8)
Silvina hab�a decidido festejarle el cumplea�os a Mart�n en
nuestro apartamento.
Como obsequio, ella quer�a que le ofreci�ramos una noche de
sexo desenfrenado.
�l le hab�a confesado que ten�a la fantas�a de hacer el amor
con dos hermanas gemelas y como yo me estaba pareciendo cada d�a mas a Silvina,
con unos breves retoques quedar�amos id�nticas.
Para ese entonces yo ten�a 18 a�os y hab�a empezado a
hormonizarme con la ayuda de un amante de Raquel que era m�dico. Mi piel se
hab�a suavizado, mi voz aflautado y mi cuerpo se hab�a curvilineado. Un t�mido
busto me estaba asomando y ya cas� hac�a innecesario recurrir a rellenos para
formar mi figura.
Mi deseo era ser igual a Silvina, estaba obsesionado con
ella, tal vez porque era un s�mbolo sexual, ten�a la magia para excitar a un
hombre con solo pasar a su lado.
Para esa noche decidimos vestirnos iguales, con unos
conjuntitos de ropa interior blanca tipo conejita de Play Boy, con portaligas y
corset bien de prostitutas.
Con las orejitas de conejo y los rabitos blancos estabamos
simpatiqu�simas.
La idea era pasar por dos rameras que dejar�amos exhausto a
nuestro cliente.
Nos hicimos el mismo peinado, con los cabellos rubios
revueltos como si reci�n acabaramos de tener sexo, los labios muy rojos y
recargado maquillaje, mucha bijouterie y tacones bien altos.
Guardar�amos el secreto de quien era Gabi y quien Silvina
hasta �ltimo momento.
Mart�n se qued� desconcertado al vernos e inclusive me dijo a
mi: Hola Silvi, yo le segu� el juego.
Nos sentamos a la mesa a cenar y cuando Silvi dio la orden,
las dos juntas nos arrodillamos delante de Mart�n que segu�a comiendo, le
desabrochamos la bragueta y le comenzamos a mamar la polla alternadamente.
Silvi le masajeaba con una mano el aparato mientas yo se lo
succionaba y luego cambi�bamos y era ella quien lo felaba.
Por momentos las dos le lamiamos al mismo tiempo su poderoso
aparato que estaba duro como una piedra..
Alli estabamos, vaya parejita, los dos novios satisfaciendo
como damitas obedientes a un mismo hombre.
Mart�n se corri� en nuestros rostros y luego le limpiamos
cada gota de semen con la lengua, le acomodamos la ropa y seguimos cenando como
si nada hubiera sucedido.
Despu�s fuimos los tres juntos a la cama y nos enredamos en
un festejo �nico.
Como le gustaba a Mart�n, iniciamos con un show l�sbico,
Silvina me hizo poner en cuatro patas y comenz� a dilatarme el ano, primero con
su lenguita que hacia entrar y salir con tanta calidad, que me hac�a derretir de
placer.
A continuaci�n se lubric� un dedo con saliva y comenz� a
penetrarme con �l, lo que a esta altura ya no le resultaba dif�cil porque mi ano
se hab�a acostumbrado a ser visitado.
Cuando yo estaba bien excitada, hizo colocar a Mart�n detr�s
de mi y le fue dirigiendo la polla esta que comenz� a introducirse dentro mio.
Silvi comenz� con la habilidad que la caracterizaba, a hacer
que la cabecita de la polla de Mart�n apenas entrara y saliera de mi ano,
mientra tanto ella me separaba bien las nalgas, hasta que me excite tanto que
empec� a rogarle que por favor me penetrara bien hasta el fondo.
Mart�n entonces, me aferr� fuertemente de la cintura y me
ensart� hasta el fondo, sent� toda su enorme polla dentro de mi y le jur� amor
eterno.
Silvi mientras tanto tom� mi pene y me lo masaje� hasta que
eyacul� al mismo tiempo que Martincito ten�a su orgasmo.
Luego nos ocupamos de satisfacer a Silvina, fue mi turno de
hacer entrar el pene de Mart�n en la vulva de ella.
Mart�n la hizo poner tambi�n en cuatro patas para que yo no
me pusiera celosa.
Con mi mano le fui haciendo entrar la polla de su amigo, en
su muy jugosa vagina, eso era el cenit, no solo estaba mirando a mi novia cogida
por otro, sino que estaba ayudando a que la follaran.
Participe estimulando a los dos, le lam�a la parte de la
polla de Mart�n que sal�a de la vulva de Silvi, la besaba a ella, los abrazaba y
les dec�a cuanto los quer�a a los dos.
Finalmente me beb� todo el semen que Mart�n le hab�a arrojado
sobre el vientre a Silvi hasta dejarla bien sequita, eso fue realmente
maravilloso.
Pero la verdad es que yo me estaba enamorando de Mart�n y
estaba un poco celosa de tenerlo que compartir con Silvi.
9)
Con el tiempo mi relaci�n con Mart�n se fue profundizando,
ven�a a visitarme cuando Silvi no estaba, me tra�a flores, sal�amos a pasear
tomados de la mano, nos gust�bamos y quer�amos mucho.
Finalmente decidimos contarle a Silvi la verdad y ella se
puso muy mal, discutimos y tuve que hacer mis maletas para irme a vivir con mi
nuevo novio.
Han pasado varios a�os desde entonces, ahora vivimos los dos
en un apartamento que �l arrend�, yo soy su �nica mujercita.
Para poder satisfacerlo mejor, pronto me har� quitar la polla
para ser una mujer �ntegra y que pueda follarme tambi�n por delante.
Recibimos hace pocos d�as una invitaci�n al casamiento de
Silvina, quien ha decido sentar cabeza muy jovencita.
La modista me est� confeccionando un vestido para esa ocasi�n
que dejar� a todos boquiabiertos.
Vivo como mujer, siento como mujer, follo como mujer, soy una
mujer.-
GABRIELA THIERS
Buenos Aires, 13 de Noviembre de 2003