El chantaje de mi sobrino (V)
Hay cosas que nunca cambian y como les explique en el relato
anterior mi amiga Rebeca es sometida a un chantaje que no tiene visos por el
momento de acabar.
Esta nochevieja tocaba celebrarla en casa de los padres de su
sobrino y negarse hubiese sido algo descarado e inusual, adem�s su joven sobrino
podr�a haberse cabreado con consecuencias imprevisibles, por ello Rebeca no puso
impedimentos y se prepar� junto con su marido para la velada.
Mi amiga con el deseo de que todo termine se puso un precioso
vestido de color rojo, �nico color recomendable por la gente supersticiosa para
un a�o lleno de suerte y felicidad. Era de tacto suave, falda corta y con algo
de escote, relanzando su incre�ble y generoso pecho que muchas veces os he
descrito. Su marido qued� encantado al verla y se enorgulleci� por tenerla para
�l ... y para alguien m�s.... Deber�ais verla para que comprobaseis por vosotros
mismos su perfecta y voluptuosa figura, la cual por desgracia despierta los m�s
crueles instintos de un joven, un cr�o, que mediante malas artes consigue todo
lo que quiere.
Una vez en la casa y despu�s de los calurosos saludos se
sentaron todos a la mesa. Eran 12 en total y cenaron lo t�pico en estas fechas,
es decir, todo tipo de canap�s variados y los langostinos que no pod�an faltar.
Rebeca sin embargo no se sent�a a gusto porque la persona que abusaba
repetidamente de ella estaba muy cerca y compart�a mantel, lo que le hac�a
recordar cada acto brutal a la que le hab�a sometido aquel muchacho.
Despu�s de la cena llegaron las uvas que entre risas fueron
tomadas al son de cada campanada por todos los reunidos y a la vez por todas las
personas que residen en Espa�a. Mi amiga aprovech� el momento m�gico de cada fin
de a�o para despu�s del brindis ir un momento al servicio y con sigilo correte�
por el pasillo contorneando su redondo y durito gl�teo. Pero a�n no se hab�a
subido el vestido despu�s de orinar cuando se abri� la puerta ante el susto de
ella. Era su sobrino que consigui� despistar a los dem�s familiares y con
seguridad le dijo: - "Voy a ser el primero que te va a follar este a�o".
El chico se baj� con dificultad los vaqueros debido a la
empalmada que tra�a y le baj� el tanga a Rebeca para despu�s obligarla a ponerse
a cuatro patas. Se situ� detr�s de ella y coloc� su polla en la entrada del ano.
A mi amiga se le call� el alma al suelo al notarlo, pero debido a que est�
totalmente sometida al chantaje desde hace varios meses no opuso resistencia y
agach� ligeramente la cabeza mientras el joven envisti� la primera vez logrando
introducir su herramienta a la mitad. No hubo esta vez ninguna lubricaci�n, s�lo
la del l�quido preseminal del muchacho, sin embargo a la segunda envestida
consigui� penetrar a Rebeca hasta el fondo. A pesar de que ha sido sodomizada
por �l y sus amigos en numerosas ocasiones, no logra acostumbrarse a un dolor
tan fuerte como el que le provoca la entrada y salida una y otra vez de una
polla dura. T�a y sobrino follaron analmente de forma brutal. Su sobrino le
estiraba del pelo con fuerza mientras sacud�a y bombeaba su verga en el interior
del culo de ella, el joven no pod�a soportar el placer y dejaba escapar gemidos
ante el espect�culo de la enculada.
Despu�s de unos minutos sac� su verga del dilatado ano de su
t�a para cambiar de posici�n, ahora Rebeca qued� tumbada con las piernas
abiertas y el cr�o se ech� encima para penetrarle la vagina a su entera
disposici�n y completar el incesto. Rebeca se mord�a el labio para aguantar el
dolor pues no estaba excitada y por tanto nada "mojada", cosa q no importaba lo
m�s m�nimo a su sobrino que gozaba en cada penetraci�n.
Su sobrino no pudo resistir m�s y en el momento apunto de
explotar, decidi� sacar la polla de la vagina y se la acerc� con rapidez a los
labios carnosos de ella. Con gesto asqueado Rebeca se la introdujo por completo
en su boca y no pasaron mas de cinco mamadas cuando su sobrino estall� en su
interior entre fort�simos chorros de leche. Como el cr�o vio q Rebeca guardaba
el semen en la boca, hizo el gesto de pegarle una ostia lo que le condujo de
inmediato a mi amiga tragarse el semen en su totalidad.
Ante las amenazas de el joven me siento obligado a narrar
cada acontecimiento que le pasa a Rebeca. Muy posiblemente nos obligue a que
dentro de poco os cuente m�s hechos que le sucedan a mi amiga.