DESCUBRIMIENTO IV
Manchi asomo su cabeza t�midamente, mirando en todas las
direcciones mientras Freddy mov�a su cola alegremente y ladraba.-
Pato junto a m� miraba e indudablemente estaba bastante
nerviosa de otra manera hubiera notado mi vestimenta.-
Finalmente, el hermoso d�lmata de mi amiga toma confianza y
aun con cuidado entro y comenz� a olfatear.-
Mi amiga sonriendo me mira y se le abrieron los ojos del
asombro.-
Pato ten�a la caracter�stica de hacer preguntas obvias.-
�No hay nadie?
�NO, mis padres me dejan que reciba a la gente en bolas!
Veni.-
Gire dirigi�ndome a mi cuarto mostrando las nalgas.-
Acostada en la cama con una pierna flexionada y movi�ndola de
izquierda a derecha, espere que ella terminara de entrar y detr�s nuestros
adorables perros.-
Freddy autom�ticamente salto y se coloco junto a m� con sus
orejas atentas, juntos nos quedamos en silencio esperando mientras Pato hacia
tiempo.-
Manchi continuaba olfateando indiferente, y me permiti�
mirarlo. Recorr� su cabeza, su pecho poderoso, las costillas que se marcaban, su
vientre y su miembro. Nuevamente el cosquilleo de excitaci�n recorri� mi cuerpo,
y no pude evitar humedecerme los labios, como tampoco pude evitar acariciar
sensualmente las bolas y miembro de mi perro.-
Freddy no necesitaba mucho para permitirme sentir su dureza.
Pato me observo y pude darme cuenta que comenzaba a excitarse.-
Tome a mi perro y lo acost� a los pies de la cama, le apart�
la pata mientras me acomodaba boca abajo. Le tom� el miembro cuya cabeza ya
asomaba y mi lengua aleteo sobre ella.-
Mi amiga se acerco para ver mejor.-
-�No te muerde?
Como respuesta mis labios rodearon la cabeza e inicie un
vaiv�n placentero.-
-Ll�malo.- dije se�alando a su mascota que nos miraba y
cortaba un hilo de saliva.-
Obedientemente el d�lmata se acerco y coloc� sus patas
delanteras en la cama, mostr�ndose m�s imponente, Pato lo abrazo acercando su
rostro a �l y ambos miraban como reanudaba mi trabajo.-
Cuando volv� a dejar el pene estaba totalmente expuesto y a
pesar de la protesta de Freddy, lo deje y gire hasta quedar sentada y comenc� a
acariciar los costados del d�lmata que acerco su nariz a mi sexo, separe las
piernas para facilitar. Mis manos recorr�an todo el lomo, baje a su vientre y
con precauci�n palpe su miembro sintiendo el tama�o y peso.-
Reconozco que me dio un poco de impresi�n, era bastante
apreciable la diferencia con Freddy. Mi excitaci�n y curiosidad me exig�an
continuar, adem�s, Pato aun dudaba, y para qu� voy a negarlo. Me encantaba el
papel de amiga experimentada.-
Descubr� que las mujeres somos ego�stas, creo que si
pudi�ramos podr�amos nuestra marca de propiedad a fuego.-
En cuanto Pato se dio cuenta que su perro estaba disfrutando,
dijo.-
-�Me dejas?
Volv� a acostarme boca abajo mirando atentamente y separa las
piernas, sab�a que mi querido Freddy no tardar�a mucho en ocupar su lugar
preferido, y el m�o.-
Una mezcla de excitaci�n y orgullo mostraba el rostro de
Patricia observando la cabeza y un poco m�s del miembro del d�lmata y tambi�n
confirme, era el doble de grande y en todos los sentidos.-
La lengua de Freddy me enloquec�a pero no pod�a apartar los
ojos de ese pedazo que a cada instante se asomaba m�s.-
-Chupalo.- le ordene
Patricia duda un poco, pero al humedecerse los labios me di
cuenta que ya estaba lo suficientemente excitada. Lentamente fue bajando la
cabeza, se tomo el cabello, sus ojos recorrieron todo el palpitante miembro, lo
tom� y, t�midamente paso su lengua por la punta probando.-
Ver como el miembro desaparec�a en la boca de Pato me provoca
un desprevenido orgasmo, como nunca hab�a experimentado.-
Por momentos, me causaba gracia ver como las mejillas de
Patricia se deformaban y tambi�n, debo reconocerlo, un poco de envidia.-
S�bitamente Pato se apart� escupiendo y limpi�ndose la boca,
Machi se hab�a portado mal. Su poderoso miembro escup�a chorros de esperma,
sent� la necesidad de estirar la mano y dejar que �l liquido espeso y caliente
me ba�ara.-
Lo acerque a mi rostro, lo ol� y lo prob�, ante la mirada de
Patricia, y r�pidamente termine saboreando los �ltimos restos que expulsaba el
miembro de Machi mientras volv�a a tener otro orgasmo.-
Ya hab�a tenido dos orgasmos y no me hab�an
penetrado, pero la situaci�n era de lo m�s er�tica.-
La experimentada y la virgen o, quiz�s,
la pervertidora?.-
Freddy hizo sentir su queja, me mordi� la cola.-
Me abr� las nalgas y Freddy intento montarme de
inmediato, ante la mirada de Pato.-
El crecimiento de mi cola, si bien me alegraba, tambi�n hab�a provocado dificultades para mi perrito,
pero, pens� que podr�a sacar partido.-
-Lo ayudas.- dije girando la cabeza y mirando el
reflejo en el espejo.-
Patricia se acerco y tuvo la visi�n de mi desnudez m�s
intima. Apoyo su rostro en mi muslo y con cuidado
tomo el pene, para mi asombro, le dio una breve chupada
y sin m�s perdida de tiempo lo dirigi� a mi ano con los
ojos brillando de excitaci�n. Se sorprendi� cuando
la cadera de Freddy dio un fuerte empuj�n y el ahora
peque�o miembro ingreso sin dificulta en mis entra�as.-
-�Ahh!.- exclame cerrando con placer los ojos, ante la
atenta mirada de mi amiga que no pudo evitar llevar su mano
bajo su falda.-
Creo que Freddy quer�a lucirse. Tardo m�s de lo habitual,
mezcl� movimiento r�pidos y profundos con detenciones s�bitas. Me torturaba con
maestr�a, para la agon�a de mis pezones que no pod�an estar m�s duros.-
En medio del orgasmo exclame:
-�Tenes... que... sentirlo, tenes... que... sentirlo!.-
�
Me sent�a a la deriva, rodeada de un c�lido mar cuyas olas
ba�aban mi cuerpo y mente con poderosas sensaciones, pero algo comenz� a
filtrarse, molestando, rompiendo con el esquema.-
Finalmente, el amenazante gru�ido termina de romper el
encantamiento, abr� los ojos y descubr� a Manchi con sus patas sobre mi muslo
ejerciendo su autoridad sobre mi perro exhibiendo su poderosas dentadura. Freddy
no tuvo otra posibilidad que obedecer, y se retiro con sus orejas bajas y la
cola entre las patas.-
Solo pude emitir un ligero gemido de protesta al sentir el
fresco sobre mi h�medo y abandonado ano, pero Manchi, r�pidamente ocup� el lugar
y sin ninguna delicadeza me tom� de las caderas mientras intentaba penetrarme.-
Patricia observaba en silencio asombrada por la actitud de su
desconocida mascota.-
Juro que no era yo, quien manejaba mi cuerpo.-
Sent� que mis piernas se separaban m�s, que las nalgas se
elevaban abri�ndose m�s y las patas traseras del d�lmata se apoyaban firmemente
sobre mis caderas. Pronto percib� la dura cabeza rozando mi intima carne,
buscando con exigencia.-
Aferr� la sabana, cerr� los ojos y acomodo mejor las caderas,
y como si un flash estallara debajo de mis p�rpados, sent� que el pedazo entraba
con violencia.-
El miembro llego m�s profundamente, me sent�a m�s llena y los
flechazos de dolor que emanaba mi exigido ano, me hicieron sentir como que hab�a
vuelto a perder la virginidad.-
Nuevamente las olas me envolvieron, pero, esta vez de un mar
embravecido, cruel y brutal. Y cada vez que llegaba a la cima de la ola,
estallaba en un orgasmo bestial que derret� mis piernas, y me descubr�
recomponiendo r�pidamente la posici�n, deseosa, hambrienta de m�s.-
Cuando el miembro del d�lmata comenz� a hincharse, y despu�s
expulsar chorros de esperma ba�ando mis entra�as, creo que brevemente perd� la
conciencia por la intensa sensaci�n.-
Cuando logre recomponerme, el reflejo del espejo me mostraba
mi cola parada y Manchi dado vuelta firmemente unido y aun sintiendo los
espasmos del pene.-
Intente, casi con desesperaci�n, despegarme pero me fue
imposible.-
No quer�a m�s, el placer hab�a pasado la frontera y ahora era
dolor de tener toda la bola dentro. No recordaba cuando entro, pero ahora, ahora
la sent�a plenamente.-
Quince minutos necesitamos para sep�ranos, le ped� a Patricia
que me viera porque me ard�a el ano. Cuando me dijo que mi ano estaba abierto
casi diez cent�metros y que sal�a esperma con hilos de sangre, me asust� y las
lagrimas llenaron mis ojos.-
Una hora despu�s y luego de un largo y reparador ba�o, y de
comprobar que mi ano hab�a recuperado su tama�o habitual, sin sangre pero aun
perdiendo abundante esperma estaba lista para continuar.-
Ahora, era hora de Patricia.-
CONTINUARA
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