Relato: Endemoniada Lujuria (I)





Relato: Endemoniada Lujuria (I)

El jueves
pasado era mi d�a libre. Qued� citado en casa con una mujer mayor que yo con
la cual ya hab�a chateado y hablado por tel�fono horas y horas, habiamos
empezado a salir hace ya dos meses, cafeter�as, cines, pero s�lo hab�a
conseguido de ella unos castos besos y horas y horas de charla para contarnos
mutuamente nuestras penas. Al f�n la hab�a convencido de que viniera a mi casa
a charlar y tomar una copa.


Tengo 35 a�os,
soy divorciado y no ligo mucho. Por eso esperaba con ansiedad la llegada de
Alba Mar�a, una cuarentona separada bien entradita en carnes, en espera de
poder dejar de platicar y pasar a la acci�n cuerpo a cuerpo.


Estaba
desesperadito cuando son� el timbre. Al abrir la encontr� embutiendo su enorme
cuerpo en un abrigo rojo. Le invit� a pasar al sal�n y me deslumbr� al
apreciar sus formas m�rbidas bajo el abrigo, demasiado exuberante, con una
blusa que transparentaba el sujetador de encaje cubriendo sus exagerados
melones, la blusa no pod�a disimular su culazo a punto de estallar bajo
sus pantalones.


Al cabo de un
poco de contarnos las penas mutuamente con un poco de alcohol, ella se mostr�
receptiva a mis caricias y sobeteos de pulpo en celo !Por fin � Enseguida
dejamos de hablar y con un movimiento de manos, no se como terminamos en
mi dormitorio (bueno era lo que hab�a estado esperando tanto tiempo), en mi
cama abrazados y morreandonos. Yo estaba obsesionado por destapar sus grandes
balones y comerme su gigante culo, cuantas ale-manita�s me hab�a hecho en su
honor. Mientras la besaba la met�a mano entre sus piernas, estaba encharcada
de caldos y mis dedos se perd�an y resbalaban.


- Apaga la luz
por favor, me da mucha verg�enza - me pidi� nerviosa.


Yo me opuse a
la idea y comenc� a desnudarla morbosamente, al descubrir sus tetazas las
sorb� glotonamente escuchando como un gritito de placer sal�a de su boca
abierta. Casi le arranqu� las bragas tir�ndola a la cama y sin poder contener
por mas tiempo mi polla dura como una barra de hierro, se la met� en su mojada
chirla sin ning�n problema mientras la besaba el cuello y me agarraba a sus
tetas.


! Que caliente
estaba ella!, gimiendo como un animal en celo


- Ayyy Ayyy que
bueno Ayyy- gritaba con sordina.


No se como pude
aguantarme, pero despu�s de tres minutos de acelerados pollazos se
corri� como una loca casi llorando y gimiendo como una gata en celo.


- Eres
estupendo, venga c�rrete t� - me dijo con los ojos brillantes. No se como me
contuve pero la idea de atacar su retaguardia me tenia obsesionado. Le ped�
que se pusiera encima de m� y al hacerlo agarr� sus gluteos y separando sus
carrillos, toqu� su rosado agujero ya mojado de sus calditos chochiles.
Mi dedo resbal� en su agujerito como abducido hasta la ra�z.


- D�jame jugar
con tu ojete, mi vida, est� caliente y sedoso, no te doler� si cambio el
dedito por mi cosa, anda por fa.


- No, nunca me
lo han hecho y me da mucha verg�enza, espera, d�jame a m� que te voy a hacer
una cosa que te va a gustar mucho. Anda saca el dedo que me da corte -
sus reparos me excitaban a�n m�s.


- � Eres virgen
aqu�? - dije con el �ndice metido hasta el nudillo sin lubricaci�n ninguna.


-Si, lo
soy -, me contesto, - no me da�es por atr�s.


- No te voy a
da�ar en nada- la dije con voz de salido.


- Por favor,
que haces, venga c�rrete en m�, amor m�o - Al ver que no pod�a seguir, acept�
su invitaci�n. Ella se sac� mi pichote y me tumb� con fuerza boca arriba y
me dijo que si pod�a apagar la luz. Tuve que ceder, pero a cambio descorr� un
poco la persiana para que al menos no pareciera que est�bamos en una mina de
carb�n. Empez� a besarme las tetillas mientras sus bamboleantes tetazas
acariciaban suavemente mi vientre. Me la va a chupar, pens�, y mi polla dio un
respingo.


Ella sigui�
bajando sus carnosos labios llenos de carm�n alborotado. Con su lengua
recorri� mi ombligo, mi vientre, mis muslos. Yo casi temblaba de excitaci�n.



- Te voy a dar un besito en tu
cosa, pero por favor av�same cuando te vayas a venir.



- - No te preocupes yo s�
contenerme, pero d�jame que me corra entre tus melones, yo te avisar�.


- Eres un
pillo, pero quiero darte mucho gustito como t� a m�- seguro que s� lo har�a.


Abri� la boca y
se introdujo mi picha sin mucho arte, pero para arte estaba yo. Se notaba que
no era una experta y que le daba un poco de reparo lo cual me excit� aun m�s.
La ense�ar�a a darme �gustito�, ya lo creo.


Con movimientos
p�lvicos acelerados y m�s por mi excitaci�n que por su mamada, me di cuenta
que ya no aguantaba m�s. P�ntela entre tus tetas, que me corro vivo.


Ella se la sac�
de la boca y diciendo - Vente ya amor m�o -, me abraz� el cipote
con sus melones.


Ayyyy, Ayyy. La
llen� de leche retenida mientras casi me desmayaba de gusto. Que pena de la
falta de luz para ver los goterones de leche resbalar por sus domingas.


Ella me bes�
achuch�ndome hasta casi el asfixio y dici�ndome palabras de amor. Excus�ndose
de su comportamiento


- Yo no soy
as�, pero me gustas y me pareces una buena persona...- Casi lloraba
mientras yo pensaba que iba lista si cre�a que todo hab�a acabado. Me gustaba,
era atractiva y muy maja, pero ahora s�lo pensaba en su culo y en como
follarlo. Aunque mi pito estaba reducido, mi mente estaba super empalmada.


- D�jame
lavarme y vestirme, estoy muy feliz y quiero tomar otra copa contigo, quiero
hablarte de tantas cosa....


- Cari�o, no
creas que esto se ha acabado, hablar� contigo tanto tiempo como tantas veces
hemos hablado en cafeter�as y despu�s del cine, pero la tarde es joven y
debemos disfrutar de nuestros cuerpos as� que ahora vamos a ducharnos juntos
con luz y conocer nuestros cuerpos.


La cog� de la
mano y antes de que pudiera decir nada la conduje hasta el cuarto de ba�o,
encend� la luz y una vez dentro la mir� lascivamente. Ella se sonroj� y yo
tap� su boca con un beso y me junt� a mi leche vertida en sus pezones como
pegamento, le agarr� el culazo mientras me pegaba a ella como una lapa.


Abr� el grifo
de la ducha, casi nos ca�mos en la ba�era. Ella sigui� con sus reparos, ahora
me dec�a que estaba muy gorda, que era mayor que yo, que �bamos muy r�pido....
Volv� a tapar su boca con un beso y agarrando sus melones le dije todo salido.


- Te voy a
follar hasta que te vuelvas loca, eres mi reina y yo tu esclavo, te voy a
lamer toda.


Ella se volvi�
a poner colorada, pero con los besos los ojos la brillaban y seguro que su
chocho volv�a a estar empapado y hasta el agujero del culo le picaba de gusto.


- Est� bien,
har� lo que quieras, ens��ame a disfrutar y a darte gusto. Yo no se nada de
esto pero me entregar� a tu lujuria porque te quiero, aunque luego me
abandones.


Que frases m�s
bonitas ... Era tan rom�ntica, tan llorona, tan po�tica y sobre todo tan
sical�ptica.


Me calm� un
poco, no era cuesti�n de echar por tierra lo que ya hab�a conseguido de ella.
Empezamos a darnos jab�n mientras nos bes�bamos bajo el agua calentita.
Acariciamos nuestros pechos y espaldas en movimientos circulares. Yo manten�a
una semierecci�n en espera de m�s adelante.


La bes� sus
pezones mientras a ella se le volv�a a escapar un gemidito, le susurr�
al o�do que me lavara el asunto. Ella me enjabon� los huevos y el pito sin
ning�n erotismo, cuantos escr�pulos a vencer en una tarde.


- �Me lo has
lavado bien y tambi�n el capullito?


- Siiii -
dijo con voz de ursulina.


- Entonces
comprueba que est� limpio con tres chupetones y un secado especial en tus
tetas, no m�s, porque tienes que estudiar muchas lecciones y la tiza se
pueda romper.


Ella se agach�
y obedeci� mis �rdenes. Chup, Chup, Chup y un restreg�n de domingas. La puse
de pi� y le susurr� al o�do. Cari�o, ahora te voy a enjabonar el chocho y
cuando termine y mientras t� te espatarras y te abres los labios de la
almeja, me vas a pedir con voz de guarra: - Esclavo, dame tres besos de
tornillo en el chumino y un pollazo en el cl�toris.-


Que sofocos la
entraban mientras la enjabonaba y aclaraba el felpudo. Cuando termin�
cerr� el grifo y mir�ndola con cara de mala leche esper� su di�logo.


Se espatarr� y
empez� a abrirse los labios inferiores, pero las palabras salieron
entrecortadas y bajitas de su boca. No quise enfadarme con ella, as� que
chup�ndola una teta hasta poner r�gido el pez�n le dije que si en la teta
sent�a gusto no pod�a imaginarse lo que le iba a pasar all� abajo. Tambi�n le
expliqu� que los hombres somos un poco guarros y que nos gusta escuchar
cerdadas, y ya que nosotros habl�bamos tanto que tambi�n en el sexo deb�amos
hablar.


Al tercer
intento su voz empez� a parecer de putilla. As� que en premio me amorr� a su
chocho conteniendo el tiempo de chupet�n, tres besos en el cl�torisse y un
vergajo en el ombligo. Se me estaba poniendo dura otra vez.


- Te ha
gustado?-. Ella me dijo que s�. -Pues rep�telo en voz alta, pero
inv�ntate algo.


- Daame tres
beesos en el conejo ....


- Mua, Mua y
Surppp..- . Este �ltimo fue largo, absorb� su pepitilla que empezaba a
empalmarse como un cipotillo. Me estaba mojando la barbilla de caldos
chochales.


- Ummmf, Ugfsd
. Me das tanto gustillo que no puedo aguantar m�s, Ummmm arrrg.


No se pod�a
controlar, me apretaba contra su sexo mientras los muslazos le temblaban como
una batidora.


Era mi
oportunidad para hacerla sufrir, para ponerla tan cachonda como yo, as� que
retirando mi cabeza de esa lavadora centrifugando, me incorpor� y le dije: - �
Est�s cachonda verdad ?. � Quieres correrte viva, no es as� ?


- S�, no puedo
m�s, sigue por favor, es maravilloso.


�Que siga
donde?


- Besando mi
conejito. Comi�ndome el chocho, por favor...


Sufre un poco,
vas a hacerme lo mismo que yo a ti y vas a decir las palabras m�s soeces que
se te ocurran. Tus ojos brillan de deseo y tus pezones apuntan a mis
ojos. Ch�pamela un poco y aspira fuerte, haz ruido de mamona y h�blame:


- Si mi amor,
voy a comerte el rabo.


Y bajando al
pil�n empez� a chuparme ruidosamente el poll�n. Glubb, globreee, glubbb.


- Me encanta tu
picha.


C�meme el
capullo, c�metelo hasta la garganta. Glubbb, Glubbb,
Glubbb.
Vale que me corro so guarra, y ahora que me toca a mi merendar?


- Mi cosa,
c�meme el chichi, m�tame de gusto cabr�n, que ya no aguanto m�s Ahhhhh ,
asiiii , que gusto, me voy, me corro en tu cara...Ahhh


Volv� a parar y
casi se desmaya de lo excitada que estaba. Ahora te toca a ti,
ch�pamela, vamos y haciendo ruido, si lo haces bien te premiar� pronto.


- Eres malo, no
aguanto m�s, estoy mareada pero te obedezco. Glubbb, Surppp, que pito m�s
rico tienes. Glubbb, Surppp.


Cuando te
corras t� si es que te portas bien, � Sabes donde me voy a correr?


- Si quieres
... en mi boca, pero nunca lo he hecho y a lo mejor me dan arcadas, pero lo
que tu quieras, estoy en tus manos. Glubbb, Surppp...


Aprecio tu
opini�n, pero me vas a dar tu bien m�s preciado, el tesoro que llevo anhelando
desde que te conozco... tu pandero. Por donde te la voy a meter ?


Con toda su
excitaci�n, supo saber controlarse, le volvieron sus reparos y empez� a mirar
mi pito como un arma perforadora, su voz de monjita descubri� mis intenciones.


- Pero me va a
doler, mi agujerito es peque�o, no est� hecho para eso... y es una cosa
sucia, por favor, te quiero mucho pero eso nunca lo he hecho, me da tanta
verg�enza.


Acaso no
quieres correrte con mi boca en tu chochito ?. Conf�a en m�, te he ense�ado
algo nuevo y est�s disfrutando. Haremos una cosa, te comer� el chichi hasta
que descanses con la corrida; pero quiero saber si m�s tarde me dar�s tu
tesoro.... Quiero que me digas en donde me voy a correr


- Est� bien, tu
ganas. En mi culito...


En tu ojete.
Dilo, quiero o�rlo de tu boca chupona, d�melo y sigue mam�ndome el carajo.


- Vas a follar
mi ojete. Vas a ser el primero que me d� por culo. Tu ganas... Glubbb...Suopp.


Me estaba
poniendo en �rbita, seguro que despu�s de su rendici�n su cachondez hab�a
bajado pensando en su pobre ano. Volv� a bajar al pil�n y me amorr� a su co�o.
Unos chupetones bastaron para ponerla a tono. Entonces la ped� que se diera la
vuelta y me deleitara con la visi�n de cercan�as de su enorme trasero. No la
dej� protestar, fui yo el que en cuclillas le di la vuelta y separando sus
cachas le plant� un beso en su rosado agujero.


Me temblaban
las piernas, si en ese momento me hubiera rozado la polla me habr�a corrido
patas abajo.


- Pero es muy
sucio lo que haces.


Tambi�n me
temblaba la voz. Te quiero y quiero todo tu cuerpo, tu ojete est� rico, es
suave. Met� la lengua mientras mis manos abrazaban s�lo parte de su
estratosf�rico culo. Mientras tanto pajeaba a conciencia su
cl�toris y met�a dos dedos en su h�meda vagina. Mucho decir que era muy sucio
pero estaba a punto de correrse, as� que cambi� la lengua por un dedo mojado
en su chumino y me deleit� con la visi�n. Haciendo malabarismo me amorr� a su
chocho y ya sin parones continu� hasta su delirio.


Se derrumb�
como una estatua de sal, cay� sobre mi con gritos de agon�a, casi me parte el
cuello en aquella ba�era resbalosa. Me asust� de su reacci�n y mi erecci�n se
fue al carajo fl�cido, mi polla se convirti� en pene sin hueso.


Sal� de la
ducha y la abrigu� con mi albornoz, estaba p�lida y un poco mareada.
Arrastrando su gran cuerpo la sent� en la taza del water mientras besaba sus
ojos semicerrados. Al principio no hablaba pero poco a poco abri� los ojos y
me susurr� que se encontraba cansada pero muy a gusto. Me puse una bata y la
acompa�� al sof� del sal�n mientras la abrigaba con una manta y le preparaba
una copa de co�ac.


Poco a poco y
con los vapores del licor, consigui� articular palabra. Los huevos me dol�an
como si de ovarios se trataran. Con un whisky doble y una m�sica anest�sica
intentaba aplacar mis bajos.


Lo que sigui�
era predecible pero no por ello despreciable. Un alegato contra la
incomunicaci�n, tal vez un mon�logo en el que Elba Mar�a explicitaba su vida
anterior, falta de amistad, llena de rutina y de kilos de grasa. Falta de
deseo y llena de compromisos sociales.


Yo era mucho
m�s reservado, tampoco ten�a hijos que educar y sacar adelante. Creo que su
ex-marido era un verdadero cabr�n y que no hab�a sabido disfrutar de una
hembra con aut�ntica clase como era ella. La hab�a dejado languidecer en sus
humildes ansias de hacerse adulta mientras se vaciaba de ilusiones y se
llenaba de grasa.


Que cara m�s
bonita ten�a, que dulzura y qu� esp�ritu mas inocente. Me quedaba embelesado
escuch�ndola decir como me quer�a. Realmente desconfiaba hasta decir basta de
aquellas palabras, pero no de su alma. Me estaba pidiendo una mano y yo se la
daba con todos los dedos retorcidos por mis anteriores fracasos.


Antes de que el
complejo de culpa llamara a mi puerta ella ya lo hab�a dejado entrar en su
hogar. As� que me dijo despu�s de dos co�acs y de su absoluta inmovilidad bajo
la manta.


- No sabes como
agradezco tu amistad pero no puedo, por m�s que me esfuerzo, imaginarme como
con mis a�os y mi gordura te resulte atractiva. S� que est�s hecho polvo
despu�s de lo de la ba�era. Aunque no lo entienda s� que te excito
mucho.


- Nunca he
dicho esto antes pero puedes hacer conmigo lo que tu desees,


- Me puedes dar
por culo cuantas veces quieras. Amigo m�o, mi culete es tuyo, te lo has ganado
y aunque me duela te lo doy como mi regalo, perdona que apenas me pueda
mover pero estoy en la gloria, has conseguido remover mi vientre y hacerme
gozar como nunca antes.


Qu� suerte la
m�a, en ofrenda me daba su sonrosado ojete como una virgen va al
himeneo.


Vas a pasar la
noche conmigo, dije lleno de raz�n, llamar�s ahora a tus hijos para
decirles que ir�s directamente al trabajo. S� que es jodido para ti pero te
necesito esta noche y tu culo va a ser la ofrenda a los dioses de mi
lar.


Ella me pidi�
una tercera copa para aliviar su ansiedad, llam� a sus hijos y como si fuese
su primera mentira les cont� algo relacionado con una amiga que estaba
deprimida y no pod�a dormir sola y que ......




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SU CREADOR. SE ACEPTAN COMENTARIOS E INTERCAMBIO DE FANTAS�AS.
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Relato: Endemoniada Lujuria (I)
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