado en eso
ponerse en condiciones



Mi querida ama se subi� a la cama y empez� a masejear
alternativamente a uno y otro pr�apo, mientras me indicaba como ten�a que
magrearle sus abultados pezones, erguidos como estacas, fue tocarle las tetas y
comenzar a darme un fest�n con ellas a base de achuchones, lametones y
succiones, cuando mis dos pr�apos se despertaran del dulce letargo, Mar�a P�a
viendo auquello dej� caer saliva desde lo alto de su boca y luego les dio una
relamida para ponerlos ya en posici�n, consegida la maniobra, se coloc� a cuatro
patas y me indic� que le chupara la raja .



El olor, los pelos y aquella escena tan perversar de ver una
mujer tan abierta a cuatro patas, me puso m�s que a cien, ella cogi�ndome por la
polla grande la cual saliv� bien se la fue endi�ando con cautela dentro de su
culo; para mi grata sorpresa aquello empezaba a funcionar, y adem�s me requer�a
que escupiera con ahinco para que aquello no se secase, y as� lo hice, escup� y
frot� cuanto pude para que mi polla corriega bien por entre aquellas prietas
carnes, luego pasando ella su mano bajo su grupa dirigi� el pitonazo de mi otra
polla para que �sta encontrara el hueco ya mu lubricado, cosa que result� harto
f�cil



Comenc� pues a seguir los vaivenes que su grupa me indicaba,
y a medida de que me sal�a de ella tanto de su raja como casi de su culo,
vibraba y chillaba, pero cuando le met�a el ariete hasta el fondo y lugo le
entraba como un pit�n con el pr�apo enano en el co�o, era como si se volviera
loca, me hac�a ver las estrellas de placer y de dolor pues no diempre acertaba
con la polla peque�a, aunque fue cuesti�n de pr�ctica.



Pero aquella primera follada fue algo que no olvidar� pues
cuando ya estabamos medio compenetrados nos llegaba con suma facilidad los m�s
abultados orgasmos y all� estaba yo lanzado de mi leche, que curiosamente por
ambos ca�os, ella que lo sint�a llegar se apretaba de nalgas exprim�a con su
raja mis dos pollas y me llevaba con ella hasta quedar completamente uno encima
de otro. Sintiendo como las dos pollas ya no eran un defecto sino una
herramienta muy eficaz y placentera



Abelardo de Leyre


Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 0
Media de votos: 0


Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta






Relato: El Hombre de las dos pollas
Leida: 887veces
Tiempo de lectura: 5minuto/s





Participa en la web
Envia tu relato







Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Encuestas

Afiliados



























bdlol.ru empleada maduramis pequeñas hijas incesto relatosrelatos calientes madre dise ijo metemelala viola pornole folle el culo a puta de mi madre relatos pornorelatos porno me desvirgaron en un viaje al campome cogi ami hijarelatos mi hermanita de 9relatos con mi sobrinita dormidarelatos porno me violada por el jardinetoMi sobrina religiosa relatorelatos porno de esposas compartidas sin quererporno de abuelas cachondasRelatos desvirgue a mi hermanaRelatos de cuando mi mama enviuda y yo me la,estoy cogiendo ,Madrastra hijastro relatos pornola amiguita de mi hermanita 2 relatos pornoLos mejores relatos eroticosvideos gratis de masturbaciones femeninasIncesto con la abuela relatadosRelatos de sexo no consentido conhistorias eroticas padre y hijami sobrinita putita relatosrelatos porno filialesmi hijita de 9 añitos relatoMisrelatosporno.com/hijasprofesoras calientesRelatos porno amor filial papa soltero bdlol.rula mama de mi novia relatos eroticos xxxIncesto con la abuela relatadosrelatos Mi padrastro me da por el c***/relato44756_MI-CU%C3%91ADO-ME-BA%C3%91O-LAS-NALGAS-DE-SEMEN-EN-EL-METRO..htmlla inocente sobrina relatos de sexorelatos porno cuquitaincesto relatos xxx con hija de 5relatos eroticos marquezzela enfermedad de mi hijo relatos eroticosrelatos gay xxx padre pagando deudaAbuelito aprovechadomisrelatosxxxrelatos gratis de sexorelatos eroticos uso la trusa de mk amkgoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos pornorelatos porno mi papi me convirtió en su putita y me coge rico y durorelatos er�ticos compadre laloRelatos de sexo no consentido con misioneras americanassedusco a mi papa cuentos eróticosrelatos de incesto madre hijorelato aflojo mi sobrinaporno me meti al cuarto mi abuela chupo la vajina dormidarelatos yo culiando a tu hija y vos te culias a la miaporno maduro gayrelatos de fetichismo. Chupar pies sudados pies de mujeres mi hermana mamen me dijo josé que es follarPorno casero real yego peima peroi a nadie es muiy orguyosacuentos porno mi esposa paga mis deudas relato porno mi hija de 11Relato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatola vagina de mi madre en relatos eroticosjovencita en el bus xxx relatorelatos eroticos deseo a mi hijorelatos eroticos mi mama y yomi sobrinita me provoca relatos xxxme cogiero borracha relatos sexualesrelatos follando con.dos hermanasrelato erotico chatrelato ni esposa viendo pornoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos eroticos quieres ser mi noviecita