Todo comenzó aquel día
que después de cinco años de no ver a mi madre. Yo me había
ido de mi país, en busca de un futuro mejor. Por suerte mis proyectos
se cumplieron mejor de lo había pensando. Casi los cinco años
en el extranjero, fue suficiente para conseguir un muy buen trabajo y una
excelente vida, con bastantes lujos.
Siempre que hablábamos por
teléfono con mi madre ella lloraba, diciéndome lo mucho que
me extrañaba, y lo que me necesitaba, a mí eso me partía
el alma. En este tiempo mi madre se había separado de mi padre,
cosa que no me extrañó mucho, porque hacia mucho tiempo que
las cosas no andaban bien con ellos. Sabiendo que mi madre no estaba muy
bien, no dudé en invitarla. Sin pensarlo, al ofrecerle mi invitación
ella dijo que sí. Pero no quería viajar sola, así
que lo hizo con una de mis tías. Ella, mi madre, tiene 42 años,
mi tía tenía en 35 años, eran y son, unas mujeres
muy hermosas. Mi madre siempre fue muy linda. Aunque nunca la había
mirado como una mujer sexy. Sabía que lo era, por la forma de ser
ella, atrevida y provocativa. Mis amigos siempre me lo decían, cosa
que siempre me molestaba. Pero muy dentro de mí sabía lo
atractiva y apasionada que ella era. Llego el día. Las fui esperar
a aeropuerto. Fue reencuentro muy emotivo. Las dos estaban hermosas, muy
sexy, mi tía con pantalón de cuero, ajustado, marcando todas
sus curvas, y una remera muy ajustada, delineando muy bien sus pechos,
lo cual no paso nada desapercibida entre toda la muchedumbre. Mi madre,
siempre fue más clásica, pero aun así, mucho más
sexy. Una pollera muy corta, hasta las rodillas, unos tacos muy altos,
una camisa, transparente, que dejaba ver sus hermosos pechos, debajo de
su corpiño de encaje.
Después de un mes de estar
en casa, la estábamos pasando muy bien. Yo me sentía muy
a gusto con ellas y al parecer ellas también. Cada uno tenía
su habitación. Yo siempre llegaba tarde de mi trabajo y ellas me
esperaban, junto a mi novia, para cenar.
Tendría que hacer un capitulo
aparte, sólo para hablar de ella. Mujer físicamente perfecta.
Es y será hermosa, medidas espléndidas. Y lo que más
me gustó de ella es su devoción al sexo.
Esa noche, salimos con mi novia,
los dos solos. Una noche normal de una pareja. Y al regreso, sexo y más
sexo en mi habitación. Ese día los dos estábamos muy
excitados, lo pasamos realmente bien. Ella gemía como nunca, que
seguramente esos gemidos los había escuchado mi madre o mi tía.
Estábamos los dos agotados, mi novia se durmió profundamente.
Y fui a buscar desnudo algo de tomar.
Voy hasta la cocina y al regreso,
siento unos ruidos. Me paralizo. Y no sabía qué era. O por
lo menos no quería imaginar que era. Efectivamente eran susurros
de excitación, provenían de la habitación de mi madre.
No lo podía creer. Era mi madre, masturbándose me pregunté.
Seguía sin querer creerlo. Sigilosamente abrí la puerta de
la habitación y vi, a través del espejo, a mi madre masturbándose
delicadamente. Mi erección fue instantánea. Se masturbaba
entre las sabanas, mi morbo quería ver más. Casi como escuchándome
se destapa del todo y veo su mano entre sus piernas, recorriendo dulcemente
cada rincón de su vagina, penetrándose tiernamente. Con la
otra mano entre su camisón de seda, se acariciaba sus pechos, se
los pellizcaba, era grandioso. Era mi madre masturbándose. Mordió
el camisón, para no gritar, porque obviamente estaba por llegar
a un majestuoso orgasmo. Sentía el perfume de mujer ardiente en
la habitación, me estaba volviendo loco. Y vi cómo llegaba
a un orgasmo, sus gemidos entre cortados, su repicaron agitada... y con
un final que me dejó total paralizado. Entre su cuerpo deseoso y
el silencio de la noche, dijo... mi nombre. Paralizado por aquella situación,
encendió en mi conciencia los pensamientos más morbosos,
quería buscar junto a ella la suma nuestro placer, estaba listo
para hacer amado por mi madre.
Lentamente me fui a mi habitación.
Mi novia me preguntó qué me pasaba, al verme tan excitado.
Me miró, sonrió y me dijo: Mi amor, cómo estas hoy.
Hice el amor con mi novia, como nunca, pero pensando únicamente
en mi madre.
Pasé toda la noche recordando
lo ocurrido. Aunque, traté de olvidar todo pero me fue imposible.
Al otro día como todas las mañanas anteriores mi madre se
levantó a prepararme el desayuno antes de irme a trabajar. Mi novia
seguía durmiendo, había tenido una noche muy apasionada.
Al verla a mi madre, aquella vez,
no fue como todas las mañanas. Tenía puesto un vestido largo,
con un gran escote en sus pechos. Estaba preciosa. Observé sus pechos,
no estaba utilizando nada más que un vestido, y seguramente y diminuta
tanga. Sus pezones se marcaban en el vestido. Ella se dio cuenta que algo
me pasaba. Y me lo preguntó.
- Qué te pasa mi amor. -
Nada, tan sólo te aprecio. Te dije alguna vez que sos hermosa. Le
contesté. - Sí muchas veces, me contestó y me volvió
a preguntar : ¿Qué te pasa? - La miré a los ojos y
obviamente no le pude decir que quería gozar con ella. Después
de unos segundos de silencio. Mientras hacía que miraba el diario.
Ella se acercó y me dice:
- Amor, no quiero entrometerme en
tu vida, pero anoche, veo que la pasaron muy bien con tu novia.
No dije nada tan sólo la
miraba.
- No es por mí, mi amor,
pero recordá que está también tu tía. - ¿Se
escuchó? Pregunté. - Sí y cómo Me contestó.
- Sonrío, y le pido perdon, diciéndole que no fue nuestra
intención. Ella me acarició muy tiernamente mi cara, diciendo:
- Me encantó escucharlos
hacer el amor. - Mi sonrisa se borró de mi cara. Y ella se paró
y se fue a su habitación. No podía creer lo que estaba pasando.
Me dirigí hacia la habitación donde estaba ella, golpeo y
pregunto si podía entrar. A lo que contestó que sí.
Entré, y sentí otra vez, ese aroma a mujer excitada, de la
noche anterior.
- Me estaba por cambiar me comenta
- Por qué dijiste que te gustó, pregunté. - ¿Qué
cosa ? me responde.
La miré seriamente.
- Mi amor, no pensé que te
había molestado, tan sólo dije que me gusta sentir como los
demás disfrutan del buen sexo, y especialmente mi hijo. - Para eso
momento yo llenos de deseos hacia ella. Le pregunté:
- Cómo podés decir
eso mamá, soy tu hijo. - Se sentó a mi lado. Y no pude evitar
mirarle el escote. Ella me dice:
- Soy tu madre, y tú me miras
los pechos, ¿qué diferencia hay?.
Cerré los ojos, me tomé
la cara con mis manos. Diciendo:
- ¿Qué pasa mamá.
?
Ella me sorprende con otra pregunta:
- ¿Te parezco atractiva?.
Sin pensarlo le digo que es hermosa,
siempre me pareció hermosa. Y me sorprende otra vez. - Anoche te
vi amor, cómo hacían el amor con tu novia, y me encantó.
Mientras tanto me seguía
acariciando pero ahora la pierna. Y le contesto:
- Anoche te vi cómo te masturbabas.
Se detuvo. ¡¡¡Me
viste!!! Sorprendida aclamó. Y después de unos segundos me
preguntó:
- ¿Qué te pareció?
- No lo podía creer mama, estaba muy excitado, me encantó.
Ella sin pensarlo dirigió
su mano a mi bulto. El cual era bastante visible . Al tocarme ella, mi
madre, me recorrió tu terrible escalofrío. Pero yo no dudé,
en dirigir mi manos a sus pechos. Ella me masturbaba sobre el pantalón.
Yo acariciaba sus pechos, sobre su vestido. Lentamente corrí los
breteles de sus vestido. Y vi sus hermosos pechos, sus pezones erectos...
era todo un sueño. Sin pensarlo dirigí mi boca a ellos. Antes
de rozarlos con mi boca, ella ya estaba gimiendo. Al tocarlos con mis labios,
me abrazó, y se dejó caer sobre la cama. Ahí comenzaría
todo. Me acomodé sobre ella. No dejaba de besar sus pechos, morderlos,
pellizcarlos... ella ya había buscado mi pene por debajo de mi pantalón.
Sus palabras eran: no pares mi amor, seguí, soy toda tuya... como
tu novia. Me volvía loco. Me paré. Y me desnudé quedando
a la vista con mi pene erecto. De un solo empujón le saqué
el vestido. Y sentí una oleada de perfume de mujer excitada. Fui
directamente a su boca. Nos besamos como nunca lo había hecho con
alguien. Mientras frotaba mi pene, sobre su vagina húmeda, ella
movía sus caderas. La miré a los ojos, y dirigí mis
manos a su centro de placer. Lentamente le saqué su tanguita. Y
llegué a sentir su calor con mis dedos, la penetré con mi
dedo.
- ¿Así lo hacías
anoche? O mejor- - Ella no dejaba de gemir. La masturbé por unos
minutos. Hasta que le saqué mis dedos y los coloqué en su
boca. Me los limpió con una buena perra. Y lentamente fui con mi
boca, a su centro de pasión. El aroma era penetrante. Pero sin pensarlo,
comencé a lamer su vagina. Mi lengua la estaba violando. Y no dejaba
de gemir, hasta que llegó a un orgasmo, sentí todos sus jugos
en mi boca. Casi rogándome me dice que la penetre. Sin pensarlo,
me pongo sobre ella, y tomo mi pene, y le rozo intencionalmente sobre su
vagina, hasta que ella misma me lo agarra, y se lo mete brutalmente. Sentí
que estaba en las nubes. Ese calor era increíble. Comenzó
un movimiento majestuoso, era una princesa mi madre en la cama. Yo la acompañaba.
Me rodeó con sus piernas, y brazos. Yo seguía con mis movimientos,
hechizado por la pasión de mi madre, abraza muy fuerte y llego a
un hermoso orgasmo, el cual me provoca que acelere mis movimientos de penetración,
ya son con locura... se siente el golpe de nuestra piel, y nuestros jugos.
Me abraza otra vez con mucha fuerza, y yo siento que estoy a punto de estallar...
y con fuertes movimientos derramo todo mi néctar dentro de ella,
gozo... Dios mío... ¡Qué hermoso!. Caigo rendido sobre
su cuerpo desnudo, me suelta y se relaja. Me mira a los ojos. Y me dice:
- Sos hermoso mi amor. Antes que yo diga algo, me tapa la boca con sus
dedos tiernamente. Me pide que no salga, que me quede, que me quiere sentir.
Yo podía creer lo que había pasado. Pero realmente fue estupendo.
Nos habíamos olvidado de todo, y de todos, en esos minutos. Hasta
que yo comienzo levantarme y me siento al costado de la cama. Y ella se
tapa con la sabana. Nos dijimos nada, tan sólo nos soreímos
con complicidad, y mis únicas palabras fueron,- No me arrepiento,
sos hermosa. Y me dirijo buscar un beso que nos lleve al infinito. Pero
en ese momento sentimos un ruido. Obviamente nos habían visto. Era
mi tía, o mi novia, o las dos.
Pero esa es una historia que otro
día les contaré.
Si quieren que lo haga, escribe...
también aceptos amigos y amigas que quieran conocerme. POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO