Camino al paradero, pensaba en aquel chico aunque no sabia
mucho de �l, segu�a caminando por las calles de Salamanca, llego un momento en
que andaba perdida esa no era el camino hacia el paradero, estaba andando sin
sentido ni rumbo, regreso en sus pasos, y llego al paradero ahora estaba un poco
preocupada por la hora, llegar�a tarde seguro al colegio, aun as� segu�a
pensando en lo ocurrido ayer, nunca se fijara en mi, pero nunca se atrevi� a
abordarlo, pero ese d�a fue distinto, �l la abordo:

Ella estaba pensando el porque hoy d�a se digno hablarle, aun
hacia fri� en esa ma�ana t�pica lime�a de octubre, pero ella sent�a en todo su
cuerpo en ese momento un calor, no sabia aun el porque de ese calor.

Comprendi� en el taxi porque lo confund�a con su padre, tenia
los mismos ojos, esos ojos negros, que tanto le inspiraban miedo.

No le gustaba que le digan, de esa manera, aun a sus catorce
a�os, ella no se sent�a de esa edad, estaba en desarrollo, su pelo rojizo, sus
ojos pardos contemplaban como su cuerpo iba cambiando a formas mas redondas, su
cintura y sus pechos adoptaban formas que miraba en mujeres mayores, no tenia
con quine compararse, pero se daba cuenta de lo que tenia, sus compa�eros la
asediaban, sus amigas estaba menos desarrollada q ella tenia mas pechos que
todas sus amigas, sus caderas eran el delirio de los chicos en la clase de
educaci�n f�sica.

-Esta bien, pero dime siempre te he visto pero no se como te
llamas linda,

- Me llamo Paloma y t� como te llamas, amigo.

- Tengo varios nombres, ahora para ti puedo ser Manuel.

El tambi�n hab�a pensado en la ni�a q siempre encontraba en
el paradero, al comienzo no se percataba de ella, pensaba en otras cosas, la
gente siempre era la misma en ese paradero, pero un d�a se percato de esta ni�a,
cuando tuvo un problema, con un borracho el cual quer�a meterle mano, a lo cual
reacciono contra este tipo, de ah� es q Paloma siempre q lo ve�a le sonre�a,
pero el no se atrev�a a decirle, las cosas q hab�a pensado, desde esa vez q la
vio, tan indefensa, su mente estuve todo el d�a con ella.

Paloma bajo del carro pensando en lo q le dijo Manuel, aunque
desde esa vez q la ayudo con el tipo este, se intrigo por el chico q siempre
estaba en el paradero, nunca hasta hoy se atrevi� a decirle, en el pensaba sus
noches mas calientes, de alguna manera se sent�a atra�da por el, a su corta edad
se masturbaba en su dormitorio pensando en �l, poco a poco, lo hacia lentamente,
encontraba en su mente im�genes morbosas de �l, se agarraba, el pelo y poco a
poco su mano iba bajando, lentamente llegaba a sus pechos, se sacaba el brasier
y tomaba sus pezones los cuales estaban erguidos y duros, (no cre�a como se
pon�a cada vez q hacia esas cosas), su mano segu�a bajando llegaba a su ombligo,
toc�ndose lentamente jugando sus dedos en toda su delicada piel, llegaba a la
altura de su vientre, estaba por dem�s caliente, una mano la tenia en sus pechos
la otra segu�a el camino de su calentura, de pronto uno de sus dedos hurgo entre
sus labios vaginales, jugaba a entrar, buscando el punto exacto donde estallar,
segu�a impulsada por el recuerdo, del chico sus dedos eran dos entraban en su
peque�o orificio, era una sensaci�n por dem�s excitante, en la sala se
encontraban sus padres, trataba de contener los gemidos, pero sus dedos estaban
pose�dos por otro ser, no era ella en ese momento, segu�a masturb�ndose en cada
entrada y salida de sus dedos mojaba mas la cama con sus fluidos, lo hacia
r�pidamente ahora con un solo dedo, aun era virgen, pero su cuerpo ped�a mas, se
encontraba delante de su espejo el mas grande q tenia en su cuarto. La imagen q
tenia de ella masturb�ndose la puso en mil, saco una de sus cepillos con los
cuales se peinaba, y se lo meti� en su raja, no llego a met�rselo todo, aun era
estrecha para tama�o instrumento, pero esto le hacia sentir mas arrecha, segu�a
con el movimiento desenfrenado, a veces vi�ndose en el espejo, todo lo hacia por
�l, �l era el causante de sus noches mas mojadas, de pronto llego a tener un
orgasmo r�pido y convulsionado el cual la tiro al piso, se vio tan sucia, tan
fuera de si, sent�a q no era de ella.

Aun reconoc�a q lo q pensaba estaba mal, nada estaba planeado
pero hace tiempo, quer�a iniciar una aventura con ella, se le meti� en el
pensamiento, aunque no sabia como se llamaba o donde viv�a necesitaba el
contacto de su piel , sentir el roce de su cuerpo junto al suyo.

Manuel tenia una enamorada aunque la relaci�n con ella iba
bien, por una parte era todo un volc�n en la cama, �l tenia a la ni�a clava da
en su mente, las veces q se encontraba con su novia en la cama hab�a momentos en
los q se acordaba de Paloma, encontraba refugio y desfogue en el cuerpo de
Julia, la carencia del cuerpo de aquella ni�a lo hacia cambiar de una manera
salvaje lo cual tenia muy complacida a Julia, pensaba que era por ella, al fin
de cuenta ella, respond�a con la misma intensidad a sus caricias y man�as.

Aun en la universidad Manuel, estaba pensando como hacer para
encamarse a Paloma, aun pod�a empezar con otras argucias que le hab�a contado su
amigo:

En la mente de Manuel, la idea de forzarla estaba latente,
pero no quer�a hacerlo de esa manera�.

Nota del escritor.- Espero las respuestas a mi correo, para
ver si termino esta historia el final, creo q nadie lo va creer.