OLIVIA CRECE
Hugo era mayor para Olivia, y ella bien lo sab�a, pero notaba
c�mo se sent�a fuertemente atra�da hacia �l.
Al final de la noche, ella le invit� a tomar la �ltima copa
en su casa y los dos subieron las escaleras tambale�ndose, embriagados por el
alcohol. Olivia sirvi� dos vasos de tequila y la bebieron de un trago, no hac�an
otra cosa m�s que pensar en sentirse uno en el otro.
Todo fue muy r�pido. Ambos se apetec�an hasta l�mites
insospechados. Hugo acarici� su mejilla, Olivia se estremeci� toda, siguieron
las caricias que acabaron en el primer beso de Olivia. Sab�a que manos expertas
la arrullaban tiernamente, y se dej� llevar.
Suavemente Hugo baj� la cremallera de sus pantalones, y sus
manos recorrieron sus piernas mientras los bajaba. Luego quit� su camiseta y
descubri� que no llevaba sujetador, cosa que le encant�, y aquellos pechos
j�venes y firmes temblaban como v�rgenes que eran. Ella miraba sus ojos, miedosa
por lo que sab�a que iba a pasar, pero convencida de que quer�a que sucediese.
La curiosidad pudo con su timidez y sus manos empezaron a
explorar; arranc� los botones de su camisa y observ� un pecho varonil, marcado
por duras horas en el gimnasio. Indag� qu� era lo que escond�a bajo los
pantalones el que la iba a poseer, y le asust� el tama�o del lado m�s viril de
Hugo. Mientras tanto, �l ya hab�a probado el sabor de sus senos y sus labios
recorr�an ya su vientre tembloroso. En un r�pido movimiento la arroj� sobre el
sof� cubri�ndola con su cuerpo. Olivia se qued� inm�vil y dej� que �l examinara
su cuerpo, ya que sab�a que ella pod�a aportar poco a aquello, puesto que nunca
hab�a jugado con su cuerpo. �l le ense�� lo placentero del sexo oral, le hizo
conocer placeres infinitos, indescriptibles; not� como su alma, en un golpe seco
de placer, se separaba de su cuerpo y flotaba cual pluma mecida por la brisa del
mar.
Ella juguete� con su falo notando c�mo con cada estimulo de
ella, las palpitaciones del sexo de Hugo aumentaban r�tmica y potentemente y le
gust� la idea de sentirse capaz de provocar aquello. Cambio de posici�n. Olivia
acerc� su boca al pene de Hugo y lo bes�, el sabor le recordaba a la vainilla de
una forma muy sorprendente, al principio le result� extra�o y un poco repulsivo,
pero poco a poco, al notar en el estremecimiento del cuerpo de Hugo el placer
que ella le estaba proporcionando, le empez� a gustar, le gust� mucho y continu�
excitando a aquel hombre que le doblaba la edad y que no dejaba de ser un
desconocido. Una vez Hugo lleg� al cl�max, decidi� hacer pasar a Olivia por el
segundo orgasmo de su vida.
Grit� y grit� de placer cuando la lengua de Hugo se introdujo
por aquel orificio solo considerado como agujero de salida, de salida para los
beb�s. �l jugueteaba unas veces r�pido, otras m�s despacio, con su cl�toris,
otra parte de su cuerpo que ella desconoc�a. Lo mord�a suavemente mientras sus
dedos recorr�an el t�nel que llevaba a la parte que define a la mujer, pod�a
notar como los latidos de Olivia se aceleraban de forma brusca y su cuerpo se
retorc�a, sent�a las piernas de Olivia presion�ndole en las orejas, mientras su
dulce mano sujetaba su cabeza apret�ndola contra su vulva. Succion� una y otra
vez aquella bolita que era el fruto del placer de Olivia, quien no pod�a pensar
en otra cosa m�s que en el inmenso goce que estaba sintiendo, no quer�a dejarle
marchar, no iba a dejar que levantara su cabeza. Descubri� cosas que jam�s
hubiera imaginado, descubri� que su cuerpo era m�s complejo de lo que ella
cre�a. Olivia lleg� finalmente al orgasmo y call� rendida en el sof� tras
incorporarse y gritar lujuriosamente.
Entonces Hugo, con su pene todav�a erecto, penetr� con fuerza
a Olivia, quien emiti� un peque�o grito que se acall� cuando Hugo la bes�.
Olivia sent�a el sexo de Hugo dentro de su sexo, y pens� que aquella sensaci�n
era la mejor que hab�a sentido en su vida, �l estaba dentro de ella, eran uno,
se sent�a fuerte, ten�a ganas de gritar, y as� lo hizo, empez� a chillar y a
chillar, Hugo la besaba sin parar de penetrarla con �mpetu, hasta que de pronto
not� una explosi�n en su interior, seguida por varios espasmos del pene de Hugo;
hab�an llegado al orgasmo a la vez. Conforme las palpitaciones iban
disminuyendo, Hugo se dej� caer encima de Olivia, y �sta le abraz� con todas sus
fuerzas, y dej� que sus m�sculos se relajaran. Olivia fue feliz.