Despu�s de nuestro intenso
orgasmo, permanecimos un momento abrazados mientras nuestras respiraciones
recuperaban su ritmo normal.
Nos volvimos a meter al arroyuelo
para refrescarnos e intercambiar alguna que otra caricia juguetona, y cuando
nos atac� el hambre, nos vestimos y salimos rumbo a la casa, al
encuentro de nuestros amigos.
Al llegar no los encontramos en
la sala, pero escuchamos ruidos leves y voces ahogadas en una de las habitaciones.
-Parece que tu yo tendremos que
compartir la otra habitaci�n por las noches- me dijo Mauro con una
sonrisa traviesa.
-Eso veo- respond� devolvi�ndole
la sonrisa.
Nos dirigimos a la cocinita a preparar
algo de comer, como era muy peque�a, nuestros cuerpos se rozaban
a cada instante en lo que nos mov�amos preparando los alimentos.
Los roces pronto se volvieron caricias
y besos; sus manos volaban como con vida propia hacia mis senos y mi trasero.
Yo re�a a carcajadas
-�Basta!-le dije entre risas-Se
nos va a quemar la comida.
En ese momento se abri� la
puerta de la rec�mara y nuestros amigos salieron, con cara entre
apenados y sorprendidos.
-Lo siento- dijo Lucy con una sonrisa
picaresca- Nos dio sue�o y decidimos tomar una siesta.
-S� claro-respondi�
Mauro con un gui�o de malicia- nosotros tambi�n nos tomamos
una �GRAN! siesta en el arroyo.
Todos intercambiamos miradas c�mplices,
y pronto estallamos en carcajadas. Una vez relajado el ambiente, terminamos
de preparar entre los cuatro la comida y nos dirigimos a la sombra de los
�rboles a comer. Pusimos un mantel sobre el pasto y nos sentamos
rode�ndolo, para disfrutar el paisaje y un poco de aire fresco.
La conversaci�n fue ligera y salpicada de humor. Bebimos una botella
de vino y contamos an�cdotas divertidas.
Julio ten�a rodeado con sus
brazos a Lucy, ella reposaba su cabeza sobre el hombro de �l, ocasionalmente
intercambiaban alg�n beso. Julio s�lo ten�a su mano
sobre la m�a. Despu�s de un rato, decidimos levantar las
cosas y regresar a la casa.
Bueno chicas - dijo Julio-, creo
que les corresponde lavar los platos.
-�No!-protestamos ambas-mejor
lo echamos a la suerte.
Al final, Lucy y Mauro resultaron
los perdedores y mientras aseaban la cocina, Julio me pidi� que
le mostrara el arroyuelo.
Nos despedimos de nuestros amigos,
y salimos rumbo a la vereda. Mientras camin�bamos, Julio puso su
brazo sobre mis hombros, yo no me retir� pues no vi nada malo en
el gesto, ambos �ramos buenos amigos y yo sab�a que el quer�a
mucho a Lucy. Al llegar a la orilla del arroyuelo, segu�amos abrazados.
Inesperadamente Julio me plant� un beso en la boca; yo hice el intento
de separarme, pero siendo m�s alto y fuerte me lo impidi�.
Sigui� metiendo su lengua dentro de mis labios, y no pude evitar
sentir un estremecimiento de placer; a�n me encontraba excitada
por la sesi�n que hab�a tenido con Mauro. Cuando al fin me
solt�, me le qued� viendo a los ojos y le dije:
-�C�mo es posible
esto? Tu eres el novio de mi mejor amiga, no es correcto que la traicionemos
as�.
-No la estamos traicionando-respondi�-Yo
la quiero much�simo, y soy muy feliz con ella, pero Lucy tambi�n
sabe que t� me gustas una barbaridad y que siempre he tenido ganas
de llevarte a la cama.
-�Que dices?-Estaba llena
de asombro, no s� si por gustarle a �l o por el hecho que
mi amiga lo supiera.
-Vamos no te asustes-me respondi�
empuj�ndome hacia el pasto para sentarnos juntos-, a Lucy tambi�n
le gusta Mauro, eso lo hemos comentado varias veces, y estoy seguro que
si les damos un rato a solas, acabar� por convencerlo de pasar un
rato agradable.
-�Pero qu� descaro!-dije
entre asombrada y divertida- Jam�s imagin� que ustedes fueran
tan liberales.
-Bueno-me dijo Julio rozando con
sus dedos mis muslos como al descuido-, Nuestra relaci�n va mucho
m�s all� de los celos o las exclusividades, s�lo que
no lo andamos contando por ah�.
Volvi� a besarme metiendo
sus manos bajo mi blusa y acariciando mis senos; Yo me encontraba excitad�sima,
pero el sentido com�n me hizo reaccionar.
-No-le dije suavemente alej�ndolo
de m�-No puedo creerte esto. S�lo si Lucy me lo confirma
quiz� lo podr� aceptar.
Julio se levant� de un salto
y pude ver en su movimiento lo excitado que estaba, a trav�s del
pantal�n. Me extendi� su mano para ayudarme a levantarme
y me dijo con voz segura: -Vamos pues a que lo compruebes, pero no hagas
ruido.
Caminamos de regreso entre los �rboles.
La curiosidad y el morbo me invad�an. Llegamos en silencio a la
casa y sigilosamente nos acercamos a una ventana. Al asomarnos con cuidado,
mi sorpresa fue mayor, Mauro estaba de pi�, recargado sobre un muro,
con los pantalones bajados y Lucy arrodillada frente a �l proporcion�ndole
una mamada de campeonato. Julio me asi� del brazo para intentar
alejarme pero yo lo evad� para seguir viendo. El mirar aquella escena
me estaba poniendo a mil. No me consideraba una voyeur, pero el morbo pudo
m�s y me qued� a contemplar. Julio se dio cuenta de mi excitaci�n
y me dej� seguir viendo al tiempo que se acomodaba junto a m�
para disfrutar del espect�culo.
Mauro ten�a asida por los
cabellos a Lucy, se notaba a leguas que lo disfrutaba enormemente, porque
sus gestos eran de placer absoluto. Pronto ella se levant� y tomados
de la mano se acercaron al sof�; hizo que �l se sentara sobre
�l, mientras ella se desnudaba lenta y sensualmente. Mauro se acariciaba
su propio miembro mientras disfrutaba el improvisado streap teasse. Una
vez que qued� totalmente desnuda, se mont� a horcajadas sobre
�l e introdujo de un golpe todo su miembro, empezando una cabalgata
de placer.
Las manos de el recorr�an
todo su cuerpo, su trasero, sus piernas, su vientre, libaba con sus labios
sus senos, mordisqueaba su cuello, hasta afuera pod�amos escuchar
los gemidos que ambos profer�an.
-�No me puedo aguantar mas!-dijo
de pronto Julio a mi lado, y tom�ndome de la man� abri�
la puerta y entramos.
Mauro se sorprendi� y pretendi�
separarse de Lucy, pero ella lo detuvo de los hombros y sigui� cabalgando
sobre �l.
Julio se acerc� por detr�s
de ella y le plant� un beso enorme en la boca. Acto seguido se abri�
el pantal�n y le acerc� su miembro, ella comprendi�
al momento y abri� la boca para recibirlo. Yo estaba totalmente
sorprendida y excitada, no me atrev�a a decir o hacer nada.
Pronto los gemidos de Lucy se convirtieron
en gritos y todos notamos que alcanz� un orgasmo tremendo mientras
segu�a cabalgando a Mauro y mamando a Julio. Yo me encontraba tan
excitada que sin darme cuenta empec� a acariciarme los pechos, sent�a
mis pezones a punto de estallar y un hormigueo recorrer desde mi vientre
hasta mis extremidades. Baj� una mano hacia mi intimidad y me acarici�
por encima del pantal�n.
Julio not� mis movimientos
y retir�ndose de la pareja se acerc� a m�. Retir�
mi propia mano de mi entrepierna y empez� a acariciarme �l
mismo, mientras que con la otra mano recorr�a mis senos. Me bes�
en la boca y nuestras lenguas empezaron a juguetear. Me sent�a totalmente
h�meda y excitada; fren�ticamente empezamos a desvestirnos
mientras nos segu�amos acariciando. De reojo vi que nuestros amigos
hab�an cambiado de posici�n y ahora Lucy estaba de rodillas
sobre el sof� mientras Mauro la penetraba por detr�s.
Julio me recost� sobre la
peque�a alfombra que hab�a en la habitaci�n mientras
me besaba todo el cuerpo, sus manos me recorr�an h�bilmente
provoc�ndome un placer indescriptible. Detuvo sus manos y sus labios
en mis senos, los besaba y acariciaba como un experto; yo me sent�a
a punto de estallar y deseosa de ser penetrada. Mis manos recorr�an
su nuca, espalda y trasero, me aferraba a su piel con las u�as.
Levant� mis piernas y las puso sobre sus hombros, y de rodillas
frente a m�, levantando mis caderas con sus manos, me penetr�
de un empuj�n; yo lanc� un grito de placer mientras comenz�bamos
movimientos fren�ticos.
Era incre�ble, el saber que
me estaba tomando el novio de mi mejor amiga, mientras ella estaba a un
par de metros haciendo lo mismo con alguien m�s me ten�a
loca de excitaci�n, de morbo, de placer. Pod�a escuchar los
gritos y gemidos de la pareja junto a nosotros cada vez m�s intensos,
seguro ambos estaban llegando a un orgasmo. Eso me excit� a�n
m�s, y supongo que a Julio tambi�n, porque aceler�
sus embestidas. Sent� que mi mente se nublaba y me sumerg�a
en un remolino de sensaciones incre�bles; y lanzando un grito, alcanc�
un orgasmo a�n mayor que los que hab�a tenido a lo largo
del d�a. Julio se corri� dentro de m�. Yo sent�a
espasmos en mi interior. Sent� que �l se desplomaba sobre
m�, y permanecimos unidos un rato, sin movernos, solo sintiendo
el placer que a�n nos embargaba.
Escuch� a Mauro decir "Uffff,
fue incre�ble" y a Lucy responder con una risa ahogada, casi
como un ronroneo. Julio se rod� sobre la alfombra para liberarme
de su peso, quedando boca arriba a mi lado, volte� a ver a su novia
y sonri�ndole le extendi� la mano. Ella se baj� del
sof� y se recost� junto a �l, abraz�ndose ambos
y d�ndose un tierno beso en la boca.
Yo me coloqu� sobre mi vientre,
y levantando la cabeza, observ� a Mauro dormitar en el sof�,
y a mis amigos abrazados empezando a dormir tambi�n. Yo me sent�a
plena, satisfecha, feliz y relajada; despu�s de todo, el fin de
semana result� mucho mejor de lo planeado, �y apenas era el
primer d�a! y as�, con una sonrisa en los labios, decid�
tambi�n tomar una siesta para recuperar las energ�as perdidas.
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tomaron la molestia de escribirme para pedir que si ten�a m�s
escritos se los enviara... �por qu� no mejor seguir leyendo
esta web tan genial? todo lo que he escrito se encuentra publicado aqu�.
- - Un beso Ailyn