DE LA N AL C
Corr�a el a�o 2001. Yo, con 18 a�os para cumplir los 19,
alto, fuerte, pelo casta�o, ojos marrones, timid�n (x aquella �poca).
Sal�a yo de mi primera relaci�n con Luis, que despu�s de un
mes y pico de rollo lo dejamos pues me sacaba nada m�s y nada menos que 9 a�os.
Pasando los meses, estuve meti�ndome en anuncios de lanetro o
de otras p�ginas de Internet buscando alg�n ligue. Un d�a que me cog� la l�nea
11 del metro y vi un anuncio de un portal gay.
Cuando llegu� a casa, encend� el ordenador y me met�
enseguida a Internet. Pues por aquellos tiempos yo estaba muy enganchado. Me
conect� al chat y despu�s de unos d�as estar conectado casi exhaustivamente
contact� con un chico que dec�a tener 31 a�os. Tras dos horas de conversaci�n,
decidimos quedar un d�a para dar una vuelta. Nos intercambiamos el n�mero de
tel�fono.
Aquel d�a lleg�, quedamos a las 21:30 en La N, junto a la
calle Orense. Cuando llegu� apenas hab�a tres chicas esperando a sus
respectivos, despu�s de estarle esperando 15 minutos, son� mi m�vil... me lo
saqu� del pantal�n y era �l. Me dijo que estaba en las escaleras que iban hacia
la N y hacia all� me dirig�.
El t�o era corpulento, vest�a unos pantalones de pana
marrones, n�uticos marrones y cazadora (pues era por estos meses fr�os y
lluviosos). Nos saludamos con la mano y entramos en la disco. Me invit� a tomar
algo, yo me ped� una Coca Cola, mientras �l, se tomaba un copazo. La disco no
ten�a apenas gente pero la m�sica estaba muy alta y apenas pod�amos hablar. As�
que me puse a bailar. �l se qued� en la barra bebiendo.
Despu�s de tres horas all� metidos, decidimos movernos un
poco, as� que salimos de aquel garito y nos fuimos en su coche a otro p�b.
Aparcamos y �l no hac�a m�s que preguntarme donde ir, yo no
sab�a, as� que me llev� a La C. Este garito si que era gay, pues el otro era
heterolandia con gente posiblemente adinerada.
Cuando entramos, dejamos los abrigos en el guarda ropas, nos
dieron una tarjeta y entramos al sal�n de la primera planta. El garito estaba en
penumbra, s�lo unos peque�os focos iluminaban la barra y unos neones azules
apuntando al techo hac�an que se viera algo.
Pasamos hasta el final, donde hab�a unas escaleras que
conduc�an al piso de abajo. All� hab�a una gran pista de baile con numerosos
focos y l�ser iluminando el cuarto, al fondo, estaban los wc completamente a
oscuras si no es por dos bombillas que apenas iluminaban. Justo en el lado
contrario, estaba la barra, en forma de L que, al igual que la del piso de
arriba, estaba iluminada por unos peque�os focos. En el techo de la barra, hab�a
televisores emitiendo una pel�cula porno.
El pavo me invit� a una cerveza, a lo que acced� pues en el
local hac�a calor. �sta vez si que pudimos hablar ya que aunque la m�sica estaba
fuerte pero no atronadora como la de La N.
Estuvimos hablando de sus pinitos con t�os y t�as, pues era
bisex. Tambi�n me cont� que trabaja en mudanzas as� que estaba numerosas veces
en carretera. Estuvimos charlando largo rato de cuando le daba un calent�n en
carretera se iba a los club de la carretera y all� se desahogaba. �l era activo.
Mientras charl�bamos y nos termin�bamos la cerveza, est�bamos
en la pista de baile, junto a otros tantos chicos que estaban all�. La gente
bailaba, ligaba, se liaba hasta se desabrochaban la bragueta unos a otros y se
pon�an a comerse las largas trancas.
El t�o, cada vez estaba m�s y m�s cerca de m�, me dijo que si
sal�amos un rato a la zona de la barra, pues ten�a mucho calor, yo le dije que
vale, que tambi�n ten�a calor. Salimos y esta vez invit� yo a la copa, nos
sentamos en unas tuber�as a forma de banco y empezamos a ver la peli que hab�a
puesta en los televisores, en la peli hab�a dos pavos penetr�ndose en una
piscina.
Yo le coment� que nunca me hab�an penetrado y que me gustar�a
probarlo, �l se ech� una sonrisa y seguimos con la copa. Yo me la termin� y fui
a dejarla junto a la barra. En ese instante en que yo estaba yendo, se levant�,
me cogi� de la cintura y me dijo, vamos a ver que vemos por all�, y dije, vale.
Nos metimos por un pasillo tras la barra, el lugar estaba
completamente a oscuras, con lo que nos dimos la mano para no perdernos, �l
sigui� andando y yo le segu�, llegamos un sitio con un ambiente un tanto raro,
oscuro pero con un peque�o haz de luz de tres fluorescentes morados en el techo
que daban algo de luz a numerosas puertas. Tras esas puertas, a mano derecha
hab�a otro pasillo completamente oscuro. Entramos y nos quedamos un rato all�,
como �l no daba el primer paso, me qued� quieto y me dijo que si sal�amos fuera,
salimos a la barra de nuevo. Nos sentamos en las tuber�as y seguimos mirando las
televisiones y hablando, al cabo de media hora, me dijo, venga, vamos a probar
otra vez a ver que pasa ahora por all�.
Nos hicimos el mismo camino s�lo que �sta vez, al doblar a la
derecha, en vez de quedarnos en la puerta, llegamos hasta el final. Una vez all�
me acarici� el culo y yo le empec� a besar mientras nuestros paquetes iban
creciendo poco a poco hasta que despu�s de un buen rato bes�ndonos, me separ� de
�l y se bebi� su �ltimo trago, luego, dej� la copa en el suelo y me sigui�
besando. Cuando met� mi lengua en su boca, me dio una sensaci�n de frescor y
bienestar ya que estaba fresca por el �ltimo trago de la copa. Mientras, �l me
acariciaba la espalda y el culo yo le toqu� su pecho, sus tetillas, baj� por el
caminillo de pelos al ombligo, segu� bajando hasta llegar a su paquetoncio. Su
rabo cargaba a la derecha y era enorme ya que empalmado le llegaba casi casi a
la rodilla, al notar su palo de carne, me entr� un subid�n y unas ganas de ser
penetrado enormes.
Despu�s de magrearnos los dos y ponernos a mil, nos fuimos
hacia las puertas de luz morada.
�l iba delante, mientras recorr�amos al camino oscuro hacia
las puertas, pude notar como una persona me meti� mano en mi paquete.
Cuando llegamos a las puertas, nos metimos en una de ellas,
la cerramos y nos fundimos en un beso. �l empez� a subirme el jersey y la
camiseta hasta llegar a mis tetillas, las empez� a pellizcar mientras yo le
com�a el cuello. Despu�s �l empez� a desabrocharme los botones del pantal�n y a
baj�rmelo. Yo hice lo mismo. Nos quedamos en calzoncillos los dos, �l con unos
b�xer y yo con unos slip. Se notaba que ten�a ganas de guerra pues cuando me
puse a la altura de su paquete para empezar a retirarle el b�xer y empec� a
com�rsela pude comprobar como aquella cosa grandota estaba bien lubricada, mas
bien chorreante de su exquisito manjar blanco.
Mi garganta empez� a engullir aquel m�stil delicioso hasta
que me deban arcadas de lo grandote que lo ten�a, cuando ya apenas pod�a
respirar me la saqu� de la boca y empec� de nuevo por el frenillo hasta que casi
pude meterme todo su tronco, mientras le sobaba los huevos de atr�s a alante. �l
de vez en cuando dejaba escapar un gemido de placer. Me puse de pie y le empec�
a comer sus tetillas, mientras, notaba su rabote bien duro como un palo en mi
tripa, bien calientito y h�medo.
Me cogi� de la cabeza me dio un pico y baj� para quitarme el
slip que todav�a le ten�a puesto. Se introdujo todo mi rabo al rato y con un
poco de esfuerzo me empez� a lamer mis huevos. Su objetivo era ponerme lo m�s
caliente posible y lo consigui�. Cre�a que me corr�a s�lo con la mamada.
Mientras segu�a comi�ndome el prepucio me empez� a meter dos dedos en mi boca y
continuamente me los meti� en el culo para dilatarme bien.
Nos levantamos los dos y seguimos bes�ndonos y paje�ndonos
hasta el punto de estar con las colas m�s duras que la puerta que cerraba el
habit�culo. Se agach� y sac� de su pantal�n un preservativo m�s tres sobres de
lubricante.
Mientras empezaba a abrir los sobres de lubricante, me dio
para que le abriese el preservativo. Se lo puse y eso parec�a nunca terminar de
desenrollar. �l me hizo darme la vuelta y me dio lubricante por todo mi agujero
meti�ndome bien los dedos. Tambi�n se lo puso sobre su rabo engomado. Lleg� la
hora.
Me dijo, ahora rel�jate y d�jate llevar por el momento. Me
puse mirando a la pared y con el culo en pompa, me agarr� de las caderas y en un
abrir y cerrar de ojos me penetro casi entero. Yo grite de dolor pero el no
par�, sino que sigui� hasta que not� sus pelotas rebotar contra m�. Hubo un
momento que me penetraba tan fuerte que se le sali� la tranca, le ped� que me la
volviera a meter pero �sta vez con m�s cuidado, �l me dijo que vale y cuando la
volvi� a meter lo hizo despacito pero ya llegando casi a meterme la mitad de su
rabo, empez� a petarme muy fuerte hasta el punto que not� algo raro dentro de
m�, par� inmediatamente y le pregunt�, me dijo que se le hab�a roto el
preservativo y que no ten�a m�s.
As� que me la sac�, se quit� la goma y me dijo que se la
comiera, me empez� a follar la boca, mientras yo me estaba pajeando. Paramos,
nos abrazamos mientras nuestras trancas ten�an gotas de lefa en sus puntas
anunciando una riada.
Me comi� de nuevo la polla y luego me introdujo su tranca
entre mis piernas y empez� a moverse como si de mi culo se tratase, yo mientras,
le tocaba su culo que era redondo y bien formado. Sus gemidos se o�an bien alto,
cosa que me excitaba much�simo. Estuvimos as� como un minuto hasta que se me
acerc� al o�do y me dijo "t�o, revientooooooooo" y de un trallazo me llen� la
espalda de su lefa.
Luego me dio la vuelta, apoy� su polla pegajosa en mi culo y
empez� a pajearme hasta que yo tambi�n me corr�. Luego seguimos bes�ndonos y �l
me penetr� con sus dedos en mi culo lechoso.
Cogimos unos pa�uelos y nos limpiamos mutuamente. Abrimos la
puerta y salimos de aquel antro. Recogimos los abrigos y nos fuimos a otro P�b.
All� empezamos a bailar y con el calorcito y el roce, nos
fuimos al wc donde me dijo, ven, se meti� en uno con puerta y all� nos la
empezamos a comer. De repente se o�an voces fuera pero no nos importaba, nos
est�bamos limpiando nuestros manjares de las corridas del antro de La C. Al
poco, me corr� en su boca, pudiendo disfrutar de mi n�ctar. Despu�s, nos
levantamos, me bes� y me empez� a pasar mi propia lefa, nos besamos hasta
comernos juntos mi leche. Luego lo hice yo, me com� su carnaza hasta que empez�
a expulsar su leche, pero como su rabo era tan tan grande, su leche fue
directamente a mi garganta pero me dijo: "tambi�n quiero, d�jame algo y no seas
tan glot�n t�o", as� que me la saqu� un poco y dej� que terminara de correrse en
mi lengua, cuando ya dejo de expulsar leche, se puso �l de cuclillas, y nos
besamos compartiendo nuestras lefas hasta no dejar ni una sola gota.
Nos atusamos y salimos del cuarto de ba�o, cuando nos
dirigimos a los lavabos, hab�a un grupo de pavas que nos miraron con una cara...
imagin�rosla.
Salimos de nuevo a la calle. Yo ya me ten�a que ir pues se me
hab�a echo tarde. El t�o me dijo que un �ltimo polvo en una sauna, y yo le dije
que no, que me ten�a que ir ya a casa. Nos despedimos con un beso y me alej� de
�l entre la muchedumbre en busca de un bus que me llevara a casa.
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