Empezaba el segundo semestre en la universidad, dejando fuera
el tener que madrugar y una que otra clase detestable, todo se ve�a genial.
Yo estudio m�sica en el conservatorio de la universidad. Esta
es el tipo de carreras en las que son pocas las muchachas lindas, pero nunca
falta la que est� como quiere y es blanco de cuanto piropo y cortes�a se nos
ocurre a la gran cantidad de hombres que estudiamos en el mismo grado.
En fin, las susodichas "chicas atractivas" ya ten�an novio,
algunos dentro de la misma facultad, y eso nos obligaba a buscar por fuera en
cualquier otra parte, en cualquier otra carrera. Por suerte pude conseguir a una
chica muy agradable en la facultad de medicina, pero ella no tiene mucho que ver
con lo que les contar�.
Andaba yo aquel d�a en la cafeter�a despu�s de las clases de
la ma�ana, iba con dos amigos a buscar algo de comer y descansar un momento.
Conseguimos una mesa y nos sentamos a charlar mientras
llen�bamos el estomago, cuando entr� por la puerta del lugar una chica de unos
15 a�os, todos nos quedamos como bobos vi�ndola, y la verdad no por lo
atractiva, si era muy bonita, pero lo que nos sorprend�a era que llevaba bajo el
brazo uno se esos libros de derecho pol�tico que marean no mas con el nombre.
Actuaba como una mas de los estudiantes, y cuando tom� su
almuerzo, se sent�, abri� el libro y empez� a leerlo, nos dimos cuenta que
evidentemente lo era.
Despu�s un d�a hablando de cosas, nos enteramos por boca de
una amiga, que la jovencita contaba con solo 14 a�os, que se acababa de graduar
del colegio y que en lo poco que llev�bamos de calificaciones, ella era la mejor
en la facultad de derecho. Una superdotada o algo as�.
La ve�amos llegar en las ma�anas siempre puntual, fresca, e
incluso oliendo delicioso.
Poco a poco fuimos notando que los encantos intelectuales de
la chica, no eran los �nicos que tenia, tambi�n era muy bonita, ojos azules
tirando a grises, siempre cubiertos por unas gafas grandes que a mi parecer,
antes de hacerla ver aburrida la hac�an ver sexy, el cabello era como casta�o
pero de a momentos se le ve�a en algunas partes rubio, y lo tra�a en una cola.
Usualmente a raz�n del fr�o, llevaba puesto un saco gris que la cubr�a hasta la
mitad de los muslos, era bajita, 1.60cm como mucho, pero normalmente en la
cafeter�a al medio d�a, donde coincid�amos con ella casi siempre, se lo quitaba
y nos dejaba ver un cuerpo esbelto, con una cintura delgadita y un culo bien
puesto, paradito y fuerte.
Tenia ese encanto juvenil que me emboba, y adem�s no tenia
nada que envidiarles a esas universitarias mayores que se creen divinas, al
contrario.
Un d�a en la cafeter�a dej� a mi gente por un lado y yo me
fui por otro para hablarle.
-hola- le dije sent�ndome en la mesa.
-hola- respondi� volte�ndome a mirar muy cortes.
-te he visto desde hace unas semanas, siempre te sientas
aqu� solita �por qu�?-
-es que me gusta estudiar mientras almuerzo, los dem�s
prefieren descansar-
-veo... mira, la verdad es que me parece realmente curioso
que una chica de tu edad
haya entrado ya a la universidad, debes ser muy
inteligente-
-�c�mo sabes cuantos a�os tengo?- pregunt� astuta.
Pero que tonto, si quer�a averiguar algo tenia que ir
tranquilo y calculador, ella era la mejor en leyes, tenia que ser muy
inteligente.
-chismes que rondan por ah�- respond�.
-solo hay que estudiar y ya- a�adi�.
-�como te llamas?-
-Claudia �y tu?-
-Ricardo, un placer conocerte-
Seguimos hablando un rato y pude conocerla un poco, era
extremadamente sencilla y muy amable, eso me permito abrirme mas sin muchos
recatos.
Por d�as me sentaba con mis amigos y por d�as con Claudia,
cada vez la chica me gustaba mas, me encantaba su forma de ser, pero me gustaba
mas cuando se desped�a con un beso en la mejilla y sal�a caminando contoneando
semejante culote de lado a lado con la mayor naturalidad posible.
Un d�a un amigo, Daniel, organiz� una fiesta en su casa y me
dijo que invitara a Claudia, que los dem�s la quer�an conocer, cosa que me son�
muy rara, pero bueno, talvez esta ser�a la oportunidad para insinuarle algo a la
jovencita y llegar a otras instancias.
-hola- le dije sent�ndome de nuevo en la mesa.
-hola-
-�c�mo has estado?-
-bien �y tu?-
-tambi�n, gracias-
-�qu� me cuentas?-
-pues... un amigo organizo una fiesta en su casa y yo
quer�a que fueras conmigo-
-no puedo- dijo despu�s de un momento de silencio.
-�por qu�?-
-es que mi pap� no quiere que empiece a ir a fiestas de
universitarios y eso, aun
estoy muy chica, tengo que estudiar primero-
-�eso piensas tu o tu pap�?- bingo.
-bueno, mi pap� lo dice y yo no estoy muy segura-
-dale Clau, va a estar excelente, la vamos a pasar muy
bien-
-es que no puedo, no me van a dar permiso-
-no tienes que pedirlo, solo dices que vas a estudiar donde
una amiga y ya. Yo
mismo prometo llevarte a tu casa cuando quieras-
-es que...-
-dale preciosa-
Y accedi�, despu�s de un mont�n de presiones pero accedi�, la
verdad yo no sabia por qu� hab�a insistido tanto, pero algo dentro de mi deseaba
mas que nada en el mundo que fuera a esa fiesta.
Nos encontramos en la universidad, justo en la puerta del
conservatorio, a las seis como hab�amos quedado, venia con la misma ropa que
llev� ese d�a, una camisa pegada al cuerpo color verde, que por cierto hacia ver
unas tetas bien crecidas, redondas y firmes, un jean azul tambi�n ajustado, que
divid�a claramente sus dos nalgas, y el saco gris cubriendo todo. Tomamos un
taxi hasta donde Daniel.
Cuando llegamos, not� algo muy extra�o, Claudia era la �nica
mujer en el lugar, es por supuesto la hizo sentir incomoda, los muchachos, (unos
diez), promet�an constantemente que las otras chicas estaban por llegar,
mientras hac�an circular copas de alcohol. Solo dos de los presentes estudiaban
conmigo, el resto eran de otras facultades, a algunos ni siquiera los conoc�a.
Le ofrec�an bastante bebida a Claudia, pero ella siempre lo negaba con la excusa
de que no pod�a llegar a la casa oliendo a trago, que sus papas la rega�ar�an.
Yo pod�a ver la lujuria en las caras de mis compa�eros tras
cada excusa de la joven, "mis papas me rega�an", y parec�an perros en celo.
En una de esas, los muchachos me animaron a mi a ofrecerle un
trago de aguardiente, le hice algunos gui�os y cosas por el estilo, hasta que
acept�. Creo que se sent�a segura conmigo, creo que yo le gustaba harto.
Pero a la primera copa la sigui� otra, y despu�s otra y otra,
hasta Claudia se emborracho, yo tambi�n estaba algo tomado, pero aun sabia lo
que hacia.
Uno de mis amigos se levant� de su lugar, se sent� al lado de
Claudia y le hundi� y la mano tanto como pudo sobre su co�o, ella reaccion�
movi�ndose hacia atr�s y tratando se levantarse, pero llego otro por detr�s y la
sujet� por los brazos.
Entonces fueron acerc�ndose todos a manosearla, unos le
apretaban las tetas, otros la concha y otros el culo, todo su cuerpo se ve�a
rodeado de manos, incluso ya algunos empezaban a destrozarle la ropa, el saco
gris cay� desecho en dos en el suelo.
Al ver esto intent� hacer algo, pero alguien me agarr� por
detr�s y me empez� a decir cosas al o�do. No recuerdo muy bien que dijo, no
estaba concentrado, solo recuerdo escuchar "vamos a follarnosla".
Claudia gritaba potentes "!no�", ped�a que la soltaran, que
la dejaran irse, pero nadie hacia caso.
Le quitaron a la fuerza la camisa y los jeans, despu�s el
sost�n y las bragas salieron como flechas hacia cualquier direcci�n, yo ve�a una
mano que entraba y a Claudia un poco mas desnuda.
Entre todos la acomodaron en cuatro, tenia su cabeza sobre el
espaldar del sill�n central de la sala. Se despej� el camino hacia su culo y
Daniel sali� completamente desnudo y con la tranca a mil, tom� a Claudia por las
caderas, coloc� el palo en la puerta de la concha de la prim�para, y ante la
mirada morbosa de todos los presentes, se la meti� hasta donde nada hab�a
llegado en ese cuerpo. Ella grit�, grit� de dolor, el segu�a igual, la sacaba
solo para metersela mas fuerte que la anterior vez, le pegaba palmadas en sus
nalgas blanquitas que se iban tornando rojas.
Entre tanto todos los dem�s se fueron desvistiendo, se
turnaban para sostenerla por brazos y piernas para que no se fuera a mover de
donde estaba, la idea de escapar de ese lugar sin ser fornicada era irreal, y me
parece que ella lo sabia, pero no se resignaba a dejarse violar.
Uno de los hombres se mont� por detr�s, sin que Daniel
abandonase su posici�n, �l coloc� su pene justo sobre el ano de Claudia, debido
a la incomodidad de la ubicaci�n, otras dos manos abr�an de par en par las
nalgas ella. El tipo se escupi� la mano y unt� con su baba el culo de Claudia,
acto seguido le agarr� ambas tetas y de un empuj�n la ensart�. La ni�a lloraba,
mord�a el mueble para mitigar en algo el dolor, trataba de sacudirse pero la
sujetaban con fuerza.
Cuando ya empezaron a relevarse en las tareas del coito,
Claudia empez� a gritar entre sollozos y tambi�n por lo tomada que estaba.
-no...por favor su�ltenme que mis papas me van a rega�ar-
Craso error, esto no hizo mas que excitar aun mas a los
muchachos.
La cambiaron de lugar, uno de ellos se tiro en el suelo y con
la ayuda de los dem�s, Claudia fue colocada sobre su m�stil en forma vertical,
otro lleg� y de rodillas se la met�a por el culo. Los dem�s, la sujetaban con
una mano mientras con la otra se pajeaban, o los que estaban mas cerca de su
cara se la restregaban por toda ella.
Yo no pod�a hacer nada, pero ya ni siquiera me sujetaban,
estaba consternado observando aquello, debo confesar que llegu� a sentirme
excitado, e incluso me puse de pie para participar tambi�n, pero despu�s me
sent� y segu� mirando en silencio.
Los muchachos eran supremamente bruscos, no solo en como se
la follaban sino tambi�n en como la trataban, palabras vulgares, insultos, un
que otro golpe.
La levantaron del suelo entre todos y la llevaron cargada
hasta la mesa del comedor, la subieron coloc�ndola en el centro de esta, uno de
ellos se puso por debajo del cuerpo de Claudia y ayud�ndose con otros dos que
sujetaban sus piernas en alto, se la meti� por el culo, otro se subi� por
delante y se la empez� a follar por la ya muy lastimada concha.
Era incre�ble la resistencia de la jovencita, a pesar de
estar bien alcoholizada y de tener a un mont�n de tipos sujet�ndola, ella se
mov�a, se desprend�a de ellos, intentaba quit�rselos de encima, entre lagrimas
que brotaban como r�os, babas y mocos que rodaban por su rostro, aun se negaba a
ser violentada.
Varios de ellos se vinieron dentro de su culo y dentro de su
vagina, algunos le echaron el semen en la cara, ella jam�s quiso abrir la boca.
Por ultimo, la llevaron de nuevo al suelo y al centro de la
sala, se empezaron a pajear, miraban lujuriosos a la joven mientras alcanzaban
el tope para venirse sobre ella, despu�s fueron chorros y chorros de semen sobre
todo su cuerpo, unos cuantos gemidos por parte de algunos de los hombres y cada
uno se visti� para luego salir de la casa.
Incluso Daniel, el due�o del lugar, se fue a dormir a su
cuarto dejando sobre mis hombros el ahora sombr�o futuro de Claudia.
Cuando me acerqu� al cuerpo casi inm�vil de la ni�a, not� a
un costado las gafas que usaba a diario destrozadas en varios pedazos, todo su
ser estaba deshecho, de su ano y vagina brotaban chorritos de sangre, su cara
empapada de tantas cosas que para que decirlo. Y aun segu�a llorando, sus
pupilas perdidas en la pared ni siquiera constataban mi presencia. Busqu� un
trapo, limpi� todo el semen de su cuerpo y la sangre que la recorr�a, fuera del
saco gris toda la ropa estaba intacta as� que se la puse y le di mi chaqueta
para que no tuviera fr�o.
Aun despu�s de todo esto segu�a como perdida en sus
pensamientos, si es que en algo se puede pensar despu�s de semejante cosa, hab�a
perdido su virginidad a los catorce a�os y por medio de una violaci�n, adem�s
suministrada no por dos o tres tipos, diez como minino.