Todo comenz� cuando me encontraba trabajando para una
compa��a de software, tenia a mi disposici�n un laboratorio bien equipado, y
tenia tambi�n algo muy especial, mi ayudante.
Para empezar mi nombre es Miguel de Corbane, siempre fui poco
popular con las chicas por lo que me entregue de lleno al ordenador, la
computadora fue mi primera novia pues me pajeaba con pornograf�a en el Internet,
en mi trabajo yo era el �nico soltero, pienso que a mis 35 a�os me estaba
perdiendo de todo pues ya me estaba hartando de las pajas, me dio un vuelco el
coraz�n cuando me voy enterando que la joven hija de un colega seria asignada a
mi area de investigaci�n, era hermosa, su nombre Rebeca, era rubia, delgada, de
ojos verdes, piernas largas y bien formadas una cintura imposible y un par de
melones exquisitos.
Ella y yo siempre nos llev�bamos muy bien, aunque ella tenia
pretendiente, yo me celaba pues me hab�a encandilado por ella y cierta ocasi�n
que hab�a lluvia yo me encontraba en mi laboratorio leyendo en el diario que un
importante cient�fico ingles hab�a podido conectar a la sinapsis de su paciente
ciego un p�xel que en idioma inform�tica quer�a decir que logro introducir
informaci�n artificial en su cerebro, antes de salir del inmueble no pude
toparme con Rebeca y su novio, el cual no era tan atractivo ni gracioso como
ella me lo describ�a.
-Buenas tardes doctor le presento a mi novio, Francisco.
-Francisco Guti�rrez, Rebeca me ha hablado de usted y su
trabajo.
-Bueno j�venes siento dejarlos pero, tengo que irme, hasta
luego. Sal� de all� furibundo, pensando como aquel mozalbete tenia a Rebeca a su
lado y en cambio yo estaba solo.
Cierta tarde una situaci�n muy curiosa llama mi atenci�n, con
motivo de una celebraci�n el d�a siguiente por parte de la empresa nadie ir�a a
laborar as� que decid� trabajar en d�a de fest�n, ni un alma dentro de las
instalaciones solas, el guardia Charlie era el �nico ah� antes de entrar me
advirti� que Rebeca y su novio hab�an entrado al laboratorio.
Con gran cautela me dirig� del lado opuesto ala entrada
principal y pude por una rendija observar lo que acontec�a en mi lugar de
trabajo.
Ambos estaban follando, y lo hac�an sobre mi escritorio, yo
aun at�nito desempareje mas la puerta ante aquellos gritos de placer, para tener
mejor vista de aquello.
Me mor�a de envidia de la mala al haber contemplado aquel
hermoso y curvil�neo cuerpo en brazos de aquel tipejo, pero ahora tenia una
perversa idea que de repente se convirti� en un capricho, tengo que hacerla
cambiar de expectativas, y como, con la ayuda de mi ordenador.
Tenia para esa tarde los �ltimos arreglos para realizar mi
fantas�a, espere con impaciencia la llegada de mi asistente, la cual se hab�a
para mi fortuna peleado con su novio, as� triste por su situaci�n me dedique un
largo rato a consolarle, pasado un buen rato le explique que necesitaba que me
ayudara a probar un visor de realidad virtual que yo hab�a desarrollado, sin
discusi�n la joven muchacha se coloco el visor y entre tanto yo me preparaba
para poner en marcha mi perverso plan, conecte al visor una se�al que seria
descargada desde mi ordenador con un solo motivo transferir informaci�n virtual
al cerebro de Rebeca, pero esto no seria posible si no hasta haber conectado un
electrodo a su sinapsis.
-Doctor que es lo que sucede.
-nada querida continua sentada no hay ning�n problema, tu
rel�jate.
Al momento de decir esto di un fuerte pinchazo a su nuca y
cuando hice esto lanzo un grito de dolor muy agudo, pero ni tiempo de reaccionar
le di cuando comenc� la descarga de informaci�n y as� cuado termino la
informaci�n de entrar, mi primera prueba de que todo hab�a salido a la
perfecci�n fue cuando dije las palabras clave para activar la falsa sinapsis que
le hab�a implantado a Rebeca.
-robot Beca, ven a mi primor.
Al escuchar esto la mujer se puso muy erguida y trato de
avanzar pero el cable del visor la detuvo enseguida y con una emoci�n exaltada.
-Qu�tate el visor. Le ordene.
-S�. Amo. Respondi� con un ritmo muy pausado.
Yo aun vacilante le pregunte -�Qui�n soy yo?
-mi amo. Respondi� ahora con mayor velocidad
-�C�mo lo sabes? Repuse.
-Usted me programa.
-�Y tu quien eres? Ir�nico y cachondo le pregunte.
-su esclava robot. Usted me crea y por tal motivo soy suya.
No me hab�a fijado bien pero sus ojos estaban desorbitados,
mostraban signos de irritaci�n, lo cual hac�an que se viera algo extra�a.
-Veamos que tal opera mi programa de esclava esta meretriz.
Dije para mis adentros.
Ella continuaba de pie ante m�, como una estatua y con la
mirada perdida.
-�Muy bien estas lista a recibir mi primera orden esclava?
-S� mi Amo.
-Quiero que me hagas un estreptease, �entendido?
-S�, Amo. Y al momento de decir esto comenz� con �l m�s
cadencioso y cachondo estriptease jam�s visto por mis ojos.
Estaba yo ah� sin pod�rmelo creer cuando escuche que tocaban
a la puerta, inmediatamente le ordene ocultarse detr�s de la puerta.
Casi como no queriendo abr� la puerta todav�a con mi erecci�n
muy pronunciada, tratando de ocultarla divise al tipejo ese.
-Francisco.
-�Esta, Rebeca?
-Lo lamento pero solo vino un segundo y se marcho, por como
se ve�a estaba como el demonio, menciono algo de irse de viaje a ver a un
pariente.
-En la madre si se enojo. Dijo con cara angustiosa.
Se marcho y yo continu� con mi asuntito, por fin ya
completamente desnuda y ante m� le ordene ponerse su blanca bata y salimos de
ah� con rumbo a mi casa.
Al llegar los vecinos se extra�aban pues como jam�s en mi
vida llevaba una mujer a mi apartamento, cre�an que era rarito. En fin cuando
entramos, ella se volvi� hacia m� y dijo.
-�Que desea de su esclava robot, mi Amo?
-Ven�rame como tal.
-S�, Amo.Al decir esto se arrodillo a mis pies.
CONTINUARA...