Esta historia es verdadera, tratar� de dramatizarla y darle
un tinte novelesco, pero siempre respetando el gran amor que llegaron a sentir
el uno por el otro estos personajes. He cambiado los nombres como es l�gico
suponer, y solo espero poder describir a cabalidad algo tan complejo y
destructivo como lo fue el amor que naci� entre estos dos hermanos.

Por motivos de trabajo, viajaba continuamente al interior del
pa�s; conoc� muchos lugares he hice muchos amigos tambi�n. Un buen d�a,
viaj�bamos un peque�o grupo de personas en misi�n de trabajo. El camino a trav�s
de la cordillera era mon�tono, s�lo ve�amos monta�as, la nieve que cubr�a los
picos, rocas y el polvo del camino. Cuando he aqu� que al coronar una gran
pendiente, a nuestra vista, abajo y a lo lejos se divis� un peque�o valle; del
fr�o extremo de la cordillera pasamos como por encanto a un clima templado y
soleado, nuestro estado de �nimo cambi� por completo y de mutuo acuerdo
decidimos pernoctar esa noche en aquel pueblito y continuar viaje al d�a
siguiente.

La gente era sumamente hospitalaria, hab�an desarrollado un
peque�o para�so tur�stico, con alojamiento, restaurante, piscinas de aguas
termales y un club de esparcimiento. El clima en aquel hermoso lugar era el de
una eterna primavera, el ambiente era id�lico y relajante. Decidimos buscar
alojamiento para asearnos, cambiarnos y buscar un buen lugar donde cenar, pues
tra�amos hambre de lobos; as� que preguntamos si hab�a un buen hotel u hostal en
aquel lugar�notamos con perplejidad que el ambiente se enrareci� de improviso,
las risas cesaron y los lugare�os con los que hab�amos entablado conversaci�n
rehu�an nuestras miradas y no sab�an contestar a nuestra pregunta�

- Qu� pasa?...preguntamos

Uno de ellos tom� la palabra y nos dijo:

-Si gustan pueden repartirse y hospedarse en las casas de
algunos vecinos, ser�a para nosotros un honor tenerlos como hu�spedes.

- Es extra�o que no haya una hostal aunque sea en un lugar
tan tur�stico como este�le manifestamos.

Despu�s de titubear un poco, y consultar con la vista a sus
dem�s compa�eros, por fin el lugare�o se decidi� a hablar:

- Si tenemos una hostal, y est� en perfectas condiciones para
brindar un excelente servicio, tiene todas sus habitaciones disponibles. Con
gusto los llevaremos all�, pero una vez que se aseen y cambien sus vestimentas
los llevaremos a que coman algo. Una vez hayan finalizado, agradecer�amos mucho
nos acompa�aran al porche de mi casa a tomar una copa de anisado y fumar un buen
cigarro, y all� si gustan les explicar� el porque nuestro hermoso hostal no
tiene un solo hu�sped y la historia que hay detr�s de todo eso. Si
despu�s de escuchar la historia, a�n desean pasar la noche all�, pues ya ser�
decisi�n suya�

He aqu� la historia que nos relataron y que presento ante
ustedes para su consideraci�n:

Karl y Eva eran oriundos de Alemania, hab�an descubierto por
casualidad ese peque�o para�so y les hab�a encantando, les gustaba la aventura;
y de ese modo hab�an recorrido much�simos lugares alrededor del mundo� a pesar
de su juventud. Pero ese peque�o pueblo los atrap� con su belleza y decidieron
quedarse a vivir all�. Viajaron de regreso a su pa�s, y al poco tiempo se
aparecieron en el pueblo cargados de maletas y acompa�ados por algunas personas.
Se dedicaron a recorrer el pueblo como buscando algo, tomando medidas,
examinando suelos y hablando con las autoridades del pueblo. Pronto se corri� la
noticia, los gringos locos ten�an pensado construir un peque�o hotel en el
lugar, confiaban en que con algunos arreglos y con la participaci�n comunitaria,
se podr�a convertir aquel lugar escondido entre las monta�as en un atractivo
tur�stico para las personas que buscaban paz y tranquilidad, adem�s de la salud
perdida.

Karl y Eva eran hermanos adem�s de socios en la empresa que
estaban iniciando, eran dos magn�ficos ejemplares de belleza masculina y
femenina (si se le puede llamar de esa manera). Ella era alta, de un cuerpo
esbelto pero bien formado y macizo por los deportes que practicaba desde ni�a,
cabellera rubia, ojos azules como el cielo y una voz ronca y sensual; unos senos
grandes, redondos y desafiantes y unas caderas rotundas y provocadoras. Karl era
mas alto a�n que su hermana, sumamente apuesto y tan rubio como ella, sus ojos
eran verdes y su contextura era atl�tica, ten�a 28 a�os y era un a�o mayor que
su hermana. Siempre hab�an sido muy unidos, m�s que hermanos parec�an compinches
y camaradas.

Mientras empezaban las labores de construcci�n de su proyecto
hotelero, buscaron un lugar donde alojarse, es as� que alquilaron una peque�a
casa que constaba de un dormitorio, una peque�a sala comedor, una cocina y un
ba�o y de este modo empezaron su convivencia en el pueblo.

- Hey hermanito, ay�dame a desempacar las cosas�le grit�
Eva a su hermano desde el dormitorio.

-La verdad no se como vamos a hacer, esta habitaci�n es muy
peque�a como para poder meter dos camas en ella� Dijo Karl� Mmmmmmmm, ya
s�.tu usar�s la cama y yo dormir� en la sala, en la bolsa de dormir. Dijo
�l luego de pensarlo un buen rato.

- No es justo�Respondi� ella� las obras durar�n
meses, no puedes dormir tan inc�modamente por tanto tiempo, te puedes causar
alg�n da�o.

- La cama es grande, es una cama matrimonial, puedes
dormir conmigo�despu�s de todo somos hermanos�que te parece?

Karl titube� un poco, pero como la idea de dormir en el suelo
durante tan largo tiempo no era cosa que le emocionara demasiado, termin� por
aceptar.

Ese d�a hab�a sido muy duro y estaban llenos de polvo y
cansancio, as� que luego de comer algo ligero, decidieron tomarse una ducha e
irse a descansar temprano, ya que los d�as subsiguientes ser�an igual o m�s
duros a�n que el presente.

- Karl, pr�stame una de tus camisetas; la voy a usar como
pijama�Dijo Eva saliendo de la ducha�es m�s comodo que un camis�n�adem�s
que con camis�n se me ver�a todo; y no quiero darte un show gratuito�dijo
riendo y gui�ando un ojo p�caramente.

Cuando Karl sali� de la ducha, Eva ya hab�a ca�do rendida del
cansancio y dorm�a pl�cidamente. Sin hacer ruido, apag� las luces y se meti�
entre las s�banas. Al poco rato, el cansancio lo venci� tambi�n y cay� en un
profundo sue�o.

Karl abri� los ojos repentinamente, algo lo hab�a despertado,
pero no sab�a qu�. Cuando su mente se despej�; not� que su hermana estaba
acurrucada contra su pecho, y una de sus piernas estaba cruzada sobre la cadera
de �l, directamente sobre su ingle�eso era lo que lo hab�a despertado, el roce
de la piel de su hermana le hab�a provocado una semi erecci�n, a�n estando
dormido; pues hab�a quedado directamente en contacto con su pene, y este hab�a
reaccionado. Adem�s sent�a los pezones duros de Eva sobre su pecho y la blandura
de sus senos; y el olor fresco de su cabellera desparramada sobre su pecho
tambi�n. Karl se sent�a confundido�.era su hermana, pero no pod�a dejar de
sentirse excitado por su cercan�a�jam�s le hab�a pasado eso, siempre la hab�a
visto como a su hermanita querida, su compa�era de juegos, travesuras y
aventuras�pero he aqu� que por primera vez en su vida...la ve�a como mujer.
Estuvo mucho tiempo as�, sin atreverse a mover�con la mente llena de
sentimientos encontrados, hasta que el cansancio le gan� y volvi� a dormirse.

El d�a siguiente fue sumamente duro y agotador y le ayud� a
olvidar lo que hab�a acontecido la noche anterior�hasta que lleg� la hora del
descanso nocturno. Como la noche anterior, Eva no tard� en quedarse dormida�pero
Karl no pod�a, sent�a su cuerpo molido, pero era incapaz de conciliar el sue�o,
solo hac�a observar a su hermana dormida, iluminada por la luz de la luna que se
filtraba por la ventana�era tan hermosa�se la qued� mirando con dulzura infinita
y trat� de desechar los pensamientos que lo hab�an estado perturbando. La noche
era calurosa, as� que hab�an prescindido de las cobijas; y mientras Karl la
observaba, Eva se rebull� entre sue�os y se dio vuelta, quedando de lado y de
espaldas a �l, subi�ndosele en la acci�n la camiseta...casi hasta la cintura.
Karl qued� paralizado de la sorpresa, ella no ten�a nada debajo, la visi�n de
sus salgas perfectas qued� ante �l�y sin poderlo remediar, sinti� como su sexo
volv�a a reaccionar ante la excitaci�n que ganaba su cuerpo y mente. Lentamente
se gir� en la cama y qued� de costado tambi�n, a espaldas de ella�la luz de la
luna iluminaba aquel maravilloso trasero, la blancura de sus nalgas contrastaba
con el resto de su piel�bronceada por el ejercicio al aire libre. De pronto se
llev� un susto de muerte, murmurando entre sue�os, su hermana volvi� a moverse,
quedando esta vez casi en posici�n fetal�Karl miraba casi hipnotizado esas
piernas perfectas y esos muslos maravillosos, la curva de sus caderas y la
abertura entre las nalgas, semi abiertas ahora debido a la postura forzada que
hab�a asumido el cuerpo de su hermana. Comenz� a sudar y a tiritar, no era
posible que estuviera sintiendo eso...si era su propia hermana; pero la
excitaci�n le ganaba mas y mas. No supo cuanto tiempo estuvo as�, contemplando
el cuerpo casi desnudo de Eva�de pronto, su mano se fue alargando en direcci�n
al cuerpo de su hermana dormida, muy lentamente pos� su mano sobre las caderas
de ella, al no notar ning�n movimiento de parte de ella, fue recorriendo su
contorno, sintiendo su suavidad�luego la baj� hasta su muslo�lo recorri� hasta
donde daba su brazo y luego la volvi� a subir...siempre lentamente, casi
roz�ndolo con la punta de los dedos. Volvi� a titubear y se detuvo cuando su
mano se acerc� a la entrepierna de ella, retir� su mano y se qued� dubitativo;
no se atrev�a a ir m�s all�, pero esa visi�n lo ten�a trastornado, as� que
volvi� a dirigir su mano, esta vez hacia la intimidad de Eva�con un miedo
terrible. Sinti� los vellos del sexo de su hermana�eran cortos y rizados y un
poco �speros al tacto. Atrevi�ndose a m�s, adelant� uno de sus dedos, hasta
sentir la tibieza y suavidad de los labios entreabiertos de su sexo�lo recorri�
lo mas suavemente que pudo, de arriba abajo�profundizando un poquito cada vez,
solo levemente�de pronto sinti� su dedo h�medo y pegajoso, al mismo tiempo que
un suspiro se escapaba de la garganta de su hermana�ella lo estaba disfrutando
en sue�os, pero eso aumentaba el peligro que se despertara y lo encontrara en
esa situaci�n por dem�s comprometedora e inexplicable�as� que se retir�, le baj�
cuidadosamente la camiseta, y contempl�ndola �se qued� dormido.

Esta situaci�n se repiti� pr�cticamente a diario, Karl s�lo
viv�a para esos momentos...cuando su hermana se quedaba profundamente dormida y
el aprovechaba para acariciarla, pero siempre con un miedo terrible que pudiera
descubrirlo�y con un gran sentimiento de culpabilidad que lo corro�a por
dentro�.

- Karl ap�rate, que vamos a llegar tarde al club�era el
cumplea�os de Karl, y su hermana le hab�a invitado a cenar y bailar. Los
pobladores hab�an aprendido a quererlos, por su car�cter alegre y su esp�ritu
emprendedor�esa noche rieron, bailaron y bebieron a discreci�n�De regreso a
casa, iban conversando acerca de sus sue�os y proyectos, bromeando y riendo�los
dos hab�an bebido demasiado. Al llegar a casa, se ducharon por turnos y se
metieron a la cama�

- Ma�ana es Domingo, as� que podr� dormir hasta tarde�.dijo
Eva�buenas noches hermanito.

Pero Karl no pod�a dormir, daba vueltas y vueltas en la cama
sin poder conciliar el sue�o, hasta que desesperado, decidi� levantarse y salir
al porche, encendi� un cigarrillo y se puso a contemplar las estrellas, mientras
su cabeza era un caos de sentimientos encontrados�estuvo cerca de una hora en
esa posici�n, hasta que dando un profundo suspiro, ingres� a la casa a tratar de
descansar aunque sea un poco. Al entrar al dormitorio, contempl� a su hermana
echada casi bocabajo y con la camiseta subida casi hasta el nacimiento de sus
nalgas, ten�a una pierna estirada a lo largo y la otra flexionada, dejando
entrever a la luz que se filtraba por la ventana, el contorno oscuro de su
sexo�esta vez su sexo reaccion� de inmediato. Se acerc� al cuerpo de su
hermana�el alcohol ingerido lo hac�a ser mas audaz�lentamente subi� la camiseta
hasta dejarla arrollada a la altura de su cintura�deposit� un tierno beso en la
suavidad de sus nalgas y sus dedos buscaron ansiosos la calidez y humedad del
sexo de Eva. Su dedos separaron los rizos de su vello p�bico y su dedo �ndice
penetr� gentilmente en su intimidad�not� su sexo h�medo y viscoso, retir� su
mano y la llev� a su nariz olfateando con deleite los fluidos de su hermana.
Karl vio como Eva se mov�a y adoptaba la posici�n fetal, dejando ante sus ojos
la visi�n absoluta de su sexo entreabierto y brillante de humedad, y la peque�a
mancha oscura que marcaba la entrada de su ano. Y si se atreviera?...con mucha
suavidad subi� a la cama y se acomod� tras Eva...liber� su pene y lo coloc�
entre las nalgas de ella...qued�ndose quieto unos instantes. Poco a poco se fue
moviendo, dejando resbalar muy suavemente su pene a lo largo del sexo de su
hermana, que cada vez se notaba m�s y m�s h�medo y viscoso. Eva emiti� un
suspiro y se movi� ligeramente, echando el trasero un poco hacia atr�s�logrando
con esto que el pene de su hermano resbalara dentro de ella. Karl se qued�
paralizado de la sorpresa, s�lo hab�a entrado pr�cticamente la cabeza del
pene...pero la sensaci�n era indescriptible�pod�a sentir el calor y la suavidad
del sexo de su hermana y era una sensaci�n tan maravillosa�esper� un rato a�n a
ver si ella hac�a alg�n otro movimiento, pero al notar que segu�a dormida
profundamente, se decidi� y empuj� sus caderas muy lentamente, sintiendo como el
sexo de su hermana se abr�a acomod�ndose al grosor y longitud de su pene. Hasta
que not� que su ingle chocaba contra las nalgas de ella�la hab�a penetrado
completamente�pod�a sentir la viscosidad cada vez mayor de su interior, y como
esa humedad empapaba sus caderas y muslos. Empez� un suave vaiv�n de caderas,
metiendo y sacando su pene casi completamente, sintiendo la estrechez de esa
vagina�En determinado momento le pareci� sentir que su hermanaba se quejaba
levemente�se volvi� a quedar quieto un momento, pero al no notar ninguna se�al,
continu� el suave bombeo dentro de su hermana�esta vez un poco m�s r�pido. Y
definitivamente el sexo de Eva ya rezumaba l�quidos, haciendo mas f�cil y
placentera la penetraci�n�.pero�no se lo hab�a imaginado, claramente vio como
las manos de Eva se aferraban a la almohada a la vez que enterraba el rostro en
ella...su hermana estaba despierta. Esto pr�cticamente lo enloqueci�, levant� el
muslo de Eva para tener mas facilidad de penetraci�n y esta vez aument� el ritmo
de penetraci�n, con una violencia tremenda. Con cada golpe de caderas
pr�cticamente levantaba en el aire a su hermana�sacaba su pene casi por completo
y lo volv�a a enterrar de golpe�cada vez a un ritmo mas endiablado�ya nadie lo
podr�a detener. A pesar de que Eva ten�a la cabeza oculta en la almohada, eran
audibles sus gemidos y suspiros. Pero no coloraba�se manten�a inm�vil y sin
participar, pero dejando que su hermano la penetrara. De pronto Karl not� que su
hermana se arqueaba hacia atr�s y un largo gemido empezaba a salir de sus
labios, amortiguado por la almohada sobre su boca, su cuerpo se pon�a tenso y
sus manos se crispaban con furia sobre la almohada�ella estaba teniendo su
orgasmo. As� que aceler� sus embestidas y a los pocos instantes eyacul� dentro
de ella�sintiendo como su propio orgasmo lo envolv�a, confundi�ndose y
mezcl�ndose con el de su hermana�cay� a un lado de ella resoplando y jadeando y
cerr� los ojos, recre�ndose en las placenteras sensaciones que invad�an sus
sentidos. Unos sollozos lo hicieron reaccionar�Eva ten�a la cara oculta entre
las manos y los sollozos sacud�an su cuerpo..

- Que te pasa hermanita?

- D�jame�le respondi� ella, empuj�ndolo con una mano�y
cubriendo su desnudez con una s�bana, abandon� el lecho y sali� de la habitaci�n
corriendo y sollozando.

Karl se qued� confundido y atontado, sentado en la cama y sin
atinar a hacer nada�pero al ver que Eva no volv�a, salt� de la cama y la busc�
por la casa sin encontrarla. Unos sollozos apagados lo guiaron al ba�o�all�
encontr� a su hermana recostada en un rinc�n, tapando su cuerpo desnudo con la
s�bana, mientras unos sollozos desgarradores la hac�an estremecer de dolor�.

- Que he hecho?...

- Que hice dios m�o?...que hice?...CONTINUARA