Muchas veces, las discusiones terminaban en golpes, donde el
se iba de la casa pero siempre volv�a, y mi madre desahogaba sus penas con
alcohol.
Un d�a, yo ya con 16 a�os volv� a mi casa y me encuentro con
mi madre llorando, con una botella en sus manos. Supuse que era una de las
tantas peleas de siempre, donde mi padre luego de discutir, se perd�a por un par
de d�as, pero nuevamente regresaba.
Que paso ahora
David, si�ntate, que tenemos que conversar
Ya sabes que no me gusta meterme en sus peleas
Es de eso que te quer�a hablar, esta no es una de esas
simples peleas. Tu padre nos dej�.
� Como nos dejo?
Si, se fue con otra mujer, con la cual tiene una ni�ita de
3 a�os
Me quede helado. Siempre supe que mi padre ten�a sus
aventuras por fuera, pero nunca pense que llegaran a separarse por eso. Menos
aun que ten�a una hermana. Mi padre desapareci� de nuestras vidas, solo mandaba
un cheque a fin de mes.
Mi madre se notaba triste. Ya con sus 40 a�os, sin roce
social, ya que nunca trabaj�, era muy dif�cil que pudiera rehacer su vida, con
muy pocas amistades, adem�s ya no era una mujer atractiva, el paso del tiempo,
los sufrimientos se hab�an notado en ella . Ella era morena, pelo corto y
negro, ni delgada ni gorda, con un trasero no muy apetecible, pero si con unos
pechos grandes.
Transcurri� nuestra vida lo mas normal posible, hasta que mi
padre un d�a volvi�. A mi no me pareci� bien ese retorno. Las cosas tomaron su
curso normal y al mes el nuevamente la golpe�. Esta vez yo tom� cartas en el
asunto y encar� a mi padre, teniendo una gran discusi�n la que termino en
golpes. Sin embargo yo para ese entonces ya hab�a crecido, tenia 19 a�os y no le
fue tan f�cil golpearme, incluso sali� perdiendo. Mi madre lo echo de la casa y
esta ves fue definitivo.
Al llegar en la noche, nuevamente encuentro a mi madre muy
bebida . La tome y la lleve a su dormitorio. Ella me dec�a que yo era lo �nico
que ten�a en la vida, que me quer�a mucho en fin, cosas de curada. La comenc� a
desvestir para que se acostar�. Le saque su vestido y la deje en enaguas en la
cama. Cuando me retiraba, me pidi� que me acostar� un momento a su lado. Yo no
quer�a hacerlo, pero fue tanto su insistencia, que pense en recostarme a su
lado, hasta que se quedara dormida, cosa que no demorar�a mucho. Ella se
acurruc� a mi lado y comenz� a acariciarme el pecho, diciendo lo mucho que me
quer�a y que �bamos a estar bien. Yo tambi�n comenc� a acariciarle el pelo y a
decirle que no me gustaba verla as�, que dejara de beber.
Ella paso una de sus piernas sobre las m�as. Me dijo que ya
no lo volver�a hacer. Comenc� a acariciar su pierna sin ninguna mala intensi�n.
Ella me dijo que le gustaba estar as� conmigo, que nadie le hac�a cari�o, que
una mujer necesitaba sentirse querida y que le hicieran cari�o. Le di un beso en
la mejilla con cari�o. Ella me lo devolvi� y me qued� mirando, acariciando mi
cabello. Luego me da un suave beso en los labios.
Nos quedamos mirando, yo un poco sorprendido, ya que nunca lo
hab�a echo, ella con cari�o.
Nuevamente lo hizo, pero esta vez, nuestras leguas se
juntaron en un corto y suave beso. Ella sigui� mir�ndome y repiti� lo anterior,
pero esta vez el beso, aun suave fue mas largo. Fundidos en este beso, ella
acariciaba mis cabellos y yo su pierna.
Su respiraci�n comenz� a agitarse, y mis caricias a su pierna
cada vez sub�an mas y mas, hasta que toque el comienzo de sus nalgas. Algo en mi
me hizo detenerme y corte mis caricias y el beso. Ella sin decir nada, solo
mir�ndome y acarici�ndome me beso en la cara, en mi ojo, en mi oreja, suave, muy
suavemente.
Me estaba excitando y deber�a parar esta situaci�n, mas
involuntariamente comenc� nuevamente a acariciar su pierna. Ella bes�ndome toda
mi cara, volvi� a apoyar sus labios con los m�os. Esta vez fui yo quien busco su
lengua, fundi�ndonos en un beso ya cada ves mas apasionado. Su respiraci�n se
sent�a muy agitada y sus caricias en mi cabello eran cada vez mas fuertes, al
igual que mis caricias en su pierna que cada vez la apretaban mas, subiendo
lentamente hasta topar con los comienzos de sus nalgas y volviendo a bajar
nuevamente.
Mi verga estaba completamente erecta y supongo que ella la
sent�a. Estabamos al l�mite del pecado. Ambos con deseos pero fren�ndonos
esperando el movimiento del otro. Fue ella quien tomo la iniciativa y pasando su
pierna completamente sobre mi, qued� recostada completamente sobre mi. Esta ves
mis manos acariciaban ambas piernas cada ves mas fuertemente. Mi verga dura
apoyada contra su sexo respondi� a la excitaci�n y dio un brusco movimiento, que
mi madre debe haber sentido claramente a trav�s de su delgada enagua.
Ambos comenzamos un sutil movimiento de nuestras caderas,
casi imperceptible, ya que ambos lo dese�bamos, pero no quer�amos dar el primer
paso. Poco a poco este movimiento fue aumentando, hasta hacerse completamente
notorio. Mis manos lentamente subieron hasta agarrar completamente el poto de mi
madre, ya no acariciando sus nalgas, si no que apret�ndolas a mi antojo.
Nuestros lenguas desesperadamente comenzaron a succionar la
del otro, mis manos aventureras se abrieron paso a trav�s de su calz�n y
comenzaron a acariciar la entrada de su culo y bajar aun m�s hasta tocar sus
pelos y llegar por fin a su h�meda vagina. Fue la entrada de mis dedos la que
desencadeno la pasi�n de mi madre. Sent�ndose sobre mi, se saco la enagua,
quedando con un conjunto de ropa interior blanco, no muy provocativo, de la cual
se desprendi� tambi�n inmediatamente, dejando sus grandes pechos completamente a
mi vista.
Mis manos se abalanzaron sobre estos y ella mas aun los
acerco hasta mi cara para que pudiera chuparlos a mi antojo, cosa que hice
desesperadamente, sin dejar de mover mis caderas haci�ndole sentir a mi madre la
verga que escond�a en mis pantalones. Ella sentada sobre mi comenz� a
desabrochar mi camisa, besando mi pecho, mis tetillas, mi estomago, hasta a
apoyar su cara contra mi gran paquete. Comenz� a desabrochar hizo pantalones y a
bajarlos cosa que ayude con mis piernas.
Quede solo con mis zungas puestas. Las cosas nuevamente se
tornaron suaves, sus manos recorr�an mi verga por sobre la tela, admirando el
tama�o de mi verga. Ella se agacho y comenz� a frotarla a trav�s de la tela con
su cara por largo rato. Luego con ambas manos, comenz� a baj�rmelas apareciendo
mis vello p�bicos los cuales acariciaba con sus labios. Sigui� baj�ndolas, hasta
que mi verga al estar presionada, salto de su prisi�n, quedando completamente
parada a escasos cent�metros de la boca de mi madre. Ella me las sac�
completamente y coloc�ndose entre mis piernas abiertas comenz� a besarme mis
piernas, mi pubis, haciendo que mi verga chocara con su cara, suavemente
provoc�ndome una excitaci�n aun mayor. Sus manos se apoderaron de mi pene y
lentamente me fueron masturbando. Mi vista estaba clavada en los movimientos de
mi madre, sus ojos no se despegaban de lo que ten�a entre sus manos. Muy
suavemente fue coloc�ndolo en su boca y lentamente comenz� a meterlo, despacio,
muy despacio, hasta que la introdujo completamente hasta el fondo. Tal cual como
entr�, lo fue sacando lentamente de su boca, mir�ndome directo a los ojos. El
morbo de ver a mi madre entre mis piernas, con mi verga en su boca logro romper
todas las normas de moral, olvid� que era mi madre y agarr�ndola de la cabeza
comenc� a forzarla a meterse toda mi verga hasta el fondo.
Ella en vez de quejarse comenz� a chup�rmela muy fuertemente
, desesperada, una mamada que en mi vida me hab�an dado. Ver como su boca se
tragaba cada cent�metro de mi verga era muy excitante y de seguir a si, no
aguantar�a mas. Afortunadamente, luego de unos minutos dej� de hacerlo y
r�pidamente se sent� sobre mi, tomando mi verga y dirigi�ndola con su mano a la
entrada. De un solo golpe se la met� hasta el fondo. Ella grito de dolor, pero
comenz� inmediatamente a cabalgarme desesperada, sus movimientos eran
rapid�simos, muestra inminente de su orgasmo. Trate de que fuera solo ella la
que se viniera, pero me fue imposible. Ver sus tetas movi�ndose al comp�s de
cada embest�a que yo le daba, sentir sus gemidos de placer, sentir como su
vagina me apretaba mi verga y mas aun pensar que ella era mi madre fue
suficiente para hacerme descargar todo mi semen en su interior justo en el
momento en que ella me mojaba con sus jugos.
Quedamos tendidos uno al lado del otro, desnudos, sin
mencionar palabra. Al poco rato pude sentir como mi madre roncaba a mi lado.
Tome mi ropa y me fui a mi habitaci�n. Al salir di la �ltima mirada al cuerpo
desnudo de mi madre. Esa imagen no me dejo dormir pensando en lo que hab�a
hecho, era mi madre, pero a la vez era la mejor experiencia de mi vida. La
palabra incesto se ven�a a mi mente, pero aun asi, de solo recordar lo que hab�a
vivido con ella, mi verga nuevamente estaba dura.Que pasar�a ma�ana cuando mi
madre despertara, como enfrentarla ..............
Comentarios, felicitaciones o criticas a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Ahora si una madurita de la V regi�n ( Chile ), desea
contactarme, mucho mejor.