Lo primero fue ir a ver los dos o tres lugares que
recomendaron, uno de los cuales se encontraba en un barrio de la ciudad que la
verdad no me daba mucha confianza, pero el segundo lo vi bastante bien. Mientras
hacia mi investigaci�n, encontr� una sex shop bastante bien surtida, compre
algunos videos de travest�s, otro dildo de color morado y unos calzones
especiales. Estos calzones eran de ese tipo en que por la parte de atr�s son
solamente dos tirantes laterales permitiendo que el culo este libre de
obstrucciones, y que por la parte delantera es un triangulo que sostiene
firmemente el paquete.

Por fin llego el d�a, para lo cual yo me vest� con unos
pantalones de mezclilla flojos que permit�an mucho espacio en mis piernas y
entrepierna, con una camiseta muy grande, floja y por afuera del pantal�n. Por
supuesto por debajo de mis pantalones llevaba mi s�per calz�n nuevo.

Llegue al lugar y me dio mucho gusto de que hubiera valet
parking para dejar el coche. A la entrada un hombre grande fuerte y de saco
negro me dijo que la entrada costaba 100 pesos. No tuve reparo en pagarlos y
enseguida abri� la cadena para darme paso al bar. El lugar era grande y oscuro,
por el lado derecho estaba decorado con unas palmeras muy grandes y del lado
izquierdo en donde se encontraba el escenario principal, se ve�a una
escenografia similar a la de un templo antiguo griego. Eran aproximadamente las
11 de la noche y ya se ve�a bastante lleno el lugar, hab�a muchos gays normales,
pero lo que me encanto es que hab�a muchas travest�s por todo el lugar. Hab�a
algunas que no hab�an alcanzado una transformaci�n muy buena que digamos y hab�a
algunas otras que por lo menos a esa distancia y con esa luz se ve�an como
autenticas diosas. Las luces cambiaban constantemente tanto de direcci�n como de
color.

De pronto llego una chica morena con vestido de luces y con
unos senos bastante grandes, por el tono de su voz adivine que no era chica
real. Se me acerco y coloco inmediatamente una mano sobre mi pene para
acariciarlo, al momento me dijo, que solamente estaba revisando que no se me
hubiera olvidado nada para garantizar mi diversi�n de esa noche. A m� me tomo
por sorpresa, y me dio mucha lastima que en ese momento no me hubiera encontrado
en plena erecci�n. Me indico mi mesa y me pregunto que quer�a tomar. Al momento
de sentarme le ped� una cuba, y dirig� mi mirada hacia el escenario. En ese
lugar se pod�a ver un par de j�venes vestidos de militares con pantalones con
manchas verdes, tirantes y los torsos desnudos. En la parte superior luc�an unas
boinas de color rojo oscuro. Eran dos y bailaban de forma fuerte. En momentos se
abrazaban y luego se separaban, de pronto tiraron de sus pantalones como si los
arrancaran y los pantalones salieron volando hacia el publico. Uno de ellos
tra�a unos calzones similares a los m�os, el otro tra�a una tanga convencional
multicolor. Mi mesa se encontraba a escasos cent�metros del escenario, y poda
ver de maravilla. De pronto uno se hinco, parando sus nalgas de forma
provocadora, y el otro se bajo la tanga mostrando una estupenda erecci�n.
Mientras esto pasaba, por dentro de mis pantalones y por debajo de la mesa yo me
encontraba frot�ndome intensamente mi pene, ya hasta hab�a logrado hacer un hoyo
en la bolsa del pantal�n y pod�a introducir f�cilmente mi mano para acariciarme
directamente piel contra piel.

Unos minutos despu�s, continuo el show con una chica rubia de
piel muy blanca, enfundada en un vestido negro muy pegado. Bailaba suavemente al
ritmo de la canci�n. Ella mostraba toda la espalda desnuda y apenas el vestido
le cubr�a sus grand�simos senos por enfrente. En un par de ocasiones nuestras
miradas se hab�an encontrado, y el sentimiento hab�a sido como un rel�mpago que
recorr�a todo mi cuerpo e iba a terminar hasta mi verga completamente erecta.
Mientras pasaron los minutos, se fue levantando la falda y mostr� una tanga roja
satinada muy brillante. De un tir�n jalo el vestido y quedo vestida solamente
con esa tanga, los senos saltaron expuestos, y hasta alcance a sentir algunas
gotas de sudor en mi cara. Intento varias posiciones ayud�ndose del tubo que se
encontraba en el escenario cuando de pronto hizo a un lado la tanga y apareci�
un pene peque�o completamente depilado. Esto suced�a a escasos 2 metros de donde
yo me encontraba, entonces se me acerco y pude apreciar que el pene estaba
circuncidado mostrando su cabeza rosada. Ella misma empezo a acarici�rselo y
apret�rselo, logrando que creciera a dimensiones bastante impresionantes. En ese
momento ya estaba a unos cuantos cent�metros de mi rostro y ya alcanzaba a oler
su sexo. La situaci�n era impresionante, yo ya hab�a olvidado cualquier s�ntoma
de nerviosismo para entonces. Mas tarde las luces se apagaron cuando acabo la
m�sica, y ella descendi� del escenario tomando camino rumbo a los camerinos.

Cuando tuve oportunidad de alcanzar a un mesero, le pregunte
por el nombre de esa belleza, y me dijo que era Perla. As� que unos minutos mas
tarde, me levante de mi mesa para ir al ba�o, en el camino pod�a ver varias
mesas disfrutando plenamente de la noche, en algunas hab�a gays, en algunas
otras lesbianas, y en otras estaban mezclados hombres y mujeres, las cuales mas
bien pensaba que eran transexuales. La gran mayor�a de estas, luciendo bellos y
lucidores atuendos, lo cual hacia que uno entrara en mas confianza en el local.

Al llegar al ba�o, el lugar era mas o menos oscuro y me llamo
la atenci�n que en este bar, no hab�a uno designado especialmente para mujeres y
otro para hombres, era uno muy grande para ambos. Al final del pasillo pod�a ver
una pareja de hombres trenzados en un apasionado beso, en donde uno de los dos,
tenia sus pantalones ya hasta las rodillas mostrando su peludo y apetecible culo
a los dem�s que estaban en el lugar. Mientras tanto el otro le acariciaba el
rabo y el culo a la vez. Yo me acerque a uno de los mingitorios y empec� a mear
toda la cerveza que hab�a ingerido algunos minutos antes. De pronto en una de
las puertitas que estaban atr�s de mi empec� a escuchar unos fuertes jadeos. Mis
o�dos se concentraron en ese ruido al tiempo que segu�a orinando. De pronto la
puerta se abri� y pude ver a dos mujeres d�ndose dedo mutuamente. Las mujeres
eran medio hombrunas, muy delgadas, altas y con el cabello corto, sin embargo
bastante bellas. Me lave las manos y sal� del ba�o para regresar a mi mesa. Al
llegar a ella me encontr� una peque�a nota que dec�a, "te espero en mi camerino,
P". No lo pod�a creer aquella belleza que unos minutos antes hab�a dominado el
local, con su belleza y sus movimientos quer�a verme en ese momento. As� que al
tiempo de ponerme un poco nervioso, me levante y me dirig� a donde ella lo hab�a
hecho, para llegar a los camerinos. En el pasillo le pregunte a un joven, cual
era el camerino de Perla y sin mencionar una palabra, lo se�al� con su mano
derecha.

Toque la puerta y escuche una voz que dec�a que pasara. Una
vez dentro del bastante iluminado camerino, la misma voz que hab�a autorizado mi
entrada me invito a sentarme en lo que acababa de cambiarse detr�s del biombo
que estaba en la esquina del cuarto. Pasaron pocos minutos que se me hicieron
como horas, y sali� Perla enfundada en un camis�n negro transparente donde se
adivinaba que los senos no estaban sujetos por un brasier y en la parte de abajo
le tapaba una peque�a tanga negra. Ella se sent� enfrente de mi, me pregunto si
me hab�a gustado el show. Yo le comente, que no solo me hab�a gustado, sino que
me hab�a encantado, que hab�a sido el mejor show que nunca antes hab�a visto en
mi vida. Ella sonri� y me pregunto que si mis nalgas se ve�an tan impresionantes
como mi erecci�n por debajo del pantal�n. Esto me son� como una invitaci�n a que
se las mostrara, por lo que me levante, me puse de espaldas a ella, y me baje
los pantalones. No paso demasiado tiempo, para que sintiera una mano con u�as
muy pero muy largas acariciando mi culo en c�rculos y que jugara con los
tirantes de mi calz�n especial. Un dedo paso por la l�nea de mis nalgas
trat�ndose de introducir un poco mas fuerte a lo largo de mi trasero. La
experiencia era indescriptible, por lo que yo me incline para facilitarle la
maniobra a ella. "En verdad te encanta?" me pregunto, a lo que yo con unos
simples sonidos le quise decir que si. Ella me pidi� me volteara, y r�pidamente
lo hice, puso ambas manos sobre mis hombros e hizo una peque�a fuerza sugiriendo
que me pusiera de rodillas. Evidentemente yo no puse ninguna resistencia, y
finalmente mi rostro quedo a la altura de su tanga. Sin que ella me lo pidiera,
empec� a acariciarle la tanga, y por fin sent� la dureza de su miembro por
debajo de la tanga. Yo acerque mi rostro para darle algunos besos, y la leve
transpiraci�n la alcanzaba a sentir en mi piel. Accidentalmente al estarla
acariciando, su verga salto erecta y alcanz� a golpear ligeramente en mi cara,
ese fue otro choque el�ctrico. El olor era delicioso, el calor que ese pene
desped�a era invitante, por lo que no dude en abrir mi boca para empezar a lamer
la punta. Jale cuidadosamente la piel de esa verga, y pude apreciar el glande de
forma completa y sin obstrucciones. Poco a poco empec� a meterme mas y mas ese
manjar a mi boca. Ella mostraba su aprobaci�n y no dudaba en empuj�rmelo mas y
mas. A su vez y tom�ndola por las nalgas yo la jalaba para que su introducci�n
fuera mas fuerte. Algunos minutos pasaron y ella me pidi� que me levantase, por
que tenia ganas de cojerme en ese momento. As� que me levante y camine un poco
hasta alcanzar un peque�o banco con cojines en donde puse mis rodillas y levant�
mi culito para ella. Ella con rapidez y habilidad se coloco un cond�n amarillo y
se acerco a mi. Antes de empezar el mete saca, se inclino y lubrico mi estrecho
culo con su propia lengua. Este beso negro a�n lo recuerdo y me provoca
erecciones.

Ella recarg� su verga en la entrada de mi culo, y muy
suavemente fue introduci�ndola poco a poco. Llego un momento en donde sent� como
toco fondo y sus test�culos rebotaban contra los m�os. En ese momento ella hizo
una pausa para que mi culo se acostumbrara al tama�o y luego regreso al vaiv�n
glorioso. Cada vez era mas fuerte y mas fuerte, al grado de casi caigo del
banquito. Entonces una de mis manos se recargo en la puerta que estaba cerca y
sorpresivamente se abri�. Yo pens� que estaba cerrada, y lo malo es que se abri�
lo suficiente como para que no la alcanzara para cerrarla. Claramente pod�a ver
como pasaban diferentes personas que afortunadamente estaban tan concentradas en
lo que estaban haciendo que no pon�an atenci�n hacia adentro del camerino.

La cogida continuaba y continuaba, parec�a que hab�an pasado
horas y horas. No me di cuenta de cuando empezo, pero sent�a algunas ligeras
nalgadas del lado derecho e izquierdo alternadas. En ese momento, de pronto
apareci� otra chica a la entrada de la puerta. Era una chica alta rubia con dos
tetazas impresionantes y que claramente era travesti. Y dijo" ... vaya, vaya,
con que trabajando horas extra.....me permites" Yo no pod�a decir que no, estaba
disfrutando demasiado ese momento. As� que paso, y ahora si cerro la puerta con
llave. Se acerco a mi y mostr�ndome su short rojo de l�tex, me lo empezo a
acercar sobandoselo por encima. Yo acerque mis manos y busque el broche y el
cierre de manera autom�tica. Al baj�rselo me encontr� con un pene
impresionantemente duro y recto, gordo y lleno de venas, delicioso. Me lo
acerque a la boca y le pase la lengua por encima. Estaba tan caliente esa verga
que casi quemaba. Por debajo colgaban un par de huevos enormes y largos, pero
sumamente suaves.

El contacto de los pelos, con algunas partes de mi rostro me
excitaba aun mas. Durante ese tiempo ella aprovecho para irse quitando el resto
de la ropa. Y al voltear hacia arriba pude apreciar la parte baja de los senos.
Eran enormes duros impresionantes. Ella le dijo a Perla, "d�jame ver que tan
dotados esta el joven", entonces Perla jalo por mi espalda y me pude incorporar,
mostrando mi herramienta tremendamente dura. La nueva chica bajo y me empezo a
acariciar el pene. Era delicioso, tanto que me hizo explotar en tan solo unos
segundos. La leche se derramo entre sus dedos, sin embargo eso la calent� aun
mas. No estaba 100% a gusto con eso, as� que me jalo del hombro d�ndome la
vuelta y me empezo a frotar su verga en las nalgas. "Esto te pasa por no haberme
esperado a que me excitar� mas." Entonces me empezo a golpear con su pene
dej�ndome las nalgas rojas. Y sin previo aviso acomodo su pene en mi ano, y lo
empujo hasta el final. Como mi ano, ya estaba acostumbrado a la cogida anterior,
no pudo oponerse a esta penetraci�n. Pero el dolor si apareci�, sin duda el pene
era mucho mayor al que me acababa de comer. Perla se subi� al banquito en donde
antes yo estaba recargado, y me puso su verga en la cara para que yo la mamara.
Pasaron algunos minutos para que las dos se vinieran en mi, una en mi culo y la
otra en mi cara. La experiencia fue indescriptible.

Despu�s descansamos los tres en el sof�, y mas tarde me
empec� a vestir, debido a la prisa que tenia Perla de prepararse para el
siguiente show. Al vestirme aun sent�a el dolor en mi culo, pero me desped� con
un beso de cada una al dejar el camerino. Sin duda regresar�a por mas, despu�s
de aquella sesi�n, no hab�a existido nada que me lo impidiera.

En el pr�ximo relato les contare como estas experiencias
empezaron a cambiar mi vida al grado de buscar el divorcio, y de cuando visite
Brasil, un para�so de travest�s.

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