Segu� creciendo con normalidad. Tendr�a yo unos 12 a�os
cuando escuche a un compa�ero de secundar�a hablar sobre c�mo se masturbaba.
Comenc� a hacer lo mismo en casa, hasta siete veces en un d�a, imaginaba a mi
prima anel desnuda (ver relato 6 de enero 2004, autor: centauro) y recordaba los
pechos, trasero y piernas de una amiga de mi abuela.
La calentura provoc� que en casa de anel, mi prima, me
arrastrara por el piso hasta donde dorm�a ella. Anel ten�a una manera "bestial"
de pasar la noche, se mov�a en la cama como gusano y, generalmente, con sus
movimiento se descubr�a la falda dejando al ver su impresionante culo y raja
cubiertos por los calzones blancos, amarillos o rojos.
Para m�, un mozalbete que se chaqueteaba pensando en ella,
era un espect�culo maravilloso. En un cuarto grande dorm�amos anel en una cama
peque�a, a mi me dejaban la cama matrimonial y mi primo rogelio se quedaba en
una hamaca. Mis t�os prefer�an dormir en el patio para darse sus calentadas.
Yo era el �nico noct�mbulo. Me arriesgaba hasta mi prima, le
ol�a el trasero y la rajada sobre sus calzones mientras tocaba mi pene. Soplaba
su entrepierna y la inmensa y abultada "conejera" (vagina) que se le notaba. Eso
le hac�a cambiar de posici�n y me mostraba inconscientemente otro panorama de su
culo y "chocha". Pod�a ver sus pelillos salir de su entrepierna y por los poros
de sus calzones.
Anel no despertaba, ten�a el sue�o pesado y eso era
satisfactorio para quedarme a su lado por media hora o m�s oli�ndola. El hecho
de que mi primo o uno de mis t�os despertar� me excitaba a�n m�s, no por ser
sorprendido, sino porque el asunto se volv�a m�s emocionante.
Despu�s de satisfacer a mi nariz, pasaba a la cama a sobarme
el pene recordando los olores de mi prima y a masturbarme vi�ndola con el culo
parado o cambiando de posici�n.
Ahhhh, anel, cuantas chaquetas le dedique. En otra ocasi�n se
qued� en casa de la abuela. Yo ocup� la cama y ella una hamaca, la abuela dorm�a
en la cama continua. El morbo se despert� en m� y me arrastre hasta llegar a
anel. Situ� mi nariz a la altura de su culo y comenc� a aspirar y a masturbarme,
ella empez� a moverse queriendo incorporarse. Me mov� r�pido al otro cuarto y
regrese con el pene erecto dentro del short. Me pregunt� que hac�a y le ment�:
"fui a tomar agua a la cocina".
Esa era la rutina en su casa o en la m�a hasta que descubr�
otro modo: espiarla mientras se ba�aba. La pude ver en todo su esplendor: un
culo moreno-claro respingon de nalgas fuertes y cerradas, acompa�adas de unas
fuertes y engrosaditas piernas, la entrepierna era una mata de pelos nubiles y
abultada, y sus tetas, ahhh, las chices apuntando hacia el cielo con pezones
oscuros puntiagudos. Lo anterior es parte de otro relato. Escr�banme a:
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