A V�ctor.....

Rafael fue por un corto tiempo uno de los guardias que estuvo
en el edificio poblado de oficinas donde yo trabajo.

De aspecto f�sico agradable, su piel blanca, el pelo negro y
muy rizado, de complexi�n robusta sin llegar a ser gordo, es decir; t�rax ancho,
brazos firmes y piernas musculosas que el pantal�n entallado del uniforme dejaba
de manifiesto a la par con la redondez de sus nalgas y el notorio bulto que
acusaba su bragueta, que por otra parte, hac�a irrefrenable el impulso de
apartar la mirada, quiz� en espera de alg�n movimiento o temblor que delatara su
viveza o turbaci�n....

Sus ojos ten�an un color particular entre el olivo y el �mbar
y tal vez reflejaban mucho la luz o yendo m�s lejos quiz� la naturaleza pasional
de �ste; con esa mirada expresiva que sabe decirle a alguien que te gusta; esa
mirada que particularmente se detuvo en la m�a y que en alg�n momento descubr�
recorriendo mi entrepierna.

Su cara redonda y la sonrisa franca que descubr�a sus dientes
parejos en dos hileras fuertes y blancas pintaban su rostro de cr�o, no as� el
efecto de su mirada que aunque espont�nea mostraba un fondo oscuro, turbio, algo
no definido que lleva impl�cito una invitaci�n sexual....

Muy pronto establecimos confianza ya que por razones de
trabajo y porque el era nuevo en el puesto, se dirig�a a m�, siempre con la
mejor disposici�n; algunas veces que yo me quedaba mas tiempo del habitual,
invariablemente se aparec�a en la oficina preguntando si se me ofrec�a algo o
con cualquier otro pretexto para que platic�ramos; nos estudi�bamos mutuamente
con cierto disimulo en espera de la ocasi�n, en espera de lo que sab�amos que
ocurrir�a, en tanto crec�a la llama del deseo....

Procuraba ir con cautela, desconfiaba un poco debido a su
edad, que oscilaba entre los 21 y 23 a�os; no obstante me seduc�a su
desfachatez, su sola presencia me pon�a inquieto e intranquilo, cuando lo ten�a
delante de m�, cuando lo ve�a caminar no le quitaba la mirada de encima, sobre
todo a la parte inferior de su cuerpo que se se�alaba por el ce�ido pantal�n,
sus nalgas turgentes que marcaban un corto slip que las medio cubr�a y sobre
todo aunque con el mayor disimulo, la inquietante verga aue se escond�a bajo la
bragueta....

A partir de las 6 de la tarde que se iba el personal; mi
guardia favorito, aflojaba su corbata y se dirig�a al ba�o com�n a lavarse la
cara y remojar su pelo, quiz� se aplicara un poco de loci�n y si notaba que yo
estaba solo, se hac�a presente inundando la oficina de frescura que me encend�a
la sangre...., dejaba su camisa desabotonada para mostrar su cuello ancho al que
resaltaba una gruesa vena lateral, as� como el inicio de su t�rax n�veo y el
incipiente vello semejante a la pelusa de los duraznos....., se sentaba frente a
m� haciendo mucho movimiento con las manos que lo ayudaba a expresarse mejor,
dej�ndome sin fuerza, desarmado ante sus maneras seductoras, su mirada perversa
y su sonrisa invitante....

Cierta ocasi�n que me encontraba absorto en mi trabajo,
abrumado de cansancio y sue�o, no me percate del transcurrir de las horas hasta
que el ultimo compa�ero se despidi� de m� preguntando si me quedar�a alg�n
tiempo mas, ya eran las 9 de la noche as� que por su parte el se retiraba, me
dijo adi�s y sali�; me quede pensando que hacer esa noche, era viernes y no
hab�a nada en puerta, mi cuerpo cansado y mi alma maltrecha necesitaba desahogo
y cari�o; se empezaba a hacer necesario una buena compa��a querendona que
calmara los peque�os impulsos de mi verga que por un doloroso tiempo hab�a
estado olvidada al placer.....

Hice una llamada a Malena, que en momentos como este sol�a
proporcionarme una excelente compa��a, tal vez cenar y bailar para terminar
juntos haci�ndonos el amor; para mi suerte, no la encontr�, ya hab�a salido, por
lo que regres� a mi asiento a pensar que mas podr�a hacer, resign�ndome a irme
solitario a mi departamento a pasar una noche mas en frialdad y aburrimiento;
que cansado era aquello....

Al salir de las oficinas vi que ya se hab�a hecho el cambio
de guardias y sent� cierto resentimiento contra Rafael pues ese d�a apenas lo
hab�a visto cuando llegu� y ahora que lo pensaba, porque no se me hab�a ocurrido
antes?, quien mejor que �l para sacudirme el abandono....

Con m�s pesar sal� y abord� mi auto, encend� un cigarrillo y
deje que la m�sica me inundara el cerebro para no pensar m�s; avanc� hasta la
esquina y al disponerme a dar vuelta, lo vi ah�; parado bajo el farol, mi
guardia vestido de civil, como esperando a alguien, me vio e hizo se�as, me
detuve y le pregunt� que hac�a, me dijo que acababa de salir y que esperaba el
transporte, le abr� la portezuela para que subiera, yo lo llevar�a; por supuesto
que lo har�a....

Su imagen ah�, en medio de la luz del farol me hab�a
emocionado, su ajustado pantal�n de mezclilla y camisa de cuello redondo que se
le pegaba al cuerpo lo hac�a ver totalmente atractivo y apetecible; su radiante
sonrisa le daba un aire muy sensual, su joven cuerpo era un fuerte est�mulo a
mis deseos....

Al subir al auto, dej� flotando su olor a perfume y a cuerpo
reci�n ba�ado, que mi cuerpo recibi� con un estremecimiento como si hubiera
recibido una r�faga de fr�o y suavemente, sin percibirlo un calorcillo me fue
invadiendo....

Se sent� con las piernas totalmente abiertas y acomod�ndose
el sexo mientras me miraba disimuladamente para sonre�r con un "gracias por el
avent�n" .

Sin timidez me dijo despu�s, que en realidad estaba
esper�ndome para invitarme unos tragos y que en la oficina no pudo dec�rmelo
porque no hab�a encontrado momento de acercarse; conoc�a un buen lugar con
m�sica tranquila y ambiente agradable; mi contestaci�n fue un s� inmediato y nos
dirigimos a un bar peque�o, acogedor y realmente agradable.

Mi garganta sinti� el bienestar que transmit�a el ardiente
tequila, la sensaci�n caliente desde los labios hasta el estomago, el sabor que
queda en la boca y el paladar, aunado al que sent�a por estar con el, hablando
en voz baja, en un universo de dos, los cuerpos cercanos, las manos que tocan de
pronto un hombro, un brazo; las piernas que se rozan como al descuido, la
percepci�n del calor que emiten dos cuerpos, su cara a unos cent�metros, los
alientos casi haciendo uno, los labios h�medos, los ojos brillantes y el placer
creciente; todo aquello hac�a arder mi cuerpo......

"Cuan agradable es el pre�mbulo del encuentro de los cuerpos;
donde el tiempo no tiene prisa; donde dos hombres se hablan con dulce rudeza,
donde las manos expresan afectos o transmiten deseos; ya con apretones, palmadas
o golpecillos; sobre todo cuando existe la certeza de que se va a un destino tan
deseable como inevitable; las emociones sin prejuicios desbordadas, las palabras
sin diques, atropelladas, espont�neas; las miradas c�mplices....

Dos amigos botella en mano saliendo de un bar, nada especial;
excepto que van embriagados de alcohol y deseo, trepan al carro y al amparo de
la oscuridad, la noche los traga, mas si alg�n ojo indiscreto los hubiera
seguido, habr�a detectado que tan solo a unas calles adelante, el auto aparca en
un rinc�n oscuro protegido por las ramas de un �rbol, con el pretexto de orinar
se observan ya sin disimulo los falos semierectos, el glande descubierto y
mojado, los hirsutos pelos, el chorro grueso y amarillo de la orina, ayud�ndose
con las manos para dejar al descubierto el sexo que sostienen para que sea
captado en todo su esplendor por los ojos del otro, si cerrar la bragueta tal
vez entran de nuevo al carro para satisfacer ahora la otra necesidad, la de unir
sus bocas p�rpura, c�lidas y ansiosas en un beso que contiene respiraciones
entrecortadas y que permite a las lenguas la primera exploraci�n y bienvenida,
la exploraci�n primera del objeto del deseo; el falo erecto...

Las manos viajando a lo largo de los cuerpos, sujetando,
apretando, reconociendo y tocando con caricias desbordadas que aceleran la
excitaci�n de sus cuerpos.

El viaje continua en un trayecto poblado de m�sica y
respiraciones ahogadas, los costados juntos, el abrazo sutil, la caricia en la
nuca, las manos de pronto entrelazadas esperando el cambio de luz de un
solitario sem�foro rojo, las erecciones totales, las sonrisas misteriosas y la
ausencia de palabras " .....

Ca�mos ah� en la alfombra, en medio del apuro de saborearnos,
las lenguas sin dejar tramos por explorar, los besos delirantes, bocas sin otra
gu�a que el instinto y el placer de los sabores de la piel salada, los brazos en
alto, las manos entrelazadas, casi selladas en la urgencia de la carne, los
cuerpos entregados al sexo que no entiende raz�n, al encuentro de placer puro
haciendo uso de miles de recursos para ello, besar y tocar, apretar y acariciar,
morder y chupar y entregar y poseer; las defensas eliminadas, entregados al
oponente, con los falos duros y h�medos en busca de alojamiento; las piernas en
fuertes movimientos, tensas como en un combate de luchadores, cuerpos entregados
al desahogo del placer...

En que momento fue no puedo precisar; solo ahora recordando,
su cuerpo abajo del m�o, encontrados uno con otro, frente a frente, sus piernas
en mis hombros, mi pinga buscando hundirse en su ano contra�do y el viaje que de
manera casi violenta realizo mi herramienta dura, que a cada embestida cobraba
fuerza y se endurec�a m�s produciendo peque�os ruidos en su vaiv�n; ruidos que
fueron opacados por gemidos ahogados de dos hombres que en su delirio, emit�an
palabras, aullidos, frases amorosas; mis chorros de esperma saltando e inundando
el esf�nter de mi amante y los suyos alcanzando mi abdomen y pecho; la
culminaci�n de la demencial cogida que lentamente iba calmando su furor con el
abandono de los cuerpos unidos a�n, calientes todav�a y con las bocas pegadas,
siempre h�medas e insaciables....

La tranquilidad que mi cuerpo sent�a por la eyaculaci�n y el
descenso de la excitaci�n, fue dejando paso al fr�o de la noche que me fue
despertando sin violencia; un confuso recuerdo del encuentro sexual y la venida
que acusaba mi calz�n pegajoso, me ubic� en la realidad; el silencio total y la
luminosidad de mi oficina; ya me daba cuenta, debido al cansancio me hab�a
quedado dormido, las im�genes que poblaban mi cabeza se fueron esfumando; con
pesar y aburrimiento me levant� y sal� de la oficina, constat� el cambio de
guardias y sin volver la vista atr�s sal� al encuentro con mi soledad, mis pasos
me llevaron a la frialdad de mi habitaci�n, mi departamento vac�o; mi lecho
enorme que Paco hab�a abandonado y que desde hoy deshabitaba para siempre; lo
hab�a sustituido ya un fantasma llamado Rafael.....

Cerr� los ojos para revivir el sue�o con �l, sonre� con
placer; mi verga mojada a�n comenz� a sentir. empez� a endurecerse otra vez, mis
manos que necesitaban un cuerpo que acariciar la aprisionaron, la descapullaron,
la llenaron de calidez para rendir tributo a On�n en una febril masturbada,
manchando las s�banas de blanco, esa noche en honor a Rafael....

Jeram