Lunes. Empieza una nueva semana m�s en la vida de Clara, pero
�sta ser� distinta, diferente�y morbosa. MaestraX, su ama de la red, la ha
dictado una serie de normas. Normas que podr�an costarla el puesto de maestra,
pero con tal de alcanzar el placer prometido, no dudar� en cumplirlas. Tras
despertar sola de su cama(su marido trabaja de doctor en un hospital de
Barcelona y se marchas una hora antes de levantrse ella), lo primero que hace es
despojarse del camis�n que cubr�a sus hermosos pechos y su velludo co�o, para
acto seguido abrir su armario. Una ajustada blusa azul claro que marcaba sus
pezones y una falda a cuadros cortita, am�n de sus zapatos planos, era lo que
necesitaba. Tras lavarse y acicalarse, Clara sonre�a, pensando en lo comoda que
iba sin sost�n y sin bragas, una de las normas de MaestraX.
Ahora, al instituto. Para ello, Clara, utiliza el metro como
medio de transporte. Hay casi una hora larga andando y el metro la acerca en
media hora como poco. Hoy no hab�a sitio para sentarse, y la toca ir de pie. El
metro se pone atestado de gente y en el trayecto empieza a notar una mano rozar
sus nalgas. Un sob�n, elemento t�pico del metro, sea de Barcelona o de Tokio. El
sob�n, al notar que bajo la falda de Clara no hay braga o tanga alguno, empieza
a profundizar con sus dedos entre las nalgas de clara, llegando a su co�o que en
esos momentos empezo a mojarse. Carla se mord�a la lengua pensando en el placer
que la estaba dando el sob�n. De hecho, hasta estuvo a punto de alcanzar el
orgasmo, pero el sobon se paro antes de que ella bajase. Con el co�o bastante
chorreante, Clara lleg� a su parada que la acercaba al instituto donde trabaja.
En hora y pico, casi un orgasmo. Y esto en el primer d�a.
Al entrar en el instituto not� que algunos y algunas, entre
alumnos, compa�eros, amigas, o alumnas, la miraban mas de lo normal. Al no
llevar sujetador, sus pechos se bamboleban un poquito, pero era inevitable. Y
para colmo, los pezones se marcaban algo mas que cuando el sob�n tenia sus dedos
en su co�o. Antes de empezar la clase todas sus compa�eras la dicen"te noto
distinta, �es el peinado?" o "hoy estas divina, como nunca". Si ellas supieran,
se dec�a Clara para sus adentros�.
Las 9 de la ma�ana. Hora de clase de lengua espa�ola. Durante
casi todo el tiempo, Clara se limita a explicar lo que la generacion del 27
hab�a contribuido a la literatura en Espa�a. Escribiendo en la pizarra,
formulando preguntas�todo normal, salvo por la excitaci�n que la daba verse
mirada sin ropa interior. Cundo se sent� en su mesa de clase, lo hizo abierta de
piernas, haciendo que los muy afortunados que no perdian ojo de su escote, se
agacharan a coger cosas que se les ca�an, para de paso ver y adivinar si lleva
bragas y de que color, cosa que no acertaran�salvo que sepan lo que hay bajo su
faldita. El toque de gracia lo puso Clara, que en un descuido se la cae la
carpeta y los libros. Cuando se agacha a recogerlos, lo hace de tal manera que
los que estaban detr�s suya no pueden evitar ver su co�o y su culo. Aquello hizo
que hubiera murmullos por la clase. No ser�a la primera vez que ocurriera algo
as�, ni tampoco la �ltima. MaestraX la orden� agacharse de esa manera
tan�peculiar.
Entre clase y clase, Clara bajaba a la cafeter�a, para
reponer fuerzas, pero hoy tendr�a compa��a, una compa�era suya, llamada Coral.
Coral mide 1, 65, pelo negro y largo, ojos marrones, y unos 30 a�os cumplidos en
agosto. Sus 95-60-95 hac�an pensar si era una modelo camuflada, pero tenia
cerebro adem�s de buen cuerpo. Tras los saludos de rigor, Coral le lanza un
certero comentario a Clara:
-hoy has revolucionado la clase, �no?. Acaso quieres que
aprendan mirandote las tetas y el co�o?
-la verdad�. no se que dices.
-no me vengas con esas. Cuando entr� en tu clase los de la
primera fila estaban comentado lo grande que tienes el culo cuando te agachaste,
y que tu co�o estaba como para hincarle el diente.
Aquellas palabras la pusieron m�s colorada que un tomate, y
su co�o se hab�a mojado m�s a�n. No pod�a aguantarlo m�s. Dejando con la palabra
en la boca a Coral, Clara paga al de la cafeteria el caf�, y va corriendo a los
aseos del instituto. Ten�a ganas de masturbarse y ah� era el lugar donde pod�a
hacerlo. Eso si, antes ten�a que dejar la puerta del aseo entreabierta, normas
de MaestraX. Aquello que los cr�os la miraran la ponia cachonda, haciendola
fantasear. Mientras que con sus manos acariciaba uno se sus pechos, que estaban
al descubierto, la otra iba hurgando en su co�o, imaginado estar en clase,
desnuda, rodeada por los alumnos, siendo penetrada por sus miradas, viendo como
su anta�o apocada y decente maestra, se acaricia para soltar su juego del amor
ante tan sol�cito publico. Tan extasiada estuvo en sus caricias que no se dio
cuenta de que tres alumnas suyas se quedaron mirando el espectaculo orgasmico,
descubriendo que, efectivamente, Clara, su maestra, no llevaba bragas, y que sus
tetas eran naturales.
Tras terminar la clase que la quedaba, a Clara la quedaba
volver al metro para que la llevara a su hogar, dulce hogar, para recuperarse de
las emociones vividas hoy. Pese a la bronca que recibi� de Coral, Clara sonreia.
En un d�a ha gozado mas que en toda una semana. Las normas merec�an la pena.
Conforme pasaban los d�as, Clara fue adapt�ndose a no llevar
sosten o bragas, y a como poder disfrutar de un buen orgasmo en el metro.
Algunos hasta met�an la mano por el escote para tocar un pecho. En el instituto
notaba como algunas caras alegres se tornaban algo agrias. Coral, siempre
sonriente, tornaba a rictus serio cuando Carla la hablaba. Desde ese lunes, el
car�cter de Coral cambi� como nadie esperaba de una mujer como ella. Sin
embargo, el car�cter de Coral no era una de las mayores preocupaciones para
Clara. Ella llegaba a oir murmullos de sus propios alumnos sobre sus tetas o su
culo, por no hablar lo del ba�o, cuyo eco no se acababa de apagar. La clase iba
como de costumbre, pero algo estaba a punto de ocurrir. Suena el timbre y tres
alumnos se acercan a Clara. .
-Se�orita Clara, queriamos hablar con usted.
-decidme, que quereis?
-vera�yo y los demas nos hemos dado cuenta de que lleva unos
dias algo�cambiada.
-s�, la verdad es que he experimentado un ligero cambio, pero
todo va bien, gracias.
-y eso incluye no llevar bragas y sujetador?.
Si esa pregunta hubiera sido una flecha y Clara una diana, la
flecha la hubiera atravesado. Sus mejillas tornaron a tener un rubor rojizo.
-eso, se�orita Clara, no lleva bragas, lo hemos visto. Toda
la clase la hemos visto el co�o tan hermoso que tiene.
-es�es verdad, no llevo bragas ni sujetador.
Acto seguido, Clara levanta su faldita corta y con las manos
levanta su blusa azul clarito, mostrando a los alumnos, estupefactos, todos los
encantos que dichas prendas apenas ocultaban.
-Carmaba se�orita Clara, la verdad es que la imaginaba
distinta, pero me ha dejado de piedra.
-y a mi, se me ha puesto durisima.
-a mi tambien. Sabe su marido que es una exhibicionista,
se�orita Clara?.
Estaba pillada. El chico era hijo de un amigo de su esposo.
Como saldra Clara de esta situacion?