Era una señal inequivoca
de que Tiara aceptaba su condicion de pertenencia a Blanche y se sentia
orgullosa de manifestarlo a los demas.
Drilabe por el contrario se mostraba
pasiva, obedecia lo que se le mandaba pero sin que se notara en ella el
menor entusiasmo.
A Blanche le parecia que el comportamiento
de Drilabe era mucho mas normal que el de Tiara. Nadie espera que un esclavo
ponga entusiasmo en obedecer a sus amos.
Pero Blanche sabia reconocer los
meritos de Tiara, ella se encargaba de todo lo que hacia que la vida de
Blanche fuera realmente comoda sin que esta tuviera que estar mandandoselo
continuamente.
Blanche no sentia ningun agradecimiento
hacia Tiara, al fin y al cabo no cumplia mas que con su obligacion y el
hecho de hacerlo bien la libraba de muchos castigos y disgustos.
- Dile a Tiara que venga. Ordeno
Blanche al tiempo que llamaban en la puerta.
No, espera, seguro que es ella.
Si, pasa.
Tal y como habia imaginado, Tiara
penetro en la habitacion mirando hacia Drilabe con el ceño fruncido.
- Le has dado un pellizco a Drilabe?
Pregunto divertida por la expresion del rostro de Tiara.
Ante la pregunta de Blanche, Tiara
lanzo una mirada fulminante hacia Drilabe sintiendose molesta de que la
hubiera acusado ante su ama.
- Si ama, contesto Tiara consciente
de que la habia pellizcado suficientemente fuerte como para haberla dejado
marca.
- Porque es una inutil, ama. No
sabe hacer las cosas o no quiere. La he pellizcado para que no se durmiera
mientras estaba aqui, y que sirviera diligentemente a usted y su amiga.
Me parece muy bien, en lo sucesivo
te encargaras de ordenarla lo que tiene que hacer y de castigarla como
se merezca.
Blanche vio como el rostro de Tiara
se cubria de una expresion profundamente satisfecha.
- De verdad ama que quiere usted
eso?
- Claro, y pobre de ti como vea
que no la haces trabajar en serio o no la castigas como se merece. Puedes
incluso usarla para que te sirva a ti misma como te de la gana.
- No se preocupe ama, puede estar
segura que tendra trabajo suficiente. Dijo Tiara arrodillandose y besando
los pies de Blanche
Por cierto que puedes empezar a
castigarla cuando quieras. No se ha portado muy bien durante el servicio.
Blanche miraba de reojo a Drilabe
y la veia temblar de miedo, sabia que Tiara la odiaba y que iba a ser muy
dura con ella.
- Que ha hecho?
- Mi amiga ha querido usarla como
orinal y ella ha dejado escapar parte de la orina.
- Lo ve ama, es una inutil.
- Supongo que la señorita
tampoco ha sido muy cuidadosa a la hora de dosificar su necesidad.
- No importa, es ella la que tiene
que saber tragar lo que la echen.
- Eso pienso yo.
- Quiere que la castigue delante
de usted para que lo vea.
- Si, claro.
- Tu, ven aca. Dijo Tiara tirando
de los cabellos de Drilabe hasta situarla ante una silla en la que ella
tomo asiento.
Siempre tirandola de los pelos la
hizo tumbarse sobre sus rodillas y acto seguido comenzo a darla fuertes
palmadas en las nalgas.
Drilabe intento no quejarse pero
cuando habia recibido una docena de azotes no lo pudo evitar.
La mano de Tiara era ancha y fuerte
y caia con fuerza sobre las apretadas carnes.
Blanche se dio cuenta de que Tiara
se iba entusiasmando poco a poco, como si disfrutara del castigo que estaba
infringiendo a Drilabe, se acerco con una de sus zapatillas en la mano.
La entrego a Tiara y volvio a sentarse en el lecho gozando del espectaculo
que la ofrecian las dos negras.
Tiara armada con la zapatilla arrecio
sus golpes hasta que Blanche dijo basta.
Una vez que Drilabe, de rodillas,
hubo calzado a Blanche esta la propino una fuerte bofetada que la hizo
perder el equilibrio antes de enviarla de nuevo a Tiara para que hiciera
lo mismo. Ahora Drilabe gimoteaba abiertamente y gritaba a cada bofetada
que recibia de Blanche o de Tiara en cada uno de sus viajes de rodillas.
- Quieres que te castigue mas perra?,
pregunto Blanche deteniendo momentaneamente las idas y venidas de Drilabe.
- No ama, por favor, no ama. Imploro
la negra.
- Besame el coño asquerosa!
Dijo mientras empujaba la cabeza de la esclava entre sus muslos.
Drilabe se apresuro a obedecerla
y Blanche pudo sentir en sus muslos la humedad proveniente de las lagrimas
de la negra.
Dejo que pasara un tiempo prudencial
drifrutando de los repetidos besos de Drilabe antes de enviarla de nuevo
a Tiara.
- Te gustaria que te besara como
acaba de hacerlo conmigo? Pregunto Blanche.
- Si ama. Respondio Tiara sin ninguna
duda.
- Ordenaselo, puedes hacer con ella
lo que quieras.
Tiara parecio sopesar por unos instantes
las palabras de Blanche. Luego alargo la mano y tirando de los cabellos
de Drilabe condujo la cabeza entre sus muslos apretandola contra su sexo.
- Ama yo... Se atrevio a decir Tiara
como si tuviera dudas de que lo que deseaba hacer fuera bien visto por
Blanche.
- Mandala lo que quieras, yo te
autorizo.
Desde la cama Blanche pudo ver como
Tiara se refregaba el rostro de Drilabe contra el sexo animandala a sacar
la lengua para disfrutar de algo mas que sus besos.
Poco despues Drilabe suspendia sus
gimoteos y se entregaba abiertamente a lamer y acariciar el sexo de su
compañera.
Con la mano apoyada en la cabeza
de Drilabe, Tiara controlaba la posicion y la intensidad de las caricias
mientras con los ojos cerrados emitia una serie de suaves murmullos de
placer.
Blanche tambien se excitaba con
aquellas imagenes. Imaginaba que quiza fuera la primera vez que alguien
acariciaba el sexo de Tiara, la primera vez que sentia una lengua en su
intimidad y seguramente la primera vez que estaba a punto de sentir un
orgasmo. Sabria la negra lo que era un orgasmo? Quiza no lo habia sentido
nunca en su vida y Blanche considero que ya era hora de que Tiara tuviera
alguien con quien disfrutar y obtener algun placer de vez en cuando.
- Ven aqui. Ordeno a Tiara interrumpiendo
momentaneamente su placer.
Rapidamente Tiara desplazo a Drilabe
acercandose donde Blanche la esperaba.
- Tu maldita zorra! Grito a Drilabe.
Tu ven aqui, tumbate boca arriba debajo de la cama.
Drilabe asustada obedecio inmediatamente
mientras Blanche observaba su reluciente rostro ahora ya mojado no solo
de sus lagrimas.
- Ponte de rodillas sobre ella.
Ordeno a Tiara.
Una vez hubo comprobado que la boca
de Drilabe quedaba en la posicion corecta para seguir acariciando el sexo
de Tiara se señalo su propio sexo y dijo a Tiara. Ahora lameme tu.
Los minutos pasaron lentos, las
caricias pasaron rapidas. Nunca supo si Tiara llego al orgasmo en aquellos
momentos, pero ella si llego repetidamente, con la intensidad y el placer
que Tiara sabia darla en cada ocasion.
Segura de que Tiara sabria manejar
a Drilabe salio de la habitacion dejandolas solas. Tenia interes en ver
como seguian las obras y de esperar a la llegada del señor Heimann,
queria hablar con el, habia observado que en los ultimos dias trabajaban
muchos mas negros en la obra de los que lo habian hecho anteriormente.
La parte exterior de la obra ya estaba acabada y habian empezado a trabajar
a marchas forzadas en el interior despues de haber puesto el tejado.
Blanche paso el tiempo observando
los detalles de la obra y luciendose entre los capataces y los negros que
no la quitaban ojo de encima deleitandose con la vista de tan bella señorita.
A Blanche la gustaba despertar los
deseos de los hombres sabiendo que poco tenian que hacer a no ser que ella
quisiera.
Todavia recordaba otros tiempos
en que su cuerpo excesivamente delgado era poco atrayente y excesivamente
alto. Ahora las cosas habian cambiado y era consciente de que su figura
era dificilmente igualable.
A la caida de la tarde, como era
su costumbre llego el señor Heimann y bajando de la rustica pero
fuerte carreta se dirigio hacia Blanche saludandola respetuosamente.
- Señora Benson.
- Señor Heimann.
- Desea usted alguna explicacion
o hacer algun cambio en los planes de la obra ?.
- No, todo esta muy bien.
- Es para mi un orgullo poder servirla.
- Y aprisa por lo que veo.
- Supongo que no la disgustara que
se acabe la obra antes de lo previsto ?.
- No, muy al contrario. Cuando se
empieza una obra se entiende que esta durara algo mas de lo inicialmente
pactado. Es logico dados los inconvenientes que suelen surgir sobre la
marcha. Asi que se espera que dure mas de lo previsto pero mejor que mejor
si se consigue terminar antes de lo estipulado.
- Vera, una serie de circunstancias
me obligan a terminar mis trabajos lo antes posible.
Blanche entendio que el señor
Heimann debia hacer referencia a lo de la hipoteca pero se habia expresado
con tanta discrecion que nadie que no estuviera al corriente de tales asuntos
jamas pudiera haber imaginado de que se trataba.
- Me consideraria usted una persona
indiscreta si le preguntara por tales circunstancias ?.
- No, en absoluto. Se trata de que
dentro de unos dias dejare las actividades que ahora realizo y quisiera
terminar mis compromisos antes de que esto ocurriera.
- Supongo que eso sera por voluntad
propia?
- No, no lo es, pero no se preocupe,
sabre apañarme en lo sucesivo.
Blanche entendio que el joven señor
Heimann no deseaba hablar de su futuro y respeto su voluntad. De todas
maneras dijo.
- Señor Heimann, parece usted
una persona honrada y trabajadora, no se si lo que voy a decirle le molestara
pero quiero que sepa que si en el futuro se encuentra usted con dificultades
no dude en acudir a mi, entre los dos veremos que se puede hacer.
El joven señor Heimann la
miro unos momentos sorprendido como si se preguntara que podia saber aquella
mujer de sus dificultades y finalmente dijo.
- Muy agradecido señora Benson.
Pero en mis proyectos inmediatos esta el hacer un viaje a Europa, quiza
cuando vuelva usted ya haya cambiado de idea.
- Cuando vuelva hagame una visita
y asi podra comprobarlo.
El joven Heimann esbozo una sonrisa
de agradecimiento y dijo.
- No lo dude, cuando regrese de
Europa usted sera una de las primeras personas a quien visite. Supongo
que una casa tan grande como esta necesitara continuamente obras de restauracion
y mantenimiento.
- Se esta usted ofreciendo para
trabajar a mis ordenes.
- No señora, soy demasiado
orgulloso e independiente para trabajar a las ordenes de nadie pero mi
trabajo consiste en entender los deseos de las personas y satisfacerlos
de la mejor manera posible.
Meditando un momento sobre las ultimas
palabras del joven se dio cuenta que tambien ella podia decir lo mismo.
Era evidente que la diferencia estaba en como habia que interpretarlas.
- Bien señor Heimann, sepa
que estoy muy contenta de su trabajo y espero que ese cambio de actividades
no le resulte molesto.
Viendo marchar al señor Heimann
se dio cuenta que una de las diferencias esenciales entre las personas
estribaba en la dignidad y el orgullo con que saben encajar la desgracia.
Ni una queja ni un reproche habian
salido de su boca, tan solo planes para un futuro incierto.
Un dia, al regresar de la casi diaria
visita que Blanche hacia a la cueva acompañada de Jack este comento.
- Se ha dado cuenta que la cueva
esta ya casi seca ?.
- Si Jack, ya me he dado cuenta.
Se ha ido secando poco a poco y ya esta casi seca del todo.
- Eso quiere decir que ya no se
volvera a agitar el agua.
Blanche miro hacia Jack como si
intuyera que el sabia algo que ella no sabia.
- Crees eso ?.
- Jack Cree que cuando la cueva
se seque del todo, todo volvera a la tranquilidad.
- Que te hace pensar eso ?.
- Jack no piensa, el sabe que sera
asi.
- Pues yo creo que nada tiene que
ver lo uno con lo otro, es mas me atreveria a decir que dentro de pocos
dias tendremos ocasion de comprobarlo. Blanche hablaba asi porque intuia
que hacia ya demasiado tiempo que el fenomeno no se habia producido y era
logico pensar que no tardaria en producirse.
- De todas maneras si la cueva esta
seca, se podia intentar montar en ella la mazmorra de la que hablamos.
Blanche recordo la conversacion
que habia tenido con Jack y estuvo de acuerdo con la sugerencia del hombre.
La cueva era un lugar ideal para la mazmorra. Su oscuridad y el ambiente
frio y desagradable era magnifico para truncar el espiritu de cualquier
negro que fuera castigado a estar en ella. Ademas tenia la ventaja de ser
subterranea e impedir que los gritos de los futuros castigados pudieran
ser oidos y alarmar a los habitantes de la casa.
Pero tenia ademas una ventaja suplementaria.
En caso de que alguien muriera en ella no habia mas que arrastrar su cadaver
hasta el pozo para que desapareciera sin dejar el menor rastro. Blanche
recordaba como habia desaparecido el negrito que les acompaño en
la primera incursion hasta el pozo.
- Me dijiste que tu conocias a alguien
que podia proporcionarnos el material.
- Si, Jack conoce a uno que puede
hacerlo, ademas asi se podrian aprovechar los clavos.
Blanche recordo los clavos que habian
servido para localizar la losa que cubria el pozo. Recordaba que Jack se
habia mostrado enigmatico a la hora de darles una utilidad posterior pero
ahora comenzaba a mostrar su idea de para que los queria una vez hubieron
cumplido su finalidad inicial.
- Que piensas hacer con ellos ?.
- Jack no lo sabe todavia pero ya
se le ocurrira algo.
- Blanche desistio de seguir interrogando
a Jack sobre ese punto. Era posible que dijera le verdad pero tambien era
probable que ya supiera lo que queria hacer y no quisiera decirlo todavia.
- Puedes avisar a ese hombre?.
- Jack puede y lo hara hoy mismo.
- Por cierto, hablame de la negrita
que te regale ?. Se porta bien ?.
- Se porta muy bien. Es bonita y
limpia.
- He visto que tambien usas otras
hembras.
- A Jack le gusta cambiar.
- Me parece estupendo pero crei
que a lo mejor no te atendia correctamente.
- Por que no viene a mi cuarto,
asi podra verla.
- Vamos.
No tardaron mucho en llegar al cuarto
de Jack y Blanche se llevo una agradable sorpresa al ver el orden y la
limpieza en que Jack sabia hacer que la negra le mantuviera la estancia.
Blanche tenia la idea de que el cuarto de un hombre debia mantener un cierto
desorden pero Jack no debia de ser de esa clase de hombres.
Encontro a la negra encadenada por
un tobillo a un rincon del cuarto pero con una cadena lo suficientemente
larga como para que pudiera moverse por toda la estancia.
- Por que la tienes encadenada Jack?
- Jack no quiere que salga del cuarto
mas que cuando el se lo autorice.
- Es una buena medida para que no
pierda el tiempo charlando con otras negras. Dijo Blanche apoyando la idea
de Jack.
- O con los negros. Apostillo el
hombre dando a entender que lo que realmente le molestaba era que pudiera
ser montada por algun macho.
- Que haras con ella cuando la dejes
preñada ?.
- Jack la vendera y se comprara
otra. Las negras preñadas se venden mejor y mas caras que las no
preñadas.
- Astuta idea, dijo Blanche.
Jack en su simplicidad habia resulto
un problema en el que Blanche habia meditado muchas veces.
Era logico pensar que dentro de
poco tendria casi todas las negras preñadas. El regimen de absoluta
promiscuidad sexual a que las obligaba debia dar necesariamente ese resultado.
Blanche sabia que una hembra preñada
era mucho mas delicada y sobre todo menos productiva para su negocio.
Muchas veces habia pensado en como
disminuir la incidencia del problema pero la unica solucion que se la habia
ocurrido era dedicar esas hembras a las tareas domesticas hasta que parieran.
Una solucion poco rentable ya que la obligaba a aumentar excesivamente
el numero de negras, ademas despues de que las negras parieran todavia
las quedaba un periodo excesivamente largo de criar a sus mamones. Y muchos
años antes de que estos resultasen rentables.
Todo ello suponia un envejecimiento
de los animales que podria ofrecer a sus futuros clientes.
Blanche sabia ademas que la variedad
y la juventud de sus negras era un elemento fundamental en su negocio.
Continuara...
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