Relato: Natalia Natalia � Capitulo 1
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Hace unos meses que conozco a Natalia, e intentare relatar
como fue nuestro primer encuentro. Si tengo que pensar en algo para masturbarme,
es indudablemente en este encuentro.
Ella tiene 19 a�os, medira 1,70 mts, su color de pelo es
casta�o, su piel es blanca y tiene ojitos de espa�ola. El cuerpo es ideal, su
cuello, sus tetas, su cintura, su culo, merecen ser chupados y manoseados
durante horas.
Yo de 28 a�os, era el gerente de la mejor y mas grande
discoteca de la ciudad, estaba buscando bailarinas. Puse un aviso, y casi
doscientas chicas se presentaron y para el final de la ma�ana ya tenia a las 10
seleccionadas.
Ese d�a almorc� con un par de amigos y regrese a la discoteca
para recoger algunos papeles. Cuando llegue, en la puerta estaba Natalia, con un
pantal�n negro y un top a rayas. Senti como mi verga se ponia dur�sima, baje del
auto y despu�s de presentarme, le explique que ya las bailarinas estaban
seleccionadas. Ella me miro con su carita de nena triste di� media vuelta y
sali� caminando. Esper� que hiciera unos metros y le dije con tono fuerte:
Natalia, veni pasa.
Ella giro me sonri� y entr� a la discoteca. La hice pasar, la
mire lascivamente, y con mi mano en su espalda entro a la oficina. Trabe la
puerta excitad�simo. La mire a los ojos dici�ndole:
En verdad quer�s el trabajo.
Si seguro, lo necesito, estoy estudiando y necesito
trabajar para pagar el alquiler del departamento. Natalia me respondi�,
nerviosa.
Ok, empez� a bailar entonces.
Aca, asi. Mir�ndome sorprendida.
Si, nena, aca y as�, empeza dale. Con voz seria y
cara de enojado.
Natalia empez� a moverse timidamente, sonre�a forzadamente, y
no me miraba a los ojos.
Me levante, me fui acercando a ella hasta arrinconarla contra
la pared, y meti�ndole una mano en la concha, le dije:
Nenita, bailando as�, lo �nico que pod�s ser aca, es
mi putita.
Ella me miro con sorpresa, e intento sacar mi mano, pero no
pudo. Le dije grit�ndole:
Si quer�s trabajar ac� y ganar dinero, vas a hacer lo
que yo quiera, entend�s putita.
No, yo no se, yo ...- Respondi� Natalia y sus manos
no hac�an ya casi fuerza para sacar mi mano de su concha.
La tome de la nuca, y la empec� a besar sin detenerme. Le
bese la boca, la cara, el cuello, y finalmente Natalia cedi� y solt� mi mano que
cada vez sent�a mas el calor de su concha. Le baje la mano por la espalda hasta
su culo y la subi por la cintura hasta sus tetas. Ya ten�a mi lengua en su
boquita. Le baje el pantal�n hasta las rodillas y corri�ndole la bombacha, le
puse la palma de mi mano en toda su concha h�meda. La masturbe unos minutos y
cuando empez� a gemir, tome una silla me sente e hice que se arrodillara frente
a mi. Saque mi verga y acarici�ndole la carita con mi mano le dije:
Mira putita, mira mi verga bien, vas a hacer lo que
yo quiera, sin decir nada, entendes.
Si, si. Con voz baja, contesto Natalia.
Agarre mi verga, que estaba como piedra, con una mano y con
la otra la tome del pelo a Natalia. Empec� a pasarla por toda su carita
despacio, humedeci�ndola, haciendo que sienta su olor. Cuando la puse en sus
labios, le ordene:
Metetela en la boca putita y chupa hasta que salga
toda mi leche.
Se la trag� de a poco y empezo a chupar muy despacio. Yo la
ayudaba a que se la tragara cada vez mas, empuj�ndole la cabeza. Le decia lo
bien que la chupaba, que si lo hac�a bien ganar�a mucho dinero. Hice que se la
sacara de la boca y se la pasara otra vez por la cara.
Antes de acabar, me levante y tom�ndola del pelo hice que se
pusiera boca abajo sobre el escritorio. Tenia el culo de una nena de 19 a�os, a
mi disposici�n, me agarre la verga y abriendo su conchita con la otra mano, la
penetre despacio, se la meti entera.
Sent� mi verga putita, sentila entera. Estaba como
loco, dentro de esa nena.
Ahhh, ahhh, ahhhhh ....- Natalia no paraba de gemir
como una putita.
Mientras se la metia como una bestia le manoseaba el culo,
las tetas, su carita. La tomaba de la cintura y la tra�a hacia mi, haciendo que
sintiera mi verga y mis huevos. Le pon�a los dedos en la boca y le lam�a la cara
y el cuello.
Cuando sent� que iba a acabar, le puse una mano en la concha,
la bese y le dije:
Acaba nenita, acaba que te lleno de leche. Y empec� a
descargar todo mi semen dentro de ella.
Ahhhhhh, Ahhhhhhhh, Mmmmmmm ...- Senti el orgasmo de
Natalia en mi verga, en mi mano, en mi boca.
Estuve un rato dentro de ella, y se la saque despacio. Me
sente en una silla, y tom�ndola de la mano hice que se sentara en mi falda, hice
que agarrara mi verga y tras besarla en la boca, le susurre al oido:
El trabajo es tuyo putita.
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Relato: Natalia
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